miércoles, 21 de agosto de 2013

6 obsesiones musicales

Hace unos días escribía las películas que he visto últimamente, y lo cierto es que por falta de muchas cosas, tristemente no veo mucho cine, desde luego no tanto como me gustaría. Pero lo que sí hago es escuchar música y música y música, que sale más barato. Así que he decidido hacer una lista de cuáles son las canciones que más colgada me tienen últimamente.


Back to black
Amy Winehouse

Hoy por hoy todo el mundo opina que esta mujer era un genio, una diva, una diosa, un prodigio... pero hay que ser honestos, cuando estaba viva nos reíamos de ella todo lo que podíamos y más, y esque la pobre era un desastre pero de los chachis.

A mí nunca me ha gustado porque no me gustan los artistas cuyo estilo de vida y sus excentricidades producen más interés que su arte, y mucho menos los que glamourizan los excesos, y la verdad es que el soul y el jazz no son tipos de música que a mí me interesen especialmente. Pero eso sí, Amy era una cantante espectacular que componía sus propias letras, lo cual yo admiro profundamente, ya que muy pocos artistas lo hacen hoy en día, y algo que realmente la hacía especial es que era una auténtica trend-setter, algo que yo como maquilladora y persona que se dedica a la imágen aplaudo con todas mis fuerzas.


Amy escribió esta canción cuando su marido Blake, alguien que condicionó su vida intensamente, la dejó por una ex novia, y la letra habla bien, bien clarito de la situación.

He left no time to regret, kept his dick wet... qué maravillosa y gráfica manera de definir lo que todas hemos sentido cuando nos reemplazan rápidamente... ¿o no?. You go back to her and I go back to black... ¿se puede hablar más claro de cómo acabó la pobre Amy por culpa de la depresión que le supuso su divorcio?.

Un gran gran temazo de los que a mí me gustan, con un vídeo espectacular enmarcando una canción escrita directamente desde el corazón. Desde su negro, negro corazón.




S&M
Rihanna


No puedo soportarla. En serio, no puedo.

Es egocéntrica, creída, friki, excéntrica, rara y potencia todo lo que yo odio que potencie una mujer de sí misma.
No escribe su música, no diseña sus coreografías y su voz está tan retocada en los discos que mi perro podría cantarlas y nadie se daría cuenta.
Tampoco sabe sacarse partido de una manera inteligente, simplemente se dedica a ponerse ropa friki que enseñe todo lo posible, cortes de pelos extraños, uñas de 10 centímetros y llenas de colores chillones y ya está, qué moderna soy.
Graba canciones con todos los grandes artistas que puede para poder captar más público dentro de los fans del artista con el que le toque.
Da escándalos cada dos por tres para estar mega de actualidad. Que si ahora mi novio me pega y me hago una foto con moratones y la publico en Twitter, que si ahora voy al juicio y dejo que los fotógrafos entren a la sala para salir en todas las portadas declarando, que si ahora he vuelto con mi novio y le perdono, que si ahora digo que encima de que le perdono va el idiota y me pone los cuernos, ahora voy y le perdono otra vez y volvemos juntos, ahora que ya la gente se ha cansado de la historia con mi novio voy y le suelto al mundo que me considero bisexual...


Nada. No me gusta nada de nada de nada.


Pero, como buen producto puro y duro que es, está asesorada de forma espectacular. Su música es extremadamente comercial y se la escriben los mejores compositores, gente que escribe para otra gente igual que Rihanna, caras bonitas que no tienen mala voz y poco más, y claro, cuando algo está hecho de forma estratégicamente estudiada para gustar a la masa, pues pasa eso... que gusta, y a mí me gusta la música comercial.

Hay muchas canciones de Rihanna que me encantan para ponerlas en el coche e ir cantando a voz en grito, pero S&M (sado-masoquismo... ¿¿que no quiere llamar la atención a toda costa??) sonó depronto en una aburridísima y durísima clase de spinning y me puso las pilas a tope, y desde entonces es una de esas canciones que pongo cuando nadie me mira y bailo como si fuera el último día de mi vida.





Mirrors
Justin Timberlake


Éste es un ejemplo de todo lo contrario a la artista anterior. Una cara guapa que mire usted por donde compone, escribe y produce él mismo toda su música. Lo que yo llamo un artista completo.

Justin escribió Mirrors para su mujer, Jessica Biel, y como las canciones auténticas escritas desde el corazón, la letra es una declaración de amor absoluto muy, muy fuera de los clichés habituales. Mirrors es una de esas canciones que me encanta escuchar con los ojos cerrados porque su sonido entra por todo mi cuerpo, algo que sólo un gran productor sabe conseguir.






Natalie
Bruno Mars

Permítanme que suspire. *Sight*...

Bruno Mars es el único consuelo que nos queda después de que muriera Michael, y esque si alguien sabe transmitir con su música y su voz igual que transmitía el rey del pop, ése es Bruno.

Una sabe que tiene un ídolo cuando se pasa meses con miedo a escuchar el nuevo disco de un artista por auténtico pánico a que le decepcione o que no le llegue ni a la suela de los zapatos al anterior (Doo-wops & Hooligans, una MASTERPIECE) y depronto lo escucha y no puede dejar de llorar, de llorar con lágrimas de verdad, de pura emoción de estar escuchando algo tan increíble. Los que aman la música entienden perfectamente a qué me refiero. Los que no ya me han colgado el cartel de "FLIPADA" del cuello.

No me gusta quemar los discos que me encantan y machacar el botón de repeat como hacía de pequeña porque ya tengo comprobado después de tantos años que eso hace que la magia de la música se esfume, pero Natalie ha entrado directamente a la lista de canciones que escucho a diario. No se puede escribir con mayor calidad, simplemente no se puede. Y no tengo nada más que decir al respecto.

Oh, sí tengo. Llámenme Little Miss Snake a partir de ahora, por favor...






50 ways to say goodbye
Train

Cuando una banda escribe sus canciones basándose en el sentido del humor inteligente no me queda más que rendirme a sus pies, y lo que más amo de Train y de su cantante Pat Monahan es escuchar una canción, que me apasione y entonces poner atención y escuchar la letra y amarla aún mucho más.

50 ways to say goodbye es la historia de un hombre al que deja su novia y le resulta tan vergonzoso contárselo a la gente que decide decirle a todo el mundo que ha muerto. Sí, todo eso en 4 minutos de canción.

Los mariachis, la letra ("how could you leave on Yom Kipur??"), la agudísima (y masculina a la vez) voz de Pat y ese vídeo maravilloso con David Hasselhoff riéndose de sí mismo (como tiende a hacer desde el famoso vídeo de la hamburguesa) la convierten en una canción absolutamente perfecta de la que últimamente no me canso.




The world is not enough
Garbage

Nunca he sido una gran fan de James Bond, aunque tampoco tengo nada en su contra, pero reconozco que la calidad de toda la promoción que le rodea desde hace décadas es algo absolutamente fuera de serie.

Si me llegan a decir en su momento que Garbage iba a hacer la próxima canción para la nueva película hubiera pensado... "¿¿eh??", pero por suerte descubrí esta canción cuando ya existía, años después de que saliera.

"¿Qué suena? ¿¿es Garbage??" pensé cuando la oí por casualidad "¡parece una canción de James Bond...!". Esos fueron mis pensamientos mientras la oía por primera vez, tal cual. Y si eso no es saber coger la esencia del trabajo que te han encargado, que baje dios y lo vea.

"The world is not enough, but it is such a perfect place to start, my love...", qué maravillosa manera de expresar la esencia de los malos malísimos de las pelis de Mr. Bond., buscando la dominación mundial por encima de todo...


Temazo increíble. Obsesión.


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