viernes, 26 de octubre de 2012

Nos hacemos viejos

Me encanta ver fotos de celebrities, todo el mundo lo sabe. Me encanta ver estilismos, poses, vestidos repetidos... me encanta. Paso horas muertas viendo fotos de alfombras rojas, admirando los estilos de las estrellas que me parecen naturales y criticando las que me parecen puro producto del dinero. Porque admitámoslo, vestidas de Chanel, maquilladas de Helena Rubinstein, peinadas por Chaz Dean y con una mani-pedi, bronceado y limpieza de cutis de 2.000 dólares, todas sin excepción estaríamos deslumbrantes. No hay más que ver esos programas en los que cogen a una tía que parece una auténtica homeless y la transforman en Joan Collins (vale, veo unos programas de lo peor, lo reconozco).

El caso es que a cuantas más celebrities analizo, más cuenta me doy de que hay un porcentaje altísimo que recurren a medidas desesperadas por luchar contra la vejez, y ése es para mí uno de los grandes males de la cultura (occidental) de hoy en día, porque, lo mires por donde lo mires, toda esa obsesión física por parecer joven es luchar contra los elementos.

En el caso de las actrices, hoy en día encontrar una buena actriz de Hollywood con su frente arrugada y su vejez llevada con orgullo es casi imposible. En el caso de los hombres es distinto, ahí están esos actores a los que siempre querremos que están repletitos de arrugas de felicidad. Paul Newman, Donald Sutherland, Anthony Hopkins, Patrick Stewart, Jack Nicholson o Ian McKellen defienden con naturalidad su vejez y sin dejar de trabajar. Algunos son galanes y otros son simplemente... viejos. Ni "mayores", ni "tercera edad" ni eufemismos que valgan: son viejos y a mucha honra. Incluso sex symbols de toda la vida que van cumpliendo años empiezan a llevar su edad de lo más dignamente, y nos encantan por ello.







Sin embargo en el caso de las mujeres, si queremos hacer una película en la que aparezca una mujer vieja, o contamos con Maggie Smith o caracterizamos a alguna belleza joven y la nominamos a un Oscar. Y no está bien, no está nada bien... ¿qué sería de Bette Davis y Joan Crawford sin esas caras ajadas en ¿Qué fue de Baby Jane?. Hay cosas que debemos dejarlas como están.


Yo nunca he sido muy defensora de las operaciones de estética. Hoy en día, sin embargo, soy menos radical y considero que si alguien se quiere hacer algún retoque, pues no está haciendo daño a nadie, que se lo haga. Pero la verdad es que me doy cuenta de que las operaciones de estética son para gente guapa, para pequeños retoques, desde luego un cambio radical no te convierte en Cindy Crawford de repente, por mucho que te empeñes. Está bien que Jennifer Love-Hewitt se retocara la nariz en su día o que Jennifer López se ponga silicona en el culo para potenciar su punto fuerte (sí, siento decepcionaros pero el culo de Jennifer López es de silicona). Pero esas actrices normalitas y tan monas que depronto les cambia la cara y se quedan sin expresión me parece no sólo ridículo, si no que opino que está ligado a un enorme complejo de inferioridad.






Pero en el caso del bótox, esas celebrities que les hacen un primer plano y dices "¿¿QUÉ??"... me parece ridículo. Y ya no sólo en celebrities, este mal absurdo también está invadiendo a millones y millones de mujeres anónimas que son incapaces de aceptar el paso del tiempo. Es ridículo luchar contra la edad porque, entre otras cosas, es una batalla completamente perdida... ¿por qué tanto miedo a ser lo que realmente somos? la arruga es bella, es muy bella, ¿por qué no queremos verlo?, y si queremos evidencias de que luchar contra la vejez es absurdo, ahí tenemos a millones de celebrities que gastan miles de millones en operaciones y, les guste o no, siempre seguirán gestando arrugas nuevas...





(pero Madonna por dios, cómo te haces eso, con lo que yo te quiero, si a nosotros nos gustas por cómo eres y defiendes tus cincuenta y muchos con muchísimo orgullo... ¿¿por qué te pones esa cara??)


Sin embargo, también considero que la sociedad es terriblemente cruel con la vejez. Si eres viejo, ya no interesas. La prueba de ello es la relación de los nietos con sus abuelos. Cuando son pequeños no se despegan de sus abuelitos jamás, son su referencia más allá de sus padres. Sin embargo en la adolescencia los abuelos no interesan, ya no encuentran tiempo para pasarlo con ellos. Huelen a viejos, ya no molan.

Hubo una época no hace tanto tiempo en la que ser viejo era un status, un grado al que una persona llegaba como si fuera una meta, una categoría que otorgaba respeto, admiración, la veneración propia de la sabiduría. Los viejos tienen mucho que aportarnos y no podemos apartarlos de la sociedad y dejarlos a la espera de pasar a mejor vida. Una de las mejores aventuras que te puede reportar la vida es encontrarte un viejo que sepa transmitirte su experiencia, que comparta contigo épocas en las que se vivía de una forma que jamás imaginarías, que te aconseje como sólo la gente vieja puede hacer.

Cabe una posibilidad de que opine todo esto porque aún soy joven, porque no tengo que luchar contra las arrugas, puede ser. Pero desde luego hay algo que tengo claro, y es que yo siempre me veo muy bien, en mi mejor momento físico (bueno, ahora mismo no, pero veréis a partir de enero...), no volvería a los 18 y a mi talla 36 ni por todo el oro del mundo, porque tener 18 años y una talla 36 está fenomenal, pero tener casi 30 y seguir con la 36 es un poquito anti-natural. Lucho contra las arrugas, los poros abiertos y las manchas de la piel con las armas que mi poder adquisitivo me permiten (que son reducidas), y supongo que si tuviera mucho dinero me haría tratamientos de vitaminas en la piel para verme más guapa. Pero yo paso trillones de ponerme bótox o hacerme retoques, aunque en fin, eso es algo de lo que supongo que no se puede decir de éste agua no beberé porque qué sé yo, lo diré con firmeza cuando tenga la edad en la que esta gente empieza a hincharse a operaciones. Pero lo que sí tengo claro es que nunca querré esconder mi edad, ocultar las evidencias del paso de los años por mi vida y negar que empiezo a ser mayor, que voy camino de ser vieja.


En fin, que yo firmaba ahora mismo por llegar a la edad de mi abuela como ella está, con su cara repletita de arrugas, sus ganas de vivir y con sus mil millones de batallitas nuevas sobre su vida que me cuenta cada vez que la veo. Afortunadamente ahora estoy más unida a ella que nunca porque su mentalidad de "me queda poca vida que vivir, vamos a vivirla a tope" le ha hecho abrirse muchísimo y ahora puedo mantener con ella conversaciones reales sin cortarme un pelo y con naturalidad y ella me da su sabia opinión desde su experiencia. Así que yo quiero que mis nietos me vean así. Yo quiero que la gente me vea así. Vieja, como ella. Y a mucha, mucha honra.




lunes, 22 de octubre de 2012

Despega Flash and Make Up

Este sábado estuve por fin haciendo el book para mi página. Obviamente acabé muerta, tantísimas horas de pie con 7 meses de embarazo encima son para pensárselo, pero ahí estuvimos, dándolo todo. Estoy feliz con el resultado...

















¡¡Guapísimas!! estoy súper orgullosa.


Y éstas son algunas fotos de la Beauty Party de hace unos días...













Un palizón pero desde luego me lo pasé genial, y creo que ellas también...


Esta semana tengo otra Beauty Party y creo que aquí tengo que parar hasta que nazca Eric, porque ya pesa una pasada y no puedo con mi vida. Mientras tanto sigo actualizando mi web y mis redes sociales y la verdad es que no me puedo quejar de cómo van las cosas por ahora.

Si mis lectores quieren echarle un vistazo a la web, es www.flashandmakeup.com (se agradecen los Like en Facebook), y éste es mi logo chulísimo que me diseñó mi amiga Alba...







Y esos son los avances que he ido haciendo hasta ahora. Estoy más que feliz con toda la ayuda y apoyo que estoy recibiendo y con el acogimiento que hasta el momento está teniendo mi proyecto. Esperemos que por muchos años...




jueves, 18 de octubre de 2012

Una sonrisa, por favor

Hace tiempo escribí un alegato a la educación, a la buena educación, algo que por desgracia cada día está más en peligro de extinción, al menos en este país, porque yo que soy recepcionista y recibo llamadas de todo el mundo veo que en otros países la atención es muy distinta.

El caso es que ya me cansa la gente que elige ser una borde y estar siempre amargada como filosofía de vida, porque todos tenemos esa opción, todos podríamos elegirla y sin embargo elegimos no irradiar mala leche ni contagiar a los demás con mal humor simplemente porque te sientes miserable y no haces nada en tu vida para cambiarlo.

Todos tenemos motivos para estar de mal humor, a todos nos amargan los lunes, los martes, los jueves, volver de vacaciones, que nos pongan una multa, que el país vaya como el culo, que todo lo rico engorde y mirarnos al espejo y no ver a Jennifer Aniston en él... ¿y qué? ¿eso nos da derecho a llegar por la mañana a trabajar sin saludar, gruñendo y tratando a la gente a patadas? porque repito, eso podríamos hacerlo todos y elegimos no hacerlo, primero porque eso sólo nos amargaría más, y segundo porque por suerte o por desgracia convivimos con otras muchas personas que no tienen la culpa de nuestra amargura ni la necesidad de aguantar nuestro mal temperamento.

Me alucina la gente que se cree con el derecho a ir así por la vida, pero aún me alucina más la gente que les ríe la gracia y lo acepta como algo normal y cotidiano, en plan "ay, de verdad, jaja, hay que ver Pepito qué carácter tiene, ¡no hay quien le diga nada!". Pues no. Una cosa es que Pepito sea un gruñas, y otra que nos trate como el culo sólo porque "él es así". Pues leches, que no lo sea, si Pepito es así, voy a ser yo como yo quiera y voy a ir por la vida arrasando también, a ver si la gente me lo aguanta, que todos tenemos ganas de vez en cuando, y a veces muy a menudo, de mandar a todo el mundo a la mierda, pegar cuatro gritos y unos cuantos puñetazos en la mesa y sin embargo nos mordemos la lengua todo lo que podemos, contamos hasta 10 y a seguir como si nada.


En fin, repito lo que digo siempre, no cuesta nada ser amable, no cuesta absolutamente nada dar los buenos días y sonreír a todos los que tienen la buena o la mala suerte de tener que compartir sus vidas con nosotros, creo firmemente que la energía que desprendemos afecta en un porcentaje muy alto en la felicidad de los que nos rodean y por supuesto en la nuestra propia, así que por favor señores, ser el Doctor House es muy gracioso si hacen una serie de televisión sobre ti, pero en la vida real no tiene absolutamente nada de divertido y no nos convierte en gente súper chupi, súper especial y súper carismática, a ver si nos enteramos ya que la pose de borde no es "cool" en absoluto.

lunes, 15 de octubre de 2012

A mi manera

Desde que Abril va al cole me he dado cuenta de que me he vuelto más anti-social que nunca. Voy a dejarla y a recogerla a toda prisa con las gafas de sol puestas aunque no haga sol y con cara de perro. Cuando voy al parque es lo mismo, intento ponerme lo más lejos posible del resto de la humanidad y dar la imagen de auténtica ermitaña.


¿Mi objetivo?, que nadie me hable.


Lo siento, no quiero socializar con otros padres. No quiero no quiero y no quiero. Cada día encuentro más banal a la vez que desagradable el hablar por hablar, esa sensación que se crea en los colegios de que como somos madres de niños de la misma clase tenemos que charlar todos los días durante 10 minutos hasta que abren la puerta por la mañana y entran los enanos y hasta que abren la puerta por la tarde y salen todos los niños. Las conversaciones que se crean son absurdas, siempre relacionadas con que pues si mi hijo tardó más en echar a andar, que si fíjate lo pequeños que se le ha quedado los pantalones que se le ven hasta los tobillos, que si hay que ver cómo crecen, que si pues el mío este año todavía no se me ha constipado ¡pero hay que ver el año pasado la fiebre que me cogió...!, y eso cuando hay un mínimo de tema de conversación que fluye, que cuando no la hay pues no hay más remedio que recurrir a que fíjate, hace dos días estábamos a 30 grados y ahora mira qué frío, ¡y dicen que este año va a llover más que el anterior!, pues yo esque a mí cuando llueve me pican las manos, ¡oye pero una cosa tremenda....!. Y desde que estoy embarazada, como se me acerque alguna madre o hasta incluso alguna abuela me acaba contando cómo fue su parto pero seguro, fijo fijo vamos.


No no no no no no gracias.


En el colegio me pongo mi cara de perro de "a mí no me habléis", me sumerjo en mi móvil como si estuviera mandando emails importantísimos y con eso de que voy con las gafas de sol hago como que no veo a nadie y así no tengo que saludar. Pero en el parque se vuelve más complicado, básicamente porque siempre hay alguna abuela que va y se te sienta al lado, y además con eso de que al parque vamos con Juno siempre suele haber un arsenal de niños (o normalmente de niñas) que vienen en tropel a acariciarla, abrazarla, tirarle del rabo o agarrarla del cuello, estos últimos muy frecuentes en niños de menos de 2 años. Con lo que claro, siempre hay una madre, padre, abuela o abuelo detrás que te cuenta la misma canción de siempre... "¡hay que ver cómo le gustan los perros, esque tiene que ir acariciándolos a todos oye! y eso que yo no soy muy de bichos, pero nada oye, ¡que si ve uno y no lo acaricia no veas el berrinche...!". Y tú ahí "sí sí sí, aham aham, sí sí sí...", con unas ganas de decirle "señora por dios, que estoy teniendo una conversación con mi marido, respete mi burbuja haga el favor, un poquito de espacio vital por favor...". Pero nada, es lo que hay, es lo que me toca.


Y esque realmente tanto cuando estoy en el colegio como cuando estoy en el parque observo mucho a los demás padres y me doy cuenta de que no hay nadie que sea de mi estilo, no hay ninguno con el que yo me identifique, que parezca que puedo tener una conversación relevante con ellos. Al parecer el hecho de que tengamos hijos de la misma edad no quiere decir en absoluto que tengamos cosas en común. Es más, la gente con la que últimamente tengo más cosas en común son personas o que no tienen hijos todavía o cuyos hijos están en momentos muy distintos a los míos.

Para empezar, a las demás madres las veo hiper-mega marujas. No sé si es cosa del sitio donde vivo (que no es nada choni, así que no creo que sea eso), pero al parecer hay una regla no escrita de que una mujer cuando es madre tiene que dejar de cuidarse, sus chichas mega mortales tiene que marcarlas en camisetas súper cutres que gritan a los cuatro vientos "me han comprado en unos chinos", y por supuesto de maquillaje, tacones o hasta incluso crema hidratante en la cara ni hablamos. A ver, repito lo de siempre, no quiero parecer una superficial que considere que todas las mujeres tenemos que ir siempre mega monísimas y súper maquilladas, no me refiero a eso en absoluto, pero esque no entiendo que las mujeres dejen de cuidarse sólo porque ahora son madres y, como ya no tienen que impresionar a nadie, pues deciden abandonarse completamente y dejarse ganar la batalla por esas ojeras inevitables que conlleva el tener hijos. No sé, un poquito de Housewife Fashion al menos, ¿no?. Con lo que no, no me identifico para nada con esas madres. Y eso por no hablar de vida de pareja. La mayoría de todas esas madres considera pecado mortal el irse a cenar o al cine con su marido sin los niños. Vamos, que se acabó la vida de pareja. Venga hombre ya por favor....

Para seguir, todas son muchísimo más mayores que yo. Si no has conocido a tu pareja hasta bastante tarde me parece perfecto, de hecho mi marido no es el colmo de los padres jóvenes, pero gente que lleva mil años juntos y no tiene hijos hasta que son mayorcísimos me parece un horror. Supongo que la gente quiere esperar a estar estabilizadísimo en la vida, tener un sueldo muy decente y un contrato mega fijo, y claro, tal como han ido las cosas en este país, pues la peña se monta en los 35 cuando quiere empezar a plantearse el tener hijos. Y claro, una vez más, esa gente no tiene nada que ver conmigo. Yo quise tenerlos súper joven (dentro de unos límites) porque encontré a la persona correcta y no me preocupé de sueldos fijos. Claro, que también es cierto que me está tocando luchar como una cabrita, he perdido la cuenta de todas las ocasiones en las que me he acostado sin saber si mi hija iba a poder cenar al día siguiente, y la verdad que no le recomiendo esa lucha a nadie, pero yo preferí lanzarme a la piscina y salvar esos obstáculos a base de currármelo antes que esperar a ver cuándo la vida decidía por mí y se dignaba a ponerme en una situación estable y arriesgarme a ser demasiado mayor y tener problemas para quedarme embarazada, o pasar un embarazo horrible con miles de problemas o historias que se oyen constantemente de movidas que le pasan a la gente que tiene hijos demasiado mayor. Por supuesto que respeto mucho a todo el que quiera tener hijos tarde, simplemente yo no tengo esa mentalidad, con lo que no me identifico con padres que son casi 10 años mayores que yo. Mi madre fue madre muy, muy joven y es la educación a la que estoy acostumbrada, a tener los hijos cuando aún te queda energía y paciencia para tirarte al suelo a hacer un puzzle durante dos horas.


Y aparte de todo eso, que obviamente crea un abismo inmenso entre la mayoría de los padres y yo, está el cómo la gente educa a sus hijos, que tampoco tiene absolutamente nada en común con mi manera de hacer las cosas.


Siempre he pensado que en el momento en el que uno tiene hijos, de repente le gustan los niños mucho más porque está más en el rollo. Pues no, para nada. Yo solía ser de las que van achuchando a todos los niños que me encontraba, me encantaban todos, pero todos todos, todos me parecían monísimos, graciosísimos y mega abrazables. Bien, pues ya no. Ahora la mayoría de los niños me parecen estúpidos, malcriados y en definitiva, gilipollas. Yo no sé si es precisamente porque los padres son mucho más mayores que yo, con lo que eso crea una diferencia enorme en las bases a transmitirle a sus hijos con respecto a las mías, pero me doy cuenta según mi hija se va haciendo mayor que los niños están todos programados para dejar de usar chupete y pañal súper temprano, no cogerse rabietas jamás en la vida y aprender a abrocharse el abrigo o los cordones ellos solitos desde que son súper pequeños... sin embargo a ninguno le educan para decir por favor y gracias, a ser cariñosos con los demás niños, a recoger sus juguetes cuando terminan de jugar o a no ser unos imbéciles con sus abuelos, que están ahí al pie del cañón cuando en realidad deberían estar jugando a la petanca. Y eso por no mencionar como se te ocurra darle un azote a la niña. He oído más veces desde que soy madre "¿¿¡¡que le das azotes a tu hija!!??" que a un niño darme las gracias por algo. Pues sí, le doy algún azote a mi hija cuando se porta fatal y no siento que mi niña esté sufriendo malos tratos, la verdad, pues anda que no me he llevado yo cachetes en el culo en mi vida. Pero eso sí, me preocupo muchísimo por premiarla cuando hace las cosas bien.


A mí me fastidia mucho el presionar a los niños a cosas que obviamente les cuestan un mundo, como por ejemplo quitarles el chupete. Obviamente hay que quitárselo, con casi 3 años no pueden andar llevando chupete, pero considero que tampoco hay que ser radical si al niño le cuesta muchísimo vivir sin el chupete. A ver, que el niño no nos pidió el chupete cuando nació, que fuimos nosotros los que nos empeñamos en que aprendiera a usarlo para ver si se callaba, pues quitárselo ahora de repente así de manera radical sólo porque lo dicen las normas me parece putear al niño sin motivo. Abril reaccionó muy bien cuando empezamos a dosificarle las horas de chupete, pero aún le cuesta un mundo dormir sin él, así que tampoco me pongo en plan Hitleriana, que duerma con el chupete y punto. Es más, siempre llevo uno en el bolso porque en sus momentos rabieta la calma mucho. Pues ya está, ¿y qué? ¿que tiene casi 3 años y aún tira de chupete de vez en cuando? desde luego no porque deje el chupete más tarde me da la sensación de que vaya a llegar a los 15 años usando chupete, no me siento peor madre por ello, prefiero respetar sus tiempos al igual que yo dejé de fumar a mi ritmo sin que nadie eliminara el tabaco de un día para otro en mi vida sin consultarme.

Y así con todo. En nuestro caso, ahora estamos liados con el tema de hacer pis en el orinal en lugar de ponerle pañal. Al parecer y según me dice la profesora es la única niña de las tres clases de la misma edad que aún no lo tiene superado... ¿pues y qué quiere que le diga señora? ¿qué me quiere decir con eso? yo no puedo obligar a la niña a que aprenda algo que le está llevando más tiempo que a otros niños, que más quisiera yo que lo tuviera más que aprendido y que dejara de liármela como lo hace algunas veces, pero, aparte de que la niña es con mucha diferencia la más pequeña de toda la clase y aún le faltan más de 2 meses para tener 3 años y hay niños de su misma clase que ya llevan 9 meses de su corta vida teniendo 3 años, pues yo tampoco he querido ser radical y estoy dejando a mi hija que aprenda a su manera y con el tiempo que ella necesite, sin presiones, lo que no voy a hacer es ir al zoo como fuimos el otro día y llevarla sin pañal, porque no, porque paso de que me monte un número y estar puteada todo el día con unas braguitas con caca en el bolso, que hay un 99 por ciento de posibilidades de que eso ocurra. Así que cuando salgo por ahí le pongo un pañal, le estoy todo el tiempo preguntando que si quiere hacer pis, cuando se lo hace en el pañal la regaño, cuando lo hace en el váter le hago una fiesta y ya está. Supongo que otros padres lo que hacen es dejar de tener vida para que ésta gire en torno a un orinal hasta que el niño aprenda, pero yo no voy a hacer eso, yo no voy a dejar de salir de casa y dejar de ir a un centro comercial, a casa de amigos o al zoo o a donde sea y si le tengo que poner un pañal pues se lo pongo y ya aprenderá, no me complico más.

Sin embargo me he centrado muchísimo más en enseñarle a ser educada, a llevar su vaso de Cola Cao a la cocina cuando termina, a dar un beso para saludar y para despedirse, a pedir las cosas por favor y a dar las gracias, a pedir perdón cuando hace las cosas mal o incluso a decir "te quiero" tanto a nosotros como a sus abuelos o a la gente a la que yo siento que ella quiere mucho. Y esos son valores que verdaderamente no veo en otros niños en absoluto. Veo quejarse a muchísimos padres de lo desconsiderados que son sus hijos, en plan "¡esque es más bruto!" o "¡esque tiene todos los juguetes tirados por medio!", sin embargo no veo a esos padres esforzarse por enseñarles a sus hijos que eso no debe ser así.

Ayer estábamos en un centro comercial con unos amigos con hijos cuando de repente cayó del cielo una extraña pieza y golpeó haciendo mucho daño a la niña de nuestros amigos, un encanto de princesa de sólo un añito. Mr. Rossi y el papá de la niña subieron al piso de arriba a ver qué es lo que había caído y quién lo había tirado, y se encontraron que con era el mango de unos caballitos de esos de echar un pavo que había arrancado un niño y lo había tirado por la barandilla tan contento. Obviamente le dijeron al niño que eso estaba muy mal y que había hecho daño a un bebé, a parte de que las cosas no se destrozan porque sí, y todavía les viene el padre hecho un basilisco diciendo que el niño no lo ha hecho aposta y que su hijo no tiene por qué pedir perdón, todo ello de muy malas maneras. Vamos, que por poco se pegan encima.


Me parece tan degradante darle esa imagen a tu hijo que de verdad me lleva a plantearme por qué para ser padres es para lo único en esta vida para lo que no hay que pasar un examen.


Para empezar, estás dándole a entender a tu hijo que ya le solucionas tú la papeleta aunque él haga el cafre. Para seguir, le estás enseñando que ponerse gallito es lo que hay que hacer, que es la única forma de hacerse respetar, aunque no tengas razón en absoluto. Para continuar, le estás enseñando que no hay que pedir perdón por las cosas que uno hace, incluso aunque hayas hecho que a un bebé le haya caído un objeto que tú has tirado y le hayas hecho mucho daño (pobre Sarita de verdad, cómo lloraba...). Y para terminar, en ningún momento le estás educando ni regañándole para que no vaya arrancando las cosas que ve por ahí ni tirándolas por los aires en sitios públicos. Hoy es el mango de unos caballitos, mañana será el mobiliario urbano y/o los retrovisores de los coches.


Pero claro, resulta que la profe de Abril (que por otro lado es muy maja y estoy muy contenta con ella) me hace sentir mala madre diciéndome que no puede ser que la niña se siga haciendo pis encima y que como lo comente en dirección vamos a tener un problema. Pero que nuestros hijos rompan los caballitos de los centros comerciales es normal, no pasa nada, no hay que darle más importancia.


Total, que esos son básicamente los motivos por los que paso trillones de hablar con otros padres. Me repatea el hablar por hablar y yo elijo con quién quiero tener una conversación, independientemente de lo que de primeras pueda parecer que tenemos en común. Tengo amigos solteros, amigos casados y sin hijos ni planes por ahora de tenerlos y amigos con hijos con los que puedo tener conversaciones apasionantes mucho más allá de pañales, biberones, Gormitis o Pocoyó. Lo que tengo claro es que, sea cual sea la circunstancia de todas mis amistades, son gente como yo con la que me identifico, amistades que he elegido yo misma y no me han sido impuestas en absoluto por unas circunstancias comunes.




jueves, 11 de octubre de 2012

Antiguos fantasmas

Hace unos días que tengo la sensación de que me vuelven a la cabeza algunos asuntos que deberían estar cerrados. Estoy por casa tranquilamente cocinando o haciendo cualquier cosa, cantando canciones en mi cabeza (o en alto, que yo cuando estoy sola no me corto) o pensando en mis cosas, y depronto, sin que pueda evitarlo y sin que venga a cuento en absoluto me vienen a la cabeza recuerdos, recuerdos malos de un tema en concreto, como queriéndome recordar que la herida fue tan profunda que aún sangra de vez en cuando, que aún duele, que aún no está curada.

Normalmente me meto tanto en la espiral de indignación, odio y dolor que esos recuerdos me crean que me lleva un rato el salir del trance y pensar... ¿pero qué hago recordando esto? ¿pero por qué estoy siquiera pensando en ello? ¿por qué no me pongo a pensar en otra cosa y dejo de torturarme con esa estupidez?. Entonces lo hago, me pongo a pensar en otra cosa, y ya está, se va. Pero el problema es que siempre vuelven, últimamente siempre vuelve ese fantasma, y durante un rato me vuelve a atormentar hasta que me doy cuenta de ello y me impongo.

No sé, supongo que hay cosas que necesitan tiempo, una cantidad de tiempo directamente proporcional al dolor que te creara lo que ocurrió. Me llevó años el poder decir en alto el nombre de la persona con la que mi ex-novio me engañaba frecuentemente y defendía su derecho a hacerlo por todo lo que le debía a aquella persona. Creo que de hecho no lo dije nunca hasta que tuve una amiga que se llama igual, y de hecho enseguida le puse un mote a mi amiga y es mi manera de llamarla, aunque reconozco que ya no me causa dolor nombrar a aquella mujer. Supongo que es porque ya lo he superado, ya he superado con creces todo el dolor que me causó aquella relación, y ahora puedo hablar de ello con normalidad como una cicatriz completamente cerrada.

Me imagino que este fantasma tardará un tiempo en irse. La buena noticia es que todo aquello ya no está vivo. No es un ex-novio que siga llamándote de vez en cuando impidiéndote avanzar. No es una antigua amiga a la que te encuentras de vez en cuando, reavivando así el fuego de lo que os desunió. Esto está muerto, es pasado, con lo que sé que acabará desvaneciéndose como tantas otras cosas que ya no ocupan sitio en mi cabeza pero que en su día fueron el motivo de mi tristeza o de mis preocupaciones.

Tengo suerte de ser una persona que mira siempre hacia delante y no hacia atrás, pero aún así hay piedras que cuesta mucho trabajo sacar de nuestras mochilas...

martes, 9 de octubre de 2012

4 cosas a las que me he enganchado recientemente



- Discovery Max.

Me flipa ese canal. En concreto American Chopper y L.A. Ink. El primero lo veo siempre en el gimnasio mientras ando en la cinta y me alucina. Es un reality sobre unos tíos increíbles que fabrican motos tipo Harley por encargo. Depende de quién le haga el encargo, la diseñan de una manera o de otra, siempre relacionada con la personalidad de la empresa que se la haya encargado.

No sólo todas las motos que hacen me parecen increíbles, si no que el reality, ver cómo entre todos sacan toda su creatividad para que la moto se adapte perfectamente al cliente, me parece un proceso increíble.

Si me llegan a contar de qué va el programa, una familia de macarras de Las Vegas que diseñan Harleys tuneadas, hubiera pensado que es una horterada, pero como el programa lo descubrí porque en el gimnasio o miras la tele o miras como los tíos se besan sus propios músculos, empecé a verlo por aburrimiento sin saber ni de qué iba y me alucina, de verdad de verdad me alucina tantísima creatividad. La creatividad, algo de lo que cada día que pasa soy más fan.


La moto que diseñaron para un parque de atracciones. La rueda de delante hace como si fuera una noria. Flipante, me encanta:



Esta moto la diseñaron para una bolera. La foto no es muy buena, pero la parte por donde se echa la gasolina hace como si fuera una pista de bolos, y el acabado de la bola es increíble...




La familia Teutul al completo. Unos macarras, pero de los de verdad, buena gente, no camorristas:





Y con respecto a L.A. Ink, pues viene a ser más o menos lo mismo pero relacionado con los tatuajes. Un reality sobre el estudio de Kat Von D., que aquí ni idea de quién es pero en U.S.A. es toda una celebrity. Para quienes no sepan quién es, es ésta:



El caso es que el reality trata sobre gente que va al estudio, explica por encima su idea sobre el tatuaje que quiere hacerse y el artista en cuestión le diseña unas cosas que lo flipas.

Yo soy muy fan de los tatuajes, me encanta verlos, me encanta llevarlos y me encanta la gente que no le tiene miedo a los tatuajes grandes, de colores y atrevidos. Aquí en España le tenemos mucho miedo a la creatividad que te ofrece el mundo de los tatuajes y no solemos pasar de los tribales, delfines, duendes, motivos japoneses, letras árabes y ahora letras góticas. A mí me parece bien que cada uno se tatúe lo que quiera independientemente de si es por moda o por lo que sea, de hecho me encanta la gente que se tatúa porque sí y su tatuaje no tiene un motivo trascendental, no se nos olvide que los tatuajes no dejan de ser algo puramente estético y no hay por qué buscarle un motivo espiritual a lo que nos dibujamos en la piel. Pero tatuarse por tatuarse, porque hay que llevar un tatuaje y como no sé qué hacerme me hago un delfín o la sombra de una bruja en su escoba cruzando la luna, es algo que me aburre profundamente.

En L.A. Ink los tatuajes son increíblemente singulares, me encanta (una vez más) la creatividad que desarrollan en cada uno, tenga un significado espiritual para la persona o sea simplemente algo estético, me encanta las ideas con las que va la gente y me encanta como todos los trabajadores del estudio saben siempre encontrar exactamente lo que la persona esperaba, e incluso ir más allá.

Estos son sólo algunas de las obras de arte del estudio de L.A. Ink:










Me encantaría que en España nos atreviéramos a ser tan espontáneos y a mostrarle al mundo nuestra creatividad. Me encantaría que la gente dejara ya de decirme desde hace 11 años que estoy loca por haberme tatuado (lo que ellos creen que es) el nombre de un hombre bien grande y me dejaran tranquila llevar mi tatuaje con dignidad sin que la gente me vaya señalando en la piscina. Si algún día me hago un nuevo tatuaje (algo que no descarto en absoluto) desde luego me lo haré en Estados Unidos, lo tengo claro...





Me flipa Discovery Max, que a parte de esos dos programas tiene auténticas pasadas sobre ciencia o sobre física (y también es el canal de El Último Superviviente, el pavo ése que come escorpiones y te explica qué debes hacer si te caes en unas arenas movedizas), y me parece un canal dedicado a gente que es un auténtico hacha en su trabajo, y yo soy una fan incondicional del talento extremo y de la gente que adora a lo que se dedica.




- Instagram


Vale, Instagram es la manera fácil de hacer fotos mediocres y te queden chulísimas, pero el caso es que las fotos quedan tan guays que estoy todo el día enganchada.

Éstas son mis fotos favoritas ordenadas cronológicamente desde que me creé la cuenta en verano:

Paradise


Patata!!

 


Últimas horas de desconexión...



Merry-Go-Round


Sprite para dos con mi Jebo



Beautiful beautiful Madrid...



Tea time with my hubby!



Nada como un buen libro


3, 2, 1... sonríe Juno!!

Aire libre, Dr. Pepper y un viejo amigo. #TardePerfectaDeDomigo


Life on wheels!


Muerrrrte...


Ziggy y yo


Cam booth gratuíta publicidad de Desperados en Carrefour #SUPERGUAY


Abrazadas en el sofá


My roomate Amelia


Al cole!!



Súper cena para la final de America´s Best Dance Crew!! #AutoRegaloDeViernes


Hola, Madrid

Dreaming...


Give me a profile...


Un tecito y a seguir trabajando


Permítame darle mi tarjeta...


Re-organizando la ropa de la princesa



Baby I´m ready to go!!



Todo listo para la fiesta!!



- MTV


Hay dos programas de MTV que jamás pensé que me gustarían por mi personalidad, pero lo cierto es que desde que decidí no cerrarme a nada en este mundo que pudiera hacerme pasar un buen rato y eliminar todos mis viejos prejucios estoy encantada con mi nueva mentalidad sin barreras, y eso me ha hecho abrirme a programas como Ridiculousness y Pranked.


El primero, Ridiculousness, sólo con ver su logo ya se adivina bastante de qué va...





Es lo que en el programa llaman un "escorpión". El programa va básicamente de gente pegándose leches, vamos, un Vídeos de Primera de toda la vida, pero mucho, mucho más gracioso, porque Vídeos de primera era de la época en la que la tecnología no era tan accesible y entonces se basaba primordialmente en gente grabando momentos importantes, es decir, bodas, bebés y cosas así. Eso o japoneses. Ahora que podemos grabar absolutamente cualquier momento de nuestra existencia hasta con nuestro móvil, es fácil que se cree una situación cómica y haya alguien grabándolo en vídeo, y Ridiculousness recoge los mejores momentos en diferentes categorías.

Pues sí, es una estupidez, vale, es reírse de gente dejándose los piños (algunas veces creo que mueren algunos de los que salen en los vídeos, de verdad), pero lo cierto es que Mr. Rossi y yo lloramos de la risa viendo el programa, que está presentado por un tío genial, Rob Dyrdek, que le añade un 100% más de gracia a los vídeos con sus comentarios, y, en definitiva, me caigo del sofá de la risa con el programa.





Y Pranked pues también es parecido, pero éste va de gente que le hace bromas a sus conocidos (padres, madres, novias y/o amigos, estas dos últimas categorías suelen ser las mejores a la par que más bestias) y tres cuartos de lo mismo, acabo llorando de la risa al menos un par de veces en cada programa.

Al igual que en Ridiculousness, en éste también opino que algunas de las víctimas mueren en el proceso, ya que tiene secciones que implican auténticas putadas, como "La patada en los huevos del día" o personajes que repiten bromas a una misma persona superándose cada vez, esto suele ser compañeros de piso a uno de ellos en concreto, matrimonios que se putean entre sí (la del marido que le depila con cera la ceja entera a su mujer mientras ésta duerme la siesta aún me da escalofríos) o un pavo que le hace putadas constantemente a su padre, que tiene una mala leche que lo flipas.

Es una estupidez de programa, pero reconozco que me hace reír inmensamente. Los presentadores son bastante chorras pero tienen su gracia (y me resulta curioso que uno de ellos sea clavado a Flippy).





La MTV tiene los dos extremos, programas absurdos que son una oda a la superficialidad y a vivir del cuento siendo una choni que te pasas (Jersey Shore, Geordie Shore, GANDÍA SHORE, Paris Hilton´s My New BFF, Date my mom...), y programas increíbles que me encantan y que considero de una calidad extrema (America´s Best Dance Crew, Plain Jane, Behind the music o los conciertos o reportajes sobre un artista en concreto).

Mi favorito aparte de los de gente dejándose los piños es America´s Best Dance Crew, el cual disfruto como una enana, no sólo porque todos y cada uno de los grupos, independientyemente de la edad de sus componentes, es absolutamente I-N-C-R-E-Í-B-L-E, si no porque en las dos últimas ediciones, que son las que yo he seguido, han ganado mis favoritos, I Am Me en la sexta temporada y Elektrolytes en la séptima.



- T.G.I. Friday´s


Estoy harta, repito, HARTA, de que en los restaurantes te pongan pegas para todo y tengas que dar gracias por que te atiendan, aunque lo hagan fatal. El otro día me tuve que pelear, casi literalmente, con un encargado de un Foster´s Hollywood porque decía que eran normas de la casa no darme un tupper con mi comida, y todo esto después de mandar a tomar por saco telefónicamente a un encargado de Vips porque me negó una reserva para cenar esa noche en su restaurante sólo porque éramos 6 personas y el máximo para reservar eran 4. Eso sí, si quería cenar de carta normal en lugar de con la oferta, amablemente nos atenderían.

¿Qué?, es decir... ¿¿QUÉ??, ¿¿que yo tengo que rogarte a ti que por favor me dejes hacer una reserva en tu restaurante para 6 personas y tengo que pasar 15 minutos al teléfono contigo peleándome para que hagas una excepción y me dejes ir a tu mierda de restaurante en el que me vas a hacer esperar mil horas (todos conocemos el modus-operandi de Vips) y me vas a cobrar 12 pavos por una ensalada?? ¿¿que tienes motivos fundados para negarme la reserva, y cuando te desmonto tus razones porque obviamente son absurdas, no te queda más opción que decirme que lo sientes mucho y que son normas de la casa sin darme más exlicaciones?? te estoy diciendo que somos 6 personas, en concreto 6 mujeres, a un mínimo (y muy mínimo) de 15 euros por persona que cuesta una cena en tu restaurante, ya estamos hablando de 90 euros, más lo que queramos dejarte de propina si nos tratas bien... ¿¿¿y me lo estás negando??? ¡¡deberías ponernos todas las facilidades del mundo para que cenemos en tu restaurante y no en cualquier otro de esta ciudad!! vamos, ¡¡deberías ponernos una alfombra roja chaval!!. Y qué me dicen del Foster´s, un postre que he pagado, que entra dentro de mi menú... ¿¿y me dices que no tengo derecho a llevármelo porque son normas de la casa que me lo coma en tu local?? perdona pero yo vengo a tu restaurante porque por relativamente poco dinero me pongo como el kiko y es muy probable que coma mañana con las sobras... ¿¿y me dices que ese derecho del cliente ha desaparecido?? ¿pero qué demonios váis a hacer con mi postre? ¿¿¿ponérselo al siguiente que lo pida y así ahorrar???, ¿de verdad te merece la pena cabrear a un cliente arrebatándole su derecho cuando a ti no te cuesta ni un céntimo dejarle contento porque de otra manera sus sobras las vas a tirar?.

No lo entiendo, y todavía me viene el tío diciendo que lo que puedo hacer es llegar a casa y poner una reclamación en su web. No perdona, eso a mí no me soluciona el problema, mi problema es que quiero mi comida, una reclamación en tu página no va a ninguna parte y yo paso de camorra, lo único que quiero es llevarme la comida por la que he pagado y punto, desde luego no llegar a casa y contar mi mala experiencia por internet, dándome esa opción como solución simplemente le estás pasando la pelota a otro para no tener que seguir aguantándome el rollo, y desde luego si quisiera ponerte una queja lo haría en tu hoja de reclamaciones del local, que ésa va a la comunidad de Madrid, la de tu página va directamente a la bandeja de spam de algún jefecillo.


En fin, que me lío, que yo lo que quería contar es que en en la cadena de restaurantes Friday´s, la cual frecuento gracias a los puntos Vips, tienen por política que el cliente se vaya siempre 100% satisfecho. No sólo la comida está de muerrrrte, te dan la bienvenida cuando entran, te dan las gracias cuando te vas y te atienden enseguida, pero enseguida enseguida, no tienes que andar detrás de ellos para que te hagan caso, si no que te cambian la bebida sin que se lo pidas, se preocupan constantemente de preguntarte si tu comida está como esperabas, cambiándotela si no lo está sin ningún problema (lo he comprobado), le traen a la niña sin que se lo pidas cualquier cosa que le haga falta para entretenerse si ven que está revuelta (incluído un plato de patatas de parte de la casa una de las veces)... y todo eso con una inmesa sonrisa en la boca, requisito que para mí es absolutamente indispensable en una persona que te está sirviendo, no quiero ni contar cómo nos atendió la idiota del Foster´s...


En fin, que estoy harta de que la atención en este país sea ya no mediocre, si no pésima, que aceptemos como algo normal que el camarero nos atienda amargado de la vida aparte de llamarle 30 veces hasta que te atiende (ya van 2 sinpas que me hago en sendos Vips por pedir la cuenta 3 veces sin éxito) y que cada día paguemos más por tener menos derechos como clientes. Cada vez que salgo a cenar (muuuuy poco frecuentemente) a alguna cadena de restaurantes que no es Friday´s, salgo tan cabreada que siempre pienso... ¿¿quién me mandará a mí cambiar con lo que me gusta Friday´s??.



Por supuesto sobra decir que el encargadito de turno acabó dándome los tuppers con mis postres. Faltaba más...
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