sábado, 30 de enero de 2010

El viaje de Frank


Me gustan las películas que tienen la capacidad de sorprenderte, de emocionarte, de hacerte sentir, de hacerte pensar. Y más si nos encontramos con un personaje que vive, que siente, que piensa. Sobre todo que piensa. Piensa y decide. Decide vivir lo que le quede de vida intentando compensar sus errores, los errores que le han mantenido alejado emocionalmente de sus hijos toda su vida. Yo estoy muy lejos emocionalmente de mi padre, así que no es de extrañar que me sorprenda tanto el personaje de Frank Goode.

Todos están bien es una película sencilla, con estupendos actores, llena de emociones, buenas y malas, y con una ambientación y unos personajes muy creíbles, que es algo que suele fallar en la gran mayoría de las películas que se hacen en estos tiempos. En Todos están bien la historia es creíble, muy creíble. Jack es una hombre que adora a sus hijos y les ha presionado siempre para que lleguen a lo más alto hagan lo que hagan, pero tanta presión ha derivado en que todos sus hijos sienten que no dan la talla con respecto a lo que su padre esperaba de ellos, con lo que mienten. Mienten sobre sus trabajos, mienten sobre sus relaciones y mienten sobre sus vidas. Mienten sobre todo lo que pudiera alejarse de la idea que Jack tiene sobre el exito en la vida, y lo hacen para impresionarle. Y eso para mí es algo muy creíble. Estoy convencida de que miles de personas se sienten así todo el tiempo. Algunos se sienten como Jack Goode, y algunos se sienten como sus hijos. Yo misma me siento así. Eso es lo que más me gusta del cine, ver en la pantalla alguna faceta con la que me puedo sentir identificada, pero llevada al extremo, porque cuando ves amplificado algo que tú mismo haces, ahí es cuando te das cuenta de tu error, y de dónde podría llevarte actuar de esa manera.

Recomiendo totalmente esta película. Robert De Niro hace un papel inmensamente conmovedor (coma, claro). Normalmente son los actores los que tienen que estar a la altura de un guión. En el caso de esta película, no sé si es el actor el que está a la altura de la película, o la película a la altura de Robert De Niro.

Larga vida a Robert.

jueves, 28 de enero de 2010

Necesito consejos, no rectificaciones

Parece que en el momento en el que una se queda embarazada todos los que están a su alrededor se creen en la obligación de decir a todas horas lo que debes o no debes hacer. Tener tu primer hijo le inspira a mucha gente la sensación de que no tienes ni idea de nada de lo que haces, y eso deriva en que todo el mundo te dice lo que tienes que hacer constantemente.

En el embarazo fue como una pesadilla. A lo largo del día no paraba de oír a todas horas a la gente regañándome por lo que hacía, o por lo que no hacía.

"¡Oye, no comas de eso, que estás embarazada!", "¡¿Pero qué haces!?, ¡tú no puedes coger peso!", "¿Has andado hoy? ¡tienes que andar mucho!, ¿a que no has andado?, ¡ala, pues vete a andar!", "¡Échate crema, que si no salen estrías!, ¡te estás echando crema? ¿a que no te estás echando crema? ¡¡pues tienes que echarte mucha crema!!".

Así todos los días. Como si tú no supieras de sobra todas esas cosas. Parece que los 2 kilómetros (contados) al día que te andas sacando a la perra no cuentan si un día no te los haces, ese día que estás exhausta y decides darte un respiro y no salir a andar justo va alguien y te pregunta si has andado hoy, y como no lo has hecho, va y te echa la bronca. Como si no llevaras un montón de meses andando tus 2 kilómetros diarios a pesar del agotamiento que tienes las 24 horas con todo el peso que llevas encima. Eso, y lo de no haber dejado de trabajar, no te lo valora nadie. Y lo de coger peso, qué voy a decir de coger peso. Hasta que no me quedé embarazada no me di cuenta de la cantidad de veces que una persona coge peso al día. Llamar a alguien para que te ayude a mover una caja de leche es fácil, pero sacar a alguien de su despacho 30 veces al día es agotador, aunque aún así lo haces. Pero entonces vas un día, quedas con la familia, y para saludar a tu sobrina la coges por los aires y entonces:


¡¡¡Pero no cojas peso!!!


Como si te fuera a dar una hernia o algo. Ya sé que no puedo coger peso, ya sé que no es bueno, pero madre mía, ¿se supone que con el embarazo lo único que puedo hacer en quedarme sentada y que todo el mundo me lo traiga todo, y usar todas mis energías únicamente para andar y echarme crema a todas horas?.

Pero una vez que tienes al bebé la cosa va todavía mucho más allá. La gente echa cuentas:



Primeriza = novata inexperta confundida y atolondrada que no tiene ni idea



Y entonces te aturullan constantemente con un montón de consejos, o lo que ellos entienden como consejos, pero que en realidad son correcciones constantes de lo que tú haces:


"¡Pero no cojas a la niña en brazos cada vez que llora, que la estás acostumbrando fatal!", "¡¿Pero por qué la meces!? ¿acaso está llorando? ¿no? ¿¡pues entonces para qué la meces!?", "¿Pero cómo la vas a cambiar ya a dormir en su habitación? ¡pero si es muy pequeñita, debería estar más tiempo durmiendo en vuestra habitación!".


Y me vuelve loca, me pone de verdad de los nervios. Me siento como si todo el tiempo hubiera alguien observándome y poniéndome nota. Agradezco en el corazón que todo el mundo se preocupe por mí y por mi embarazo o por lo que es mejor para mi niña, y cualquier consejo, recomendación, sugerencia o advertencia desde la experiencia es muy bienvenida, pero lo que no soporto es que me traten como si no supiera lo que estoy haciendo, como si yo no supiera que coger una caja de leche es malo para mí, pero es definitivamente imposible estar pidiendo ayuda cada 5 minutos, o como si yo no fuera consciente de que si cojo a mi niña en brazos cada vez que llora se va a acostumbrar y más adelante va a ser incapaz de dormirse si no es en los brazos, pero algunas veces, sobre todo cuando estamos con gente, lo único que quiero es que deje de llorar y que se tranquilice, la gente no se da cuenta de que no lo hago constantemente.

De verdad, me siento muy agradecida de que todo el mundo intente ayudarme, pero lo único que consiguen es ponerme nerviosa. Soy primeriza, estoy perdida, tengo un millón de dudas y estoy hecha un lío, pero hago lo que puedo, estoy intentando con todas mis fuerzas hacer las cosas bien, y a lo mejor lo estoy haciendo fatal, pero tengo que cometer mis errores y darme cuenta yo misma de lo que estoy haciendo mal. Pienso que es la manera natural de hacerlo.

lunes, 25 de enero de 2010

Mis compis de Abengoa

Tengo unos compañeros de trabajo que no me los merezco.

Esta mañana me ha llegado una cesta ENORME con un montón de cositas para Abril. Un detallazo. Y además, el hecho de que lo hayan enviado ahora y no justo cuando nació le añade un 200% de emoción, porque realmente no me lo esperaba, me imaginaba que toda la avalancha de regalos había terminado.

Aquí dejo una foto de la peque con el pijamita que venía dentro de la cesta y con Mayo, la muñeca que me regalaron otros compañeros de trabajo de otra ofi antes de que me fuera de baja. A la muñeca la bautizó uno de los compis, así ya tenemos a Abril, a Mayo y a Juno.



Tengo los mejores compañeros de trabajo del mundo, queda oficialmente confirmado.

viernes, 22 de enero de 2010

El email que necesitaba

El otro día viendo un capítulo de Friends me di cuenta de cuánto tiempo llevo sin irme de compras con una amiga o con amigas. Cuando vivía sola, me iba sola, y ahora que Luismi es un maravilloso acompañante para ir de compras (no se aburre, opina sobre la ropa, me lleva las bolsas...) pues voy siempre con él.

La verdad es que empecé pensando en las compras, pero esa reflexión me llevó a pensar en cuánto tiempo hace que no tengo una auténtica tarde "de chicas", de esas tardes sólo para mujeres en las que podías hablar de cosas profundas sin miedo a que nadie se aburriera y que podías hablar de cosas triviales como ropa o maquillaje sin miedo a quedar como una superficial o una pija. De esas tardes que con los chicos no se pueden tener, vamos. Pensé en mi última tarde de esas, la cual se remonta aproximadamente 3 años atrás, en esa época en la que Elia y yo estábamos siempre juntas, antes de irme a Estados Unidos para quedarme, después de eso empecé con Luismi y descubrí que Elia era una compañía bastante tóxica y la aparté de mí todo lo que pude. Al empezar una relación seria, puse todas mis energías en mi nueva pareja y no en hacer amigas nuevas, y ahora reconozco que echo de menos esa sensación de estar sólo nosotras, esas tardes con Julia viendo alguna peli chorra sentimentaloide, esas noches con hablando de tonterías hasta las mil de la mañana, esos paseos recorriéndonos todas las tiendas del centro con un montón de bolsas... y tengo que admitir que lo extraño muchísimo, extraño tener una amiga como las que tenía antes, porque las que ahora son mis amigas están todas casadas y cuando quedamos siempre nos juntamos todos, y es genial, me encanta, pero es algo completamente distinto.

Así que ahí estaba yo en mi reflexión de "por qué no tendré yo una Rachel o una Phoebe en mi vida" cuando justo al día siguiente recibí un email de una de mis amigas dirigido a todas nosotras:

"Chicas, ¿por qué no organizamos una partida de padel sólo para nosotras? los chicos siempre están haciendo planes ellos y ya es hora de que nosotras también hagamos algo por nuestra cuenta. Id pensando en qué día os viene bien, y si llueve y no podemos jugar, pues nos vamos de compras o al cine o a tomar algo, pero sólo nosotras, ¡sólo las chicas!"

Y se hizo la luz para mí. Así que mañana hemos quedado, mañana es nuestra tarde de las chicas, sólo para nosotras, los chicos se quedan con los niños, o trabajando, o limpiando, porque nosotras estaremos disfrutando de nuestra ¡tarde de chicas!





(¡estoy tan emocionada...!)

domingo, 17 de enero de 2010

Mi pequeña

Podría pasarme todo el día viéndola gesticular...

sábado, 16 de enero de 2010

7 hombres que me dan repelús


- Mariano Rajoy. Su manera de hacer política a base de criticar violentamente al contrincante siempre que tiene ocasión me da vergüenza ajena hasta puntos insospechados. Cada vez que pienso que este tío estuvo a punto de dirigir mi país me siento humillada como española que soy. Y ese ceceo...





-Pipi Estrada. Desde que vi unas fotos que se hizo posando ante un fotógrafo fingiendo que eran un robado en la playa, lamiéndole las domingas y sobándole tó lo negro a su novia me ha salido una úlcera. Sólo de pensar que me toque este tío me dan arcadas. No entiendo cuál es su rollo, ni por qué está todo el día en la tele, me da una repugnancia extrema.




Santi Millán. Que este pavo sea uno de los sex-symbols españoles me hace avergonzarme del país en el que vivo. Esa barba, ese pelo pseudo-desaliñado, esa pinta de guarro estratégicamente estudiada... y todavía van los de Donuts y le contratan para que salga rascándose el ojete en su anuncio. No volveré a tomar un donuts en mi vida.







- Coto Matamoros. Esa pedantería, ese mirar por encima del hombro, esa adicción reconocida a todo tipo de droga de diseño, esa pinta de pasao de rosca, de putero pervertido, ese desprecio a todos los que, como él, viven del mundillo del corazón y el critiqueo... toda una joya este caballero.
Que alguien me dé un Alka-Seltzer por favor...







-Rafa Mora. Si esta es la nueva imagen de la masculinidad me pego un tiro. Y esa filosofía de vida... "tengo mi hipoteca pagada y conduzco un Porsche, así que tan tonto no seré...". Tanta pose y tan poco cerebro me despiertan un instinto asesino animal.



- Silvio Berlusconi. Eso de que se esté poniendo de moda que los políticos y gente con acceso a ciertas cuentas bancarias se gasten nuestro dinero en perversiones millonarias me tiene bastante avinagrada últimamente. Y mi problema con Silvio Berlusconi es que se le ve en la cara. ¿Que su señora está enfurecida porque su marido frecuenta prostitutas? qué quieres que te diga mujer, no haberte casado con semejante pervertido, si los demás somos capaces de darnos cuenta de que es un vicioso viéndole en la tele, de cerca tiene que ser más que evidente.




- Donald Trump. Él me revuelve las tripas, pero lo que hace, su rollo, su estilo de vida de esposa súper modelo 30 años más joven con toda la casa cubierta de oro representa todo a lo que no me gustaría parecerme jamás. Y ese pelo por favorrrrr......!!

miércoles, 13 de enero de 2010

Abengoa Solar Diva



Cuando vuelva a trabajar en mayo voy a recorrer todo el pasillo que va desde mi mesa hasta la cocina haciendo esta coreografía, lo prometo. Llevo todo el mes ensayando y ya lo tengo controlado, sólo me queda perfeccionar la última parte, esa en la que desaparece y vuelve a aparecer más atrás moviéndose cual rama al viento, es mi parte favorita. Voy a ser la envidia de la oficina, todos van a querer imitarme, y espera a verme con el traje rojo. ¡¡Viva la danza!!.

Y si alguien se anima, lo siguiente es servir los cafés a los invitados haciendo el salto de Dirty Dancing...

domingo, 10 de enero de 2010

Una gamberrada con consecuencias

En mi barrio casi todos tenemos perro, de hecho, los perros han sido el motivo de que nos conozcamos casi todos y hayamos hecho tanta piña.
La pasada Nochebuena, alguien tiró un petardo en el barrio y el perro de una familia muy amiga mía, Roy, salió corriendo lo más lejos que pudo, asustado por el ruido.

Roy estuvo varios días perdido, y muchos de los vecinos salimos a buscarlo con el coche por los alrededores, pensando que no podía haber ido muy lejos, además, el perro conoce de sobra la zona, así que seguramente volvería después de que se le pasara el susto. Pero Roy se había ido demasiado lejos como para saber volver.

Al cabo de unos días la policía llamó. Roy había aparecido, atropellado por un coche. Estaba vivo, pero tenía la cadera completamente destrozada del golpe. Los vecinos que acompañaron a sus dueños al veterinario me han contado que la radiografía parecía un Tetris.
En el hospital de animales les recomendaron que le operaran, que le hicieran una intervención que si te la cuentan, suena absolutamente espeluznante, pero que según los médicos, está dando muy buenos resultados. Consiste en cortar un trozo de fémur.

Total, que operaron a Roy.

Esta mañana he sabido que se le ha infectado la pata de la operación y que temen que se le gangrene. Sus dueños están pasando por una temporada tremendamente angustiosa, porque llevan desde que Roy apareció sin poder dormir porque las noches se las pasa gritando de dolor, hay que limpiar constantemente todo porque no controla los esfínteres, y además, hay que llevarle todos los días al veterinario, y con lo que pesa, tienen que ir más de dos personas para poder movilizarlo. Todo eso sumado a la pena de ver a tu perro en ese estado, y sobretodo no saber si va a poder salir adelante, asumiendo que nunca va a volver a ser el mismo perro que era antes. Sin mencionar el dinero que llevan gastado hasta ahora.

Todo eso gracias a que alguien tiró un petardo y dejó la puerta abierta.

Y yo me pregunto, ¿para qué?, ¿cuál es el objetivo de tirar petardos?, ¿cuál es la diversión?, los perros lo pasan fatal, sufren muchísimo con los petardos, y para los demás, la gente que estamos tranquilamente en nuestras casas, es terriblemente molesto. Eso aparte de ser extremadamente peligrosos.

No lo entiendo, no puedo entender cuál es el sentido de los petardos, tiras uno, suena muy alto, ¿y qué?, ¿ya está?, ¿esa era la gracia?. No me explico como algo tan primitivo, tan rústico y tan ordinario no pasa de moda nunca, siempre que hay un día de celebración, todos los años, ahí está el listo de los petardos animando al vecindario, en todos los barrios hay uno. Puedo incluso entender los fuegos artificiales, pero los petardos no, desde luego que no.

Así que esta vez le ha tocado a Roy sufrir las consecuencias de una gamberrada tan estúpida. Espero que pueda salir de ésta y pueda pasear su cicatriz, así cada vez que la veamos nos acordaremos de la moraleja de la historia y nos lo pensemos dos veces antes de encender uno de esos chismes la próxima vez.

jueves, 7 de enero de 2010

Algunos momentos de las Navidades


Mi árbol de chupetes



La primera Navidad de Abril



Juno vestida de reno



Un poco más cerca




Esperando a las uvas



Y ahora con coletas



Todos en Nochevieja


¿Me lo parece a mí, o parece que todos los muñecos están posando para otra cámara a mi derecha?. Por cierto, lo del medio es mi regalo. ¡¡¡WOOOW!!!

martes, 5 de enero de 2010

¿Quién tuviera una...?

Soy muy de álbumes. Me encanta hacer álbumes de fotos o de recortes, y hago reportajes fotográficos de todas las cosas relevantes de mi vida, como mis reuniones familiares navideñas o mi estancia en el hospital cuando nació mi hija. Me encanta ver los álbumes después y recordar los mejores momentos mirando las fotos ordenadas cronológicamente, aunque tenga que verlas en el ordenador.

En estos meses que me quedan de baja me he propuesto cuidar esas cosas, volver a recopilar álbumes para poder enseñárselos a la gente en papel, y no tener que enviarles las fotos por email cuando me pregunten por las fotos de mi boda. Me he propuesto hacer finalmente mi álbum de viaje de novios y hacer muchas fotos de Abril para verlas cuando sea un poco más mayor. El problema es que con las cámaras digitales haces fotos y fotos y más fotos y las guardas en una memoria donde hay millones de más fotos, con lo que hay tantas fotos que podías haberte ahorrado que ver 2.000 fotos del tirón resulta bastante aburrido, y al final archivas las carpetas y no las vuelves a abrir en mucho tiempo, olvidando las fotos que no eran repetitivas, las que eran especiales.

Y entonces me he acordado de mi cámara Polaroid, mi primera cámara de fotos que me trajeron los Reyes como con 10 años, uno de esos tesoros de los que tuve que deshacerme en alguna de mis mudanzas. Y he sentido mucha nostalgia. ¿No sería genial tener una Polaroid y poder disfrutar de ese papel tan chulo, duro, con espacio abajo para que pusieras la fecha de la foto, o incluso un comentario? ¿no sería una pasada poder hacer álbumes a día de hoy con fotos Polaroid, álbumes casi a tiempo real?. Me imagino diciéndole a Luismi cuando llegara a casa de trabajar "mira, he hecho un álbum de todas las gracias que ha hecho Abril esta mañana". ¿No sería un lujo?.
Recuerdo que los carretes eran bastante caros, será probablemente ese el motivo de que los que teníamos una Polaroid cuidáramos tanto las fotos que hacíamos, y por eso siempre fueran fotos tan chulas.

En fin, una cámara Polaroid llega un poco tarde a mi carta a los Reyes, pero quién sabe, unas cuantas visitas a Ebay y quizá uno de estos viernes....

domingo, 3 de enero de 2010

sábado, 2 de enero de 2010

Siguiendo a Samanta


Me declaro fan incondicional de Samanta Villar.

Hace poco descubrí su programa "21 días", y en aquella ocasión Samanta dedicaba 21 días a vivir como una persona ciega 24 horas al día. Me pareció un reportaje fascinante, y pusimos a bajar todos los programas que ha hecho hasta el momento.
Esta tarde hemos visto dos de ellos, y me han parecido exactamente igual de alucinantes que el primero. Me parece verdaderamente atrayente la manera que tiene de enfocar los reportajes, y lo que más me gusta de su manera de hacer periodismo de investigación es que en ningún momento juzga a nadie de toda la gente con la que convive, aunque a los ojos del espectador quede muy claro que son gente muy extrema, o incluso auténticos pirados, como ocurría con dos tíos que vivían en Amsterdam y dedicaban su vida a fumar porros para abrir su corazón al amor y liberar los chakras y nosequé paranoias más. Dos colgaos, desde mi punto de vista, sin embargo ella en ningún momento le habla a la cámara mal de nadie, simplemente sigue el rollo de cualquiera de las personas a las que les esté dedicando unos días para su reportaje, y aprende todo lo que puede de lo que esa persona o esas personas puedan enseñarle.

Lo más interesante desde mi punto de vista es cuando está en su casa o en su habitación de hotel y se pone a hablarle a la cámara de cómo se siente en ese momento con respecto a todo lo que ha vivido en el día, porque eso es lo más auténtico de todo el reportaje, y es lo que está sintiendo a tiempo real, ni siquiera la conclusión final que saca en cada reportaje puede ser tan genuina como lo que está contando mientras lo está viviendo, y eso es lo que hace realmente que empatices con su experiencia, para bien o para mal, de una forma que tú jamás te habrías planteado que te sucedería si dedicaras 21 días seguidos a vivir una experiencia como la que ella está viviendo en ese momento.

Tengo un montón de reportajes de "21 días" bajándose y definitivamente pienso verlo cuando lo emitan una vez al mes. Tengo la sensación de que un reportaje visto desde dentro, desde dentro de verdad, te enseña un punto de vista de las cosas que con toda seguridad jamás me habría imaginado, y a mí me encantan las cosas que me hacen pensar.

Así que una vez más lo repito, soy una súper fan de Samanta Villar, porque me parece que muy pocas personas en el mundo serían capaces de arriesgar su salud y hasta algunas veces su vida simplemente por sacar una conclusión propia de los temas más polémicos de la sociedad, y eso para mí es una de las cosas más dignas de admiración en el mundo.
Web Statistics