martes, 29 de diciembre de 2009

1 semana de vida

Abril ya ha cumplido su primera semana. En esta semana hemos aprendido muchísimas cosas sobre ella, como por ejemplo que es más buena de lo que pensábamos, era sólo que no sabíamos entenderla cuando lloraba, o que al contrario de lo que pensamos al principio, le gusta el chupete, simplemente lo usa con tanta fuerza que es incapaz de mantenerlo en la boca. También he aprendido que la matrona que nos dio el curso de clases de preparación al parto tenía toda la razón: si eres de las que no dan el pecho, para las enfermeras y los médicos eres una terrible madre. Esta mañana mi doctor me ha dicho que si no doy el pecho no es porque mi niña no lo quiera, es porque yo no tengo paciencia. He estado a punto de sacarme el pecho ahí mismo para que viera cómo Abril lo rechaza, pero en fin, él es el médico y jamás me daría la razón, así que no había necesidad.

Por lo demás, creo que las cosas sólo han ido a mejor. Todos estamos intentando adaptarnos (especialmente Juno, que tiene una auténtica depresión post-parto), y las noches están empezando a ser un espacio de tiempo dedicado a dormir, lo cual nos ha costado unas 4 ó 5 noches en vela sin saber cuál era el motivo de los gritos de la pequeña. Pero lo hemos conseguido. Los vecinos que duermen al otro lado de nuestra pared nos preguntan que dónde está Abril que ni se la oye, con lo que intuyo que debemos estar haciendo algo bien.

Así que ésta es mi vida ahora, tranquila y relajada, disfrutando de las tardes en casa y observando cómo duerme mi hija, porque por alguna razón, hay algo en ella que hace que no puedas dejar de mirarla todo el tiempo, aunque lleve horas durmiendo y le queden otras tantas hasta su biberón, mirarla es una auténtica delicia y a veces es lo único que te da tranquilidad en este mundo, verla ahí, durmiendo, saber que no le pasa nada, que está bien. Cambia tanto cada minuto que siento la inmensa necesidad de observarla para no perderme absolutamente nada de ella. No quiero sonar cursi, pero es completamente cierto.

En fin, supongo que eso es la maternidad, plantearte tu vida de manera completamente distinta a cómo la vivías antes y disfrutar de cosas que antes te parecían un coñazo. De todas formas, aquí dejo algunas fotos de la mandarina. Y a ver quién se atreve a decirme que no es una auténtica preciosidad.





jueves, 24 de diciembre de 2009

La princesa de la nieve



¡Hola a todo el mundo!



Con papá




Cambio de vestuario en mitad de la noche



Mis dos amores zzzzzzzzzz.................




Nos vamos a casa




Abril nació el día 21 de diciembre a las 11.15 de la mañana, trayendo con ella montones de nieve. Es una niña muy chiquitita, pero afortunadamente está perfectamente sana.

Yo creo que es la niña más bonita del mundo, pero ¿qué va a decir la mamá?

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi último contacto con el mundo exterior

Tengo la sensación de que Abril no quiere perderse la cena Navideña. En este punto del embarazo en el que ya estoy de baja, ya tengo la maleta preparada y no me queda nada pendiente por comprar, lo único que hago en este momento es sentarme y esperar, esperar a que nazca mi niña. Tampoco es que pueda hacer mucho más, porque la movilidad ha dejado de ser algo que va conmigo fácilmente a todos lados.

Ayer se me ocurrió ir al centro de Madrid a ver un mercadillo artesanal de jóvenes diseñadores, y aunque me lo pasé genial y me encantó, fue toda una aventura. Para empezar, nada de lo que llevaba puesto era de mi talla. Todo me cabía, con lo cual no hace falta que me compre tanta ropa nueva, pero todo era al menos tres tallas más pequeño, desde la ropa interior hasta el abrigo, que no me lo puedo cerrar ni de cachondeo. Con lo cual el resultado es bastante similar al de una salchicha envasada al vacío. Pero bueno, no pasa nada, llevo unos meses así y estoy a punto de volver a metamorfosearme de nuevo en una persona y abandonar mi estado de ballena, no me voy a quejar ahora.
La siguiente circunstancia que antes podía hacer con normalidad es meterme por el centro de mi Madrid en plena avalancha navideña. El mercadillo estaba a rebosar, y yo con esta tripa me iba dando con todo el mundo. A parte del calor insoportable que generan las masas, el cual antes llevaba de maravilla e incluso agradecía después del frío invernal de la calle, pero ahora me causa un inmenso agobio. Pero no pasa nada, ahí estaba yo, buscando un regalo para mi cuñada, con un par. Espero que cuando lo reciba se haga cargo de la odisea que pasé para que tuviera su regalo a tiempo, cuando además, seguramente tenga que recibirlo en el hospital, porque a este paso que llevo me da que Abril está presente antes de que llegue la Nochebuena, y todo apunta a que se planta en el mundo justo en esas fechas tan señaladas como son la Nochebuena o la Navidad.

Total, que estoy muy feliz con mi embarazo, es una experiencia maravillosa que todas las mujeres del mundo deberían vivir y disfrutar etc etc... pero lo reconozco, no puedo más. Es curioso como una persona como yo, algo parecido a una control-freak de mi futuro a corto plazo que siempre tiene que tener perfectamente controlado lo que va a hacer en los próximos días, tengo que reprimir ese instinto con todas mis fuerzas, especialmente en estas fechas en las que tienes que tener muy bien agarrados los planes de cada día, porque los planes de toda tu familia por ambas partes depende de ello, y bastante difícil es coincidir el mismo día con todos como para que encima tú no puedas confirmar asistencia en nada. Pero sí, no me queda más remedio que decirle a la gente que conmigo no cuente mucho, que ya si veo que puedo me pasaré, pero que hay una enorme probabilidad de que la Nochebuena y la Navidad me pillen en una habitación de hospital. E incluso más allá de eso, mucho más allá de dónde vas a estar en Navidad. En este momento no puedo hacer planes a corto plazo en ningún campo. Hay un programa que emiten los viernes por la noche que me encanta, y el de la semana que viene me interesa muchísimo, pues nada, tampoco sé si lo voy a ver. Y ya no sólo porque quizá sea el viernes el día que esté en el hospital, si no porque ¿quién me dice a mí que el viernes que viene me va a seguir interesando? mi vida está a punto de cambiar uno de estos días, y realmente me planteo hasta qué punto cambia todo, tu visión del mundo, si influye en ese tipo de cosas. A lo mejor el viernes que viene Abril sigue en el horno y puedo ver el programa tranquilamente. A lo mejor mi pequeña ya ha llegado y estoy en casa... y puedo ver el programa con ella en brazos antes de acostarla. Pero ¿y si mis intereses no tienen absolutamente nada que ver con los que tengo ahora? ¿y si salgo del hospital convertida en una mamá y depronto me da igual ese programa y lo único que me interesa es mi hija, estar con ella, cuidarla y protegerla?. La verdad, es posible, aunque en este momento me cuesta mucho creer que deje de interesarme el resto del mundo.

Al menos hay una cosa que sí que sé, puede que cuando nazca mi hija sólo me preocupe ella y sólo quiera estar con ella todo el tiempo, podría ser, pero desde luego, tengo muy claro que yo no voy a convertirme en una de esas madres que sólo hablan de sus hijos.
Me encanta leer blogs, busco constantemente blogs nuevos a los que engancharme, y por eso sé firmemente que no hay nada peor que los blogs de mujeres que son madres, especialmente madres primerizas con niños muy pequeños. Sus post son exclusivamente sobre "su primera papilla", "su primer corte de pelo", "su primera sonrisa a la abuela", "su primera vez en la playa", "¡me encanta mi nuevo osito de peluche!", "mirad todos cuánto disfruto en el baño!", "¡qué divertido es mi papá!"... y un largo etcétera. Y yo lo entiendo, muy bien, es tu blog y cada uno en su blog habla de lo que quiere, pero me horroriza pensar en que cuando una mujer se convierte en madre no tenga impresiones sobre nada más en este mundo ni le queden ganas para hablar de ninguna otra cosa con la gente, y hable sin parar sobre sus hijos incluso cuando la gente no le pregunta, es verdaderamente bochornoso ver cómo le cuentan las monerías de sus niños a todo el mundo y observar como la persona receptora pone cara de "que alguien me ayude" mientras aguanta el chaparrón intentando que no se le note que no le interesa una leche. ¿Acaso las madres pierden el contacto con la realidad? ¿pierden el sentido común para darse cuenta de que aburren, o simplemente les importa un pito y sueltan su rollo a sabiendas de que a la otra persona le aburre muchísimo la historia de cómo su hijo se parte de risa cuando su padre imita a un mono?. Sé que no me voy a convertir en eso, lo tengo muy claro.

Así que no sé si tendré oportunidad de ver el programa del próximo viernes, o si tendré interés por verlo aunque pueda, sólo sé que en este momento me interesa muchísimo, especialmente si tengo la oportunidad de verlo con mi niña en brazos. La verdad, espero que la maternidad no cambie mi interés por el resto del mundo ni mis ganas de escribir sobre mis impresiones de la vida en general, me horroriza pensar en que voy a dejar de interesarme por el entorno que me rodea y que me voy a convertir en una de esas marujas que le sacan la foto de su hija hasta a la panadera. Así que hago un llamamiento a todas las personas que me conocen o que pasan tiempo conmigo, y autorizo a todos ellos para que si en algún momento me convierto en una de esas madres que sólo hablan de sus hijos, alguien me abofetée. Le estaré eternamente agradecida.

viernes, 18 de diciembre de 2009

España vs. Argentina

Recientemente he visto dos películas de habla española: Los abrazos rotos, De Almodóvar, y El secreto de sus ojos, de Juan José Campanela.

¿Cómo podemos ser tan distintos lo españoles y los argentinos a la hora de hacer cine?. Yo me consideraba una súper fan de Almodóvar, de Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¿Qué hecho yo para merecer esto?... y un pequeño etcétera. Pero depronto Almodóvar se empezó a meter en una especie de medio cine de culto y desapareció todo ese encanto que él tenía, esa gracia para reflejar a la mujer, a cierto tipo de mujer, con el que, por suerte, no nos sentimos identificadas pero conocemos a miles y miles de ellas. No, Almodóvar ya no retrata a todas esas mujeres que sólo él sabía retratar, ahora sólo retrata a Penélope. Lo cual está muy bien oye, parece que tienen química, pero resulta que cada vez que Almodóvar se sienta a escribir un nuevo guión, se pone una foto de Penélope delante y piensa... " a ver, ¿qué puedo hacer esta vez para que Penélope se luzca lo más posible?". Y ahí es donde está el fallo.

Para mi gusto (y sin destripar la película para aquéllos que aún quieran verla), nadie en este mundo se cree que Penélope se case con un tío de 60 años, eso para empezar. Pero en fin, supuestamente el tío tiene mucha pasta y a lo mejor los tiros en la vida real podrían ir por ahí, vale. Pero a ver, ¿¿que deja al tío ese porque en realidad está enamorada de Lluis Homar??

¡Venga hombre por favor!. Vamos a ver, yo estoy muy a favor del amor sin edad y de que las pelis no tienen que ser para nada chico guapo con chica guapa, nada más lejos, pero hombre, esque esto ya es un poco el colmo del surrealismo, vamos, hasta lo que yo sé de Penélope, sus novios en la vida real no es que sean precisamente unos vejestorios, creo yo, ¿no?. Eso sí, en la peli hay algo muy creible, y son las tetas de Pe. Parece que si Pe hace una peli y no enseña las tetas, como que no es ella, especialmente si es una peli de Almodóvar. Y vuelvo a repetir lo mismo, estoy muy a favor del cine realista y que las cosas se vean como se verían en la vida real, y si tiene que haber teta, pues que haya teta, pero esque en Los abrazos rotos hay tetas gratuitas de Penélope para aburrir, y mira que no creo yo que la gente se aburra facilmente de las tetas de Penélope, pero esque ya me parece un poco de coña.

Pero la verdad, no sé qué esperaba, según empieza la película, la primera escena te enseña a una tía buenísima (Kira Miró) que ha ayudado a cruzar la calle a un ciego de más de 50 años (Lluis Homar) y acaban en casa de él follando en el sofá. Súper realista claro, a los ciegos les pasa todos los días, especialmente a los de 50 años. Ah, y a la tía se le ven las tetas pero bien, que no falten, supongo que Kira Miró estará encantada de que Almodóvar la haya fichado en semejante papelón.

Y después de Los abrazos rotos, vi El secreto de sus ojos. Y me quedé completamente fascinada por la historia. No tenía ni idea de qué iba la peli, pero por el cartel y por el título me imaginaba que era una historia de amor, y la verdad, a estas alturas no me apetece nada tragarme un pastelón, y menos argentino, que ya he tenido bastante de argentinos en mi vida. Pero me la recomendaron insistentemente, y a falta de buen cartel, nos fuimos a verla.

Es una historia increíble, un guión fascinante, y trasmitida por unos actores impresionantes todos ellos, hasta los secundarios e incluso los que nisiquiera llegan a la categoría de secundarios. Sabía que el director es uno de esos directores que transmite, que transmite mucho, porque ya me había tocado el corazón con más de una peli, pero esta historia, completamente distinta a cualquier otra peli que haya visto nunca, es una historia para engancharte, para meterte dentro, para identificarte, y sobre todo, para sorprenderte. Y me sorprendió. Una vez más, Juan José Campanela me sorprendió. Y muy gratamente.

Así que lo siento mucho por mi compatriota Pedro, pero creo que tanto Oscar y tanta Penélope, que se está convirtiendo en una frívola Hollywoodiense aunque intente aparentar lo contrario, le están atrofiando ese sentido humano y ese toque realista llevado al extremo que tanto admiraba años atrás. En este asalto, el amigo argentino gana por goleada. Y reto al lector a que lo compruebe él mismo viendo ambas películas.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Desvelada en Navalcarnero

Ay.... cuánto se pierde la gente que no le gustan los animales. Ya ves, te levantas en mitad de la noche porque no puedes dormir y ¿quién está ahí contigo aunque sean las 5 de la mañana? ¿tu marido? no señor, tu marido está roncado plácidamente espanzurrado en todo el sitio que le has dejado (por la mañana se sentirá fatal cuando se lo cuente, pero que se aguante), la que está ahí contigo es tu perrita, que es tu sombra, y que además está feliz de tenerte cerquita a unas horas que no son las habituales. Desde el ordenador la veo reflejada en el espejo y me encanta mirarla, ahí hecha un bollito, de vez en cuando levantando las orejas cuando no escucha el teclado, porque eso podría significar que he parado de escribir para hacerla caso. Algo así como esto:





Y me encanta, me encanta verla y me encanta que me haga compañía, así sin hacer nada, simplemente estando ahí quietecita, pero haciéndome compañía. Y pienso, ¿de verdad hay gente que no le gustan, que no disfruta de la compañía que te hace un animal doméstico? ¿cómo puede ser, si yo lo primero que hago cuando llego a casa es llamarla para que baje corriendo a saludarme, y me muero de alegría de verla así, saltando, moviendo el rabo, celebrando que has llegado?. De verdad, no entiendo cómo puede haber alguien en el mundo que vea un perro y no se le derrita el corazón de ver la ternura que transmiten, la simpatía que derrochan, la alegría que traen a nuestras vidas... y no estoy hablando sólo de la gente que los abandona o los maltrata, esos están en otra dimensión, hablo de la gente que simplemente no le gustan, que no le transmiten nada, que no tiene ningún sentimiento hacia los animales de compañía.

En fin, cada uno somos un mundo en esta vida, y no podemos pretender que a todos nos guste lo mismo, hay que respetar las cosas que despiertan sentimientos en cada uno. Yo, en mis delirios de altas horas de la madrugada, dejo a mi lector con algunas fotos de mi cacahuete, para que todo el mundo vea la princesa que tengo en casa:






lunes, 7 de diciembre de 2009

11 reflexiones sobre anuncios de la tele

- Los anuncios de temática navideña son cada año peores, ¿dónde está el anuncio anual de Coca Cola cuando se le necesita?

- No entiendo por qué son precisamente las modelos y las actrices súper macizas de moda las que hacen los anuncios de cremas, maquillaje o tintes de pelo caseros, ¿no sería más creíble que salieran los estilistas de las famosas hablando del tinte nuevo que ha descubierto para sus clientas? que Eva Longoria se tiñe en pelo en casa no se lo cree nadie...

- El viernes Luismi compró Cillit Bang, y ayer nos pasamos todo el tiempo que estuvimos limpiando diciendo "¡la suciedad se va en un Bang!". Qué importante es tener un slogan pegadizo.

- ¿Me lo parece a mí o el anuncio de Freixenet es el mismo del año pasado con el equipo de natación sincronizada? ¿hasta ahí llega la crisis?

- Me da vergüenza ajena la cara de "¡menudo pivón me voy a tirar!" que pone Antonio Banderas en el anuncio de su colonia.

- No me puedo creer que este año El Corte Inglés haya fichado a Fernando Torres como modelo de trajes de Emidio Tucci. Después de George Clooney o de Silvester Stallone, el niño se queda todavía más esmirriado de lo que ya es, así que que me lo pongan como ejemplo de elegancia me da la risa. Y más aún con esas mechas tan (ejem) masculinas que lleva.

- Reconozco que aunque en casa le tenemos mucha manía al anuncio de El País, su canción es pegadiza, y a veces vamos en el coche y nos ponemos a cantar "no hay nadie como túuuuu....."

- Gracias Afflailou por auto-subtitularte de una vez.

- En vez de los mismos anuncios de perfumes en francés, deberían volver cada año anuncios que realmente molaban. Yo quiero el de Farala o ese que bajaba un helicóptero del cielo y le daba Margarina a las señoras.

- Como la Mutua no deje ya de poner esos anuncios de "soy, soy soy soy, soy soy soy...." a mí me va a dar algo.

- ¿Por qué los anuncios de supermercados e hipermercados son tan cutres?

viernes, 4 de diciembre de 2009

¡¡Aprobado!!



¡¡¡Tenemos un nuevo taxista en la ciudad!!!

martes, 1 de diciembre de 2009

1 de diciembre



Hoy es el día mundial contra el sida. Afortunadamente, creo que el sida es un problema con el que estamos acabando, gracias a que estamos muy pero que muy informados de cómo prevenirlo. A día de hoy creo que el sida ha dejado de ser un problema,incluso me atrevería a decir que no estamos demasiado lejos de su cura. Hoy nuestro principal problema es el cáncer, el cual no tenemos ni idea de cómo se desarrolla, y mucho menos de cómo se puede evitar, porque aunque tenemos una pequeña idea de cómo se previene, nada es 100% fiable.

Sea como sea, aunque tengamos muchos otros problemas a día de hoy, creo que hoy es un día en el que debemos centrarnos en lo que entre todos hemos conseguido hasta ahora, y debemos celebrar que el sida es una enfermedad que, con seguridad, tiene los días contados. Así que, feliz día contra el sida a todo el mundo

lunes, 30 de noviembre de 2009

Mea culpa

Hay una frase que odio con todas mis fuerzas: "No hay que arrepentirse de lo que uno ha hecho, hay que arrepentirse de lo que no se ha hecho". Para mí es una inmadurez, hay que arrepentirse de las cosas, ¿por qué no? todos hacemos cosas que están mal, cosas que están fatal, ¿por qué no arrepentirse de ellas?, hay que saber admitir los errores y aprender de ellos, porque tienen la misma importancia que los aciertos. Precisamente es la mezcla de los dos lo que da sentido a la vida y lo que define nuestra madurez y nuestro aprendizaje en la vida. Yo me arrepiento de muchas cosas en la vida, de muchísimas. Aquí hay algunas de esas cosas, y también algunas de las que no me arrepiento en absoluto:


COSAS DE LAS QUE ME ARREPIENTO

-De no haber ido a despedirme de mi abuelo

-De no dejar un trabajo que me estaba machacando sólo porque a mi padre le gustaba que trabajara ahí

-De no saber ahorrar

-De no prestar más atención en mi trabajo para no repetir los mismos errores una y otra vez

-De no hacer un esfuerzo por perder la pereza para cocinar

-De ser tan intransigente en algunas cosas

-De haber perdido la relación con la gente de mi colegio

-De algún tatuaje

-De haber seguido siendo amiga de Elia tanto tiempo

-De no haber sido más responsable cuando me regalaron a Phoebe

-De perdonar tantas veces a mi padre

-De haber perdido a Lara como amiga

-De lo mal que me he portado con algunas personas

-De no haberme cuidado más en mi embarazo

-De no haber sido más lista cuando tenía 15 años

-De tragarme algunas mentiras que me he tragado dobladas




COSAS DE LAS QUE NO ME ARREPIENTO

-De haber dejado los estudios cuando el cuerpo me lo pedía

-De mantener una relación tormentosa hasta que vi con mis propios ojos que era un desastre, no porque me lo dijeran los demás

-De haber dejado mi casa en Ventas por una mucho más cara

-De haber vuelto a estudiar cuando me di cuenta de que era necesario

-De dejarlo todo por irme a Estados Unidos

-De haber cogido un perro cuando todos me decían que era una locura

-De mis agujeros en las orejas

-De haber mandado a la mierda a quien se lo merecía antes de mi boda, a pesar de los lazos familiares

-De no haber aprovechado la oportunidad que me ofreció mi tío de enchufarme en su clase de FP de administrativo

-De todos los emails que he mandado diciéndole a cierta gente lo que opino de ellos

-De haberme casado con mi marido, a pesar de lo que la noticia conllevó

-De haber aprovechado mi inglés en lugar de los estudios como potencial en el trabajo

-De no tener más relación con mi padre

viernes, 27 de noviembre de 2009

Fotos chulas

He pensado que tenía que comprartir esto con el lector. Es una pasada.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Mi capricho

No sé si lo he mencionado alguna vez, pero soy una gran fan del agua mineral. Cuando voy a cualquier bar, antes de pedir nada, miro cuál es la marca del agua que sirven y dependiendo de si es de las que me gustan o no, decido lo que voy a tomar. Nunca antes había sido yo muy de comprar agua, pero por alguna razón, en casa empezamos a comprar, y una vez que te acostumbras a algo así, ya no hay vuelta atrás, y ahora tomar agua del grifo me desagrada bastante.

Tengo mis "rojo, naranja y verde" en el mundo de las aguas, por ejemplo, Font Vella, rojo absoluto. Bezoya, en botella de plástico, naranja, pero en botella de cristal, verde. Aquabona, la más rojo de todas. Aquafina, verde indiscutible... y así sucesivamente.

Y resulta que ayer me entero de que Evian, agua que nunca he probado porque es de esas que no la sirven en los bares ni la venden en los supermercados normales, solo en los Vips y en El Corte Inglés y ese tipo de establecimientos donde normalmente no me paro a comprar agua, empieza su campaña navideña lanzando el diseño anual de su botella, este año diseñada por Paul Smith, diseñador al que prácticamente no conozco, ya que paso bastante de diseñadores, pero sin embargo, fascinada con el diseño de la botella, decido meter en Google Imágenes su nombre para ver qué aparece, y resulta que me encanta su estilo. Eso sí, me encanta su estilo como diseñador de objetos, como diseñador de ropa me parece bastante del montón, pero simplemente porque yo no tengo ni idea de moda a nivel de pasarelas.

Total, que he decidido que este viernes voy a probar el agua de Evian para ver en qué categoría de calidades la incluyo, pero aunque el agua no me gustara, beber en semejante botella, creo que ya de por sí es todo un lujo de viernes...

martes, 24 de noviembre de 2009

Información aleatoria

- El domingo le regalé a mi chico unas entradas para ver un espectáculo de mentalismo. Y salimos al escenario, los dos, en diferentes números.

- Con mi embarazo he desarrollado una extraña obsesión por varias cosas a las que nunca en la vida les había prestado ninguna atención: el mundo de la moda, Grecia, y Jon Bon Jovi.

- Cada año me vuelvo a sorprender de lo mucho que me gusta la Navidad y las ganas con las que las cojo.

- Cada vez que estoy sola en una habitación y Luismi entra por la puerta y me habla, Abril da una patada muy fuerte, lo que me hace pensar que mi hija va a querer mucho a su padre.

- Me he enganchado muchísimo a una serie que no me pega nada, pero por alguna razón me parece que tiene un trasfondo humano muy típico de las series y pelis que me encantan.

- Luismi tiene todas las papeletas para empezar a trabajar en un plazo de unos tres días antes o después de que empiece mi baja, después haberse tirado prácticamente todo el año sin trabajar. La ley de Murphy existe.

- Mis dedos están engordando tanto que mi anillo de compromiso no quiere salir ni con aceite, y estoy empezando a pensar que la inscripción que hay por dentro se me va a quedar tatuada para el resto de mi vida.

- Mi marido pidió por Ebay mi regalo de Navidad y cometió el error de no cambiar la dirección de envío, así que ha llegado esta mañana a mi oficina con una etiqueta en el sobre en la que ponía bien claro lo que contenía. Y tengo el mejor marido del mundo que me hace los mejores regalos del mundo.

- Hemos tenido tanta mala suerte este año en ciertas cosas que tengo la obsesiva necesidad de comprar lotería de Navidad porque me tranquiliza pensar que a lo mejor toda nuestra buena suerte se ha concentrado en un número.

- Recientemente he descubierto algo que no sabía: los perros también sufren de calenturas.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La habitación de la princesa

Preparar el cuarto de Abril ha sido una laboriosa tarea que ha durado un montón de meses…




















Pero esta mañana, por fin hemos terminado:
















Y estamos tan orgullosos…

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Cuál es nuestro problema?

Últimamente, no sé si es porque voy a ser madre muy pronto y estoy obsesionada con hacer mucho hincapié en la educación de mi hija o qué, pero he estado notando que hay una epidemia general de falta de educación que afecta a la gran mayoría de la sociedad. Yo nunca me he considerado el colmo de las buenas maneras, aunque creo que puedo decir que soy bastante educada, pero la verdad, mirando a mi alrededor veo tal falta de clase que estoy empezando a pensar que mis modales son algo excepcional y sobre todo, en peligro de extinción.

Parece que ya no se estila ser bien educado, como si estuviese anticuado. Y no se trata de un problema de edades que afecte mayoritariamente a la gente menor de cierta edad, sino de la sociedad actual en general, gente de todo tipo, de todas la edades, clases sociales o entornos: en este siglo XXI, la buena educación es todo un lujo. Lo digo porque cada vez es más normal no dar los buenos días, saludar con un gruñido o con la boca pequeña y en un susurro casi imperceptible al oído, pedir sin favor y no dar las gracias o interrumpir las conversaciones incluso para decir algo insignificante. ¿Se trata de una nueva pose de moderno y todavía no me he enterado?

Las normas de educación se crearon básicamente para hacer la vida más cómoda y agradable a los demás, y no es necesario haber recibido una educación de alta alcurnia para comportarse amablemente. En mi opinión, el comportamiento grosero te convierte directamente en un cutre, aunque la mayoría no lo vea así, y da igual la edad que tengas o la clase social a la que pertenezcas, porque hasta para ser punki hay que tener clase y modales, porque un punki sin clase es un tirao, que es otra cosa.

Me resulta bastante curioso e inexplicable esta ausencia masiva de modales, porque tal como yo lo veo, resulta mucho más fácil ser educado que no serlo. Cuesta muy poco saludar y saber cuándo hay que sonreír. Además, todo el mundo me reconocerá que da gusto escuchar a un niño pequeño bien educado, pidiendo las cosas por favor y siendo agradecido. Sin embargo, cuando un niño es un maleducado, de esos que pasan corriendo y golpeando a la gente en el supermercado, o de los que te dicen "¡¡oyeee, la pelotaaa!!" y pasan de dar las gracias, todos nos echamos las manos a la cabeza, le vemos como un cafre y culpamos horriblemente a los padres de estar creando semejante mounstrito, y sin embargo no nos damos cuenta de que aunque los padres tienen un 80% de culpa, todos hacemos lo mismo, pasamos por el metro empujando sin pedir perdón, preguntamos la hora por la calle sin favor, o gritamos y nos reímos en reuniones familiares a altas horas de la noche sin pensar en si estamos molestando a los vecinos. Y eso es lo que están viendo y aprendiendo los niños del siglo XXI.

Y todo este alegato viene a propósito mi día a día en el que me veo obligada a tratar y enfrentarme con personas mediocres, aparentemente tan frívolos que la educación no va con ellos, o tan tímidos que se les tiene que perdonar la falta de modales. Me ocurre en el ascensor, en el trabajo, por teléfono, en el supermercado, en la calle o sacando al perro. Día a día me encuentro con gente tan grosera que me hace realmente plantearme cómo es posible que mi educación me obligue a llamarles de usted. Nunca sé cómo comportarme con ellos, porque el único diálogo posible es ponerse a su bajura, así que siempre salgo perdiendo. Y además, lo más curioso es que a lo largo de mi vida he tenido que soportar en numerosas ocasiones que me acusen de ser una maleducada y una impertinente, y siempre, absolutamente siempre, esas acusaciones han salido de la boca de alguien que se cree mucho más que yo por su estatus social o por su edad, pero que a la hora de la verdad siempre han demostrado ser infinitamente más groseros y más vulgares que servidora, y lo digo siendo muy objetiva.

Así que esta es mi llamada a todo el mundo para que salvemos las maneras, para que volvamos a ser la sociedad amable que éramos antes, porque ser amable y educado no cuesta nada, y da mucho, mucho a cambio.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Vacas flacas o cómo sobrevivir a la crisis

Este sábado pasado por fin pude darme el lujo de concederme uno de mis privilegios favoritos, ese que llevo tantos y tantos meses sin poder permitirme, justo ahora que es más necesario que nunca: irme de compras.

No es que fuera gran cosa, me gasté poquito dinero, o al menos para lo que mi armario me exige, ya que el 97% de mi ropa no me cabe y mi fondo de armario ha quedado reducido a una ínfima parte de lo que solía ser, obligándome a hacer un uso constante de mi imaginación buscando nuevas combinaciones de las prendas que me caben entre sí para disfrazar la realidad y que no parezca que me pongo siempre lo mismo, lo cual si te fijas, es más que obvio.

Siempre he sabido que irse de compras cuando formas parte de la clase media de este país era todo un arte, pero ahora que la crisis aprieta más que nunca, hay que agudizar mucho más todas las técnicas de moderación que hemos ido desarrollando con el paso del tiempo, técnicas que, si no las pones en práctica cuando vas de compras sin tener mucho dinero, puedes acabar con un ataque de nervios y con la objetividad completamente atrofiada por la tensión de no poder dar rienda suelta a tus instintos, y comprando lo más equivocado solo por el placer de comprar algo, sin que realmente sea lo que te hace falta o lo que querías, con lo que la consecuencia de la tarde de compras acaba siendo arrepentimiento y más estrés del que llevabas.

Dado el momento en el que vivimos, he elaborado una lista para que una tarde de compras no se convierta en una fuente de estrés y acabe siendo un fracaso con respecto a las compras realizadas. Espero que sirva de ayuda a alguien que, como yo, esté en crisis económica:

-Cuidado con el estado de ánimo. Haz la prueba. Realiza la compra semanal con hambre y te gastarás el doble. Con la ropa, igual. Vete de compras de mal humor y la compra compulsiva te hará gastar mucho más. De compras hay que salir alegre y despreocupada.

-Prioridades, hazte una lista. Nada de salir de casa y a ver qué vemos por ahí. Si te haces una lista de lo que necesitas no derrocharás en cosas prescindibles.

-Vamos al grano. O vamos de compras, o no vamos. Eso de ir a hacer gestiones al banco y ya que estoy me paso por el Zara que pilla de camino, no. Nunca se sabe que te vas a encontrar en una tienda y hay que estar bien concentrada en la tarea que estamos realizando. Si no, volvemos otra vez al segundo punto, compramos lo primero que vemos sin pararnos a pensar en si nos hace falta o no.

-Barato no es sinónimo de necesario. No hay que plantearse si por su precio vale la pena, hay que plantearse si realmente lo necesitas.

-Amigas, pero no tanto (I). Las amigas con más solvencia que nosotras que se pueden permitir comprar más pueden empujarnos sin querer a desear estar a su altura económica. Desgraciadamente y por el momento, las tarjetas de crédito no son capaces de soltar calambrazos si nos pasamos de la raya.

-Amigas, pero no tanto (II). Cuidado con las prendas que según tus amigas son ideales: aunque te digan que eso está de moda pueden estar equivocadas. Basado en hechos reales: Si por ejemplo tu amiga va por el paseo marítimo con pamela porque está muy de moda, observa cuantas pamelas ves por la calle.

-Que se pueda devolver. Cualquier prenda de rebajas debe estar sujeta a la misma normativa que otra que no esté rebajada. Ticket de compra sumado a la prenda en buen estado con su etiqueta, debe ser suficiente para que se pueda devolver, todas sabemos que en el espejo de casa la cosa cambia, a veces a mejor, pero a veces también nos vemos unas pintas que en el probador no habíamos apreciado.

-La tarjeta puede ser traicionera. Algunas tiendas podrían sumar a tus compras un recargo por el cobro con tarjeta. Con la crisis esta practica se está extendiendo. Por no hablar de la tarjeta de crédito: mucho cuidado, una se cree que no tiene fin, pero ese dinero te lo cargan justo cuando cobras tu próximo sueldo, y lo sabes.


Puede parecer mentira, pero obviar alguno de estos consejos puede tener consecuencias nefastas, sobretodo a nivel de nuestra economía.

Por supuesto, cuando no estamos tan apretadas de dinero y podemos permitirnos un poco más de manga ancha, todos estos consejos hay que saltárselos obligatoriamente, ir de compras es un lujo que no todo el mundo puede permitirse alegremente, así que cuando podemos, aparte de comprarnos cosas estupendas que nos quedan genial y que nos vamos a poner muchísimo y que además son muy baratas, también hay que permitirse el ir a lo loco, comprarnos cosas que sabemos que nos vamos a poner muy pocas veces, abusar de las prendas baratas aunque no nos peguen con nada excepto con un bolso que nos ponemos una vez al año, y sobre todo, disfrutar el momento dándonos el gusto de no pensar en el dinero que nos está costando la tardecita. Ir de compras es un capricho y los caprichos son así, irracionales.


Espero no tener que aplicar esta lista de consejos mucho más tiempo, pero por ahora, no me queda más remedio que seguirla como si fueran mandamientos. Qué le vamos a hacer, ya vendrán tiempos mejores...

viernes, 13 de noviembre de 2009

Acerca de mí

Nunca he entendido muy bien esos juegos en los que tienes que definir a una persona a base de "si fuera una flor sería.... si fuera un animal sería..." para que los demás lo adivinen, ¿a qué viene eso de qué flor sería?, yo no tengo ni idea de qué flor sería yo si tuviera que ser una, o qué canción sería, o qué olor... no tengo ni idea de qué olor me define como persona, lo único que sé es cuál es mi olor favorito, o cuál es mi flor favorita, así que, ya que me han nominado en una de esas entradas en las que tienes que decir cosas sobre ti, prefiero decir mis opciones favoritas antes que las que sería. Allá van:

-Mi canción favorita: Imagine, de John Lennon. A lo mejor es un tópico, pero la letra es tan simple y tan directa que creo que no hay que darle más vueltas al tema: Imagina un mundo sin distinciones, es fácil si lo intentamos. Menos hablar de política en las canciones y más ir al grano, pero con poesía, como lo hacía John.

-Mi bebida favorita: Antes era la Coca Cola Light, pero desde hace un tiempo es el agua, pero eso sí, el agua de Aqua Viva, mmmmmmm....

-Mi objeto favorito: Mi agenda. Prefiero olvidarme en casa las llaves y el móvil que mi agendita de princesa, es una extensión de mí.

-Mi presidente de USA favorito: No tengo ni idea acerca de presidentes de USA, pero me gusta Barack Obama.

-Mi calle favorita de Madrid: Santa Engracia. Chamberí, mi amor platónico.

-Mi museo favorito: Faunia. No está considerado un museo, pero para mí lo es, un museo de animales.

-Mi película favorita: La que más me gusta ver, "28 días", la mejor película que he visto con respecto a calidad en cast & crew, "Rainman".

-Mi actor porno favorito: ¿Acaso se les conoce por su nombre? no tenía ni idea...

-Mi coche favorito: Luisito, mi coche, mi primer coche.

-Mi periódico favorito: El diario de Escanaba. Me encantan los chistes.

-Mi cerveza favorita: Sólo he probado una vez un trago de una Mahou y ni siquiera fui capaz de que pasara por mi esófago, la tuve que escupir del asco.

-Mi marca favorita: Me suelen dar igual las marcas, pero en ciertas cosas la experiencia te enseña que hay cosas que hay que comprarlas de buena calidad, y esto me ha pasado sobre todo con la tecnología, así que supongo que debería decir Nokia. Connecting people.

-Mi escritor favorito: Siempre lo digo, no soy de mucho leer, pero lo poquito que he leído de Stephen King me ha encantado.

-Mi especia favorita: Me encantan todas, siempre que echo especias en la comida, echo todas las que tengo, ¿para qué cortarse?.

-Mi personaje histórico favorito: Leonardo, sin ninguna duda.

-Mi tipo de zapato favorito: Los de claqué. Yo quiero unos.

-Mi parafilia favorita: Por favorrrrrrrr......

-Mi nombre de mujer favorito: Abril, por supuesto.

-Mi bandera favorita: Desde luego no la española, la de Madrid en todo caso, con las estrellitas. Aunque la de Canadá es muy mona.

-Mi deporte favorito: Passsssso total de deportes. El baile moderno es el que más me gusta, aunque no sé si se entiende como deporte.

-Mi etnia favorita: Las chicas guapas hindúes son las más guapas del mundo entre todas las guapas de cada país, sin duda.

-Mi raza de perro favorita: ¡¡LOS CHUCHOSSSSS!!

-Mi raza de gato favorita: El equivalente a chuchos pero en gato.

-Mi cuadro favorito: La última cena. Me fascina, siempre descubres algo nuevo.

-Mi juego de mesa favorito: Expresión Express. Tuve que abandonarlo cuando me mudé a Escanaba. Espero que los punkis que saquearon mis bolsas de basura lo estén disfrutando.

-Mi chupito favorito: Lo sabría si los hubiera tomado alguna vez. Ni idea.

-Mi humorista favorito: David Letterman. Está en mi Top Ten de "Personas con las que me gustaría charlar algún día", le adoro.

-Mi insecto favorito: Me dan todos bastante asco, pero me hace gracia el método de defensa del bicho bola.

-Mi tipografía favorita: Curlz

-Mi sabor favorito: Regaliz. Pero del negro, el rojo es un timo, es una simple golosina, no es regaliz en absoluto.



Y ahora nomino a mi mamá y a mi cuña....

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cultivando una intolerancia

Cada día tengo menos paciencia para lidiar con cierto tipo de personas. Me aburre el hablar por hablar, el comentar cualquier tema que esté de actualidad sólo porque hay que hablar de algo, el decir tonterías gratuitamente, y me gusta elegir a las personas con las que pasar mi tiempo. Me niego a pensar que el día a día sea para hacer el ganso, lo que no quiere decir que me lo tome todo en serio y que sea una gruñona o una cascarrabias, creo que mi sentido del humor es una de mis mejores características, o al menos una de las que más orgullosa me siento, pero tengo claro que hay que vivir acorde con la edad sin descuidar el sentido común. Hablando claro, ya no tengo paciencia para cierto tipo de conversaciones, las conversaciones que ofrece este tipo de gente:

-Los envidiosos. Normalmente suelen atacar al famosillo/a de turno celebrando la celulitis ajena, pero en su fondo, en sus adentros más profundos, la verdadera envidia aflora desde los amigos, familiares y gente muy pero que muy cercana. El envidioso es un frustrado, y son seres malpensados y desconfiados. La envidia es el pecado más primitivo e insano de todos, propio de gente muy mediocre. Además, la envidia provoca terribles desordenes mentales, y escuchar a la gente hablando mal de la gente solo porque les tienen envidia y no lo quieren reconocer es verdaderamente agotador.

-Los que hacen que su vida gire en torno a la droga. "¿Pillas?, ¿pillamos?,¡¡hemos pillado!!". Pilla pilla que te pillo. Esos son los peores, aunque se suelen mover en sus propios círculos de gente como ellos, pero en la vida cotidiana, los que más abundan son los que cuando les preguntas por el fin de semana te responden de 0 a 10 el nivel de pedo que se agarraron. Mentes vacías con vidas vacías, desde mi punto de vista.

-Los de profesión inculto. Aquellos que nunca han leído un libro y se jactan de tamaña hazaña. No les hables de música, no les hables de cine, no les hables de viajes. No tienen ni idea.

-Los tacaños. "Ay, qué despiste, se me ha olvidado la cartera en casa". "Ay, no llevo suelto, solo llevo un billete de 50". "¡Ay! ¿no tendrás 1 euro para una Coca Cola?". 1 euro es la cantidad límite que si te la dejan, no hace falta devolverla, y ellos lo saben de sobra, está estudiado. Me dan vergüenza ajena.

-Los futboleros. O mejor dicho, los que su estado de ánimo y/o de nerviosismo y/o mala leche depende de cómo quedara su equipo en el partido de ayer. Está bien tener una afición, está genial que te guste el fútbol, pero los futboleros se creen con el derecho a monopolizar las conversaciones hablando de ese tema, y al que no le guste el fútbol que se aguante, que para eso es el deporte nacional y somos mayoría. Y si gana mi equipo, es mi obligación despertarte con la bocina de mi coche y mis gritos a altas horas de la madrugada. Con un par.

-Los que siempre están hablando de gente famosa. Una celebrity es como una pantalla vacía en la que esta gente proyecta su sentido de la vida, una abstracción a la que nunca se llegará, un quiero y no puedo. Horas y horas de conversaciones criticonas sobre Gran Hermano o sobre qué fuerte la Obregón que se ha liado con un torero. Como si no supieran de sobra que esa gente se alimenta de nuestros "¡qué fuerte!". Frustrante.

-Los babosos, especialmente los que no malgastan ni un poquito de su energía en ocultar su nivel de machismo interesado, sin darse cuenta de que éste actúa en su más absoluta contra. "¿Que tienes una hermanastra? ¿¿que es rubia?? ¡¡preséntamela!!". Sí, a ti te voy yo a presentar a mi hermanastra, pedazo de cafre.

-Los que se mueren de la risa con la frikada del momento, y la repiten sin cesar hasta la saciedad, incrustándola con calzador en cada párrafo de sus conversaciones. "Po zí Amparo", "¡¡es una fiesssshhhhta!!", "la he liao parda"... y otros éxitos. Esto incluye, por supuesto, a todos los que aprovechan cualquier ocasión para deleitarnos con una maravillosa imitación de los frikis en cuestión, véase Jesulín, el Papuchi, Torrente... encantadoramente cargantes.



En definitiva, que me estoy volviendo muy selectiva con la gente que ocupa mi tiempo, y no es que sea una exquisita que necesite alimentar su cerebro constantemente y que no pueda malgastar saliva con cualquiera si no es para obtener algo profundo de ello, pero la verdad, he tenido conversaciones mucho más inteligentes con mi sobrino de 4 años que con la mayoría de mis ex-compañeros de trabajo en la Notaría, por poner un ejemplo. La vida te trae gente de todo tipo, y cuanto más pasa el tiempo más se da cuenta una de que es muy difícil encontrar gente con la que realmente estés agusto manteniendo una conversación, aunque sea completamente intrascendente, así que, como algo que siempre he tenido muy claro es que mi tiempo es oro y no me gusta malgastarlo, he tenido que hacer unos cuantos recortes con respecto a la gente que ocupa mi tiempo libre, y eso incluía a gran parte de los que yo pensaba que eran amigos, pero al final un día descubres que no tienen ni idea de cómo eres y de por qué eres así. En definitiva, que me he vuelto una persona intolerante, intransigente y extremadamente selectiva. Y a mucha honra.

martes, 10 de noviembre de 2009

Atónita

Michael Jackson decía que el mundo intenta contrarestar todo el mal que le hacemos, y que la Naturaleza siempre intenta renovar su propia belleza para compensar todo lo que los humanos destruimos, y creo que tiene mucha razón.

Yo no me suelo dejar impresionar fácilmente con fotos de la naturaleza, porque aunque pienso que es maravillosa y que nos regala imágenes increibles, siempre tiendo a pensar que por muy bonita que sea la foto o muy increible el paisaje, nos lo tenemos todo bastante visto, y a parte, en los últimos años uno no se puede fiar mucho de que los colores de una foto sean 100% reales y no retocados. Obviamente me parecen maravillosas las fotos de cascadas, la aurora boreal, los árboles, los atardeceres... me siguen pareciendo un prodigio, pero siempre me da la sensación de que es más de lo mismo.

Sin embargo, como bien dice Michael, la Madre Naturaleza quiere seguir sorprendiendo, quiere renovarse, y por mucho que la ataquemos, no quiere dejar de ser el milagro que ha sido siempre, y depronto va y nos da en las narices a la gente como yo ofreciéndonos alguna de sus esquinas que no habíamos visto nunca. Tengo que admitir que estoy boquiabierta con la belleza de estas fotos:




























Las olas son un fenómeno que no me parecía especialmente fotogénico mucho más allá de como complemento de una foto del mar, y aunque seguramente estas fotos de Hawaii tengan su buena parte de Photoshop, tengo que admitir que me han parecido una auténtica preciosidad. Y quería compartirlas con mi lector. Así que, aquí están, que el lector las disfrute.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Mis viernes

Hace unos años, cuando vivía sola, tenía una norma que no me podía saltar, todos los viernes tenía que hacerme a mí misma un regalo. Era como un autopremio con sus propias reglas, aunque en realidad tenía una única regla: el regalo lo tenía que disfrutar yo, los regalos de los viernes eran míos y para mí.


Estos son algunos de ellos. No espero que nadie lo entienda:

- Ir al cine a la primera sesión, con la sala vacía.

- Embadurnarme en algún exfoliante. Encerrarme en el baño para darme todas las cremas que tenía a mano.

- Darme un mini capricho de pastelería, de esos que por entonces nunca podía darme. El más frecuente, una súper napolitana gigante de chocolate que vendían cerca de mi casa. Porque yo lo valgo.

-Leer toda la tarde, leer en papel. Mi autoregalo de lectura favorito, "Las nueve revelaciones".

- Darme un baño de burbujas con un paquete de Chesterfield y un té a mi lado. Puro placer de viernes.

- Volver a ver "Cantando bajo la lluvia" una vez más, permitiéndome el lujo de repetir la escena de "Make them laugh" tantas veces como quisiera. Era viernes y era mi regalo, sin remordimientos.

- Dedicar tiempo a rebuscar entre todos mis discos una de esas canciones que hace muchísimo tiempo que no escuchas pero que en su momento te hacía volar, y escucharla con los ojos cerrados, sin hacer nada más. Y volver a elevarme...

- Dar un largo paseo por Chamberí. Ese barrio tan encantador, un barrio color sepia, un barrio con vistas...


Hace mucho tiempo, muchísimo, que dejé de hacerme mis autoregalos, porque mi vida empezó a progresar y ya no necesitaba llenar un vacío. Ahora mi vida está completa, pero echo de menos algunas cosas que eran mías, solo para mí, y haciendo balance de todas esas cosas, mis autoregalos eran mi placer solitario favorito. Y he decidido retomarlo.

Y hoy es viernes. Apago el ordenador. Comienza mi regalo.


Por cierto, tengo el Copyright, pero puedo prestar el concepto...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Mi superstición



Aquí está mi velita de los exámenes. Tengo comprobado que cuando enciendo una vela el día antes de un exámen se convierte en un infalible aprobado, y si no la enciendo, es un indudable suspenso. Sin más explicación que esa, únicamente la esotérica, pero funciona, y siempre, con lo que ya no me arriesgo más.

Así que por si las moscas, aquí está mi velita, veremos si seguimos con el 100% de aciertos seguros con mi velita...

lunes, 2 de noviembre de 2009

La naturaleza humana

Hace muchos años escuché (o leí, ya ni me acuerdo) algo parecido a un consejo, aunque no estaba expresado como tal: "Los prejuicios son necesarios porque anteceden a los juicios". Yo estoy cargada de prejuicios. Me convienen, los manejo como quiero, los coloco delante de cualquier juicio. Es mi naturaleza.

No necesito ver ciertas películas para saber que no me van a gustar, ni salir a ciertas horas para saber que no quiero volver a hacerlo, no profundizo en conversaciones con cierta gente porque sé que no me van a aportar nada, ni planeo viajes a ciertas ciudades porque simplemente no me interesan. No necesito hacerlo, tengo datos (y prejuicios) suficientes para saberlo con antelación. Suena soberbio, pero he tenido pocas sorpresas. Y cuando descubro que me he equivocado en un prejuicio, tengo la humildad y la modestia suficiente como para reconocer que me he equivocado en mi prejuicio, y entonces estoy lista para emitir mi juicio. Soy de la opinión de que en esta vida definitivamente NO hay que probar de todo, y creo que no por tener esa teoría me he perdido nada en este mundo, simplemente me he centrado en explorar las cosas que me llaman la atención, no cualquier oportunidad que se interponga en mi camino.

Yo sabía que me iba a gustar ver Wicked en Broadway antes de comprar las entradas, sabía que me iba a gustar ver a James Taylor en directo antes de saber que vendría a España este pasado verano, y sabía que iba a querer volver a Estados Unidos antes de aterrizar allí por primera vez.

Todo esto es una excusa para decir que en diciembre de este año se estrena Invictus (The Human Factor), la nueva película de Clint Eastwood como director, basada en la vida de Nelson Mandela durante la Copa del Mundo de Rugby en Sudáfrica, y sé que me va a gustar. Morgan Freeman me va a gustar, ir a verla en la primera sesión con el cine vacío me va a gustar y saber que estoy viendo una película que seguramente acabe con un montón de nominaciones me va a gustar. Y no quiero sorpresas.

sábado, 31 de octubre de 2009

Un desayuno como en Tiffany´s

Los fines de semana Luismi siempre me prepara mi desayuno favorito, pan con tomate y aceite y un Cola Cao, a veces incluso me lo sube a la cama. Pero esta mañana me he despertado con ganas de chocolate, y él lo debe haber intuido, porque cuando todavía estaba medio frita me ha preguntado que qué me apetecía desayunar, como si no supiera de sobra que siempre me apetece lo mismo. Total, que se ha vestido y se ha ido al súper a comprarme mi chocolate, no sin antes decirme que me quedara en la cama que él me lo subía.

Pero unos 15 minutos después de que se fuera suena el timbre. Y yo con estos pelos, claro, pues decido que paso, que será el cartero o alguien así, porque si Luismi se hubiera quedado sin llave, al menos habría oído la puerta del garaje. Pero el timbre insiste, así que decido levantarme, quitarme eso que ayer por la noche era una coleta pero que ya no lo es, y con mis legañas y todo, bajar a ver quién es.

-¿Sí?

-Tele Churro

-¿Quiéeen?

-Tele Churro


Abro la puerta y aparece Kike, uno de mis vecinos y amigos, con una enorme bolsa de churros y porras.

Así que esta mañana de sábado, mi desayuno ha sido este:



¿No es estupendo que a una la traten como a una princesa?

viernes, 30 de octubre de 2009

This is it




Magistral. No tengo palabras. Era el mejor.



Larga vida al rey.

jueves, 29 de octubre de 2009

Apatrullando la ciudad



No he sido yo nunca una gran usuaria del mundo del taxi, pero por los pocos que he cogido a lo largo de mi vida, lo que sí que sé es que los taxistas, todos, absolutamente todos, son gente muy peculiar.

Los pobres se pasan todo el día ahí, encerrados en su cochecillo, y en cuanto alguien se sube, se abalanzan sobre esa persona buscando un poco de conversación. Yo he tenido desde taxistas que me cuentan el parte deportivo del momento hasta uno que me estuvo dando la charla todo el viaje con que sin inglés en estos días no vas a ninguna parte, como si él supiera de buena mano que a mí me la refanfinfla el inglés.

Una vez tuve uno semi-suicida que iba con la música a tope, gritando y bailando y saltándose todos los semáforos a las 2 de la mañana camino a Vallekas. Obviamente por su estado de excitación debo decir que no era precisamente de alcohol de lo que iba bien surtido el amigo taxista. Otra vez, nos cogió un taxista que no pasaba de la marcha segunda por la Castellana, y nos llevó todo el viaje dando unos frenazos que por poco se me sale la cena por donde entró. Mil y una historias que podemos decir de ese gremio tan particular.

Y ahora resulta que mi marido se va a convertir en uno de ellos.

Pues sí, después de que esta crisis apriete tanto, hemos decidido que el taxi es una buena solución a nuestros problemas, y lo que es más importante, es una solución rápida y barata. Siempre he pensado que sacarse el carnet de taxista era algo terriblemente caro, como todos los carnets de conducir, pero resulta que no, es muy barato, mucho menos dinero del que estaríamos dispuestos a pagar por esta oportunidad, y encima, si te lo curras bien, en menos de un mes estás listo para que te contraten. Y para más ventajas, de taxista parece ser que no hay ningún problema para encontrar trabajo.

Así que nada, casada con un aspirante a taxista, quién me lo iba a decir a mí cuando le encontré, Controller de la empresa trajeado y además con aptitudes de informático, que parecía hasta importante, y ahora resulta que mi marido va a ser uno de esos coches blancos que conducen con el brazo por fuera de la ventanilla, no te dejan pasar, invaden tu carril, te cierran para que no puedas girar, y encima tienen el privilegio de tener un carril asignado para ellos solos y sus amigos los autobuseros. Pero qué le vamos a hacer, el paro aprieta y hay que buscar soluciones, y desde que decidimos lo del taxi, estamos muy animados, y yo la verdad tengo que decir que me siento muy orgullosa de haberme casado con una persona a la que no se le caen los anillos por tener que recurrir a medidas como ésta después de haber hecho su carrera y de haber formado parte de empresas muy importantes, y que lo único que quiere es poder trabajar honradamente, de lo que sea, pero honradamente.

Así que nada, ya sea gracias a la solución del taxi o gracias a que algún currículum de los que llevamos meses repartiendo le dé por surtir efecto, esperamos que antes de que Abril llegue al mundo su papá pueda decir que ya no forma parte de los parados de este país, y podamos olvidarnos al fin de todo el peso que hemos estado cargando este año.

¿Será verdad que los niños vienen con un pan debajo del brazo? nosotros esperamos que Abril sea más práctica y venga con un buen contrato de trabajo...

domingo, 25 de octubre de 2009

El fantasma de Luisma


Cómo me gusta Paco León. Aunque creo que no soy yo, si no que todo el país le tiene mucho cariño. El viernes tuvimos el privilegio de verle en vivo y en directo en su obra "¿Estás ahí?" en un teatrillo pequeño del centro de Madrid, y nos encantó.

La obra es divertidísma y muy original, y Paco León está en su salsa, en un papel cómico, y aunque una siempre piensa que no va a poder evitar verle como Luisma aunque haga otro papel, la realidad es que luego vas, le ves, y no te acuerdas de Luisma para nada, te metes en la obra con Fran. Incluso pensé que quizá el guionista de la obra querría aprovechar el tirón de Luisma y acabaría metiendo algún "Fran es tonto, ¿no?", pero en absoluto, Fran es un personaje completamente nuevo para una obra que nada tiene que ver con la vida del Luisma.

Salimos encantados, y aunque yo siempre tengo la pésima suerte de que me tocan las más cotorras al lado y sin embargo no tengo la suerte de tener el descaro de decirles que se callen, ver una obra en vivo, con los actores ahí, que parece que los puedes tocar, siempre es una experiencia completamente distinta a ver la tele o una peli en el cine.

"¿Estás ahí?" no va a quedarse en el teatro mucho tiempo, así que recomiendo a todo el mundo que no se quede sin verla, y sin tener la oportunidad de disfrutar de toda la gracia y el encanto de Paco León, aunque creo que a este chico todavía le queda un largo recorrido por las pantallas y los teatros de este país.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

¿Alguna vez alguien se ha parado a pensar en la cantidad de pitidos ultra-agudos que oímos a lo largo del día?. Hay millones de cosas alrededor nuestro que tienen como sonido de aviso un desagradable e irritante pitido. Estas son las cosas que provocan pitidos en mi oficina:

- La máquina de sanwiches y bebidas hace un pitido cada vez que tocas una tecla para seleccionar el producto, y cuando cae lo que hayas comprado, suena un pitido mucho más alto y más largo

- Cada una de las impresoras (tenemos 4) y la fotocopiadora provocan un pitido cada vez que efectúan cualquier acción

- El ascensor hace un pitido cada vez que abre sus puertas

- En todos los móviles Nokia, la opción "silencio" emite un pitido cuando te llaman

- La empresa que está en nuestra misma planta tiene un sistema de código para abrir su puerta, y cuando tocan las teclas del código suenan pitidos, y cuando se abre la puerta, suena otro pitido.


Y es irritante, extremadamente irritante, porque simplemente con los pitidos que emiten las impresoras cada vez que alguien imprime algún documento, o manda un fax, o lo recibe, o escanea... ya tenemos una media de unos 3.000 pitidos al día, más cada vez que alguien se baja del ascensor en nuestra planta, osea, otras 200 veces al día, más todas las veces que alguien toma el ascensor en nuestra planta, más cada vez que alguien se compra algo en la máquina, más todas las veces que alguien nos llama al móvil a los que tenemos Nokia, más todas las veces que los de al lado salen al baño, vuelven del baño, salen a hablar por teléfono, vuelven de hablar por teléfono, llegan por la mañana, se van por la tarde... eso son muchos, muchísimos pitidos al día, a los que no les sueles prestar especial atención, pero al final acaban desquiciándote sin que te des cuenta.

Todo eso sumado a la cantidad de veces que suena el teléfono en una empresa como la mía, donde todos tenemos el mismo sonido en el fijo, más todos los móviles no silenciados, más todas las Blackberries, más todas las veces que llaman al timbre, más todas las veces que suena el DING! del microondas cuando la gente se calienta el café o la comida...

Todo eso suma una cantidad muy alta de sonidos irritantes a lo largo del día...

¿¿Y luego nos preguntamos por qué tenemos estrés??

lunes, 19 de octubre de 2009

Un sábado con final feliz




¿Cuánto hacía que no me zampaba yo uno de estos?. El sábado por fin, después de meses y meses sin ir al cine por falta de interés por la cartelera, fuimos a ver una peli. A las 10 de la noche, casi solos en la sala, con una botella de agua y un cubo de palomitas, como debe ser.

La peli la verdad es que parecía que iba a ser un pelín tostón (¿Qué les pasa a los hombres?), con los típicos topicazos de los tíos pasan de todo y solo quieren ver el fútbol y las tías somos unas histéricas y solo vivimos para encontrar a nuestro príncipe azul y casarnos, pero la verdad es que resultó no ser así para nada y nos encantó, nos pareció muy realista y salimos encantados con haber retomado nuestro hábito favorito.

A veces cuando pasas mucho tiempo sin hacer algo que te gusta, se te olvida lo mucho que lo disfrutabas, y luego cuando lo vuelves a hacer, lo vives con mucha más intensidad, así que el sábado disfruté como una enana viendo mi peli con mis palomitas. Ahora solo espero que en un futuro no muy lejano, nuestro alcalde tenga la cortesía de poner un par de salitas de versión original en todos esos centros comerciales que están abriendo por nuestra zona, y así no tener que irme a la otra punta de la ciudad a disfrutar de una buena peli. ¿Será mucho pedir?.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Nesting

El otro día aprendí una nueva palabra en mi clase de inglés: Haven. No heaven, aunque es parecido. El significado de Haven es un paraíso en la tierra, y como gran parte de nuestra clase se basa en la conversación, estuvimos hablando de cuál es nuestro "haven" particular. Yo dije que el mío era Navalcarnero, porque ahí es donde he encontrado la felicidad, la estabilidad y la vida que siempre he querido, pero la verdad es que creo que mi haven particular está un poco más lejos.

Hace tiempo que Luismi y yo hablamos de planear un viaje a USA el año que viene para que Abril conozca a su abuelo y a sus primos americanos. Por desgracia Jim no va a poder venir a España cuando ella nazca, y la verdad que no me gustaría nada que mi hija viera a su abuelo por primera vez cuando tenga 1 ó 2 años, creo que es importante que desde muy pequeñita sepa que tiene una familia muy grande que la va a querer mucho aunque estén lejos. Para cuando en Escanaba haga una temperatura razonable, Abril tendrá unos 6 ó 7 meses, así que no creo que el viaje en avión sea mucho problema, y sin embargo tendrá conocimiento suficiente para disfrutar con sus primos.

Pero según han ido pasando los meses, vamos viendo que la crisis sigue haciendo de las suyas, y por ahora ese viaje está bastante en stand by por cuestiones de dinero, aunque en realidad, Escanaba es uno de los viajes más baratos que se pueden hacer, ya que si coges el billete con mucho tiempo lo puedes encontrar muy barato, y una vez allí no tienes que gastar ni medio duro, porque para eso va una a casa de su madre, para estar con la familia y que la cuiden, poco más.

El tiempo pasa y la economía familiar sigue estando bastante en el chasis, y hay muchas, muchísimas cosas, a las que hemos tenido que renunciar por culpa de esta crisis. Todo mi embarazo ha estado rodeado de restricciones, de un sentimiento de culpa al entrar en las tiendas de bebé, porque en todo momento he sabido que no podía comprar nada, nada de nada, que debía esperar a que nuestra situación mejorara para empezar a comprar cosas. Ahora sólo quedan algo más de 2 meses para que nazca mi hija, y nuestra situación sigue sin mejorar. Mi marido está haciendo todo lo posible en este mundo por encontrar un trabajo, un buen trabajo, y así poder empezar a remontar todo lo que hemos perdido en este tiempo, pero seguimos sin encontrar nada, y seguimos sin poder comprar nada de todo lo que nos hace falta.

Cuando hablas con la gente, gente que también va a tener o ha tenido un hijo recientemente, sólo te hablan una y otra vez de la cantidad de cosas que han comprado, todas las cosas monísimas que hay en esta tienda o en esta otra, el dineral que se han gastado en este carro o en este cambiador, que es el mejor que hay en el mercado, y tú piensas mientras tanto "vale, no pasa nada, no necesito eso, yo no lo necesito". Pero lo cierto es que sí que lo necesitas, lo necesitas urgentemente, especialmente cuando queda tan poco tiempo para que llegue tu hija. No me hace falta un carro carísimo ni miles y miles de trapitos, porque tengo la suerte de ser una persona práctica y esas cosas no sólo no me hacen falta, si no que me parecen una bobada, pero lo que sí te hace falta cuando estás embarazada es entrar en una tienda, ver un vestido monísimo, y sin más comprarlo, o un peluche, o unos baberos de ositos, da igual, pero necesitas tener la libertad de poder comprar lo que te pida el cuerpo, y con eso no me refiero a comprar compulsivamente, pero necesitas sentir que puedes hacerlo. Porque sí, porque el cuerpo te lo pide, porque vas a tener una hija y quieres que el entorno que la rodee sea lo más agradable posible, y porque tú tienes sentimientos que nadie más alrededor tuyo tiene, ni siquiera tu marido, y porque leas donde leas sobre el embarazo, te habla de esa fase del embarazo, la de la necesidad física y mental de preparar el espacio de tu hija para que todo esté perfecto cuando llegue, y te habla de que debes satisfacer esa necesidad tanto como la de ir al baño constantemente.

Sin embargo, ya que es algo hormonal, no racional, nadie en tu entorno lo entiende, y mucho menos, cuando estás pasando por una crisis económica de tal calibre. Hablas con la gente y le cuentas que está siendo muy difícil porque no tenemos dinero para comprar nada todavía. Y la gente, con la mejor intención de este mundo, te dicen que no te preocupes, que mientras tenga unos cuantos pijamas y dos cosas más, la niña estará bien, y que al principio no necesitan gran cosa. Y tú lo sabes, sabes que los bebés no necesitan nada, ¿qué van a necesitar? con una teta a la que agarrarse y un millón de pañales tienen todo lo que necesitan para sobrevivir. El problema es que eres tú la que tiene esa necesidad de comprar cosas de vez en cuando, tú eres la que estás viviendo el embarazo, lo bueno y lo malo, y aunque lo bueno es maravilloso y no cambiarías ni medio segundo de todo lo que estás viviendo, hay un millón de cosas que hacen que quieras tirarte en la cama 24 horas y no parar de quejarte. Hay mil y una razones por las cuales sabes que cualquier otra persona (en especial los hombres) se habría cogido una baja desde el mes 1 y estaría quejándose día y noche. Las piernas hinchadas, los ataques de hambre, el estreñimiento, los mareos, los pinchazos en el abdomen, las ganas de ir al baño, el cansancio, las manchas en la piel, los dolores de espalda y los mini-vómitos constantes son sólo algunos de los motivos por los que crees que de vez en cuando te mereces algún capricho que ni siquiera es para ti, es para tu hija. Pero el mirarte al espejo y definitivamente NO ver esa imagen Demi Moore embarazada que tú te habías hecho de ti misma, si no ver una tía cinco veces más grande que tú que se ha comido los 54 kilos que solías pesar, el comprobar cada día que hay una prenda más de ropa que ya no te vale, y no por la tripa, si no por los muslos, esos muslos que no se deben al embarazo, se deben a comer todo lo que tu hija te pide que comas, es hablar con la gente y que te digan constantemente "¡cuánto has engordado? ¡uy, eso no es nada!, ¡espera a ver todo lo que te queda por engordar!", eso, añadido a las ganas de llorar constantes y la falta de alguien con quien poder compartirlo, porque sabes que nadie en este mundo lo entendería, eso es lo que realmente tiene mérito del embarazo si no te vienes abajo.

Sea como sea, Luismi y yo estamos asumiendo lo que nos toca y viviendo la espera hasta que nazca nuestra hija con muchísima ilusión, imaginando cómo será la vida cuando ella llegue, y deseando que todo esté para entonces mucho mejor y podamos estar más tranquilos para poder comprarle de vez en cuando alguna chorrada.

Sin embargo, nuestro viaje a Escanaba sigue amenazado. Si todo sigue como hasta ahora, será imposible que podamos ir, y eso es algo que me resisto a creer, porque quiero ir, necesito ir a Escanaba, porque hace mucho tiempo que creé un vínculo con esa ciudad, y hace demasiado tiempo que no he tenido oportunidad de volver, y este viaje es todo lo que pido después de haber sido buena y no haberme quejado al haber tenido que renunciar a tantas cosas durante mi embarazo por culpa de que mi marido no puede trabajar aunque quiera.

Por suerte, nos queda el optimismo y la esperanza de que todo mejore dentro de no mucho y así poder irnos de viaje los tres a que nos cuiden los abuelos sin remordimientos de que nos estamos dando un lujo que no nos podemos permitir. Pero aún así, creo que ir a Escanaba el año que viene no es ningún lujo, creo sinceramente que nos lo merecemos los tres. Nos merecemos descansar del año que estamos viviendo cargado de estrés y de preocupaciones, mi marido se lo merece por no haber abandonado ni perdido la esperanza en ningún momento y estar luchando con todas sus fuerzas para poder ver felices a sus chicas, y yo me lo merezco por no haberme quejado nunca de los que nos ha tocado y estar conteniendo mis instintos más profundos, con todas las consecuencias emocionales que eso conlleva. Y Abril se lo merece, porque ella es una princesa.

Aún no sé cómo, pero el año 2010 voy a pisar Escanaba con mi marido y mi hija, aunque para ello tenga que seguir renunciando a todas las ventajas de las que disfrutan el resto de las embarazadas y madres de este mundo, porque con esta experiencia nos hemos demostrado a nosotros mismos que somos unos luchadores, y voy a seguir luchando para que Abril sepa lo que es un Walmart, Bay, el lago Michigan, Ludington street, el Coffee Shop o el Culvers.

Así que Escanaba, mi haven particular... ¡nos veremos pronto!
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