martes, 29 de diciembre de 2009

1 semana de vida

Abril ya ha cumplido su primera semana. En esta semana hemos aprendido muchísimas cosas sobre ella, como por ejemplo que es más buena de lo que pensábamos, era sólo que no sabíamos entenderla cuando lloraba, o que al contrario de lo que pensamos al principio, le gusta el chupete, simplemente lo usa con tanta fuerza que es incapaz de mantenerlo en la boca. También he aprendido que la matrona que nos dio el curso de clases de preparación al parto tenía toda la razón: si eres de las que no dan el pecho, para las enfermeras y los médicos eres una terrible madre. Esta mañana mi doctor me ha dicho que si no doy el pecho no es porque mi niña no lo quiera, es porque yo no tengo paciencia. He estado a punto de sacarme el pecho ahí mismo para que viera cómo Abril lo rechaza, pero en fin, él es el médico y jamás me daría la razón, así que no había necesidad.

Por lo demás, creo que las cosas sólo han ido a mejor. Todos estamos intentando adaptarnos (especialmente Juno, que tiene una auténtica depresión post-parto), y las noches están empezando a ser un espacio de tiempo dedicado a dormir, lo cual nos ha costado unas 4 ó 5 noches en vela sin saber cuál era el motivo de los gritos de la pequeña. Pero lo hemos conseguido. Los vecinos que duermen al otro lado de nuestra pared nos preguntan que dónde está Abril que ni se la oye, con lo que intuyo que debemos estar haciendo algo bien.

Así que ésta es mi vida ahora, tranquila y relajada, disfrutando de las tardes en casa y observando cómo duerme mi hija, porque por alguna razón, hay algo en ella que hace que no puedas dejar de mirarla todo el tiempo, aunque lleve horas durmiendo y le queden otras tantas hasta su biberón, mirarla es una auténtica delicia y a veces es lo único que te da tranquilidad en este mundo, verla ahí, durmiendo, saber que no le pasa nada, que está bien. Cambia tanto cada minuto que siento la inmensa necesidad de observarla para no perderme absolutamente nada de ella. No quiero sonar cursi, pero es completamente cierto.

En fin, supongo que eso es la maternidad, plantearte tu vida de manera completamente distinta a cómo la vivías antes y disfrutar de cosas que antes te parecían un coñazo. De todas formas, aquí dejo algunas fotos de la mandarina. Y a ver quién se atreve a decirme que no es una auténtica preciosidad.





jueves, 24 de diciembre de 2009

La princesa de la nieve



¡Hola a todo el mundo!



Con papá




Cambio de vestuario en mitad de la noche



Mis dos amores zzzzzzzzzz.................




Nos vamos a casa




Abril nació el día 21 de diciembre a las 11.15 de la mañana, trayendo con ella montones de nieve. Es una niña muy chiquitita, pero afortunadamente está perfectamente sana.

Yo creo que es la niña más bonita del mundo, pero ¿qué va a decir la mamá?

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi último contacto con el mundo exterior

Tengo la sensación de que Abril no quiere perderse la cena Navideña. En este punto del embarazo en el que ya estoy de baja, ya tengo la maleta preparada y no me queda nada pendiente por comprar, lo único que hago en este momento es sentarme y esperar, esperar a que nazca mi niña. Tampoco es que pueda hacer mucho más, porque la movilidad ha dejado de ser algo que va conmigo fácilmente a todos lados.

Ayer se me ocurrió ir al centro de Madrid a ver un mercadillo artesanal de jóvenes diseñadores, y aunque me lo pasé genial y me encantó, fue toda una aventura. Para empezar, nada de lo que llevaba puesto era de mi talla. Todo me cabía, con lo cual no hace falta que me compre tanta ropa nueva, pero todo era al menos tres tallas más pequeño, desde la ropa interior hasta el abrigo, que no me lo puedo cerrar ni de cachondeo. Con lo cual el resultado es bastante similar al de una salchicha envasada al vacío. Pero bueno, no pasa nada, llevo unos meses así y estoy a punto de volver a metamorfosearme de nuevo en una persona y abandonar mi estado de ballena, no me voy a quejar ahora.
La siguiente circunstancia que antes podía hacer con normalidad es meterme por el centro de mi Madrid en plena avalancha navideña. El mercadillo estaba a rebosar, y yo con esta tripa me iba dando con todo el mundo. A parte del calor insoportable que generan las masas, el cual antes llevaba de maravilla e incluso agradecía después del frío invernal de la calle, pero ahora me causa un inmenso agobio. Pero no pasa nada, ahí estaba yo, buscando un regalo para mi cuñada, con un par. Espero que cuando lo reciba se haga cargo de la odisea que pasé para que tuviera su regalo a tiempo, cuando además, seguramente tenga que recibirlo en el hospital, porque a este paso que llevo me da que Abril está presente antes de que llegue la Nochebuena, y todo apunta a que se planta en el mundo justo en esas fechas tan señaladas como son la Nochebuena o la Navidad.

Total, que estoy muy feliz con mi embarazo, es una experiencia maravillosa que todas las mujeres del mundo deberían vivir y disfrutar etc etc... pero lo reconozco, no puedo más. Es curioso como una persona como yo, algo parecido a una control-freak de mi futuro a corto plazo que siempre tiene que tener perfectamente controlado lo que va a hacer en los próximos días, tengo que reprimir ese instinto con todas mis fuerzas, especialmente en estas fechas en las que tienes que tener muy bien agarrados los planes de cada día, porque los planes de toda tu familia por ambas partes depende de ello, y bastante difícil es coincidir el mismo día con todos como para que encima tú no puedas confirmar asistencia en nada. Pero sí, no me queda más remedio que decirle a la gente que conmigo no cuente mucho, que ya si veo que puedo me pasaré, pero que hay una enorme probabilidad de que la Nochebuena y la Navidad me pillen en una habitación de hospital. E incluso más allá de eso, mucho más allá de dónde vas a estar en Navidad. En este momento no puedo hacer planes a corto plazo en ningún campo. Hay un programa que emiten los viernes por la noche que me encanta, y el de la semana que viene me interesa muchísimo, pues nada, tampoco sé si lo voy a ver. Y ya no sólo porque quizá sea el viernes el día que esté en el hospital, si no porque ¿quién me dice a mí que el viernes que viene me va a seguir interesando? mi vida está a punto de cambiar uno de estos días, y realmente me planteo hasta qué punto cambia todo, tu visión del mundo, si influye en ese tipo de cosas. A lo mejor el viernes que viene Abril sigue en el horno y puedo ver el programa tranquilamente. A lo mejor mi pequeña ya ha llegado y estoy en casa... y puedo ver el programa con ella en brazos antes de acostarla. Pero ¿y si mis intereses no tienen absolutamente nada que ver con los que tengo ahora? ¿y si salgo del hospital convertida en una mamá y depronto me da igual ese programa y lo único que me interesa es mi hija, estar con ella, cuidarla y protegerla?. La verdad, es posible, aunque en este momento me cuesta mucho creer que deje de interesarme el resto del mundo.

Al menos hay una cosa que sí que sé, puede que cuando nazca mi hija sólo me preocupe ella y sólo quiera estar con ella todo el tiempo, podría ser, pero desde luego, tengo muy claro que yo no voy a convertirme en una de esas madres que sólo hablan de sus hijos.
Me encanta leer blogs, busco constantemente blogs nuevos a los que engancharme, y por eso sé firmemente que no hay nada peor que los blogs de mujeres que son madres, especialmente madres primerizas con niños muy pequeños. Sus post son exclusivamente sobre "su primera papilla", "su primer corte de pelo", "su primera sonrisa a la abuela", "su primera vez en la playa", "¡me encanta mi nuevo osito de peluche!", "mirad todos cuánto disfruto en el baño!", "¡qué divertido es mi papá!"... y un largo etcétera. Y yo lo entiendo, muy bien, es tu blog y cada uno en su blog habla de lo que quiere, pero me horroriza pensar en que cuando una mujer se convierte en madre no tenga impresiones sobre nada más en este mundo ni le queden ganas para hablar de ninguna otra cosa con la gente, y hable sin parar sobre sus hijos incluso cuando la gente no le pregunta, es verdaderamente bochornoso ver cómo le cuentan las monerías de sus niños a todo el mundo y observar como la persona receptora pone cara de "que alguien me ayude" mientras aguanta el chaparrón intentando que no se le note que no le interesa una leche. ¿Acaso las madres pierden el contacto con la realidad? ¿pierden el sentido común para darse cuenta de que aburren, o simplemente les importa un pito y sueltan su rollo a sabiendas de que a la otra persona le aburre muchísimo la historia de cómo su hijo se parte de risa cuando su padre imita a un mono?. Sé que no me voy a convertir en eso, lo tengo muy claro.

Así que no sé si tendré oportunidad de ver el programa del próximo viernes, o si tendré interés por verlo aunque pueda, sólo sé que en este momento me interesa muchísimo, especialmente si tengo la oportunidad de verlo con mi niña en brazos. La verdad, espero que la maternidad no cambie mi interés por el resto del mundo ni mis ganas de escribir sobre mis impresiones de la vida en general, me horroriza pensar en que voy a dejar de interesarme por el entorno que me rodea y que me voy a convertir en una de esas marujas que le sacan la foto de su hija hasta a la panadera. Así que hago un llamamiento a todas las personas que me conocen o que pasan tiempo conmigo, y autorizo a todos ellos para que si en algún momento me convierto en una de esas madres que sólo hablan de sus hijos, alguien me abofetée. Le estaré eternamente agradecida.

viernes, 18 de diciembre de 2009

España vs. Argentina

Recientemente he visto dos películas de habla española: Los abrazos rotos, De Almodóvar, y El secreto de sus ojos, de Juan José Campanela.

¿Cómo podemos ser tan distintos lo españoles y los argentinos a la hora de hacer cine?. Yo me consideraba una súper fan de Almodóvar, de Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¿Qué hecho yo para merecer esto?... y un pequeño etcétera. Pero depronto Almodóvar se empezó a meter en una especie de medio cine de culto y desapareció todo ese encanto que él tenía, esa gracia para reflejar a la mujer, a cierto tipo de mujer, con el que, por suerte, no nos sentimos identificadas pero conocemos a miles y miles de ellas. No, Almodóvar ya no retrata a todas esas mujeres que sólo él sabía retratar, ahora sólo retrata a Penélope. Lo cual está muy bien oye, parece que tienen química, pero resulta que cada vez que Almodóvar se sienta a escribir un nuevo guión, se pone una foto de Penélope delante y piensa... " a ver, ¿qué puedo hacer esta vez para que Penélope se luzca lo más posible?". Y ahí es donde está el fallo.

Para mi gusto (y sin destripar la película para aquéllos que aún quieran verla), nadie en este mundo se cree que Penélope se case con un tío de 60 años, eso para empezar. Pero en fin, supuestamente el tío tiene mucha pasta y a lo mejor los tiros en la vida real podrían ir por ahí, vale. Pero a ver, ¿¿que deja al tío ese porque en realidad está enamorada de Lluis Homar??

¡Venga hombre por favor!. Vamos a ver, yo estoy muy a favor del amor sin edad y de que las pelis no tienen que ser para nada chico guapo con chica guapa, nada más lejos, pero hombre, esque esto ya es un poco el colmo del surrealismo, vamos, hasta lo que yo sé de Penélope, sus novios en la vida real no es que sean precisamente unos vejestorios, creo yo, ¿no?. Eso sí, en la peli hay algo muy creible, y son las tetas de Pe. Parece que si Pe hace una peli y no enseña las tetas, como que no es ella, especialmente si es una peli de Almodóvar. Y vuelvo a repetir lo mismo, estoy muy a favor del cine realista y que las cosas se vean como se verían en la vida real, y si tiene que haber teta, pues que haya teta, pero esque en Los abrazos rotos hay tetas gratuitas de Penélope para aburrir, y mira que no creo yo que la gente se aburra facilmente de las tetas de Penélope, pero esque ya me parece un poco de coña.

Pero la verdad, no sé qué esperaba, según empieza la película, la primera escena te enseña a una tía buenísima (Kira Miró) que ha ayudado a cruzar la calle a un ciego de más de 50 años (Lluis Homar) y acaban en casa de él follando en el sofá. Súper realista claro, a los ciegos les pasa todos los días, especialmente a los de 50 años. Ah, y a la tía se le ven las tetas pero bien, que no falten, supongo que Kira Miró estará encantada de que Almodóvar la haya fichado en semejante papelón.

Y después de Los abrazos rotos, vi El secreto de sus ojos. Y me quedé completamente fascinada por la historia. No tenía ni idea de qué iba la peli, pero por el cartel y por el título me imaginaba que era una historia de amor, y la verdad, a estas alturas no me apetece nada tragarme un pastelón, y menos argentino, que ya he tenido bastante de argentinos en mi vida. Pero me la recomendaron insistentemente, y a falta de buen cartel, nos fuimos a verla.

Es una historia increíble, un guión fascinante, y trasmitida por unos actores impresionantes todos ellos, hasta los secundarios e incluso los que nisiquiera llegan a la categoría de secundarios. Sabía que el director es uno de esos directores que transmite, que transmite mucho, porque ya me había tocado el corazón con más de una peli, pero esta historia, completamente distinta a cualquier otra peli que haya visto nunca, es una historia para engancharte, para meterte dentro, para identificarte, y sobre todo, para sorprenderte. Y me sorprendió. Una vez más, Juan José Campanela me sorprendió. Y muy gratamente.

Así que lo siento mucho por mi compatriota Pedro, pero creo que tanto Oscar y tanta Penélope, que se está convirtiendo en una frívola Hollywoodiense aunque intente aparentar lo contrario, le están atrofiando ese sentido humano y ese toque realista llevado al extremo que tanto admiraba años atrás. En este asalto, el amigo argentino gana por goleada. Y reto al lector a que lo compruebe él mismo viendo ambas películas.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Desvelada en Navalcarnero

Ay.... cuánto se pierde la gente que no le gustan los animales. Ya ves, te levantas en mitad de la noche porque no puedes dormir y ¿quién está ahí contigo aunque sean las 5 de la mañana? ¿tu marido? no señor, tu marido está roncado plácidamente espanzurrado en todo el sitio que le has dejado (por la mañana se sentirá fatal cuando se lo cuente, pero que se aguante), la que está ahí contigo es tu perrita, que es tu sombra, y que además está feliz de tenerte cerquita a unas horas que no son las habituales. Desde el ordenador la veo reflejada en el espejo y me encanta mirarla, ahí hecha un bollito, de vez en cuando levantando las orejas cuando no escucha el teclado, porque eso podría significar que he parado de escribir para hacerla caso. Algo así como esto:





Y me encanta, me encanta verla y me encanta que me haga compañía, así sin hacer nada, simplemente estando ahí quietecita, pero haciéndome compañía. Y pienso, ¿de verdad hay gente que no le gustan, que no disfruta de la compañía que te hace un animal doméstico? ¿cómo puede ser, si yo lo primero que hago cuando llego a casa es llamarla para que baje corriendo a saludarme, y me muero de alegría de verla así, saltando, moviendo el rabo, celebrando que has llegado?. De verdad, no entiendo cómo puede haber alguien en el mundo que vea un perro y no se le derrita el corazón de ver la ternura que transmiten, la simpatía que derrochan, la alegría que traen a nuestras vidas... y no estoy hablando sólo de la gente que los abandona o los maltrata, esos están en otra dimensión, hablo de la gente que simplemente no le gustan, que no le transmiten nada, que no tiene ningún sentimiento hacia los animales de compañía.

En fin, cada uno somos un mundo en esta vida, y no podemos pretender que a todos nos guste lo mismo, hay que respetar las cosas que despiertan sentimientos en cada uno. Yo, en mis delirios de altas horas de la madrugada, dejo a mi lector con algunas fotos de mi cacahuete, para que todo el mundo vea la princesa que tengo en casa:






lunes, 7 de diciembre de 2009

11 reflexiones sobre anuncios de la tele

- Los anuncios de temática navideña son cada año peores, ¿dónde está el anuncio anual de Coca Cola cuando se le necesita?

- No entiendo por qué son precisamente las modelos y las actrices súper macizas de moda las que hacen los anuncios de cremas, maquillaje o tintes de pelo caseros, ¿no sería más creíble que salieran los estilistas de las famosas hablando del tinte nuevo que ha descubierto para sus clientas? que Eva Longoria se tiñe en pelo en casa no se lo cree nadie...

- El viernes Luismi compró Cillit Bang, y ayer nos pasamos todo el tiempo que estuvimos limpiando diciendo "¡la suciedad se va en un Bang!". Qué importante es tener un slogan pegadizo.

- ¿Me lo parece a mí o el anuncio de Freixenet es el mismo del año pasado con el equipo de natación sincronizada? ¿hasta ahí llega la crisis?

- Me da vergüenza ajena la cara de "¡menudo pivón me voy a tirar!" que pone Antonio Banderas en el anuncio de su colonia.

- No me puedo creer que este año El Corte Inglés haya fichado a Fernando Torres como modelo de trajes de Emidio Tucci. Después de George Clooney o de Silvester Stallone, el niño se queda todavía más esmirriado de lo que ya es, así que que me lo pongan como ejemplo de elegancia me da la risa. Y más aún con esas mechas tan (ejem) masculinas que lleva.

- Reconozco que aunque en casa le tenemos mucha manía al anuncio de El País, su canción es pegadiza, y a veces vamos en el coche y nos ponemos a cantar "no hay nadie como túuuuu....."

- Gracias Afflailou por auto-subtitularte de una vez.

- En vez de los mismos anuncios de perfumes en francés, deberían volver cada año anuncios que realmente molaban. Yo quiero el de Farala o ese que bajaba un helicóptero del cielo y le daba Margarina a las señoras.

- Como la Mutua no deje ya de poner esos anuncios de "soy, soy soy soy, soy soy soy...." a mí me va a dar algo.

- ¿Por qué los anuncios de supermercados e hipermercados son tan cutres?

viernes, 4 de diciembre de 2009

¡¡Aprobado!!



¡¡¡Tenemos un nuevo taxista en la ciudad!!!

martes, 1 de diciembre de 2009

1 de diciembre



Hoy es el día mundial contra el sida. Afortunadamente, creo que el sida es un problema con el que estamos acabando, gracias a que estamos muy pero que muy informados de cómo prevenirlo. A día de hoy creo que el sida ha dejado de ser un problema,incluso me atrevería a decir que no estamos demasiado lejos de su cura. Hoy nuestro principal problema es el cáncer, el cual no tenemos ni idea de cómo se desarrolla, y mucho menos de cómo se puede evitar, porque aunque tenemos una pequeña idea de cómo se previene, nada es 100% fiable.

Sea como sea, aunque tengamos muchos otros problemas a día de hoy, creo que hoy es un día en el que debemos centrarnos en lo que entre todos hemos conseguido hasta ahora, y debemos celebrar que el sida es una enfermedad que, con seguridad, tiene los días contados. Así que, feliz día contra el sida a todo el mundo
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