lunes, 28 de febrero de 2011

Mi club de fans y yo

Yo no sé qué pasa, pero últimamente a todo el mundo le da por atacarme sin motivo.

Vamos a ver, ya sé que mi blog es un espacio abierto a todo el mundo, ya sé que expreso mis opiniones y doy pie a que el que lo lea esté o no deacuerdo con ellas, pero que yo no me meto con nadie, no hago ningún ataque directo a nadie ni hablo con mal rollo de nadie, y menos en concreto, es más que obvio.

"Alguien" ha dejado un comentario en la entrada sobre mi admiración a Clint Eastwood, diciendo de mí básicamente que no tengo ni idea de quién es Clint Eastwood y que mi conversación fantaseada con él sería un fiasco. Por supuesto, mi "admirador" no deja ni nombre ni identidad de ningún tipo. Oops, qué típico.

Vamos a ver, "admirador(a)", sé PERFECTAMENTE quién eres, te delatas tú solita con tus palabras. Para decir tonterías de semejante calibre, más vale que te metas en otros blogs, porque lo que estás diciendo no tiene ni pies ni cabeza. Por supuesto que sé que Clint Eastwood es un hombre muy activo y que absolutamente nada tiene que ver con sus papeles, si hubieras leído bien y con atención mi entrada te darías cuenta de que hablo de él como hombre RENACIDO que supo desviarse de ser un vanidoso, no creas que porque te hayas metido en wikipedia para ver su fecha de nacimiento sabes más de él que yo. He visto varias entrevistas suyas en internet en diversos momentos de su vida, y él mismo reconoce que haciendo esos papeles de tipo duro se creía el rey del mundo y que no se le acabaría el carrete nunca, así como también admite que tuvo tormentosas relaciones con la gente que le rodeaba por ser un déspota. Así que se muy bien de lo que hablo. Para mí Walt Kowalski y Frankie Dunn tienen mucho, mucho que ver, y sé perfectamente que son guiones adaptados de libros, pero él fue la persona que decidió llevarlos al cine e interpretarlos él mismo, ya que admite que tiene mucho de Frankie Dunn en su propio yo.

Mira, "amiga", creo que ya va siendo hora de que dejes de cotillear mi vida sólo para criticarla, bastante has hecho ya, así que déjame en paz de una vez y dedícate a tu propia vida en lugar de tirarte de los pelos envidiando la felicidad ajena. Si quieres volver a escribir en mi blog, más te vale que firmes y des la cara, algo que ya has dejado claro muchas veces que no va contigo y se te da mejor criticar a las espaldas, pero creo que lo mejor es que me dejes en paz, que superes ya que paso de ti y que dejes de escribir estupideces de mí en mi blog. Sí, soy mucho más feliz que tú, eso está claro, pero quizá en lugar de intentar minar mi paz para sentirte por encima mío deberías centrar tus energías en mejorar tu vida, que me consta que está bastante patas arriba.

Estoy harta de tener que escribir entradas poniendo a la gente en su sitio, éste es MI espacio, donde cuento MIS cosas para que me lea la gente que me quiere, que afortunadamente, hoy en día son muchos. Acepto las críticas, acepto que la gente no esté deacuerdo con mis opiniones, pero lo que no acepto es que nadie venga a MI espacio a mancharlo con mala energía y con malos sentimientos porque sí, y más aún si es para poner tonterías como las de este último comentario, que no hay por dónde cogerlo. Estoy harta, HARTA de la gente que intenta hacerme daño usando mi espacio para no tener que dar la cara, yo vivo mi vida a mi bola, sin meterme con nadie, disfrutando de mis maravillosas amigas a las que adoro, disfrutando del hombre más increíble del mundo y disfrutando de una hija que es una bendición, así que ¿qué problema tienes conmigo?, DEJA DE ENTRAR EN MI BLOG y supera de una vez que yo estoy muy, muy por encima de ti.

Intentar hacerme daño diciendo que tengo una visión completamente distorsionada de Clint Eastwood es ridículo, tus intentos de mermar mi tranquilidad sólo hacen que seas más patética de lo que ya eras. Olvídate de mí, olvídate de mi blog y dedícate a buscar tus propias motivaciones, no a criticar las de los demás.

Desde luego no se puede caer más bajo...

domingo, 27 de febrero de 2011

Feliz cumpleaños cariño

Y por fin fuimos a materializar mi regalo de cumpleaños para mi amor. Su cara hablaba por sí sola









Me siento feliz cuando le hago feliz :)

martes, 22 de febrero de 2011

Prisioneras en un castillo

En esta empresa no se puede hablar en intimidad muy a menudo. Normalmente me entran llamadas cada 25 segundos, con lo que mientras trabajamos, mi compañera y yo siempre somos constantemente interrumpidas y es muy difícil mantener el hilo de una conversación.

Cuando el teléfono no está sonando, tampoco es un buen momento para charlar de temas profundos, ya que suelen ser las horas en las que la gente está tranquila, después de comer y eso, y con la poca actividad que hay, se te cae un boli y lo oye toda la planta, así que por bajito que dialogues, siempre hay alguien que va al baño, entra por la puerta o se acerca a coger un caramelo que se entera a traición de tu conversación.

Normalmente solíamos dejar las conversaciones delicadas e íntimas para la hora de comer, hasta que pronto nos dimos cuenta de que vayas a la hora que vayas y vayas a la planta que vayas, entre las 13.30 y las 16.00 la cocina siempre está a rebosar de gente apelotonada en la pequeña mesita de cada cocina, con lo que tampoco es el momento idóneo para contar intimidades.


Hoy Bego y yo teníamos un tema pendiente que ha surgido esta mañana entre llamada y llamada y queríamos filosofar sobre él, así que lo hemos aplazado al momento café de después de comer, una vez fuera del bullicio de la cocina, y hemos decidido irnos a las escaleras del edicifio, sentarnos allí y charlar. En una planta 15 no suele haber gente subiendo por las escaleras en lugar de tomar el ascensor, así que hemos pensado que podíamos estar a nuestra bola.

Ahí nos hemos sentado, el cielo de Madrid ante nosotras y el mayor de los silencios de fondo. Hemos hablado de nuestro confidencial asunto largo y tendido, y cuando ha llegado la hora de volver, nos hemos dirigido a la puerta que vuelve al hall de la planta 15, cuando cuál es mi sorpresa al intentar abrir el pomo, que por supuesto está cerrado.

De una manera muy cinematográfica, tiro del pomo varias veces como si no estuviera claro que está cerrado con llave, y cuando Bego y yo hacemos un alterado análisis de la anatomía de la puerta, descubrimos que es una de esas puertas que son sólo de una dirección y necesitas una llave especial para abrirlas desde uno de los dos lados. Adivinen en qué lado nos encontrábamos nosotras.


Subimos apresuradamente un piso por si, casualidades de la vida, ese sistema sólo aplicara a la planta 15. Pero al parecer en la 16 tampoco había manera de salir. Ni en la 17, ni en la 18...

Afortunadamente las dos llevábamos móvil, así que decidimos subir a la 24, nuestra planta, y llamar desde allí a Ana, la compañera que nos sustituye mientras comemos, para que venga a abrirnos desde fuera y no hacerla bajar.

9 pisos después, mientras saco mi móvil a la velocidad que mi perjudicado bazo me permite, oímos depronto unos pasos que vienen de la azotea. La azotea, ese lugar que por todos es sabido que está cerrado a cal y canto y donde no puede entrar absolutamente nadie.

Bego y yo nos miramos con ojos de pánico, y mientras yo tiro inútilmente del pomo de la maldita puerta como si me fuera la vida en ello, Bego se agarra de mi brazo y me dice con un hilo de temblorosa voz: "...tía...que viene alguien de arriba..."

Yo le cojo de la mano, no sé muy bien si para tranquilizarla o para que ella me tranquilice a mí, y los segundos se me hacen eternos hasta que veo bajar un segurata que viene de la azotea, nos ve, se ríe y sin más sigue su camino hacia la planta 23. Bego y yo nos miramos durante un segundo y depronto rompemos las dos a decir prácticamente al unísono: "¡¡espere por favor, ábranos la puerta que no podemos salir!!"

El segurata se nos queda mirando con una sonrisa que deja ver unos dientes verde/amarillos, y mientras se acerca con sus todopoderosas llaves en la mano, suelta una inquietante carcajada y nos dice que desde abajo nos han visto por la cámara dar vueltas por el edificio como un pavo sin cabeza y le han dado el aviso para que suba a liberarnos.

Mientras Begoña y yo nos preguntamos que entónces por qué leches se disponía a pasar de largo, aún recuperando el aire de nuestros afligidos pulmones, según se abre la puerta salimos las dos por patas dejando atrás al hombre de la inquietante sonrisa y atravesamos en una décima de segundo el pequeño pasillo que separa la puerta de las escaleras con la siguiente puerta, que va a parar directamente a la zona VIP de la oficina, la de las secretarias y los jefes de la empresa, previamente desconocida para nosotras, y donde justo en ese momento se encuentran la secetraria del súper director general, tres de las cuatro secretarias de dirección, y con una de ellas, el súper-súper-súper director de la empresa, que hace una pequeña pausa en su dictado, nos mira por encima de sus gafas sin siquiera molestarse en levantar la cabeza y continua con su tarea. La secretaria de los directores (con la que ya compartí una bonita anécdota el día que se me estropeo el teléfono y saltó el nocturno) se queda con cara de "¿¿EEEIIINNN??", y antes de que pueda recuperar el habla y nos diga "¿¿pero vosotras de dónde leches salís??", Bego y yo explotamos en un ataque de risa y nos empujamos la una a la otra para ir hacia nuestro hábitat natural, es decir, la recepción.

Aún no he tenido oportunidad de preguntarle a ningún segurata ni a nadie que lleve mucho tiempo trabajando en la empresa por qué leches la puerta de las escaleras de la planta 24 da directamente a la oficina y no al descansillo como todo el resto de plantas (me imagino), pero la verdad que una vez en mi planta y en mi sitio, me da igual.

Esta empresa está añadiendo mucho material a mi lista de situaciones dantescas, desde luego...

domingo, 20 de febrero de 2011

Tico tico tico...






Lo último que Abril ha aprendido ella solita

miércoles, 16 de febrero de 2011

Capturas

Hoy he hecho limpieza de las fotos que tenía en el móvil y las he pasado al ordenador. Con el móvil no se hacen el mismo tipo de fotos que se hacen con una cámara, porque cuando te llevas la cámara a algún lado ya vas con la predisposición de hacer fotos y estás esperando un buen momento para retratarlo, sin embargo con el móvil ves un momento perfecto y buscas corriendo algo con lo que poder inmortalizando, con lo que las fotos del móvil tienen cierta naturalidad que las hace muy especiales. Con la cámara haces fotos, con el móvil haces capturas.

Éstas son las capturas que más me han hecho reír o me han gustado según se iban descargando. Estoy muy orgullosa de ellas:


¿Te llevo a algún lado?






¡Peace y´all!






Mi amor zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz....................






¿Ein?






Sólo unos días antes...





Un Ewok




Mi sobrinita





A ver qué bonito...






Mis chicos






En el tren de Papá Noel






Felices






¡La cuenta jefe!






Coloreando el mantelito del Vips






Me he sobao






En un bar de hielo






¡Quítame esa cámara!






... cagüedios como vaya...






¡¡Que me quites esa cámara o te meto!!






Tirada en la A-5






Un globo atado al kiki






Mi angelito y yo...






Comiendo un churro






De paseo






Mis chicasssssssssss.............






Haciendo amigas






Madrid a mis pies






Los pies de Madrid






Begui Boo y yo

martes, 15 de febrero de 2011

Completamente rodeada

Mi hija es la cosa más dulce que existe en el mundo...







... y el que no lo quiera ver es un auténtico necio










... como duele que rechacen a lo que una más quiere...

lunes, 14 de febrero de 2011

La vida en Gris Montaigne

Hombres, mujeres, mayores, jóvenes y hasta infantes se quedan admirados ante el color de mis uñas, producto de uno de mis últimos auto-regalos de viernes.

La última colección de maquillaje de Dior es gris, gris montaigne. Y mis dedos también. Por supuesto, ambos en edición limitada: el esmalte y yo.

sábado, 12 de febrero de 2011

O-L-V-Í-D-A-M-E

No sé quién te has creído que eres para atacarme de esa manera en tu blog juzgando mis opiniones, opiniones que ni siquiera he compartido contigo pero tú te tomas la libertad de sentenciar sin ni siquiera saber a qué me refiero.

Me dices que juzgo a las personas encasillándolas, y que de esa forma me pierdo una gran parte de la vida, y sinceramente, estás diciendo una estupidez. Nunca has sabido cómo soy, nunca has sabido si juzgo o no a la gente, porque nunca te has preocupado en intentar conocerme, sin embargo, cuando no llegaba ni a los 18 años se te llenaba la boca diciéndome que soy una fracasada (palabras textuales tuyas) porque me mantenían mis padres.

No entiendo qué he hecho para que quieras atacarme de esta forma. Hace meses que no hablamos y yo jamás he movido un dedo en vuestra contra. ¿De qué te quejas?, eres tú quien pasó las Navidades con mi padre y mis tíos, eres tú quien celebró la Nochevieja con mi madre, yo pasé esos días sola con mi marido, como cualquier otro día del año, ¿así que qué quieres?, ¿todavía te quedan ganas de hacerme más daño?, ¿te parece que no has hecho suficiente? deja de meterte en mi blog para luego juzgar en el tuyo mis opiniones y hablar mal de mí, deja de meterte en mi blog en general como yo dejé de meterme en el tuyo hace tiempo, sólo quería echar un vistazo para ver qué tal estabais y me encuentro con esto, a saber cuántas mentiras más habrás escrito sobre mí.

Ten un poco más de clase y deja de intentar hacerme daño, sólo estoy intentando vivir mi vida ajena a toda la gente que me tiene tanto rencor y parece que es imposible. Vive tu propia vida y madura de una vez, supera ya tus complejos y deja de tener tanto odio, porque aunque tú te montes tu propia película, yo nunca he hecho nada para hacerte daño.

Deja de meterte en mi blog, deja de sentir tanto odio hacia mí y vete a vivir tu nueva vida, no tardarás mucho en darte cuenta de lo que es vivir sin tu familia cerca y entenderás cómo me he sentido yo todo este tiempo gracias a tus artimañas.

jueves, 10 de febrero de 2011

Un cuento de terror

En los últimos meses he conocido a personas muy interesantes. Tengo la manía de ponerme a hablar con todo el mundo, los mensajeros de mi empresa, la que me hace la cera, el de la cafetería a la que voy a diario..., y gracias a mi capacidad de extroversión, he hablado de temas apasionantes con completos desconocidos. En los últimos meses he conocido a una chica que se dedicaba a la acrobacia con telas en Ibiza, también he conocido a una persona cuya madre la abandonó cuando era ella muy chiquitita y ha estado luchando desde entónces, también a una persona que acaba de renacer a sus cuarenta y tantos..., mucha gente con historias cautivadoras que me han aportado una infinita frescura.

Sin embargo, hay una persona cuya historia me ha impresionado especialmente. Una compañera de trabajo me contó en una conversación sobre lo divino y lo humano y sin que viniera muy a cuento algo que me dejó completamente helada.

Su madre murió hace un año, y le pregunté que cómo era ella. Me contó que era muy buena persona, que quería muchísimo a todos sus hijos y que daba la vida por ellos, pero que también su madre era una persona triste, y que había vivido toda su vida con un trauma.

Me contó que ella tuvo un hermano que murió en el hospital al nacer. Durmieron a su madre, le sacaron al bebé y cuando se despertó le dijeron que el bebé había muerto. Cuando ella pidió ver a su hijo, le dijeron que ya lo habían enterrado, pero nunca le dijeron dónde, ni le dieron ningún tipo de certificado de nacimiento, ni tampoco de defunción. Simplemente, el bebé se esfumó.

Su madre vivió toda su vida recordando aquel bebé al que nunca llegó a ver, asegurando que estaba convencida de que su hijo estaba vivo por ahí en alguna otra parte con otra familia, y que se lo robaron sin que ella pudiera hacer nada por evitarlo.



Hace unos meses salió a la luz la noticia de que allá por los años 60 durante el Franquismo hubo una mafia de tráfico de bebés que operaba en la Maternidad de O´Donell. Doctores y monjas de la clínica se dedicaban a dormir a las parturientas para una vez pasado el parto decirles que su bebé había muerto, y se lo vendían a familias que no podían tener hijos por el dinero que en esas épocas costaba una vivienda. Casualmente, en la misma época y en la misma clínica en la que nació el hermano de mi compañera.

La historia me resultó tan escalofriante que en cuanto me puse delante del ordenador me dediqué a buscar noticias relacionadas con el tema, y encontré la página de una fundación para la gente relacionada con ese tema, tanto niños robados como padres que tienen la sospecha de que les robaron a su bebé. El fundador era uno de esos niños, cuyo padre le confesó en su lecho de muerte la verdad, y decidió dedicar su vida a ayudar a otras víctimas de aquel horror.

Leí noticias y vi reportajes, y aquéllo me puso los pelos de punta. Las monjas tenían una foto de un recién nacido muerto en una nevera, sólo por si la madre se empeñaba de verdad en ver a su bebé (pude ver la foto y desearía no haberlo hecho). Salía gente contando su historia, y me impresionó especialmente el relato de una mujer que contaba que ella fue un regalo del médico a una mujer a la que le debía un favor.

No me quiero ni imaginar cómo se sentiría toda esa pobre gente, cómo se siente una persona cuando ya de adulto descubre que sus padres le compraron, arrebatándole su hijo a una familia que le esperaba con ilusión y que no pudo hacer nada por evitarlo. O cómo se sentiría alguien que entra en una sala de partos y sale de allí sin haber visto al bebé al que llevaban 9 meses cultivando con todo su cariño. Sólo de pensar en entrar en el hospital con mi maleta llena de bodies, de pañales y de regalos... y salir de allí sin Abril me pone la piel de gallina.

Me horrorizó la historia de mi compañera, cuya madre, muy lejos de superarlo, vivió toda su vida con la intuición de que le habían robado a su hijo desde mucho antes de que aquellas noticias salieran a la luz hace unos meses, y me propuse ayudarla en lo que pudiera. Mandé un par de emails a la asociación y me puse en contacto con una persona que creó una página de Facebook relacionada con el tema, pero aún no he tenido respuesta y sé que es algo muy complicado, porque puede que su hermano no tenga ni idea de la verdad.

Yo soy madre y puedo entender lo que tuvo que ser para esa mujer morirse sin poder abrazar a su hijo y vivir con la impotencia de que no puedes hacer nada por encontrarle. Sea como sea, haré lo que esté en mi mano, porque ella me dijo que la ilusión de su vida sería reencontrarse con él, así que, si a alguien se le ocurre algo, cualquier propuesta será bienvenida.

Creo que es la historia cercana más horrible que he oído en mi vida, y sólo espero que sea cuando sea, aunque sea en un futuro lejano, pueda tener un final feliz.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Me hago mayor

¿...dónde quedaron aquellos días en los que te levantabas con la hora pegada al culo, te vestías, te peinabas con tus propios dedos y salías pitando de casa sin más...?

domingo, 6 de febrero de 2011

Algunas fotos de el último mes












¡¡Qué preciosidad por favorrrrrrr...........!!

viernes, 4 de febrero de 2011

Riqui riqui riqui

Riqui riqui riqui, riqui riqui riqui...

Cojo la botella de anís del mono y el palito y me pongo a frotarlos, porque hoy mi vida es como una chirigota...

Hoy, en mi cuarto día de trabajo, me toca quedarme sola, sola sola, en la empresa. Es decir, yo, junto con los de seguridad debemos ser las 3 ó 4 personas que no salimos de trabajar a las 3 de la tarde en toda la torre Kio.

Todo el mundo se ha ido a casa a su hora muy preocupado de que quemara la empresa o de que provocara un corte masivo de cableado o algo así, y no han dejado en toda la mañana de darme números de teléfonos móviles asegurándome de que con cualquier cosita, cu-al-qui-er-co-si-ta, les llamara. Y yo pensaba, "¿pero qué va a pasar, si aquí lo único que voy a hacer es el sudoku del diario Metro?".

Después de decirle "adiós, hasta el lunes" a unas 684 personas, me quedo aquí, con mi internet, mi teléfono, mi diario Metro y mi propia soledad. "Voy a llamar a Araceli", me digo, "que también está currando y lo agradecerá". La llamo, y después de estar hablando con ella más de lo que me gustaría que mi jefe supiera, me dedico a hacer mi crucigrama y acto seguido mi sudoku. Después de 20 minutos de darle vueltas al sudoku, decido que algo que requiera tanta paciencia no es para mí, y lo tiro a la basura.

Depronto me digo "¡hombre! ¿cuánto tiempo llevo yo sin ir al baño? ¡voy a darme un paseo hasta allí! por hacer algo, más que nada", y me levanto dispuesta a recorrer los 5 metros que separan mi puesto del baño con tan mala suerte que algo (ni idea de el qué) toco, reiniciando el ordenador y haciendo que se quede en modo Inicio con la típica pantallita de Usuario, Contraseña.

"Mecagüenlaleche... y a mí que me habían entrado ganas de ir al baño. Bueno, no pasa nada, no puedo recibir llamadas en este ordenador, pero siempre puedo activar el otro, que tiene la contraseña en un post-it por aquí en algún lado. Y total, tampoco está llamando nadie..."

Resulta que mi empresa tiene un sistema denominado "nocturno" que se activa cuando ninguno de los dos teléfonos está activo, sonándole la centralita a la súper secretaria del súper jefazo, la cuál es conocida por ser una bruja (¿secretaria de dirección y muy bruja? nooooo...), a todo volúmen.

Por supuesto, con la suerte que tengo, el teléfono empieza a sonar tipo sirena por toda mi torre Kio, y yo buscando el post-it como una idiota por todos lados con las manos temblororsas.

No pasa nada, llamo a mi compañera y le pregunto su contraseña. Pero como era de esperar en un caso como éste, no me coge el teléfono.

El nocturno sonando, yo barajando todos los papeles, post-it, lápices y sacapuntas que me encuentro por medio y mientras tanto dándole a la tecla de Rellamada. Todo esto haciéndome pis.

Llega el momento en el que abandono, y me digo a mí misma que todo esto está fuera de mi mano y que la culpa es de ellos por haberme dejado sola en mi primera semana, así que me siento, dejo que suene el nocturno y me digo a mí misma "bah, si total, nadie se va a enterar...", cuando cuál es mi sorpresa cuando oigo una voz femenina a lo lejos que dice "¡¡joder con el nocturno coño!! ¡¡¿¿dónde está la nueva de recepción!!??", y mientras veo venir a lo lejos a Murphy con su ley bajo el brazo, yo le saludo cual infanta mientras oigo unos pasos de tacones cada vez más cerca.

Titubeo y le digo "eeeehhh... se me ha reiniciado... estoy buscando la contraseña...", y me dice "¡¡esque no para de sonar el nocturno, a ver si lo solucionamos, que yo también me quiero ir a mi casa!!".

Cuando por fin lo soluciono gracias a que mi compañera por fin me coge el teléfono, recibo la primera llamada inmediatamente después del desastre, y cuando descuelgo oigo la cálida voz de mi jefe: "¡¡Patricia!! ¿¿ya lo has solucionado??", por supuesto la última persona que me apetece que me llame es él, ya que habría preferido que no se enterara, pero dando por hecho que la bruja se lo iba a contar, hasta me alegro de oírle para poder darle las explicaciones pertinentes. "Noo, osea síii, esque.... no sé qué he hecho pero... ya está todo bien", y a su dulce manera me dice "esque me ha llamado la secretaria del director y me ha dicho que habías roto algo..."

Da gusto que la comprendan a una.


Riqui riqui riqui, riqui riqui riqui... hoy mi vida es una chirigota...

martes, 1 de febrero de 2011

Desde la oficina

Hoy es mi primer día de trabajo y acabo de conocer a Ángel Nieto.




Ya queda menos para Jon Bon Jovi...
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