jueves, 30 de mayo de 2013

10 cosas que me gustaría haber sabido antes de empezar a bloguear

Tener un blog es maravilloso. Es agradecido, reconfortante, satisfactorio y relajante. Es como un bebé al que ves crecer orgullosa de tus méritos. Le ves nacer, le ves crecer, le ves cambiar, adaptarse cada vez más a lo que tú vas haciendo de él...

Pero como todo en esta vida, tener un blog también tiene una cara oculta, con sus cosas malas y frustrantes.

Éstas son 10 cosas que me gustaría haber sabido antes de crear mi primer blog:


- La inspiración es traicionera. Pueden pasar días, semanas o incluso meses sin que te apetezca escribir, y eso no puede ser. Si hay algo que nos molesta a los blogueros y lectores es un blog abandonado, y 7 de cada 10 blogs que leo desde hace años acaba por morir solito ante mis ojos, que me sigo metiendo religiosamente como una ilusa en blogs que no se actualizan desde febrero del 2012.
Escribir en un arranque de inspiración es como dejar que tus dedos hablen solos a la velocidad de la luz, pero intentar escribir cuando estás en blanco es la mayor tortura a la que puedes someter a tus neuronas, pero dejar tu blog en blanco durante meses es algo que los blogueros definitivamente no queremos que ocurra. La inspiración es muy, muy traicionera, y crear un blog es un compromiso con uno mismo y con sus seguidores.


- Escribir un blog es la experiencia más parecida a ser una celebrity que algunos nos podemos permitir. Depronto recibimos emails de gente que no conocemos de nada confesándonos que nos leen desde hace años y que admiran nuestro trabajo, o comentarios de gente de nuestro pasado a la que dábamos por perdida contándonos que nos sigue y que le encanta saber de nuestra vida a través de nuestras letras.
Pero eso sí, al igual que les pasa a los famosos, también tenemos gente juzgando lo que hacemos, lo que decimos, lo que contamos, lo que no contamos, lo que compartimos o lo que opinamos. Y eso NO es guay en absoluto...


- Los trolls. Oh los trolls. Yo tengo la mía particular y en mi caso sé quién es, cómo se llama, dónde vive y cuántas veces entra en mi blog al día por mucho que trate de despistarme. Sé hasta sus motivos para odiarme. Pero también tengo trolls aleatorios que entran en mi blog de forma casual (tengo un controlador de visitas que me cotillea mucha, mucha información) que me dejan comentarios tan bonitos como "sufres problemas mentales, verdad?". Todo ese amor hay rodando por la web, y ya sabemos que el más absoluto de los anonimatos da pie a que la gente haga lo que su falta de privacidad no les permite, y si llegan a mi blog porque han googleado "Scarlett Johansson" y se encuentra con una entrada en la que yo expongo que no me gusta Scarlett Johansson... pues te digo que estás loca y me quedo tan ancho, que para eso soy un troll y nadie sabe quién soy. La libertad de expresión en su estado más puro criticando mi propia libertad de expresión.


- Con los años nuestra escritura va cambiando y vamos encontrando nuestro estilo, así que a veces miramos hacia atrás y leemos antiguas entradas donde todavía no estábamos bajo la presión de que nos lee mucha gente y nos encontramos con frases inconexas, diferencias en la forma de escribir con la forma actual o tonterías varias que demuestran que vamos cambiando con los años. Y es como cuando ves esas fotos de graduación de Cameron Díaz o Kurt Cobain y piensas "oh dios..."...


- Hay muchísima gente que te lee, te comenta, te felicita y no se avergüenza de ser asiduo de tu espacio. Sin embargo, hay mucha, mucha gente que te lee religiosamente pero jamás jamás te lo va a reconocer. Gracias, una vez más, al controlador de visitas le ponemos cara a esa gente, y es muy divertido contarles algo que ya has comentado en tu blog y que sabes que han visto y ver cómo se hacen los sorprendidos. Es gracioso que se crean más listos que tú cotilleando tu vida sin que lo sepas, cuando en realidad la tortilla se da la vuelta al ser tú la que les cotillea a ellos cotillearte sin que sean conscientes. La gran paradoja de vivir...


- A veces te documentas, buscas fotos, te curras una entrada durante días creyendo que va a ser épica y no tiene ninguna repercusión, y luego escribes una chorrada sobre un pequeño incidente en la ofi y resulta que a todo el mundo le encanta y se hace una de tus entradas más populares.


- Hay veces que escribes una entrada increíble que te encanta. Con el paso de los años tienes muchísimos lectores más, y da una rabia tremenda haber escrito algo tan bueno cuando nadie estaba ahí para verlo.


- Mi controlador de visitas me chismorrea las búsquedas a través de las que la gente llega hasta mi blog, y en serio, hay cosas realmente gore desde los países más pobres. Siempre que veo que alguien ha llegado a mi espacio desde Méjico me echo a temblar.  
"Follando el filete a dos super gordas", "me cogí a una vieja viuda" o "me meto al cuarto de mi hijastra y me la cojo" son sólo algunas de las búsquedas de los últimos días. Encantador...


- Hay gente, mucha, mucha, mucha gente que te va a criticar. Ya hemos hablado de los trolls, que se expresan desde las sombras, pero hay muchísima gente que te va a decir que les parece fatal que cuentes lo que cuentas o que pongas fotos de tus hijos.
Yo soy de la teoría de que si un pederasta se va a emocionar con mis hijos, lo va a hacer viéndoles por la calle si quiere, no por que yo ponga fotos de mis hijos estoy animando a la gente a que haga un mal uso de ellas, pero la gente es muy pesada con la privacidad de la imagen de los niños, así que muy a menudo vendrá gente a decirte que haces mal, que haces muy mal haciendo lo que haces, contando tu vida y mostrando tu intimidad a golpe de click. La gente no tiene ni idea de que tú sólo escribes y compartes lo que tú quieres, tu blog no es una llave a tu cabeza ni a tus sentimientos, pero da igual, vendrán a decirte que tu manera de expresar es mala, muy mala.


- Ver que bastante a menudo entra gente en tu blog porque ha googleado tu nombre es verdaderamente friki. Patricias Bueltas sólo estoy yo en este mundo y una tía en Alemania, así que si alguien me busca desde España es porque me busca a mí, no hay más vuelta.
Es realmente siniestro...



lunes, 27 de mayo de 2013

Boys, boys, boys...

Desde que escribo tan poquito me doy cuenta de que sólo escribo sobre temas que están mega de actualidad en mi cabeza, que me preocupan un montón, que son súper intensos y que tengo muchísimo que filosofar sobre ellos.

Bien, eso está muy bien.

Pero el caso es que a mí mis entradas superficiales con mis listas y mis cosas pues también me llenaba mucho escribirlas, así que hasta aquí hemos llegado... hoy en Voy a contarte un secreto...


HOMBRES QUE ME PONEN MIL:


 Jon Hamm

Qué mejor hombre en el mundo para abrir esta lista que Don Draper. Sí, lo sé, habéis suspirado todas, no lo neguéis.




Ya hablé de él aquí en su día, pero esque me sigue pareciendo el colmo de los hombres atractivos del mundo. Jon Hamm transmite bondad, sensibilidad y simpatía sin perder ni un ápice de sexydad. Vamos, que Jon es de los que se pegan toda la tarde sujetándote la caja de Kleenex y escuchándote mientras te desahogas de tus problemas y después te lleva en volandas al cuarto y te empotra contra la cómoda. Y fijo que después se levanta y te hace un Cola Cao.




Jon es amor, está enamoradísimo de su mujer y eso nos encanta.. Jon for president.


Tom Selleck


Qué queréis que os diga, a mí Tom me parece el hombre masculino por excelencia. Es de esos hombres que si se depilara el pecho perdería el 80% de su encanto, porque es un hombre HOMBRE.Vamos, que toda su esencia grita "te fecundo con mirarte", y si eso no es masculinidad, que baje Dios y lo vea...






 Ewan McGregor



¿Se puede ser más encantador? ya os lo digo yo: no.

Ewan está envejeciendo de maravilla y no se ha dejado llevar por el gimnasio ni por las súper producciones, y eso que tiene más de una a sus espaldas, pero Ewan es tan elegante que dejó que Nicole Kidman se llevara todos los méritos cuando ella es pura mentira de bisturí y canta susurrando (así yo también canto guachi) y él es todo garganta y amor en general.


Por si alguien no ha visto nunca una película de Ewan en versión original (ya les vale), les recomiendo que lo hagan, y después de escuchar su voz me cuentan si no es el hombre más dulce y divertido del mundo. Y encima hace cosas súper chachis como recorrerse el continente en moto o irse al culo del mundo a ayudar a unos osos.

Larga vida a Ewan.


Justin Timberlake



Sí, lo sé, Justin representa todo lo que a mí no me gusta nada de nada en un hombre. No es nada masculino, cuida "demasiado" su imagen y con ver sus fotos ya te llega su olor a perfume pretencioso y carísimo de hombre. Vamos, que te lo imaginas robándole las pinzas de depilar a Jessica Biel o poniéndose mascarillas de yogur. Y eso es un NO para mí.


Pero en fin, todas tenemos nuestras debilidades y Justino es de esos hombres que hace que un jerseycito básico de Zara le luzca como si fuera un Dior. Además reconozco que su forma de vestir puede conmigo, y no hay nada más excitante en el mundo que un hombre que te gusta como viste.






Deberían hacer un libro de texto con todos los looks de este joven y hacérselo empollar a la mayoría de hombres que yo conozco. Ay cuánto cambiarían las cosas si fuerais a vuestra primera cita vestidos así, chicos...





Bruce Springsteen




Sí, tengo un algo con los hombres mil veces más mayores que yo. Supongo que es su experiencia, esa mirada de "yo te enseñaría todo lo que necesitas saber sobre la vida", esa manera de coger la guitarra como si fuera una extensión de sí mismo, pero recuerdo que un día estaba en un bar de conciertos, mire hacia la tele y le vi, sin sonido, cerquita del micrófono y con la vena hinchada de estar dándolo todo en el escenario, y me recorrió un gusanillo de sexydad que todavía me dura cada vez que le veo.



Bruce es un hombre de verdad, de los que te arrancan la ropa en la cocina y con los años se sientan a ver crecer a tus nietos. Y además escribió The river, ¿se puede pedir más...?



Ryan Gosling




Sí, es el chico de moda, vale. Pero esque por favor, P-O-R F-A-V-O-R-R-R-R....


Me da igual que en todas las fotos del mundo salgas con el mismo gesto porque te tienes estudiada tu mirada de "oh yeah, baby...", me da igual, me da mucho igual, eres el Noah de El diario de Noah y has provocado que todas las mujeres del mundo queramos cogernos una pulmonía mientras nos quitan la ropa salvajemente bajo la lluvia. Y encima que fuerais pareja en la vida real nos hace pensar que luego en casa la pasión era la misma.



Estoy muy a favor de que Ryan esté tan de moda como novio oficial de América ahora mismo, las que le seguimos de cerca sabemos que no se corta un pelo en hacer papeles de lerdo con una especie de síndrome de Asperger y con un look a lo años 70 nada favorecedor, después va y se quita la camisa delante de Emma Stone riéndose de su propia sexydad y se nos olvida todo. Vamos, que me lo imagino sin camiseta siendo el camarero que viene a mi hamaca a traerme mis mojitos en mi isla desierta particular y como que me cuadra la fantasía, me encaja perfectamente.

Seguro que hay alguna pensando "pues a mí no me pone". Desde ya: no me lo creo...



Jon Bon Jovi



Qué mejor hombre para terminar mi lista que mi favorito entre los favoritos de mi vida. Sí, lo sé, es viejo, sí, lo sé, está arrugado, sí, lo sé, se tiñe el pelo. Pero Jon no está venido a menos en absoluto y ha llevado los años con muchísima dignidad, y no todos los rockeros pueden decir lo mismo...



En su cara se intuye una vida plenamente vivida y disfrutada, y si no puedes ver lo interesante que es eso, sal de mi blog ahora mismo. Jon es sexydad absoluta, y si no os gusta, mejor, todito para mí.

viernes, 24 de mayo de 2013

Vuelta a empezar

Ya lo sé. Ya sé que esta entrada no dice nada nuevo. Ya sé que he hablado de ello millones de veces. De hecho hablo de lo mismo aquí o aquí. Pero esque según pasa el tiempo voy flipando más y más y más con cómo la gente asume su paternidad como algo a tiempo completo y de manera totalmente exclusiva.
Puede conmigo, de verdad que puede conmigo.

Eric acaba de empezar la guardería, y la verdad es que yo pensaba que me acordaba de lo pesadas que eran las profes contándote cada pequeña cosita que ha hecho, cuánto ha dormido, los pises que ha hecho, si ha vomitado (ah no, que mi niño no vomita, mi niño "regurgita"), si ha estado contento, si ha estado serio, si se ha hecho "cacota" (diossss... cada vez que alguien dice "cacota" me da un calambre en el píloro...), si los demás niños le han hecho caso, si ha estado en la cuna, en el balancín, en la trona..., en fin, que yo pensaba que me acordaba de eso, pero lo que en realidad se me había olvidado es lo TOSTÓN que son las madres cuando dejan al niño por la mañana y cuando lo recogen.

Cuando llegan por la mañana le cuentan a la profe si ha cagado, si ha dormido bien, si se "regurgitó"... y cuando llegan por la tarde les preguntan cada pequeño detalle, ¿ha estado bien? ¿ha dormido? ¿ha hecho "cacota"? ¿pero seguro que ha estado contento? ¿y ha querido la papilla? no esque como ayer no la quiso..... ¡pero por favor que son bebés por diosss!, un día tendrá hambre, otro día tendrá menos, un día tendrá ganas de echarse una siesta de las que rompen la cuna y otros días les apetecerá echarse unas risas con el resto de bebés, ¿en qué cambia exactamente que te den el parte de todo lo que hace? ¡si además tenemos todos una agendita muy mona donde las profes apuntan absolutamente todo con detalle!.

No sé, será yo que soy rara, pero para mí un bebé es un bebé. Claro que sí, que es una personita, es un pequeño ser con sus días buenos y sus días malos, pero a ver, si la ha liado de alguna manera porque ha vomitado hasta la leche materna o algo del estilo, tranquila que te lo van a decir según entres por la puerta.Es más, seguramente te llamen por teléfono para contártelo. No sé, no entiendo esa sobre protección, los niños están cuidadísimos allí, las chicas que les cuidan son estupendas y van a cuidar de tu bebé sin hacer ninguna otra cosa, sin hablar por el móvil, sin ir al baño y dejarles solos, sin ponerse a leer una revista... no me entra en la cabeza esa obsesión por controlarlo todo.

Claro, luego todo el mundo me pregunta... "¿¡y Eric qué tal la guarde!?", pues la guarde bien, a ver, que viene de estar todos los días durante 3 meses con 150 personas turnándoselo para tenerlo en brazos, ¿le va a intimidar ahora un grupito de bebés?, pues no, yo llegué allí el primer día, le dije "hala hijo, que hoy te vas con esta señora", y él dijo "pues muy bien, pues hoy con ésta", y tan contento, si tiene 4 meses leches, ¿qué va a opinar él al respecto?.

Lo último que he notado, no sé si es por temas de crisis y de paro, es que ahora hay muchos más papás que mamás, al menos a las horas que yo voy, lo veo tanto en el cole como en la guarde, y qué quieren que les diga, casi me parecen peores. Esta mañana había uno que, de verdad, esque me pone enferma la gente así...:  

Papá: ¡Adiós hijo, adiós adiós!

Profe: ¡Vamos a decirle adiós a papi! ¡¡adiós papiiii!!

Papá: ¡Adióooos!

Profe: ¡Adiós, hasta la tarde!

(bebé pasando millas, por supuesto)  

Papá: ¡¡Adiós Gonzalito, adiós hijo, adiós adiós!!

(bebé jugando con camión)  

Papá: ¡¡Gonzalito hijo, a ver cómo le dices adiós a papá con la manita!! ¡¡mira, mira hijo, así!!

(bebé mira a papá y le hace adiós con la manita mientras sigue con su camión)  

Papá: ¡¡Muy bien hijo, adióoos, adiós hijo!!

(bebé que sigue pasando millas de su padre)  

Papá: ¡¡Pórtate bien ¿¿eh??, no llores!! ¡no llores que papi viene luego a buscarte ¿eh?!

Profe: ¡Uy no no papá, si soy muy mayor ya y no lloro!

(bebé pasando mil)  

Papá: ¡¡Bueno hijo, adiós!! ¡¡¡un beso, dame un beso!!!

(va y se come a besos al bebé, que pasa mil)  

Papá (a la profe): ay esque si no le doy un beso... esque se pone...

Profe: Sí sí claro...

 Papá: ¡¡Hala hijo, adiós!!

Profe: Adiós papiiiii....  

Papá (a la profe): Bueno, pues nada, luego vengo, sobre las 4 vuelvo a por él...

Profe: Muy bien. Vamos como todos los días...  

Papá: Sí sí, como todos los días. No pero que lo digo... no sé bueno, por si me retrasaba o algo. Bueno que a la tarde vengo. ¡¡Adiós hijo!! ¡¡¡Adiós!!!



¡¡¡POR FAVOR PEREZÓN!!! ¡¡Pero tío que te vayas ya y dejes al crío jugar tranquilo por dios, que le vas a crear un trauma de padre coñazo!! y luego son los niños los que supuestamente tienen ansiedad por separación, ¿¿pero cómo no la van a tener si les estás metiendo eso en la cabeza?? ¡¡lo que no entiendo es cómo no les entra la ansiedad por cercanía, vamos si llego yo a tener una madre así me da un chungo!!.


No sé, son reflexiones que me hago muy a menudo desde que tuve a mi hija, pero esque no entiendo esa pérdida total de autonomía cuando tienes hijos, esa falta absoluta de individualidad como persona. No sé, no creo que nadie pueda decir que yo no quiero a mis hijos o que paso de ellos, pero por algún motivo a mí me sigue gustando hacer las mismas cosas que hacía antes de ser madre y no estoy obsesionada con ellos como única tarea que ejerzo en el día, no sé, pintarme las uñas, ver una peli con mi marido, tomarme un café con mis amigas o cosas así, no le veo la relación a tener hijos y que te deje de molar tu antigua vida para que ahora sólo te guste cantar "el cocherito leré", enseñar a tu niño a hacer los cinco lobitos durante horas día tras día y tener el Clan TV todo el santo día de fondo. Vamos, que me acaban de añadir a un grupo de WhatsApp que tienen todas las mamás del cole y de unas 20 personas sólo hay 2 que en su foto de perfil salgan ellas solas. O sale una foto de toda la familia, o directamente su foto de perfil es una foto de sus hijos, no vaya a ser que si no pones una foto de tus niños la gente piense que eres una madre horrible y que no les quieres. No sé, yo respeto mucho eso, que la gente ponga de foto de perfil lo que le salga del pie, una foto de su bebé o de su perro o de un oso panda si le da la gana, pero esque no me identifico en absoluto con eso, de verdad, yo sigo siendo Patricia más que nunca en mi vida, no lo pillo.

En fin, que si las madres de colegio son pesadas y monotemáticas, pues las de guardería ya ni te cuento. Se me había olvidado, y ahora vuelta a empezar...

martes, 14 de mayo de 2013

Familia Buelta. Buelta con B de Barcelona

Mi padre es una persona en la que, la verdad, no pienso mucho. Hace mucho tiempo me dijo que no le llamara más, nunca nunca más, así mi llamada fuera la única que tengo desde la cárcel o me estuviera quemando a lo bonzo, nada, nunca, no me llames y punto. Con lo que tuve mi proceso, pero ante algo tan radical pues poco le queda a una que intentar, así que ahí quedó mi padre, en el pasado.

Sin embargo, todos los años por su cumpleaños me acuerdo mucho de él. Hay años que me vengo acordando desde dos semanas atrás que se acerca su día y otros, como éste, en el que depronto digo "¡hombre, pero si es casi día16!", y me lo imagino ahí, deprimido por cumplir años, con su novia haciéndole un regalo carísimo como sólo las personas que se quejan de su mierda de sueldo de 2.000 euros pueden hacer. Con mi hermano comprándole alguna gilipollez de las que le gustan a mi hermano pero que a mi padre se la pelan trillones, tipo un muñeco del Motorista Fantasma o un diploma al mejor motero. Con mi cuñada intentando prepararle alguna sorpresa sin darse cuenta de que mi padre la primera y última vez que sintió emoción por algo en su vida fue cuando el Madrid ganó la séptima copa de Europa y que en el fondo todo le da igual, hasta él mismo se da igual.

Me lo imagino y me resulta decadente, la verdad. Es curioso cómo a veces las cosas cuando las vivimos desde fuera las vemos con una claridad pasmosa, y la verdad es que, aunque siempre he sabido que mi familia paterna era lo peor, pues yo les vivía y les disfrutaba como tíos míos que eran, pero reconozco que en el fondo siempre he sabido que eran todos unos frígidos emocionales de la muerte.


Resulta que mi abuela se quedó viuda con cuatro hijos, el más pequeño (mi padre) tenía la edad que tiene Eric ahora. Marronazo, marronazo horrible. Y el trauma debió ser tan fuerte que cogió y se hizo de piedra, de piedra absoluta, como una coraza para no sufrir. Mandó a cada hijo a un punto de España a un internado y ya está. Con lo que la infancia de mi padre y sus hermanos pues fue bastante triste. Para empezar por haberse criado sin esa figura paterna que todos necesitamos, para seguir sin poder estar cerca de la poquita familia que tienes que son tus hermanos, y para terminar por tener una madre que es lo menos amoroso y maternal que existe.

Mi abuela siempre ha sido para mí una persona de lo más lo peor. Nunca ha querido que la llamemos abuela, siempre la hemos llamado por su nombre, la veíamos una vez al año, el día de Navidad, y jamás de los jamases ha llamado para felicitar un cumpleaños ni nada por el estilo.

Con mis tíos he tenido mucha más relación. De pequeña me crié viendo cada fin de semana a uno de ellos, mi tío Manolo, que vivía en Madrid, y al que vivía en Santander le quería con locura y cuando venía en Navidades toda mi obsesión era pasar tiempo con mi tío Luis. Luego estaba mi tío Ángel, que era más raro que un pelocho, y ése nunca estuvo muy cercano a la familia, pero con mis otros tíos me sobraba para ser feliz con mi familia.

Pero el tiempo pasó y me fui haciendo mayor. La familia se fue desestructurando, mis padres se divorciaron, mi tío Manolo también, y yo empecé a darme cuenta de los valores que había en mi familia. Valores o más bien la falta de ellos.

Poco a poco me fui dando cuenta de que la imagen que se iban haciendo de mí con los años difería bastante de la realidad. Me resultaba curioso ver como gente que me había criado podía tener un concepto de mí tan distinto a lo que yo sabía que era, pero es lo que pasa cuando la gente juzga sin opción a cambiar de opinión. Vamos, que no me extrañaría que dijeran de mí que tengo los ojos verdes océano, porque desde luego no intentaron indagar en lo que realmente soy en absoluto.

El hecho de que llevara faldas, tuviera curvas (no elegidas), me echara novio y me fuera mal en los estudios para ellos era una clarísima regla de tres de que iba a ser una bala perdida que limpiaría escaleras, acabaría en las drogas y con cinco hijos de cinco padres distintos con 22 años. No es broma, hablo en serio. No es que me sermonearan, no es que se echaran las manos a la cabeza, no es que intentaran ayudarme a ir por el camino recto de la vida: esto era así y éste era mi destino. Punto.

Mi abuela, por la época en que vivió y por su personalidad racista-clasista-homófoba-machista (mi otra abuela vivió la misma época y es puro amor, así que apartemos el franquismo como responsable) pues era de ese tipo de personas a las que una persona sin carrera universitaria no le merece ningún respeto, pero cuidado, carreras como periodismo, filología, historia o audiovisuales eran dignas del más sucio de los perro flautas. Letras, caca, ciencias, te llamo de usted. No os digo más que para su asistenta de toda la vida, mis tíos y mi padre se llaman Ángel, Manolo, Ricardo y Don Luis. Adivinad cuál de ellos es el médico.

Total, que mi abuela, en su pequeño esfuerzo por ser una abuela, lo único que hacía por nosotros aparte de un cordero que te mueres una vez al año era darnos un aguinaldo que nos pasábamos todo el año esperando. Nos daba 5.000 calas en un billete que con 10 años imagínate lo que cundían. El problema era que cuando nosotros pensábamos en mi abuela, lo único que veíamos era un billete con patas. Vamos, que el año que entró el euro nos lo pasamos enterito todos los nietos con sudores fríos porque no sabíamos si nos iba a dar 30 euros o un billete de 50. Cayeron 30,05 leuros, algo muy mi abuela.

Así que ésa era mi abuela para mí, una persona que no significaba absolutamente nada, pero que lejos de pasar sin pena ni gloria por mi vida, lo único que me aportaba era la lección errónea de que la Navidad significa dinero, distorsionando así el sentido entrañable de las fiestas, algo que desde luego es radicalmente lo opuesto a lo que yo quiero transmitirle a mis hijos.

Así que un día cogí, dije que me casaba, todo el mundo se alegró mucho (yupi, por fin Patricia se ha enderezado y ha dejado el alcoholismo y la prostitución atrás), yo te hago las fotos, mi novia te maquilla, qué chachi todo, tu prima va a ser tu madrina, tu abuela te va a dar dinerito del bueno para tu viaje, bla bla bla bla... y depronto... "¡ah! que viene esta persona a tu boda? ¿que las has invitado?? ¡¡pero qué te has creído!! ERES TONTA!!". Y adiós muy buenas. Cuatro años después, no les he vuelto a ver. A ninguno. Así, sin más. Porque invité a la que fue novia de mi tío durante 13 años y aún hoy en día mejor amiga de mi madre que me crió y me llevó al cole durante años y que nunca jamás he perdido relación con ella y la he considerado siempre de mi familia. Ea, por invitarla me quedé sin familia para siempre y ni miraron para atrás. Eso sí, cuando nació mi hija mi abuela se hizo la víctima llorándole a toda la familia porque oh, horror, no conocía a su bisnieta, ¡oh su querida bisnieta del alma que la malvada de su nieta no le dejaba conocer!. Tanto mi hermano como mi cuñada como mi padre me dijeron que por favor le dejara conocerla que la pobre mujer estaba sufriendo a morirrrr con mucho dolor, y claro, yo les dije que si quería conocer a su bisnieta que muy bien, pero que me llamara a MÍ, que diera la cara y me diera una explicación de por qué no había venido a mi boda sin decirme nada, simplemente transmitiendo el mensaje a través de mi padre. Pero esa llamada nunca llegó, claro. Pobre mujer, que se morirá sin conocer a su bisnieta de su amorrr... qué pena siento por ella...



Así que cada 16 de mayo me acuerdo de todas estas cosas, me acuerdo de lo decadentes que son mis raíces por ese lado y doy gracias al cielo por que la balanza pesa mil kilos más por el otro lado, donde mis abuelos maternos me enseñaron lo que es el amor, el respeto, la confianza en uno mismo y la aceptación, el orgullo y la admiración hacia tus hijos por ser ellos mismos.

Cada año el día después de San Isidro me acuerdo de mi padre. Y pienso que le queda un año menos para morirse solo, Solo solo solo, tal como él ha elegido...







jueves, 9 de mayo de 2013

El Mr. Bean que llevo en mí

Ya he comentado varias veces que tengo una estrecha relación con Mr. Bean y todo lo que signifique ir montando el número por la vida y hacerme famosa allá por donde voy, sobre todo si puede ser de forma que la gente acabe descojonándose de mí.

Bien.

Pues esto de aparcar la vida de maruja casa-cole cole-casa y salir a la calle de nuevo ha hecho que vuelva a mi antigua rutina de ir dando la nota, y a lo largo de estos meses de curso, como no podía ser de otra manera, he ido recopilando experiencias que irán directitas a mis memorias cuando escriba mi libro sobre cómo hacer que tu sueño de pasar desapercibida se evapore cada día.

Ahí van algunas experiencias recientes:


- Ocho y media de la mañana. ¿Dormida yo? noooo... si yo ya llevo encima siete visitas al cuarto de mi hija para despertarla, un Cola Cao, un biberón, unas galletas, un cambio de vestuario porque, como de costumbre, el Cola Cao ha ido a parar a la camiseta de mi hija, un cambio de pañal, un pasar la fregona para limpiar un pis del perro, una ducha, un maquillaje, un secado de pelo, una mochila con toda la comida del peque y un viaje al cole... ¿dormida yo? para nada...

Pero por si acaso me aburro con todo eso, decido que voy bien de tiempo y que voy a pasar por la gasolinera, la cual como siempre a estas horas, está hasta arriba.
Me espero a que quede algún surtidor libre, aparco, me bajo, voy a la tiendita y pago mis 10 euros de diesel. Me vuelvo a mi coche, me monto, vuelvo a poner la radio y alegremente cantando, cojo las de villadiego y me piro.

La la la laaaa me voy para mi cursoooo....

DIN DIN DING!!! (megafonía) ¡¡SEÑORA QUE NO HA ECHADO GASOLINAAAA!!

Ufff, y la gasolinera hasta arriba de gente. Mierda...


- Primeros días de primavera. ¿Cuánto hace que no me pongo yo una falda? ¿¿desde septiembre?? ¡¡no puede serrr... qué mejor momento que éste para desempolvar mi preciosa mini falda negra que tiene un montón de vuelo y que taaanto me favorece!!.
Una de la tarde. Salgo del curso y me dirijo a mi coche. Con el carro, con mi bolso, con la bolsa de los biberones. Saco al bebé del carro y me dispongo a meterlo en su sillita, cuando depronto llega una suave brisa primaveral y se mete por debajo de mi preciosa falda negra con mucho vuelo que tanto me favorece, y claro... ¿qué hace mi falda? pues bailar con el viento, faltaba más:

SE ME LEVANTA LA FALDA MIENTRAS YO TENGO TODO EL CUERPO DENTRO DEL COCHE MENOS MI CULO, QUE LO TENGO EN POMPA DE CARA A LA CALLE.
 
No pasa nada Patricia, no pasa nada, ésta es una calle poco transitada, vamos a rezarle a Dios por que este momento tan glamouroso haya pasado sin pena ni gloria por nuestras vidas y nadie me haya visto las bragas por culpa de este invento de Satán que llevo puesto hoy.
Así que me pongo mentalmente a hablar con Dios y a hacer tratos con él si nadie me ha visto el culo, pero Dios en ese momento debía estar en las islas Fiyi reconstruyendo el terremoto que había provocado el día anterior, porque no me hizo ni caso: a mis espaldas, dos caballeros elegantemente vestidos con un mono de trabajo de esos azules me miran fijamente con medio sonrisa de lado. SÍ, estaban mirando, SÍ, les he alegrado el día, SÍ, quieren que lo sepa. NO, no podían ser dos marujas, dos adolescentes, dos ejecutivos o dos turistas japoneses, NO, tenían que ser nada menos que dos obreros, que seguramente en la comida se tomaran un par de tintos a la salud de Murphy y de su preciosa ley que tanto me quieren...


- Torrejón de Ardoz, bonito pueblo donde los de Paracuellos tenemos que ir a hacer nuestros trámites oficiales.
Me voy con tiempo porque tengo que encontrar antes de mi cita una papelería, locutorio o establecimiento donde me puedan hacer una fotocopia del DNI, pero resulta que lo resuelvo antes de lo que esperaba (después de que una amable paisana me recomiende tirar por la calle "del Javi" para que me hagan la fotocopia... cosas de los pueblos, mire usté) y decido, como está mandao, desayunar.

Me doy un paseo con mi carrito buscando un bonito lugar donde pasar la próxima hora y media de mi vida. Aquí todos los sitios son bares de viejos y yo no he traído mi boina, pero en fin, es lo que hay, me meto en un bareto y me pido unos churros.

Saco mi chiringuito diario, esto es: Ipad, móvil, biberón, agua para el biberón, leche en polvo, toallitas y cartera para pagar. A esto le sumamos un café más los churros, y lo ponemos todo ahí esparcidito en mi mesa, mis dos metros cuadrados básicos para sobrevivir.

Preparo bibe, le doy bibe al enano, se deja la mitad porque se dedica a echarle sonrisas arrebatadoras a dos señoras de la cuarta edad que me cuentan cada biberón que le dieron a sus hijos hace cincuenta años. Dejo bibe en la mesa y cojo toallitas para limpiar al enano. Me suena el wassap, y ya saben ustedes la enfermedad que yo tengo con las tecnologías, que tiene que ser un aquí y ahora, como si se fuera a evaporar el mensaje o algo. Cojo el móvil y me pongo a mirarlo mientras con la otra mano acerco la toallita a la boca del bebé dando palos de ciego mientras respondo al mensaje haciendo aspavientos con la toallita delante de su cara (me imagino), cuando depronto mi burbuja tecnológica es interrumpida por la alarma de las dos señoras, que me indican con mucha angustia que el niño se ha vomitado encima. Yo me alarmo tanto que doy un respingo, y al lanzar la mano para coger más toallitas tiro el café, que por suerte no queda demasiado, pero eso hace que las señoras alcen aún más la voz y me ayuden mucho mucho diciendo "¡ay cuidado hija! ¡ay espera! ¡ay que se ha caído!", mientras una avisa al camarero para que traiga una balleta, que viene raudo y veloz ante la llamada de código rojo de las señoras mientras mi hijo, agobiado por la que se ha liado en un momento con todo el mundo más nervioso de la cuenta, se pone a llorar así como sólo mi hijo sabe, lo que hace que las señoras se pongan aún más nerviosas y una de ellas se lance a por mis toallitas así con la eficacia que la artrosis múltiple te permite y me ponga todo el brazo en la cara, y yo no sé si ustedes lo saben, pero yo lo de que invadan mi espacio vital sin mi permiso es una de las cosas que más me desquician en este mundo, con lo que, con un brazo de señora a dos centímetros de mi nariz, un señor levantando mi Ipad, mi movil, mi bolso y mi mochilita de los biberones para pasar la balleta y un bebé dando berridos, yo llego al tope de mi estrés y levanto la voz diciendo:

"GRACIAS GRACIAS SEÑORA, DE VERDAD, YA LO LIMPIO YO, GRACIAS"

"Ay hija que se ha manchado el niño..."

"GRACIAS, DE VERDAD, GRACIAS"


Las señoras se marchan, seguramente pensando "maldita juventud". El camarero vuelve a su barra, seguramente pensando "jodó qué borde con la pobre Herminia" . La gente sigue con su café después de haber observado atentamente la escenita, seguramente pensando "la que ha liao la tonta ésta con el crío...". Yo limpio al bebé y le cojo. Se calla. Vuelve a reinar la paz. Es sí, una vez más montando el número allá donde voy, faltaba más...


- Visita al Mercadona sola con los dos niños. Esto promete.
Cojo uno de esos carros con cestito para bebés y monto a cada criatura en su compartimento. Por supuesto con un capazo de bebé enfrente no veo un carajo lo que tengo delante, con lo que voy mirando las cosas de medio lado sin ver las trampas que pone la gente en el Mercadona dejando sus cestitas ahí abandonadas de la mano de dios, que la verdad es que no entiendo yo mucho que vayas a hacer la compra, te cojas una cesta de esas de arrastrar y te la dejes por ahí desamparada, no sé, llévala contigo ¿no?, para que me entorpezca a mí la vida pues que te entorpezca a ti la tuya, que para eso es tu cesta leches, qué hace la gente, ¿¿va al pasillo que toque, coge lo que necesite, se vuelve a donde está su cesta a echarlo, se vuelve a ir a por más cosas... y así sucesivamente??, no sé, no lo pillo. Bueno, pues como no veo un pijo pues me voy comiendo cestas por el camino, pero vamos, que después del Humor Amarillo que había supuesto la aventura de ir al Mercadona con los enanos, lo de comerme cestas trampa lo vi de lo más normal.

Pero depronto mi bebé, cara a cara conmigo en su cestito, se me pone a echarme sonrisas arrebatadoras de ésas que él sabe, y claro, yo me derrito y me pongo en plan "¡¡ajjjooooo... ajjjjoooo...!!" con mi niño mientras paseo por la sección más delicada para mi hija: la de las galletas. Mientras yo estoy en pleno caimiento de babas con mi hombrecito, mi hija divisa unas galletas de dinosaurios y sin más se lanza a por ellas mientras yo continúo mi camino, lo que provoca que unas cuantas cajas vayan al suelo, y cuando meto el grito de rigor para que mi hija se esté quieta, me agacho a coger las cajas con tan mala suerte que le doy con el culo (mi culo últimamente está que arrasa) a un empleado que, no sé por qué, lleva unos yogures en la mano y se los tiro, provocando un pequeño roto en uno de ellos y haciendo que el suelo se manche de yogur.

Recapitulemos. Le acabo de dar un culazo a un tío en la mano y he roto un yogur. Con mi culo. Sí, he roto un yogur con mi culo mientras me agachaba a por unas galletas. Muy bien campeona.

Me deshago en perdones mientras el colega se ríe y me dice "¡nada nada mujer!", y yo, buscando la manera de hacer un mutis por el foro antes de que la fregona me quite protagonismo, echo las galletas de dinosaurios en el carro y me voy directita a la caja dejando mi compra a medias, mientras le digo a Abril con voz de psicofonía lo bonito que fue el día en que su madre la parió. Malditas criaturas....



...ay el día que publique mis memorias.....


Web Statistics