domingo, 30 de octubre de 2011

Familias coñazo o cómo amargarle a un niño la tarde de parque

Hoy hemos llevado a Abril a un parque súper-mega chulísimo al que vamos de vez en cuando. Aún no puede subirse sola a las cosas, así que tienes que estar todo el tiempo con ella ayudándola a subirse al tobogán o a trepar por las cuerdas.

El caso es que estar tan cerca de otras madres o abuelas y ver su comportamiento con respecto a los niños es algo que me pone enferma, pero enferma enferma de verdad por varios motivos.

El primero. A ver, no entiendo por qué las madres y/o abuelas (porque a veces son las dos a la vez) tienen que estar constantemente pegadas a su culo como si el niño fuera a caerse todo el tiempo y ellas tuvieran que estar allí para evitar el desastre. Vamos a ver señora, deje al crío a su bola jugar con otros niños que para eso ha venido, esque no entiendo esa obsesión por estar detrás de él sin dejarle su espacio, leches, que si se cae ya irás a socorrerle, pero eso de que el niño decida pulular por ahí y tú tengas que estar a medio metro a la redonda de él es algo que me enferma, y además esas madres tan obsesivas son controladoras en potencia y seguramente terminarán llorando por las esquinas en un futuro cuando su hijo se vaya de casa porque se habrán acostumbrado tanto a tenerle siempre a dos metros que no sabrán vivir sin él.

Lo veo a diario en mi vecindad, esas madres que son incapaces de disfrutar en la piscina porque tienen que ser la sombra de sus hijos y si su hijo decide darse una vuelta entera a la piscina no se pueden quedar en la toalla tranquilamente dejando al niño a lo suyo y vigilarles desde allí, no señor, tienen que ir a medio metro del niño no vaya a ser que se tropiece con un algo que haya por allí y se vaya de cabeza al agua y no estés tú allí para salvarle la vida heróicamente. Me crispa los nervios esa gente, de verdad, deja al niño a su bola que cometa sus propios errores y que aprenda por sí mismo que si haces el cafre te haces daño.


Segundo motivo de hinchamiento de vena: la madres/abuelas que están dando el coñazo constantemente al niño adivinándole el futuro.
Ejemplo de hoy: abuela detrás de un niño de unos 3 años que "intentaba" jugar (nota: el niño se llamaba Izan, así que partimos de la base del tipo de familia de la que hablamos, porque a cualquier persona que llame a su hijo Izan las autoridades deberían retirarle inmediatamente la custodia del pobre crío, pero es así, mi zona está llena de catetos que van de modernos y el nombre "Izan" se ha puesto muy de moda. Porque si eres cateto, llamas a tu hijo Pedro o Antonio, si eres moderno, llamas a tu hijo Luca o Marco, pero si eres "cateto-que-va-de-moderno" llamas a tu hijo Izan o Iker. Aunque bueno, casi mejor una madre que llama a su hijo Izan que ponerle a tu hijo el nombre que le hubiera puesto tu vecina si su hija hubiera sido niño sin decirle que le vas a robar la idea, la verdad...):

Abuela: ¡Iiizan, despaaaacio, que te vas a caer! ¡Iiiizan, no vayas por ahí hijo, que eso está muy sucio! ¡Iiiizan, despaciiiito, despaciiito! ¡Iiiiiizan, que te vas a caeeeeer, por ahí no! ¡¡Iiiizan, más despacio hijo, que te caes!...


Sí claro señora, su nieto, que tiene 3 años, está preocupadísimo de no ensuciarse y cuando usted le dice que tenga cuidadito que está andando demasiado rápido, el niño inmediatamente razona su porcentaje de razón, analiza las consecuencias de caerse a esa velocidad y entonces hace un balance de qué le compensa más, si ir por el lado salvaje de la vida y acabar siendo un descarriado, o andar tranquilamente a paso lento por la zona de juegos del parque, abrazando así la seguridad y la prevención y acogiéndose a una vida saludable, feliz y sin desagradables sorpresas inesperadas.
Por supuesto y como es lógico, a Izan lo que le decía su abuela se la sudaba mil, porque eso es lo que consigues cuando eres tan histérica y tan tremendamente plasta, que tus hijos se acostumbren a que eres así y no te hagan ni caso. Aparte de que el niño tiene 3 años, leches, no esperará que razone inteligentemente al respecto de las tonterías que usted dice. Y además el niño esque ni se caía ni nada, qué se va a caer, si el pobre crío estaba simplemente paseando, ni se estaba subiendo a nada, ¡como para decirle a la abuela que se quiere subir al castillo-altura-de-cuarto-piso al que se estaba subiendo mi hija!.


Y de verdad, esque no lo entiendo, cuando yo era pequeña para empezar nos íbamos al parque solos, no tenía que venir la abuela a vigilarnos, para seguir, si venía la abuela, se quedaba en un banco haciendo cosas de abuela, es decir, charlando con las demás abuelas pasando de nosotros como de la mierda a menos que les llegara el olor a sangre, y para seguir, nosotros hacíamos el cafre como los que más, porque ¿quién no se ha tirado de un tobogán de cabeza, o quién no se ha puesto bocabajo en un arco, o quién no ha saltado desde un columpio? ¿y qué? pues si te tenías que abrir la crisma te la abrías tranquilamente y no pasaba nada. Pero ahora no, ahora tirarse de un tobogán es una acción completamente estudiada con unas estrictas normas a seguir, vamos, que esque hoy hasta había un padre ahí organizando la cola de niños, ¡que mi hija se ha tirado desde uno de mayores y con lo poco que pesa ha llegado al suelo totalmente patas arriba (partida el culo, claro) y la señora que estaba al lado mío por poco se saca el rosario ahí para rezarlo por favor, la tía ahí hablando para sí misma "¡ay esa niña por Dios que se cae! ¡¡ay ay ay!!"!. ¡Venga ya señora, si la niña se cae está su padre detrás para socorrerla!, y vamos, ni que se hubiera tirado de un quinto piso en patines, ¡¡que es un tobogán por favor!!.

Esque no puedo, no puedo entender esa nueva moda de ver todo como un peligro, ¡deja que el niño se escoñe que ya aprenderá!. Es más, yo (y aquí es cuando a partir de ahora todo el mundo opinará que soy una madre malísima horrible asesina y psicópata) hasta dejé una vez que mi hija se quemara con una llama porque le dio por jugar con un mechero y metérselo en la boca y apretar el botoncito del gas y lloraba como una condenada si se lo quitaba, así que dije "¿sí? pues vas a ver lo que hace este aparatito del demonio". Y mira, funcionó.


De verdad, no entiendo en absoluto esta nueva forma de paternidad que consiste en sentirse un padre malísimo si no vives al cien por cien para tu hijo y dejas a un lado todas tus necesidades de persona normal como es disfrutar tranquilamente de una conversación en un parque, pasar tiempo a solas con tu pareja o hasta sentarte en el asiento del copiloto en tu propio coche (no vaya a ser que al niño le dé un ictus si no te sientas a su lado). Uno de mis adorables vecinos incluso me llegó a echar en cara con toda su jeta que mi hija se cortó el dedo con una lata de Coca Cola porque la llevaba en brazos y llevaba la lata en la otra mano y en un despiste la niña quiso agarrar la lata y se cortó. ¡Por Dios, qué osadía la mía, qué madre tan terrible soy que expongo a mi hija a peligros tan violentos! ¡menos mal que ahí están ellos para recordarme lo poco que quiero a mi hija que la paseo al ladito de una sierra mecánica!.

No puedo, no puedo con ello. Acúsenme si quieren de ser insensible, de no querer a mi hija lo suficiente, de pasar de ella, acúsenme de todas las cosas que me acusaban hace poco más de un año, acúsenme de ser mala madre si quieren, pero no, desde luego para vivir la vida así no cuenten conmigo...


Aquí van algunas fotos de ese lugar demoníaco en el que la amenaza acecha en cada rincón y mi hija totalmente consciente de los peligros a los que estaba expuesta ...






sábado, 29 de octubre de 2011

En el nombre de la rosa

Me encantan las flores, todo el que me conoce bien lo sabe. Pero no cualquier ramo, no señor. Esos ramos básicos con las típicas flores que te venden en cualquier floristería cuyo tamaño depende del dinero que quieras gastarte no son mi estilo. El Jacinto que me regalaron mis amigas Alba y Virginia cuando nació mi hija es mi estilo. Las campánulas que adornan mi terraza son mi estilo.


Y Au nome de la rose es mi estilo.







Rosas, preciosas y refinadas rosas de selectos colores. Aparte de perfumes, tés, velas, jabón y hasta caramelos de rosas.



Corred, corred a una de sus tiendas y regaladme alguno. Dad un ejemplo de buen gusto y originalidad y deleitarme con un delicioso bouquet, porque no fabrican ramos, fabrican bouquets, hablemos con propiedad.




Hacedme feliz y pasearos por alguna de sus tiendas en Lagasca o Bravo Murillo. Porque nada malo puede pasarme en una casa con flores.

miércoles, 26 de octubre de 2011

De la A a la Z

Como Gunilla me ha nominado a una memé alfabética, aquí va:




A: Amigas. Ara y Bego, mis amigas del alma, mis hermanas, mis psicoanalistas, mis huesos de la risa, mis admiradoras, mis ídolos. Mis ídolos, sobre todo mis ídolos.

B: Blackberry, o cómo tener tu vida a golpe de tic.

C: Cámara de fotos. La cantidad de historias que cuenta la mía.

D: Drowned World. Madonna. Qué canción. Qué tour. No ha habido nada igual.

E: Estados Unidos. Mi verdadero y futuro hogar. Algún día...

F: Familia, la mía, la que estoy creando.

G: Golfi, como me gusta llamar a mi hija.

H: Hoteles. Dormiría en todos.

I: Irlanda. Aquel mágico lugar donde soy la patrona.

J: Julia Roberts. Mi inspiración femenina, mi modelo a seguir.

K: Kawasaki 1.100. "Cuando te pregunten, tú diles que tengo la moto más grande de todas, la más gorda".

L: León, mi Blue Bayou particular donde voy a jugar a que tengo una familia que me cuida.

M: Mi letra favorita. Michigan, Madonna, Michael, Madrid, madre... . Y monos, que dominarán la Tierra algún día. Y mataron al Capitán América.

N: Namibia. Ahí donde todo ocurrió.

O: Otoño. La estación que todos pillamos con más ganas. Tan dulce, tan romántico...

P: Peque, mi pequeño. Porque es amor y punto. Porque tú estás en lo más alto de mi escala de amor, Peque.

Q: Queso, todo tipo de queso. El cielo debe estar llenito de queso fundiéndose...

R: Rubio. El pelito de mi niña es rubito y me paso el tiempo acariciándolo. Se acuesta con todo enmarañado y húmedo y se levanta con todo lisito y sin un solo nudo. Me fascina.

S: Someone to love. La canción que me descubrió al mejor grupo del mundo.

T: Tatuajes. Muchos muchos tatuajes.

U: UGC Manoteras. Mi cine. El único que reune todas las características esenciales para disfrutar una buena película.

V: Veintiocho días. "¿¿Cómo que no tiene tabaco?? ¡¡tiene que tener tabaco!! ¡¡aquí esta gente son adictos, necesitan el tabaco como el aire!!" - "Bueno. Quizá eso explica que se haya acabado. ¿Chicle?".

W: Walmart. Cuando entré en uno entendí por qué Natalie Portman se quedaba a vivir en uno en aquella peli tan triste.

X: Xuxa. Mi primer ídolo ever.

Y: Yesterday. Yo también pasé por el Yesterday...

Z: Zac Efron. O cómo darse cuenta de que te haces mayor cuando te gusta más ver a un jovencito que a un canoso.

lunes, 24 de octubre de 2011

Aventuras en un día de lluvia

Atención, pregunta:






¿Qué hacen un Dimitri, un Mohamed, un Wilson, dos Joses y un tío con un acento de Galicia mortal con una barba más cerrada que un candao mojándose en la lluvia como si nada apoyados en Luisito, mi coche?




Solución: Salvarme la vida después de dejarme los warning puestos provocando así que se me descargara la batería del Luisito y me quedara tirada en pleno Quevedo, lloviendo a mares, con un vestido y unos tacones que parece que iba a presentar el Telecupón.


Primero le he preguntado a un amable caballero que si no le importaría pinzar mi batería a la suya, que era un momentito, y el caballero muy amablemente me ha dicho que tenía prisa, que ya si eso otro día. Así que me he acercado al gallego, y después del chequeo pertinente (faltaba más), ha hecho un par de llamadas y ha salido de un portal todo el batallón de arranque de motores. Unos 25 minutos de intentar arrancar la batería han sido suficientes para darse cuenta de que más bien iban a tener que recurrir a tirarlo colina abajo, y ahí estaba mi batallón, cortando toda la calle Magallanes (con su pitada pertinente), mojándose bajo la lluvia y salvándole la vida a la damisela en apuros.


El Alambique Veloz no ha arrancado y he tenido que llamar a la grúa, pero eso sí, me lo han dejado muy bien aparcadito en Bravo Murillo y encima me han regalado el ticket de la hora. Y por supuesto, han abandonado su curro (pintores) durante aproximadamente una hora que ha durado todo el proceso.



No tengo palabras para expresar lo agradecida que estoy ante tanta bondad, por lo amables que han sido conmigo y por la tremenda faena que les he hecho, porque esto les va a costar más de un constipado.






Y esque a veces, sólo a veces, cuando estás a punto de perder la fe en el ser humano, el de arriba va y te manda a toda una brigada de angelitos al rescate. Y te devuelve la fe perdida.

domingo, 23 de octubre de 2011

Tiempos difíciles

Llevo un par de semanas inundada por una inmensa tristeza. Afortunadamente mis amigos y mi marido están conmigo y eso reduce bastante la sensación de aflicción, pero siento que he tocado fondo en ciertos campos contra los que llevo luchando mucho, demasiado tiempo.

Por un lado está el trabajo. Cuando crees que has encontrado un lugar en el que encajas, en el que te valoran, un lugar que se mueve por la calidad humana justo como tú siempre has deseado encontrar... resulta que recibes un revés tan grande y que no te esperabas en absoluto que todo el pequeño castillo que habías construido poco a poco tan cuidadosamente y al que le habías puesto toda tu energía, descuidando así otras cosas aún más importantes... se te derrumba por culpa de una fuerza externa sobre la que tú no tienes el control en absoluto, pero que es más fuerte de lo que tú serás nunca. Y te deja rota. Te deja completamente aturdida, sin fuerzas y sin entender nada de lo que ha pasado. Y después de todo el menospreciado esfuerzo que has hecho queda reducido a nada, porque debes empezar un nuevo castillo completamente nuevo, sola, sin ayuda y más débil que nunca.



Y por otro lado está mi familia. O más bien debería decir, por otro lado, NO está mi familia. Ha pasado casi un año de todo lo ocurrido, y tras un par de intentos por mi parte totalmente rechazados todo sigue igual.
Mi padre nos dijo que no quería saber nunca más de mí, que no le llamáramos más, que no le escribiéramos más, que no intentáramos contactar más con él, porque no quiere volver a saber de nosotros.
Y mi madre... ay mi madre. Después de contactar con ella para decirle que estaba a su lado compartiendo el dolor de saber que había muerto la perrita que llevaba 13 años siendo su sombra, también recibí un "lo siento, pero no me escribas". Sé que mi madre nisiquiera entra en mi blog, aunque solo sea para ver fotos de Abril o saber que estamos bien. No lo hace. Y recientemente me he dado cuenta de que todo esto no lo voy a poder obviar nunca. He pasado todo este año pensando en que quizá las cosas se calmarían, pero un día depronto miré para atrás y descubrí que todo esto es más fuerte que yo, el dolor que me ha causado todo su desprecio es más grande de lo que en un principio parecía. Nunca pensé que todo esto pudiera ocurrir con una nieta de por medio, y eso es algo que no puedo disculpar, y menos aún cuando no hay ningún indicio de ello.
Ahora sí tengo motivos para pensar que soy un estorbo, que lo he sido siempre, y que ahora que por fin se han liberado de mi carga son realmente lo que siempre han querido ser. Yo me torturo, leo los blogs de mi madre y de mi cuñada y veo lo felices que se sienten en sus vidas, veo cómo mi padre aparece sonriente en las fotos agarrado a mi hermano, veo como mi madre escribe una entrada enumerando todas las felicitaciones de cumpleaños que ha recibido y no me incluye en ellas aunque sí la felicitara, y me siento como un ente, me siento como en esas películas en las que unos mafiosos rusos le roban la identidad al protagonista y depronto nadie le reconoce, como si nunca hubiera existido. Siento que yo estoy rota en esta situación, y que ellos nisiquiera se han dado cuenta de que ya no estoy.
Sé que mi cuñada, la culpable de la pelea con mi madre, lee mi blog e incluso alguna vez ha tenido la poca vergüenza de hacer algún comentario como si nada hubiera pasado, como si fuera una persona más. Y me rompe en pedazos. De verdad Dana, no husmees por aquí, porque cada vez que veo que alguien de Dublín ha visitado mi espacio mi corazón se resiente una vez más de saber que sabes de mí desde tu cómoda posición de Navidades con mi padre y llamadas cada dos o tres días de mi madre. Privilegio que solía tener yo también. Y sé que no me nombráis, sé que actuáis como si yo no existiera ni hubiera existido nunca, y me pregunto qué he hecho, qué es eso tan horrible que os he podido hacer a todos para recibir toda esta indiferencia, para que me pidáis que ni siquiera lo intente.


Estoy rota, porque me he dado cuenta de que nunca más voy a ser lo que era. Ahora soy consciente de que nunca más voy a poder miraros a la cara y olvidar todo esto. Nunca voy a poder perdonaros que no estéis a mi lado en los momentos tan terribles como el que estoy viviendo por algo que vosotros no sabéis, simplemente porque no os interesa. Nunca voy a poder omitir la sensación de estorbo que habéis creado en mí, la sensación de que lo único que aporto a vuestras vidas son problemas, y que estáis bien como estáis sin todos esos quebraderos de cabeza que yo os provocaba, consecuencia de lo sola que me dejasteis todos cuando yo era sólo una niña.
Ahora me doy cuenta de que tengo que pasar página, porque ya nunca más voy a ser parte de vuestra unidad. Alguien me robó a mi familia, y ahora veo que nadie me la va a devolver.

Ahora ya no es la pena de lo que pasó y el ansia de que un día suene el teléfono y oiga vuestra voz contra lo que tengo que luchar. Eso ya pasó. Ahora mi objetivo es luchar contra el dolor de una pérdida. Porque ya nunca voy a recuperar la familia que un día tuve. Ahora soy yo la que ha pasado página. Y nunca, nunca os voy a perdonar el dolor que me habéis causado.





Pero qué difícil es todo esto...

sábado, 22 de octubre de 2011

Fotos

Algunas fotos que he encontrado por mi móvil:





Nunca olvidaré esta tosta ibérica


Creo que las papeleras que hemos comprado para los baños son un pelín más grandes de los que esperábamos...



Jugando a los famosos



La imágen de la envidia



Cariño ponte, que te voy a hacer una foto para cuando me llames




Un señor mojito




Mientras mi madre ceporrea en el sofá y se le ven las bragas, me voy a probar sus gafas



¡Pero bueno, viene esto o qué!



Señorita por favor, ¿puede usted mandar al servicio a traernos la cena?



Comiendo


Juno y yo

La primera, tercera y cuarta generación


Oh Dios, ¿por qué he dicho que sí a esto?



¡Oh, mamá me ha puesto una fresa en el chichón!


No se aprecia pero sí, es una cabaña en un árbol




¡¡Éste sí se deja pasear!!

viernes, 21 de octubre de 2011

Baby Gaga II

Después del año pasado con su bailecito rompe-pistas, Abril encontró ayer su nuevo estilo:










Mi hija sabe disfrutar de la vida, está claro. Justo como su madre.

jueves, 20 de octubre de 2011

A mi plim

... y mientras en nuestro humilde hogar la economía conyugal nos quita el sueño a todos, y sudamos tinta intentando encontrar una solución a nuestros problemas de finanzas...



















... a algunas se la suda todo...

miércoles, 19 de octubre de 2011

Accidente casero #384

Hace un par de noches estaba yo en mi cocina dispuesta a guardar la olla, que por grande, llamaríala "marmita", cuando pensé "se me va a caer, se me va a caer" e ipso facto, fíjese usté, se cayó (a veces, cuando puedo ver el futuro, me doy miedo, mucho miedo...).


Pues bien, la marmita se cayó justo encima de la articulación de uno de mis deditos del pie izquierdo, el cual, por pequeño que sea, como el señor Murphy últimamente me tiene mucho cariño, siempre es el objetivo de todos los objetos descendentes. Qué dolor.

Me agarré la pierna sentada en el suelo gritando mientras la olla rodaba y me pude ver desde fuera como en una escena de esas de Vietnam (de la guerra, digo) gritando "¡¡Johnny me han dado, Johnny!!". Dramática que es una, oiga.


Mr. Rossi, como ya sabe que últimamente me voy dando leches por todos lados, se limitó a gritarme desde el salón "¿estás bieeeeen?", y yo ahí, en el suelo, tirada como un perro. Me quité el calcetín para ver cómo había quedado mi dedito después del ataque de la olla, y yo miraba y miraba y el dedito ahí, sin inmutarse, y yo pensaba "¡haz algo, maldito asqueroso, ponte rojo, sangra, hínchate, gangrénate o algo, que va a parecer que me lo estoy inventando y me vas a hacer quedar como una pupas delante de mi marido!", y mi dedito ahí palpitando por dentro pero por fuera nada, esque ni un arañazo (¿no digo yo que Murphy me quiere un montón?).


Pues nada, dos días después aquí estoy, con mi dedito como si nada, tan campante, ¿y de qué me sirvió a mí que se me cayera una marmita encima si nisiquiera he podido sacar un mínimo de beneficio afectivo de ello?. Mi vida es taaaaan triste...

lunes, 17 de octubre de 2011

Pa´ tu abuela

Si hay algo que me indigna en este mundo es que me traten de imbécil. No soy una persona tacaña en absoluto, ni me duele gastarme el dinero en cosas que disfruto. Pero de ahí a ser una estúpida a la que le gusta que le tanguen hay un trecho largo, muy largo.


Las pelis en 3D producen esa sensación en mí. Me resulta tan tan tan obvio el cómo me intentan estafar vendiéndome algo que no me interesa que tengo que controlar mi ira con todas mis fuerzas para no liarme a dar gritos en la cola y decirle a la gente "¿¿pero sois idiotas??".



Pero empecemos por el principio. El 3D, por si alguien a estas alturas aún no lo sabe, no es nada nuevo ni transgresor. Es más viejo que el Big Bang. Pero como tampoco era algo del día a día, mantuvo su pequeña gracia como algo "curioso". La primera vez que vi una peli en 3D fue Moonwalker en el Parque de Atracciones, luego otra de Cariño he encogido a los niños y luego otra de los teleñecos. Y molaban porque tú te ibas al parque temático a pasar el día (soy mega-super-fan de los parques temáticos, invitadme, seré feliz) y cuando ya estabas agotado de hacer colas, o a punto de sufrir una lipotimia y/o un ictus cerebral de tanto meneo, te metías en la sala, te relajabas un rato, te echabas una siesta o lo que tú quisieras. Estas pelis, además, estaban curradas. Porque no sólo usaban las gafas para hacerte sentir dentro de la peli, también te salpicaban con agua, o con aire, y te pasabas un rato entretenido y diferente y salías flipando en technicolor.


Pero de ahí a querer que todas las pelis que me encuentre en mi camino sean en 3D, como que no, porque a ver, es una peli, partimos de que es algo en 2D, una peli en una pantalla, como las hemos visto siempre. Yo cuando veo una peli no estoy pensando "jo, como molaría que ahora que se morrean pareciera que tengo sus lenguas aquí a un centímetro de mi nariz". No. Si quisiera ver cosas en 3D, me sentaría en el parque a ver a la gente o iría a una obra de teatro. Si por lo menos se pudieran acariciar los abdominales del protagonista, pues a lo mejor, pero eso no pasa. Y eso sería un avance bestial para la industria del porno, ahora que lo pienso.


Pero qué pasa, que la industria del cine está muy en paños menores. Como somos todos taaaaaaaan malvados que nos bajamos las pelis de internet y además las bajamos en buena calidad y las podemos ver en el salón de nuestra casa en pijama, y además podemos comer las chuches que nos dé la gana compradas en los chinos, y podemos verlas en V.O. si queremos y no pelearnos con los que nos dan pataditas en nuestra butaca o los que tardan 4 minutos y medio en dejar su abrigo en su sitio justo de delante cuando están los trailers y no terminan de sentarse, ni morir de una pulmonía gracias al aire acondicionado... pues hay que hacer algo SÚPER TRANSGRESOR. Pero no nos pasemos de transgresores tampoco, bajar el precio de las entradas y poner ofertas y facilidades y en general que parezca que somos honrados es pasarse de modernos. No, mejor vamos a hacer otra cosa. Vamos a ponerles algo que inventó Matusalén, se lo ponemos más caro y como son tontos del culo lo van a pagar pensando que mola trillones. Es más, algunos irán a ver la peli normal, y si les mola mucho, repetirán en 3D y se dejarán una pasta pensando que merece la pena mil ver semejante peliculón en caro. Porque todo lo más caro es mejor y vale más la pena, así funciona el ser humano, todo el mundo lo sabe. La calidad es algo totalmente obviable, la marca el precio. (Sí sí, reiros, pero tendríais que ver la mentalidad omínida de mis vecinos).



Y a mí esto me parece despreciable. Porque tal y como está ahora mismo el percal, el paro, la crisis y demás, uno de los pocos lujos que podría permitirse una persona normal es ir al cine un día a relajarse. Y si ir al cine te cuesta casi lo mismo que comprarte una peli en dvd para ir a que te congelen, a que te estafen y se rían en tu cara, pues como que no. Y lo único que se les ocurre es cobrar aún más caro, a los pobres desgraciados que aún les gusta ir a ver las pelis en pantalla grande. A mí me gusta más que nada en este mundo, lo disfruto muchísimo.


En fin, que en realidad lo que me molesta del tema es que en ningún momento se planteen bajar los precios, poner más sesiones a precio especial, cobrar las palomitas a un precio normal y no a un 1000%, no sacarte 3 euros por una Coca Cola de lata o aguarte a muerte la de grifo, no señor. Y así no sé cómo esperan que la gente prefiera ir allí antes que bajarte una peli.



Porque cuando te bajas una peli te sientes listo, te sientes rebelde, sientes las monedas que te has ahorrado tintinear en la cartera para otra cosa. Cuando vas al cine, te sientes idiota, estafado, y muchas veces decepcionado porque la peli era una mierda. ¿A qué esperan a darse cuenta?.


P.D: "Por qué me tengo que ir a tomar por culo de mi casa cada vez que quiero ver una peli en V.O.", próximamente en Voy a contarte un secreto...

viernes, 14 de octubre de 2011

En mi camino a la extrema delgadez

He tenido una revelación. Resulta que ahora que tengo más tiempo para vestirme por las mañanas y me puedo permitir el divino lujo de ponerme algo, oh, no me apetece ponerme esto, mejor este vestido, oh, fíjate tú que me aprieta y no estoy cómoda, mejor me pongo los vaqueros con esta camiseta, oh, fíjate que me marca la panceta que parece que estoy de oferta... y así sucesivamente, me voy dando cuenta poco a poco de que el 80% de mi ropa me queda pequeña, así que he tomado una importante decisión en mi vida, y es que me he propuesto abrazar la vigorexia.

He empezado a desayunar (algo que no hacía) para no llegar a la hora de la comida con ganas de comerme un buey. También estoy empezando a cenar un bol de cereales (de muesli, por supuesto, de los que te ayudan a irte por la patilla y soltar hasta la bilis, no de los choco crispis), y he empezado a tomar fruta entre horas, que es muy bueno para limpiar el estómago, para el cutis y para evitar que depronto abras el armarito de los dulces y te zampes cinco bollos de los que compra tu marido (Mr. Rossi se está tomando lo de ponerse en forma con un poquito más de tranquilidad que yo, pero claro, a él la sociedad no le hace sentirse un Kirby).


El caso es que no me está siendo fácil, porque hay que partir de la base de que yo por naturaleza soy un hipopótamo tragabolas, y esque mi madre y mi abuela hacían "demasiado" hincapié en el "¡¡termínatelo todo!!" típico de las abuelas y las madres, y claro, ahora soy de las que abren una bolsa de pipas y aunque se termine la peli ahí sigo yo, comiéndome mi bolsa sin pestañear con una ansiedad a punto de que me estalle una vena. Eso por un lado, y por el otro está que en este mundo siempre hay algo que celebrar, alguien trae bollos, o quedas a cenar (y yo lo de ir a un vegetariano como que no), o haces una barbacoa con amigos (y las barbacoas son para ponerse ciega de carne, ¿qué es eso de berenjenas?) o mil y una historias que te pasean por delante maravillosos manjares a los que cuesta un mundo resistirse. En este país no se puede hacer dieta.

Pero yo pienso, a ver, si dejé de fumar en el peor momento de mi vida cuando más agobiada estaba, cuando la gente ya lo había asumido y había dejado de darme la vara con que no fumara (pesssssaos) y sobre todo, con un novio que era una maldita chimenea de Camel (novio que, por cierto, decía que tenía culo de brasileña, pero creo que se refería a que tiene el tamaño de Brasil)... ¿cómo no voy a ser yo capaz de decir que no a este mundo que se contradice diciéndote que tienes que estar muy delgada pero que te mete la cara en nata cada dos por tres?.

No no no no.


Así que me he propuesto comer más sano, menos cantidad, hacer algo de ejercicio (algo, no me empecéis como cuando me quedé embarazada que la gente me controlaba que saliera a andar todos los días) y no pienso parar hasta que se me pongan las piernas de Halle Berry. Ea.








Y por cierto, ya si eso empiezo con mi pseudo-dieta mañana, que esta noche he quedado para cenar en mi restaurante favorito...

martes, 11 de octubre de 2011

Trabajadores difundiendo amor

En esta vida hay dos clases de trabajos: en los que hay que trabajar y los de función pública.

En serio, no lo entiendo. Esta mañana hemos recibido una llamada de la directora de la guardería de mi hija (la típica directora de colegio avinagrada, por cierto), montándonos un serio pollo porque según la cuidadora de Abril de por la tarde, Mr. Rossi ha llegado tarde a recoger a Abril 5 días, ¡5 días nada menos!. A ver, vamos a ver, NO estamos llegando tarde a recoger a la niña, señora directora, lo que pasa es que la señorita de por las tardes nos llama al móvil TODOS LOS DÍAS a las 17.31 minutos exactos para decirnos que ya estamos llegando tarde a recoger a Abril y que ella se tiene que ir, y eso a ella le parece que es que llegamos muy tarde a por la niña.

Pero vamos a ver, ¿estamos locos o qué?, ¿tengo que aguantar que una tía me llame todos los santos días para decirme que ya me vale, y también que la directora del colegio me monte un pollo por llegar 1 maldito minuto tarde?, esque no entiendo tanta rigidez, otro día llegué a dejar a Abril a las 8.53, que lo miré (entra a las 9.00) y la cara de la profesora cuando entré por la puerta fue de traca, se quedó petrificada en plan "ésta qué hace aquí que no es su hora", y no sólo me lo dijo ella, "esque Abril hasta las 9.00 no puede entrar", si no que se lo dijo a la profesora de Abril y ésta me apuntó en la agenda una retahíla mortal, "me han dicho que hoy Abril ha venido antes de las 9.00, os recuerdo que Abril no tiene contratado el servicio extendido con lo que no podéis traerla tan temprano bla bla bla...", y a su vez ésta se lo dijo a la directora, argumento que ha usado hoy y que ya usó hace unos días para decirnos que estamos abusando de las horas.

Y de verdad, no sé si esque soy yo que he perdido la cabeza y todo en este mundo me parece mal o qué, pero esque todo esto me parece de locos, le hemos explicado a la directora por activa y por pasiva que nosotros no venimos de estar tocándonos los dedos de los pies en nuestra casa hasta que llega la hora de ir a recoger a la niña a la guardería, no señor, nosotros venimos de Madrid en un autobús que puede tardar uno, dos o diez minutos más en llegar a su destino por diversos motivos que no entran en nuestro control, le hemos explicado que nosotros hacemos lo que podemos y que sólo hemos llegado tarde realmente una vez por un imprevisto, y por supuesto llamamos para avisar, pero no les sirvió de nada, nos montaron un pollo monumental in situ y nos dijeron que ya estábamos viendo cómo nos la apañábamos pero que era la última vez. No se preocupe usted señora directora, que ya hablo yo con mi jefe y le digo que me tiene que dejar salir antes todos los días no vaya a ser que usted se tenga que quedar más tarde de las 17.30 y eso no puede ser, y si el autobús se encuentra un atasco mortal por un accidente no se preocupe, usted se marcha y me deja a la niña ahí en la puerta, que lo primero es lo primero y entendemos que por encima de los que pagamos por sus servicios y podríamos irnos a otra guardería que nos traten mejor está usted, que para eso es funcionaria y tiene un horario y un trabajo muy agotador.


De verdad que no entiendo por qué algo tan necesario como es el empleo del estado tiene contratada a gente tan idiota, tan gruñona y con tan pocas ganas de trabajar, me parece alucinante que a un empleado de función pública no se le pueda despedir, sancionar, ni siquiera dar un toque de atención, me parece alucinante porque a los demás si nos tiene que echar una bronca el jefe nos la echa y si nos tienen que despedir esque ni pestañean. Me pregunto qué me dirían mis jefes si les digo que 5 días del último mes he recibido una llamada a última hora y me he tenido que quedar un minuto más tarde por su culpa. Seguro que mis jefes le dan a la rellamada y le montan un pollo a la persona que haya llamado, "hombre por favor, no haga usted llamadas que duren hasta más allá de la hora establecida que la chica sale un minuto tarde de trabajar todos los días y eso no puede ser".


En fin, que no estoy nada contenta con la guardería de mi hija porque me doy cuenta de que le dan importancia a unas estupideces increíbles ("por favor, es muy importante que le cosáis una cintita al babi porque estamos trabajando la autonomía y el auto-reconocimiento y cada niño tiene que aprender a reconocer su foto y colgar el babi en su propia percha) pero los problemas reales que tenemos todos los padres (aunque cada día tengo la sospecha más fundada de que sólo los tengo yo) les resbala enormemente, como si no fuera con ellos que tú trabajes y te las veas negras para adaptar tu trabajo al horario que te han impuesto en la guardería (Mr. Rossi se ha tenido que acoger a la jornada reducida por paternidad con su correspondiente reducción de sueldo, ¿¿dónde se ha visto??).



Yo insisto, no sé qué demonios hace la gente para llevar a sus hijos a la guardería dentro del reducido horario que ésta ofrece, pero no estoy dispuesta a que encima de estar dejándome los cuernos para poder adaptarme a él, tenga que aguantar las broncas ridículas de una tía que se cree alguien porque un día aprobó una oposición y que, además, trabaja para mí.







P.D: Un saludo desde aquí para mi gran amigo Edu, un funcionario ejemplar del que todos deberían aprender.

jueves, 6 de octubre de 2011

Epígrafe de una vida por delante

Hoy he recibido un mensaje, uno de esos mensajes tuyos que tanto me gustan. Simplemente salía tu cara, tu cara haciendo el tonto, como tanto me gusta. No ponía nada, ni "te quiero", ni "un beso", ni "buenos días cariño". Nada. Sólo tu cara. Sacando la lengua y medio bizqueando. Y a mí se me inunda el corazón de amor, porque sé que sabes lo que me gusta. Sé que sabes lo que me gusta que me hagas reír. Sé que sabes lo mucho que me gusta que me mandes mensajes sin venir a cuento, porque sabes que así sé que te acuerdas de mí. Y eres muy bueno en hacer que sepa que te acuerdas mucho de mí.

Por la mañana me levanto y ya te has marchado, seguramente después de unos cuantos codazos por mi parte para que oigas tu despertador y lo apagues. En ese momento te tiraría de la cama, pero un segundo después vuelvo a quedarme dormida y lo siguiente que sé es que ahora es mi despertador el que suena y tú ya no estás. Pero eso sí, a veces lo noto, a veces no lo noto, pero sé que siempre siempre me das muchos besos antes de irte. Y quizá es por eso que me despierto con la sensación de que has estado muy cerca de mí todo el tiempo, aunque ya no estuvieras bajo la manta conmigo.

Luego durante el día me paso las horas reprimiéndome, obligándome a no escribirte, porque de ser por lo que te echo de menos estaría todo el día bombardeándote a mensajes y a llamadas para oír tu voz. Pero no puede ser. Por desgracia no puedo estar todo el día diciéndote lo mucho que te echo de menos. Y entonces se me ocurren cosas raras, como que estaría bien tener un walkie-talkie que estuviera siempre encendido para oír tu voz y escucharla cuando hablas con otra gente. De fondo. Y saber siempre que estás ahí, conmigo, por si te necesito. Pero no puede ser así. Pero esque todo me recuerda a ti. Siempre hay una foto, una frase, un comentario, un coche, un lugar... todo en este sitio tiene que ver contigo, con nosotros. Y quiero decírtelo. Quiero llamarte y reírnos juntos recordando anécdotas relacionadas con lo que sea que acabe de recordar. Quiero llamarte y pasar una hora riéndonos de cuando fuimos a ver un chalet para casarnos y llamamos a la casa que no era y nos presentamos a su propietaria. Quiero llamarte y que me consueles contándote lo mucho que echo de menos a mi madre. Quiero llamarte. Y quiero reírme contigo y llorar contigo como hacemos siempre.

Después me quedo sola, y este colorido lugar que tanto me gusta se transforma en una jaula de la que no puedo escapar y yo sólo sueño con abrazarte, con llegar a casa y abrazarte. Y me distraigo, me entretengo, pero en realidad no estoy aquí. En mi cabeza estoy contigo en casa, en el parque, en donde sea, porque a mí lo único que me hace falta es estar contigo. Y me abrazas, y me coges la mano, y me dices que no me vaya tan lejos. Como siempre haces. Y yo me muero de amor. Tú no lo sabes, pero yo me muero de amor.

Y no echo de menos salir, ir a comprar, tener vida después del trabajo. No. Te echo de menos a ti. Estar contigo. Pasear por el barrio contigo. Jugar con nuestra hija contigo. Hacer la cena contigo. Planear el fin de semana contigo. Y sé que tú también me echas de menos a mí, y eso hace que no sólo esté triste, si no que además esté rabiosa, porque sé que no hay nada que podamos hacer para pasar más tiempo juntos durante el día. Pero esto es así, y tú siempre has apoyado mi decisión. Tú siempre me has apoyado en todo. Tú pusiste brillo en mis ojos y paz en mi corazón. Y eso, tanto como otras muchas cosas que has traído a mi vida, no hacen más que hacerme desear que Dios exista sólo para poder pedirle que nunca nunca te vayas de mi lado. Como dicen las canciones.

Y así paso los días. Entre recuerdos del pasado e ilusiones del futuro. Pero siempre pensando en ti. Y cuando menos me lo espero, me sorprendes con un mensaje, un email, una llamada, una foto. Siempre haciéndome reír.


Y con la absurda e inocente ilusión de que las cosas cambien pronto y pueda disfrutar de ti mucho más tiempo durante el día.

Y con la cruel certeza de que por ahora no hay posibilidad de ello.

Y con el seguro convencimiento de que, aunque separados, siempre estaremos juntos.

Y nunca más volveré a ser yo.

Y que a partir de ahora siempre seremos nosotros.

martes, 4 de octubre de 2011

Agunas fotillos más...

... ¡en las que salgo yo!




lunes, 3 de octubre de 2011

La boda de mi mejor amiga

Algunas imágenes de la preciosísima boda en la que estuve el sábado:






Aunque ya se lo dije a los novios un millón de veces en persona, por teléfono, por mensaje y hasta de lejos por señas, todo salió increíble, los novios estaban guapísimos, el banquete fue espectacular y la gente, tanto la que ya conocía como la que aún no había tenido el gusto de conocer, fue una auténtica delicia.


Araceli y Jorge, os deseo en vuestro matrimonio toda la felicidad del mundo, os quedan muchos años por delante por disfrutar, y yo estaré con vosotros para verlo.
Web Statistics