miércoles, 30 de marzo de 2011

YAIIII!!!

¡No sólo acabo de completar el primer crucigrama que he conseguido terminar en mi vida sin absolutamente nada de ayuda, si no que además era un crucigrama bilingüe!, ¡esto marca un gran antes y después en mi autoestima y en mi vida!, ¡¡y yo sin nadie a quien abrazar a mi alrededor!!.











(sí, qué pasa, nunca había conseguido terminar un crucigrama)

martes, 29 de marzo de 2011

Carta al señor Ortega

Estimado Don Amancio:


Yo sé que usted tiene un imperio muy grande del que todos nos beneficiamos. Mi vestidor está compuesto mayoritariamente por prendas de su factoría, y reconozco que muchas de ellas han representado grandes momentos de esplendor en la vida de la abajo firmante. Usted y su imperio me han hecho sentir cómoda, alta, delgada, bella y despampanante, no necesariamente todas a la vez. También me ha hecho usted sentir como un hipopótamo cuando he intentado calzarme algo de mi talla habitual y depronto parecía hecho de la talla que abandoné en la adolescencia, pero ése es otro tema del que ya hablaré en otro momento.


En fin, tengo varias cuestiones que plantearle. Debido que usted tiene una súper piscina gracias a mis ingresos anuales en sus tiendas, le rogaría que por favor escuche mis súplicas y deje de abrir locales como setas de su grupo, porque la verdad, reconozco que el termino "ir de compras" se está transformando en "enriquecer a Don Amancio".

Nos quitó usted Madrid Rock, lugar en el que yo compraba muy habitualmente porque tenían ofertas mucho más ofertosas que Fnac. Nos quitó Shooters, y eso sí que me llegó al alma y me hizo rezar un par de rosarios por el alma de aquel maravilloso lugar, ahora resucitado en un Pull&Bear exactamente igual que el que tengo a 7 minutos de mi casa, con lo que el nuevo establecimiento no me aporta nada nuevo. Pero resulta que ahora me entero que ha comprado usted sin que ellos se vendieran uno de los lugares más emblemáticos de Madrid, un lugar especial, único, sin réplica, ofreciendo a sus vendedores indemnizaciones por trasladarse a ¿Valencia?... me ha arrebatado usted la oportunidad de irme de compras de nuevo por el Mercado de Fuencarral, y eso SÍ es dar donde duele.

Soy una gran admiradora de la ambición, del nunca conformarse, del apuntar más alto... pero lo suyo me parece enfermizo. Le aseguro que si alguien quiere ir a un Zara sabe perfectamente dónde hay uno, si queremos ir a Bershka tenemos un millón de opciones, de verdad, no es necesario que siga comprando los mejores locales de la ciudad para que no se le escape ni una sola compradora, creo que usted ya es lo suficientemente rico como para retirarse a su isla (si esque la tiene, que seguro que sí) y tumbarse a beber unos caipirinhas mientras su negocio sigue creando más y más riquezas, no es necesario que siga sembrando y que siga recogiendo, por favor, DEJE DE COMPRAR LOCALES EMBLEMÁTICOS.

Trabajé para usted y sus esbirros me trataron con una tiranía digna de la más cruel mafia. Sin embargo yo no le declaré la guerra y seguí enriqueciéndole, pero por favor, compórtese y deje de dominar Madrid, bastante con que pasear por la preciosa Gran Vía se parece cada día más a dar una vuelta por el centro comercial de al lado de mi casa. Por favor, no siga entrando usted en las callejuelas y colonizando cada pequeña travesía del centro de mi amada ciudad. Lo de Shooters desde luego no se lo perdono.



Seguiré manteniendo su piscina, más que nada porque aparte de alguna que otra tiendecilla con el mismo estilo que las suyas no hay muchas más opciones para gente con mi pobre nivel adquisitivo, pero por favor, escuche a los que le dan de comer porque tiene mucho que agradecernos.




Y ya que estoy, me gustaría pedirle que se reinventase un poco y que nos compense con un plagio de este lindísimo vestido de Gucci, que se me sale un poquito de presupuesto:




La enfermiza delgadez y la cara de drogadicta ya la pongo yo, no se preocupe.

lunes, 28 de marzo de 2011

Visita cultural

Este fin de semana he hecho algo que tenía muchas ganas de hacer desde hace mucho tiempo:




Conocer el Valle de los Caídos.




(la cosita pequeñita en lo alto de las escaleras soy yo)


Me encantó visitar un monumento tan importante en la historia de España. Es una de esas cosas que, como están en tu propia ciudad, nunca vas a conocerlo, de hecho ni siquiera sabía que era algo tan grande. El funicular que subía a la propia cruz estaba en obras, pero pudimos entrar a la basílica y visitar la tumba de Franco y de Jose Antonio Primo de Rivera, lo cual me impresionó bastante, allí estaba yo, con el nombre de Franco delante de mí y era como... "wow, este tío fue un auténtico tirano y sin embargo ahora aquí está, a mis pies...".

Disfruté mucho de la grandeza del lugar, era un sitio que me apetecía mucho conocer desde hace mucho tiempo y no me decepcionó la experiencia, aparte de que con esto he tachado el primero de mis propósitos a cumplir para el 2011.

Aquí dejo algunas de las fotos que hicimos, para Abril también fue un gran día...
























sábado, 26 de marzo de 2011

Nosotros tres



Adoro mi familia

jueves, 24 de marzo de 2011

Los caminos de Dios

Es mediodía y durante el día de hoy me han ocurrido ya varios sucesos inusuales.

Esta mañana tenía una importante, qué digo importante, una importantísima entrevista de trabajo. Tengo la suerte de no ser una persona que se ponga nerviosa en las entrevistas (si así fuera, con todas las que he hecho ya sería una esquizofrénica), y también por suerte, tengo una fabulosa compañera de trabajo que sabe cubrirme perfectamente en mi puesto de trabajo si por casualidades de la vida ocurriera que justo el jefe pasa por allí (improbable) y pregunta por mí (altamente improbable), con lo que no tenía por qué correr al salir.

Total, que una vez que he terminado la entrevista, iba yo silbando tranquilamente por la calle cuando depronto me he dado cuenta de que no tenía ni idea de dónde estaba la boca de metro que me separaba una estación de mi amado y actual puesto de trabajo.

Pasaba por allí un obrerete móvil en mano y una monjita, juraría yo que octogenaria, y yo, que soy una gran amante de la vejez cuando ésta transmite dulzura, me acerco a la monjita y le pregunto por la boca de metro más cercana. Ella da una vuelta lentamente sobre su eje mirando a su alrededor murmurando algo para sí misma, y me dice: "acompáñeme que yo la oriento".

Así que me pongo a dar un lindo paseo con mi amiga la monjita, y cuando llevamos unos 3 minutos andados me dice: "¡vaya día más feo hace!", y para qué queremos más, me pongo a pegar la hebra con la monjita, tanto que me acaba contando que ella vive en una residencia-guardería de niñitos de 2 años, que le gusta mucho vivir ahí, que es una zona muy tranquila y muy agradable..., a todo esto mi amiga me sigue perfectamente el paso (yo, que soy conocida por andar a toda leche) y mientras tanto me va haciendo un pequeño tour por las callejuelas contándome detalles de los edificios. A lo lejos veo la boca de metro, y ella me comunica que me va a acompañar a la misma puerta, que a ella le viene bien para la circulación. Cuando llegamos le doy las gracias por el paseo y la agradable conversación, me pregunta mi nombre, le pregunto el suyo (Hermana Reina), y me dice varias veces que va a pedir por mí en sus oraciones. Yo le doy la mano y ella me la agarra muy fuerte con mucho cariño, y me vuelve a decir que va a pedir por mí y por mi familia en sus oraciones. Yo estoy apunto de llorar de emoción. No obstante me despido y me meto en el metro rumbo a mi torre.

---------------------------------------------------------------


Hora de comer. El cuerpo me pide carne, carne carne, de la grasienta. Me voy al McDonalds. Nota mental para mi próxima visita al McDonalds: cuando el cuerpo te pida carnaza, NO te dejes llevar por foto de la hamburguesa a la que le sobresale el bacon por los lados y se llama CBO. La C es de chicken.

En fin, busco sitio, y como siempre en ese establecimiento, NO hay sitio donde sentarse porque está hasta arriba, así que veo una mesita de esas de silloncitos con una chica leyendo su libro, la cual parece la perfecta compañera de mesa que me tratará como lo que realmente soy: una maldita autista.

Le pregunto si me puedo sentar y ella me dice con una sonrisa que sí. Me pongo a comer mi hamburguesa de pollo, la chica se levanta, me desea buen provecho y se pira. Yo feliz, toma mesa de cuatro personas para mí sola.

Al momento casi inmediato aparece una señora sudamericana y bien vestida por mi espalda que con una enorme sonrisa me dice "¿¿estás sola??", y yo le digo "¡adelante, tome asiento!". Se sienta enfrente mío y me hace un par de bromas sobre si estará bueno su McPollo o no. Lo prueba y hace como que se desmaya de lo bueno que está. Yo sonrío. Vuelve a dar otro bocado y vuelve a hacer como que se desmaya. Yo sonrío. Prueba otro bocado y vuelve a hacer como que se demaya. A mí me entra una risa nerviosa que no puedo controlar y de repente me sorprendo a mí misma buscando con la mirada todas las salidas posibles del establecimiento.

Después de los desmayos, la conversación transcurre así (juro que no me he inventado ni una sola palabra):


Extraña Mujer: ¿¿Todo eso te estás comiendo?? (señala mi hamburguesa, mis patatas y mi botella de agua)

Patricia:

EM: ¿¿todo eso te estás comiendo?? (señala mi hamburguesa, mis patatas y mi botella de agua de nuevo y con rapidísimos movimientos)

P:

EM: ¿¿todo eso te estás comiendo?? (señala mi hamburguesa, mis patatas y mi botella de agua)

P: (Asiente con la cabeza)

EM: ¿Cuánto te ha costado todo eso? (señala mi hamburguesa, mis patatas y mi botella de agua)

P: 7 con algo

EM: ¿Cuánto te ha costado todo eso? (señala mi hamburguesa, mis patatas y mi botella de agua)

P: 7 y pico

EM: ¿Cuánto?

P: (Miro el ticket) 7.80

EM: ¡¡Uuuuuuhh!! (se lleva una mano a la cabeza)

P: ...

EM: ¡¡Uuuuuuhh!!

P: ...

EM: Yo voy ahí al hospital de ahí (señala hacia su derecha)

P: Ahá

EM: ¡¡Ah!! ¿conoces?

P: Eeeeh... no

EM: ¡¡Sí!! ¡¡ahí!! a las 4 (saca cuatro dedos)

P: Ah

EM: ¿¿Todo eso te estás comiendo?? (señala mi hamburguesa y mis patatas)

P:

EM: ¿Cuánto te ha costado todo eso?

P: 7.80

EM: Yo voy ahí al hospital de ahí (señala hacia su derecha)

P: Ah

EM: Sí, a las 4 (saca 4 dedos). Yo siempre voy a la misma hora. Siempre.

P: Ahá

EM: A la gente que somos buenas nos pasan cosas muy malas siempre

P: ¿Se enferma usted mucho?

EM: ¡¡Uuuuuuhh!! (se lleva una mano a la cabeza)

P: Vaya

EM: (se acerca a mí y susurra) Yo soy de arriba

P: ¿De dónde?

EM: (señala al cielo)

P: Anda

EM: Sí sí sí (señala al cielo)

P: No me diga...

EM: (hace teatralmente el gesto de que se cae desde lo alto. Lo repite. Lo repite)

P:...

EM: ¿¿Todo eso es tuyo?? ¿¿ todo eso te estás comiendo?? (señala mi hamburguesa, mis patatas y mi botella de agua)

P:

EM: ¿¿Vas a usar eso?? (señala mi sobrecito de ketchup)

P: No, cójalo

EM: No te doy gracias yo, te las da mi Dios

P: ¿Eh?

EM: No te doy gracias yo, te las da mi Dios

P: Ah, de nada

EM: (Me hace varias veces el gesto de la cruz) No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios (sigue haciéndome cruces)

P: Vale vale

EM: ¿Cuánto te ha costado todo eso? (señala mi hamburguesa y mis patatas)

P: 7.80

EM: ¿Cuánto te ha costado todo eso? (señala mi hamburguesa y mis patatas)

P: 7.80

EM: ¿Cuánto te ha costado todo eso? (señala mi hamburguesa y mis patatas con rapidísimos movimientos de manos)

P: 7.80 (apunto de que me dé un ictus)

EM: ¡Está muy mal ahora! ¡antes todo muy bien! como eso de ahí de Sevilla, ¡¡uuuhhh!!!

P: ¿El qué?

EM: ¿¿No viste??

P: No vi el qué

EM: ¡¡Ahí en Sevilla!! ¡¡salió en el noticiario!! ¿¿no viste??

P: ¿Pero el qué paso en Sevilla?

EM: ¿¿No viste?? ¡¡uuuhhh!! ¡¡salió en el noticiario la chica!!

P: ¿¿Pero qué chica??

EM: ¡¡Ahí en Sevilla!! ¡¡la chica!! ¡¡la mataron!!

P: ¡¡Aaaah!! Marta del Castillo...

EM: ¡¡Se les ha olvidado ponerme....!! (me enseña sus manos manchadas de ketchup)

P: Tenga, coja una servilleta de las mías

EM: No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios.

P: Vale

EM: No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios.

P: Bueno, que yo ya he terminado, que ya si eso la dejo a usted que termine sola, ¿deacuerdo?

EM: No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios

P: Le dejo el resto de mis servilletas, ¿vale?

EM: No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios

P: Venga, hasta otro día

EM: (haciéndome cruces como una loca) No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy gracias yo, te las da mi Dios. No te doy...





Creo que el de ahí arriba está intentado acercarse a mí de alguna manera. Ya sé que Dios tiene sus formas, pero las verdad que con la hermana Reina me daba por contactada, a la de arriba se la podía haber evitado, si me quiere decir algo que me mande un rayo o a Chayanne o algo...



Y todavía no son ni las 4...

miércoles, 23 de marzo de 2011

Oh my Dog...

Como todos ustedes saben, tengo 2 lindas canes en mi hogar.

Primero llegó Juno, de 3 años, una pequeña perrita callejera asustadiza y que es capaz de quedarse mirándote fijamente con los ojos del gato de Shrek durante 14 horas seguidas no vaya a ser que se despiste y la mates o algo. Lleva 2 años con nosotros y sigue como el primer día, o más bien como el segundo, porque el día que la trajimos del albergue tenía tanto miedo que me vomitó en la mano.
El segundo día cogió un poco más de confianza y se dedicaba a tumbarse en su camita y observarnos con su cara de pavor habitual y su característico tembleque. La tía esperaba a que llegara la noche para comer sólo por no levantarse de su cama, no fuera a ser que se despistara y la sorprendiéramos por detrás. El caso es que en tema de miedos no ha avanzado mucho, la psicóloga que la estaba tratando en el albergue (sí señor, mi perra hacía terapia) nos dijo que mejoraría según fuera sintiéndose integrada en la familia. No sé, se debe sentir parte de la familia del vecino, porque desde luego ha avanzado más bien poco.

Y hace unos meses llegó a nuestras vidas Reshma, una perrita de (entónces) 3 meses que es algo así como todo lo contrario. Semi-Teckel semi-Podenco, Reshma es una perra nacida en la calle, lunática y con cierta tara mental, practicante del Carpe Diem, o lo que es lo mismo, "¡que me quiten lo bailao!". Reshma nos ha dejado muy claro desde el principio que ella prefiere llevarse el zapatillazo antes que no disfrutar al cien por cien de todas las tentaciones que le ofrece la vida, como por ejemplo una bolsa de basura con pañales sucios dentro, un bonito paseo por mitad de la carretera, una maceta con flores o un placaje a Juno si ve que se va a la cocina a comer. A Reshma no se le puede pedir que razone: ella es así.


Con las dos he probado de todo, a Juno la mimamos, le dejamos que se suba al sofá, le decimos que la queremos... pero no sirve de nada. A veces la sacas a que corra y estire las piernas y se dedica a mirar el horizonte pegadita a tus tobillos. Alguna vez ha tenido algún arranque de escaparse a conocer mundo, pero la verdad, nunca nada serio.

Con Reshma también hemos probado de todo. Salir a pasear con correa, lo cual se acaba convirtiendo en un "si me sacas así, ni meo ni cago ni nada: me espero a casa". Probé la táctica de darle comida cuando actuaba bien, es decir, "si obedeces, comes, si no obedeces, no comes", lo que resultó en que el animalito pasaba más hambre que los pavos de Manolo. Lo único que ha servido han sido los premios, esas deliciosas galletitas con forma de huesito que venden en el Mercadona, cada poco tiempo cuando paseamos le doy un huesito y así la mantengo cerquita, porque no sé qué tienen los huesitos pero les encantan. Vamos, que mis perras se mueren por mis huesitos. Aún así, nunca pierde la oportunidad de asustar a alguna vieja o a alguna niña con su efusividad o de salir disparada en busca de nuevas aventuras al margen de los huesitos y de la mano que le da de comer. Y eso si no hay alguna tentación mayor a la vista, que si la hay pasa hasta de la vieja.


El caso es que yo las adoro, son mis perras y las quiero como si fueran sangre de mi sangre, pero lo cierto es que ninguna de las dos cumple mis expectativas en cuanto a lo que es para mí la perfecta mascota.

Yo quiero uno de esos perros cariñosos que cuando los llamas vienen pero no se tiran a intentar chuparte detrás de las orejas en contra de tu voluntad para demostrarte su amor. Yo quiero un perro que viva la vida y juegue con los demás perros, no uno que se meta entre tus piernas y lance gritos de rata a todo el que se le acerque. Yo quiero un perro que sepa que la calle está para hacer pis y caca y la casa está para estar tranquila, no todo lo contrario. Yo quiero un perro independiente, que sepa estar en su camita, pero que cuando lo quieras acariciar se acerque sin pensar que le vas a matar. Yo quiero un perro tranquilo que no se suba a la chepa de mi hija para chuparla, y que sepa disfrutar de los paseos y que corra más allá de 1 metro a la redonda de mi ser. Uno de esos perros que O-B-E-D-E-C-E. Un perro que me dé paz, no que me la quite.

Yo le pongo mucha energía a mis perras y a su bienestar, les abro la puerta del jardín sin regañarlas si me hacen hoyos, las llevo al veterinario religiosamente cuando procede (algo que me consta que no todo el mundo cumple), me espero la cola pertinente (¡hasta 1 hora y media de cola he llegado a estar!, ¡¡madre mía, ni que fuera la seguridad social!!)... en fin, que yo no sé qué hacer para que estas perras sean felices conviviendo en harmonía con sus dueños. Yo siempre he querido tener un montón de perros, y desde que vivo en el campo mucho más. Mi marido ya me ha amenazado con quemarse a lo bonzo si aparezco con otro perro en casa, pero yo sé que mi vida no tendrá sentido hasta que no tenga un galgo. Los famosos adoptan niños de África, pues yo acojo perros. Ea.

En fin, que o con el tiempo y con esfuerzo acaban conviertiéndose en las perras perfectas, equilibradas y bien educaditas, o acabaré siendo como una de esas señoras que aparecen en Callejeros, completamente taradas y diciéndole a la cámara "¡os quiero, os quiero a todos...!", algo que no descarto en absoluto. La única solución que le veo al lunático estado mental de mis cachorras es ir al albergue y coger un galgo mayorcito y equilibrado que juegue con ellas sin necesidad de que se vayan a recorrer el pinar y que les haga sentirse protegidas. O todo puede ser que en casa entre un animalito de los más agradecido por tener una nueva familia y estas dos acaben con la cordura del pobre Comet*.




Dicen que los perros se parecen a sus dueños. Yo la verdad, poco me parezco a mis dos peludas, aparte de que las tres somos misceláneas en cuanto a raza, muy cariñosas y con cara de pasmadas de por vida. Y las tres somos poco ladradoras, la verdad.




*Posible nombre de nuestro futuro galgo

domingo, 20 de marzo de 2011

18 placeres que he vivido este fin de semana

- Meterme con mi pequeña en la bañera y jugar con sus juguetes acuáticos favoritos con ella. Nos lo pasamos guay.

- Comprarme una camiseta de un color vivo. Los grises, marrones y por supuesto los negros me tiran demasiado, encontrar color en mi vestidor es complicado. El viernes decidí dar una pincelada de color a mi armario, y empezar así una nueva etapa textil en mi vida.

- Volver a sentarme delante de la tele a ver Phineas y Ferb. Hacía taaaaanto tiempo...

- Comer tortilla de patatas de mi suegra. OMG.

- Cuando la gente me preguntaba que por qué estaba afónica el sábado, pegarme el lujo de responderles la verdad y nada más que la verdad: me quedé afónica gritando de alegría dándole una fantástica noticia a mi amiga por teléfono.

- Tirarme por un tobogán con mi sobrina. Soy una tía genial.

- Pasar una maravillosa tarde de domingo disfrutando de mi hija. De compras por las tiendas, montando en un tiovivo, comiendo a medias una magdalena de chocolate, echando carreras por los pasillos del centro comercial... una maravillosa tarde de chicas.

- Comprobar que mi hija tiene buen humor hasta con una infección en el ojo. En la sala de espera de urgencias iba saludando a todo el mundo con su sonrisa de oreja a oreja habitual y haciendo amigos nuevos como siempre.

- Recorrer la Castellana y la Gran Vía, esas dos calles con tanto tráfico y semáforos como encanto y personalidad, sacando la mano por la ventanilla para sentir la primavera y escuchando a todo volumen el "Just like heaven" de The Cure. Mi auto-regalo de viernes, por una vez, no intentar evitar el tráfico.

- Dedicar tiempo a llamar por teléfono a todas mis amigas, aquellas con las que hablo a menudo y aquellas con las que no. Y decirles que las quiero.

- Cambiarme de atuendo varias veces en un mismo día. Como en los viejos tiempos, cuando tenía menos obligaciones y mucho tiempo libre.

- Leer, leer y leer. El agente Pendergast y yo, y 30 cadáveres descuartizados de procedencia desconocida.

- Tachar un par de líneas importantes de mi lista de objetivos para marzo. Tres hurras por mí.

- Probarme muuuuuuchos vestidos de fiesta. Muchos muchos muchos. No estoy en mi mejor momento físico, pero hay que ver qué guapas estamos las chicas vestidas de cóctel, aunque tengamos las típicas ojeras de viernes a las 8 de la tarde.

- Disfrutar de un lindísimo paseo familiar bajo el sol primaveral que nos ha inundado este fin de semana.

- Christina Aguilera, Lady Gaga, Eminem, Madonna... música inundando los tres pisos de mi casita.

- Embadurnarme de cremas, eso que nunca hago porque al día le faltan horas. Qué delicia...

- Comerme a besos a todos mis sobrinos. Unos se dejan más, otros se dejan menos, pero se lo dije bien claro: te aguantas que para eso soy tu tía y estoy malita de la garganta.






sábado, 19 de marzo de 2011

Día del papi

Estos han sido los regalitos de Abril a su papá en su día:






Espero que todos los papás pasen hoy un fantástico día
















(especialmente el mío, dondequiera que esté)

viernes, 18 de marzo de 2011

Disfraces

Este año los carnavales dieron mucho de sí. Abril tuvo en el cole la semana de los disfraces. Algunos ya los tenía, otros tuvimos que improvisarlos. El resultado fue éste:


¿Dónde quedaron los disfraces de pirata o de princesa de toda la vida?, pues no, Abril tenía que ir el primer día disfrazada de maruja. Para ser improvisado no me quedó tan mal, mallas de flores, zapatillas crocks, bata, moño...






Un gatito. No me quedó muy bien, y menos comparado con los disfraces tan currados que llevaban el resto de los niños del cole, pero fue de un día para otro y tuve que improvisar. Una hace lo que puede:






El disfraz de Triki se ha convertido ya en uno de los grandes:






Estaba preciosa vestida de hada madrina, aunque seguramente en verano le sacaremos un poco más de provecho...








Otro disfraz improvisado que al final no me quedó tan mal fue el de payasita, aunque a ella no le hizo ninguna gracia que le pintara otra vez la cara y lloró bastante, pero una vez que se vió con las coletas y esos zapatos dos tallas más grandes en el espejo se hizo mucha gracia a sí misma:






Cortesía de mi abuela (por supuesto) fue este traje de gitanilla:






Este abriguito traído de los estates es una preciosidad, y lo mejor de todo es que le queda muy grande todavía. Aún así era una mariposilla adorable. Le sacaremos más partido en el futuro:







Y mi favorito entre los favoritos: EL DE TORTUGA:






Pues sí que han dado de sí los carnavales, sí...

jueves, 17 de marzo de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

34 cosas que adoro de USA

- La comida. Un paraíso en la tierra.

- Su buena educación. Vas a cualquier restaurante (y con restaurante me refiero a McDonalds, por ejemplo) y te entran ganas de darle tu teléfono a la camarera para quedar un día a tomar un café con ella y charlar. Son tremendamente serviciales, tremendamente amables y tremendamente educados. Nos queda taaaaaanto que aprender de ellos...

- Hallmark. Un sueño para una niña grande como yo.

- Sus oportunidades. Allí puedes ser lo que tú quieras. Si siempre has querido aprender a hacer vidrieras (por poner un ejemplo), encontrarás un curso específico del tipo de vidrieras que quieres aprender a hacer, te darán subvenciones para que montes tu negocio y lo montarás con la seguridad de que va a funcionar. Porque allí todo funciona.

- Es el país que creó Cantando bajo la lluvia. Ahí queda eso.

- Su presidente. Ya quisiéramos nosotros...

- Las tallas de sus pantalones. Allí no existe la S-M-L que tenemos aquí. Allí están las S-M-L, pero después tienes que elegir tu largo del bajo del pantalón entre todas las opciones, y cuando ya has elegido tu largo tienes que elegir cómo te gusta que te quede de ajustada la cintura entre sus tallas de cintura. Los primeros pantalones que te compras requieren una hora y media de probador, pero una vez que te aprendes tus preferencias no tienes que volver a probarte nada. Y cómo te sientan los pantalones...

- Sus precios. El que no se le hayan hecho los ojos dólares viendo los precios de sus productos que deje de leer ahora mismo.

- Bubba Gump y Cheesecake Factory. A veces cierro los ojos y me siento como Homer Simpson cuando soñaba que nadaba en un océano de rosquillas. Yo vuelo en un universo de tartas de queso con fresa, tartas de queso con vainilla, tartas de queso con nueces, gambas al vapor, gambas rebozadas, filetes con gambas o pasta con salsa de gambas. Y me relamo.

- Sus pistachos. Dios, parecen melocotones.

- Sus ciudades. Tan altas, tan grandes, tan variadas, tan estilizadas, tan bellas, tan fotogénicas...

- Culberts. Y nosotros preguntándonos si somos de Burger o de McDonalds. Qué ignorancia la nuestra...

- A ellos les parezco exótica. Allí la gente me dice "¡¡Wow, qué ojos tan bonitos tienes...!". Aquí todo el mundo me recuerda que tengo cara de gente, que me parezco a cualquier española media.

- Su practicidad. Necesites lo que necesites, alguien puede ayudarte, hay organizaciones para todo, absolutamente todo. Mi madre descubrió una asociación nacional para cojos en la que gente de todo el país donaba zapatos y la gente coja podía comprar zapatos sueltos, no en pares. Si eso no es practicidad que venga Dios y lo vea.

- Las tiendas de todo a 1$. He comprado jerseys, bolsos y maquillaje de Max Factor por ese precio.

- Su variedad. Vas a Walmart y la zona de la perfumería no sabes si lo que compras es para cerrar los poros o para hacer un postre. Miles de productos con miles de olores, con miles de finalidades y para todo tipo de pieles/pelo/tonos/sensibilidad mucho más allá del seco/mixto/graso. Y eso por no hablar de la variedad en los tipos de zumos de naranja...

- Su talento. Vas a ver la obra de teatro del instituto y se te cae la mandíbula al suelo.

- San Francisco. ¡Ay *suspiro* San Francisco...!

- Su generosidad. Lo de que cuando te mudas a una casa nueva tus vecinos llaman a tu puerta con un pastel es cierto. Una persona que conocí tuvo cáncer y todo el pueblo organizó un mercadillo-recolecta para recaudar fondos para el tratamiento. Se recolectaron miles y miles de dólares, y eso que es un pueblo de 14.000 habitantes. Sólo en mi torre Kio somos más.

- Si una empresa te pide tu foto en el CV, puedes meterles una macro-denuncia por discriminación. Y seguro que hasta sales en Oprah. Allí llevan muy a rajatabla lo de contratar al que vale independientemente de todo lo demás. Y así les va.

- Sus jardines. Sales a dar un paseo y pasas por delante de tulipanes, jacintos, azaleas..., y puedes disfrutar de ellos porque no existen las vallas.

- Sus animales. Allí descubrí la existencia de los Okapis.

- Su anti-discriminación. Vas a la consulta del doctor y la recepcionista es gótica, la enfermera tiene 63 años y el doctor es chino. Igualito que España, igualito.

- Allí aprendí a tocar la guitarra, vi por primera (y última) vez en mi vida unas cataratas, visité un pueblo fantasma y jugué a Wack-a-mole con mi sobrino. Allí siempre he sido muy feliz.

- La fantasía que desprende. Nueva York tiene una enorme estatua dedicada a Alicia en el País de las Maravillas y Chicago tiene un parque dedicado al Mago de Oz con estatuas de sus personajes por todo el parque.

- Si pides un refresco en un bar, aunque no consumas nada más, no te lo cobran.

- Sus juguetes para niños. Pastillas comestibles que tiñen de colorines el agua del baño o mantitas para poner en el carrito del súper para que el niño juegue mientras haces la compra.

- Su cultura anti-prejuicios. Al contrario de lo que piensa la gente que nunca ha viajado allí, los americanos NO son egocéntricos, más bien todo lo contrario. Mi experiencia me dice que los yankees sienten una intensa admiración y fascinación ante la clase que tenemos los europeos. Para ellos Europa son las terrazas en las calles de París, los innovadores edifios barceloneses, el arte histórico romano...

- Ellos han conseguido poner patas arriba el mundo y eliminar el conservadurismo que invade el planeta. ¿Quién nos iba a decir a nosotros hace unos años que llegaría un día en el que el mejor golfista del mundo sería negro y el mejor rapero del mundo sería blanco?. Ambos son americanos.

- Allí siempre me siento en casa.

domingo, 13 de marzo de 2011

Mi intenso fin de semana

Viernes:

- Después de pasar la tarde con mis amigas mientras maquillo a una de ellas, nos vamos a cenar de tranquis para estar prontito en casa y descansar de la semana. Cuando nos estamos doblando el segundo plato, cae de la nada un cuadro enorme con un marco de madera maciza, aterrizando con el pico en la espalda de mi amiga, la cual afortunadamente estaba echada para alante, porque si le llega a caer en la cabeza no me quiero ni imaginar el resultado.
Después de hablar con camareros, encargados y seguratas del centro comercial que nos dan opciones contradictorias entre sí y nos tratan con sarcasmo y desprecio, aparte de no pedir perdón por la negligencia en ningún momento y ofrecernos "un chupito" como compensación por los daños, nos vamos a urgencias, con su correspondiente hora y media de espera, y con el resultado (un pedazo de traumatismo) a la comisaria a denunciarlo, con su correspondiente hora y media de declaración. No es mi primera ni mi segunda vez ni en urgencias ni en comisaria, desgraciadamente.
A las 4.30 a.m. me estaba metiendo en la cama. Un viernes "de tranqui".


Sábado:

- Intensa sesión de belleza en casa con limpieza de cutis, manicura y mechas incluídas, y nos vamos a la otra punta de Madrid a conocer la casa y a la familia de un antiguo compañero de trabajo y actual amigo que tiene una niña 2 meses mayor que Abril. Una preciosidad de inmensos ojos azules nos recibió en la entrada con un regalo enorme para Abril, que se lo pasó de maravilla con su nueva amiga, la cual es una dulzura. Comimos pizzas con una mezcla de ingredientes que nunca había probado, una salsa extremadamente picante llamada "After death", tarta de frutas, galletas con forma de hombre de gengibre y lo mejor de todo, tuve la oportunidad de reencontrarme con uno de mis amores de Estados Unidos: Dr. Pepper, mi bebida favorita en el mundo.
Después de eso, tocaron el piano para nosotros, jugamos en el cuarto de la pequeña, leímos un cuento en alemán, vimos fotos de cómo acabó el Porsche en el accidente que por poco, muy poco acaba con la vida de mi amigo y, lo mejor, escuchamos la historia en primera persona de alguien que gracias a un accidente casi mortal ha tenido la oportunidad de vivir experiencias que nunca había vivido, conocer gente que de otra forma nunca habría conocido y en una palabra, de renacer.
Después de todo eso, un poco de limpieza en casa y PELICULÓN: Una historia del Bronx. No me gustó, me apasionó. Qué actores, qué director, qué historia. Reafirmo una vez más mi amor por Bobby DeNiro, mi admiración por Chazz Palminteri (sigo pensando que es el hermano gemelo perdido de mi padre) y me quito el sombrero ante el protagonista de la peli, que en su primer papel en el cine está a la altura de Robert. A ver quién puede decir lo mismo.

Domingo:

Después de tener un intenso sueño en el que veía una película sobre un hijo que se venga de su padre por abusar de él durante su infancia (película inexsistente que al parecer mi subconsciente se ha inventado), disfruto de un maravilloso despertar con mis dos amores, un poco de Madonna, paseo con mis tres enanas, un Dr. Pepper de los que Gloria me regaló y a descansarrrrrrrrrr, que me lo he ganado.
Bautizo mi día de hoy como Do nothing day, y no hay nadie que pueda arrebatármelo. A menos que a alguna amiga le caiga otro cuadro en la chepa....


Feliz domingo a todo el mundo

jueves, 10 de marzo de 2011

Una oscura historia de Manhattan

Acabo de terminarme el libro más impactante que he leído nunca:



La historia comienza con un submarinista de la policía, en cuyo primer día de inmersión en el cuerpo tiene que meterse al río Hudson a buscar un enorme alijo de cocaína. Cuando está metido hasta arriba en el mugriento pantano, descubre a tientas dos esqueletos humanos sin cabeza y abrazados entre sí.


Ahí queda eso.


Ese es sólo el principio de cuatro historias paralelas de cuatro personajes distintos, por supuesto relacionados entre sí. Por un lado están los dos agentes de policía que están investigando el caso por separado, por otro lado está la científica con la que están colaborando para analizar algunas de las sustancias encontradas en los huesos, y también está la historia del periodista que está cubriendo la noticia.

Basado en ciertos datos documentados sobre los túneles que siempre se ha rumoreado que hay unos 30 pisos por debajo de todo Manhattan donde supuestamente viven indigentes completamente a oscuras, sus autores pasan unos 5 años documentándose para luego escribir un súper best-seller de ficción con algunos datos reales enredados en su historia.

Hace mucho tiempo que no cogía un libro con tantas ganas todas las noches, pero cada capítulo, cada página es un apasionante relato de los pasos que están siguiendo los protagonistas.

Ahora me han dejado el siguiente de los mismos autores, con el director de policía del libro anterior como protagonista, y estoy deseando meterme en la cama esta noche y empaparme en la historia. Me estoy leyendo otro libro simultáneamente (Jorge Bucay, mucho más tranquilito), y me encanta ir alternando los terribles asesinatos con el placentero camino a la paz mental.

Siempre lo digo, no soy muy lectora, por eso lo que necesito son libros que me enganchen desde el primer momento para no aburrirme. Preston y Child son los escritores perfectos para alguien como yo, y gracias a libros tan increíbles como El relicario por fin han logrado que le coja el gustillo a algo tan cultural como la lectura, un hábito que nunca había conseguido robarme demasiado tiempo.

Ahí va mi recomendación, si quieren un libro que les deje pegados a la silla, pregunten en la biblioteca por Preston y Child.

lunes, 7 de marzo de 2011

Oscars 2011

Este año todavía no he escrito mi entrada anual sobre los Oscars, y eso para mí es como un pecado, porque soy MUY de actores, soy MUY de directores, soy MUY de cine y soy MUY, MUY de premios. Y soy MUY de estilismos, que tampoco hay que pasarse de intelectualidad.

Este año no he visto todas las películas que han sido premiadas, sólo algunas, la mayoría en realidad. Para mí los Oscars son un grandísimo evento y de toda la vida, las dos semanas antes de que los emitan me hago un intensivo de cine y me trago hasta las películas que sólo tienen una nominación a efectos de sonido o algo así. Pero tengo una hija, y la experiencia me ha demostrado que aunque la gente se ofrezca a ello, a nadie le gusta quedarse con la niña para que tú disfrutes de un poco de ocio. Así que este año hemos visto las más representativas, y por desgracia nos dejamos la súper triunfadora de la noche, El discurso del rey. Aunque se llevó un trillón de Oscars y fue la clara triunfadora, me gustan las ediciones en las que no está todo cantado a una sola película, hubo Oscars para todas.

A posteriori de la gala me he metido en internet para ver los mejores momentos de la noche, empezando por la alfombra roja con todos los modelitos, pasando por todos los chistes de los presentadores (me encantaron) hasta, por supuesto, todos y cada uno de los ganadores y sus discursos. Éstas han sido mis impresiones en general sobre la gala:


- Penélope y Javier siguen confirmando mi teoría: van a los Goya y van con cara de "mi representante me obliga a estar aquí, pero como hagáis algún comentario de que somos pareja levanto mi culo de 10 millones de dólares y me voy", pero en los Oscars, su Hollywood lindo y querido, aparecen sonrientes como los que más, con sus mejores galas y, por supuesto, de la manita y haciéndose carantoñas ante la cámara muy a lo Brangelina. Y luego van de progres y de "los yankees son unos superficiales". Me parto con estos dos.







- Michelle Williams y Carey Mulligan (ambas divinas) son la misma persona.






- Miguel Mihura se hacía el cojo cuando triunfaba alguna obra suya suya para que la gente lo compadeciera y no le diera tanta rabia su éxito. Natalie Portman hay veces que decide ir simplemente muy guapa y no obscenamente guapa para que no la odiemos.






- No entiendo nuevas modas como la de llevar un peinado a lo María Antonieta. Llámenme antigua, pero no, no y no.







- El color rojo es peligroso. Ya lo decía Hitchcock. Y algunas siguen sin hacerle caso al señor que creó Yo confieso.







- Soy muy de voces. Me encantan las voces profundas a lo Sean Connery. Pero qué demonios, a veces una tímida voz nasal también me deja pegada al sofá. Mi aplauso a Mr. Firth.





- Los hombres que besan la mano derriten mi corazón. Cada vez que aparece en pantalla James Franco hiperventilo.




- Vuelve el pelo suelto. Éste es un invento relativamente reciente que me agrada profundamente, a mí, la defensora oficial del planeta de las melenas al viento. Porque no nos engañemos, donde esté una mujer con el pelo suelto que se quiten esos refinados moños que no dejan un pelo al aire y que dan esa sensación de incomodidad a su portadora. En la última gala de los Oscars vimos melenas fabulosas como la de Penélope o Amy Adams. Jamás pensé que podría encontrar tan divina a una mujer con una belleza tan fría que podría ser la hermana de Nicole Kidman. Es tan fría que resulta cálida, como cuando tocas el hielo de la nevera y te quemas. Me encanta Amy.





- Jennifer Hudson ganó un Oscar siendo una chica rellenita muy mona, pero ha decidido que no le gusta ese papel aunque le hiciera triunfar y ha perdido unos 1.000 kilos, esos que le sentaban tan bien y le daban tanta personalidad. Ahora ya no es una chica rellenita muy mona, ahora es más bien una funda de almohada sin almohada dentro y tiene cara de acabar de superar un cáncer. Y querida Jennifer, ser delgada NO equivale a poder llevar ese tipo de escotes, ni tú ni yo somos Jennifer López, ¡hazle un favor a la academia y tápate por Dios!. ¿Qué extraño lavado de cerebro sufren algunas en Los Angeles?.





- ¿Qué le pasa al marido de Katy Perry y por qué sale siempre en todas las fotos con cara de estar aguantándose un pedo? ¿y éste tío es cómico?






- Las plumas, como las perlas, las carga el diablo. Pero si hablamos de Gucci hablamos de la excepción que confirma la regla. Yo me pondría un Gucci de alta costura como el de la señorita Swank hasta para ir a sacar a mis perras, para limpiar la cocina, para dormir una siesta o para embarcar en un vuelo de 8 horas.






- Kirk Douglas es un hombre maravillosamente inteligente y talentoso, ingenioso y con sentido del humor. Piropeó a Anne Hathaway de una sutil manera y desde su desbordante elegancia("¿¿dónde estabas tú cuando yo hacía películas??"). Yo quiero que un hombre así me diga un piropo así. Yo quiero ser Anne Hathaway.





- Yo de mayor siempre he querido ser Marisa Tomei. Ahora ya sé lo que querría haber sido de jovencita: me gustaría haber sido Mila Kunis y que me quedaran así los escotes. Desgraciadamente, mis escotes son más tirando a una Penélope Cruz recién parida.








- Nunca vayas con un hombre más peinado ni más bronceado que tú.




- Aplaudo el color del vestido de Natalie. En realidad, aplaudo a Natalie toda ella. Si me nominaran (que tampoco lo veo tan lejano), llevaría exactamente el mismo color, que además sé que me favorece porque tengo un vestido de ese mismo tono que me costó 5€ en las terceras rebajas del H&M y es uno de los imprescindibles en mi fondo de armario. Pero seguro que el de Mrs. Millepied me favorecía aún más, por razones obvias.





- O todos los americanos son tenores y sopranos, o yo no entiendo cómo pueden cantar todos tan esplendorósamente bien.



- Mis looks favoritos de la noche fueron Natalie Portman (por encima de todas las cosas), Gwyneth Paltrow (la rubia platino más cálida de todo el panorama mundial), Amy Adams (qué belleza, qué porte, qué clase effortless, la única belleza que no te proporciona tu estilista), y Josh Brolin (esa masculinidad...*suspiro*... qué hombre... *suspiro*... )






Web Statistics