Entre los regalos de Ana había una pulsera y un collar, un juego de cartas de familias del mundo (un clásico que me hacía ilusión regalarle, ha sido un éxito) y un libro de unas chicas-ratón, cada una de un continente, que van por el mundo corriendo aventuras.
Leyendo el libro con ella hemos decidido cuál de las ratoncitas nos pedíamos ser, hemos hecho alguno de los tests para decidir si eres una buena amiga y hemos rellenado la ficha que venía en la que tenías que poner cosas sobre ti para formar parte del club de las ratoncitas.
Ella leía y escribía y yo la ayudaba a comprender las preguntas. La conversación ha ido así:
Ana: Nombre
Patricia: a ver, ¿cuál es tu nombre?
A: Ana Martínez
P: Pues venga, escríbelo
A: a-n-a m-a-r-t-i-n-e-z. Ciudad donde naciste
P: ¿Dónde naciste tú?
A: ...
P: En Madrid, ¿no?
A: Sí, M-a-d-r-i-z
P: No, con D al final
A: ah, M-a-d-r-i-d. Tu sueño
P: A ver, ¿cuál es tu sueño, qué te gustaría hacer que no has hecho nunca?
A: mmmmmm.... no hacerme pis en la cama, que siempre me lo hago. N-o h-a-c-e-r-m-e p-i-s. Siguiente, tus cualidades, ¿qué son los cualidades?
P: Pues tus cualidades son tus cosas buenas, algo bueno que tú tienes que las demás niñas no tienen y que es especial. A ver, ¿tú qué tienes que sea muy, muy bueno, lo mejor que tienes?
A: mmmmmm.... ¡pues mis tíos y mis tías!
No me digan que no es la mejor sobrina que se puede tener en este mundo....
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