lunes, 30 de marzo de 2009

De tres en tres

1.- Tres logros de los que te sientas orgullosa.

Ufff.... dejar de fumar, sin duda, el más grande, porque si miro a mi alrededor me doy cuenta de que nadie deja de fumar a mi edad, la gente lo suele dejar con 40 años cuando los achaques empiezan a hacerse evidentes y el médico dice "¡se acabó!", sin embargo yo lo dejé por mi propia voluntad, por sentirme orgullosa de haber conseguido dejar algo a lo que estaba tan enganchada.

¿Otro logro? pues yo creo que haber conseguido hacerme un hueco en el mundo a pesar de que la gente me decía que no podría ir más lejos de la barra de un bar desde dentro. De eso me siento muy orgullosa porque les he dado en las narices a todos, y lo he conseguido con esfuerzo, haciendo las cosas a mi manera, pero desde abajo, escalando escalando... de la manera difícil, vamos.

Y el tercero, pues sin duda no rendirme nunca hasta encontrar el hombre perfecto. La gente siempre te dice que no existe y que hay que aguantar mucho y tal y cual, y yo nunca he abandonado y he huido de chicos que en el fondo pasaban de mí. De eso estoy muy orgullosa porque es muy difícil elegir el camino de estar sola buscando algo bueno antes que liarte con cualquier guaperas que no te trata bien para no estar sola. Gracias a mi constancia he encontrado un amor 100% perfecto, algo que yo creo que no todo el mundo encuentra.

2.- Tres manías.

Uffff.... ¿sólo tres? pues la obsesión de las puertas siempre cerradas, especialmente las de los baños. Esa se la sabe muy bien Luismi, que le torturo constantemente.

Otra supongo que sería eliminar todas las distracciones (tele, radio, música....) mientras estás en una reunión cuyo objetivo es hablar con la gente. No me gusta nada tener ruido de fondo en una cena con amigos, cuando quedas con una amiga para charlar, cuando vas a un bar a desayunar y están puestas las noticias.... todo eso.

Y otra manía, ésta es bastante más absurda y supersticiosa, es la de no dejar jamás el bolso en el suelo. Me da mal rollo, muchísimo.


3.- Tres títulos de novela que recomiendas.

No soy yo muy lectora, la verdad, pero bueno, por lo poquito que he leído, recomiendo muchísimo Persepolis, un libro/comic que me dejó mi cuñada y que me encantó.

Recomendaría El código Da Vinci, pero como considero que tuvo tanto éxito que prácticamente todo el mundo lo ha leído, pues me voy a lanzar a recomendar La cena secreta, muy en la línea de El código, pero unos cuantos siglos antes, con el propio Da Vinci como personaje secundario del libro. Me encantó, me lo pasé genial.

Y tercero, por supuesto, Alicia en el País de la Maravillas, y Alicia a través del espejo. Hay que leerlos antes de morir.


4.- Tres cosas que deberías escuchar.

Pues la que más quería escuchar ya la he escuchado, que fue "¿quieres casarte conmigo?", así que ahora creo que lo siguiente mejor sería "Yo os declaro marido y mujer", aunque no sé muy bien si lo dirá así el señor, yo creo que eso está anticuado, ¿no?, bueno, no importa, diga lo que diga, me da igual mientras signifique que ya estoy casada.

Me gustaría escuchar la risa de mis hijos cuando los tenga, eso es lo que más ansío oír en el mundo.

Y aparte de eso, pues no sé, supongo que alguien me diga que soy una gran amiga, eso sería muy emocionante para mí.


5.- Tres formas de describir tu personalidad.

Buffff...... ¡yo qué sé! difícil, supongo, muy muy difícil, eso no lo puedo negar, soy muy complicada, qué le voy a hacer, y puedo asegurar que yo soy la máxima sufridora de esta característica.

También soy muy exigente, extremadamente exigente con todo lo que me rodea y conmigo misma. Los que somos así nos pasamos la vida sufriendo, pero cuando encontramos algo, es justo lo que queríamos, así que me alegro de ser así.

Y por último (pero sólo porque hay que decir tres, no cien), soy muy muy muy muy cariñosa, en exceso. Me encanta el contacto humano, no lo puedo evitar, ni quiero evitarlo.

viernes, 27 de marzo de 2009

No te acostarás sin conocer una enfermedad mental más

Mis clases de inglés son apasionantes, y no lo digo en sentido irónico. Mi profesor, Ben (magnífico, algún día le dedicaré un post) es un tío verdaderamente eficiente. Todas las clases son completamente distintas entre sí, y lo mejor de todo, charlar sobre el contenido de la lección siempre nos acaba llevando a hablar de experiencias personales y anécdotas apasionantes.

Hemos hablado de millones de cosas, algunas cosas que incluso no se suelen hablar normalmente, como por ejemplo nuestra opinión sobre el aborto o la pena capital. Hemos hablado de política, de educación, de cine, de dinero… pero de todas las cosas sobre las que hemos charlado en clase, definitivamente me quedo con las que hablamos en la clase de ayer.

Mi compañera de clase Victoria es la responsable de Recursos Humanos, así que en su carrera de psicología aprendió todo tipo de enfermedades mentales extrañas. Pero la más extraña de todas, aunque no consiguió recordar el nombre, consistía en que si se daña una parte específica del cerebro, puedes desarrollar una enfermedad que consiste en que no reconoces la mitad de tu cuerpo como tuyo, es decir, lo ves, puedes moverlo, pero no lo relacionas como tuyo.

Y yo, que soy una auténtica apasionada de las cosas raras del cerebro, por supuesto me he metido en Wikipedia para encontrarlo, y he llegado a la página donde describe todo ese tipo de enfermedades, las relacionadas con la incapacidad de reconocer cosas en general, todas ellas ramas de la enfermedad como tal, llamada “Agnosia”.

25 tipos de Agnosia. Pain Agnosia, incapacidad para reconocer el dolor, Color agnosia, incapacidad para reconocer el color, Phonagnosia, incapacidad para reconocer voces familiares, Time agnosia, incapacidad para reconocer la duración de los hechos… increíble. Pero aún las hay más complicadas.

Form Agnosia, pueden reconocer partes o detalles de las cosas, pero son incapaces de reconocer el objeto en sí. Simultanagnosia, pueden reconocer objetos sin problema, pero sólo de uno en uno, es decir, pueden ver un árbol, pero son incapaces de diferenciar un bosque y lo ven como una masa, no como árboles individuales. Visual verbal agnosia, incapacidad para reconocer palabras escritas, aunque su habilidad para la lectura esté intacta. Apperceptive agnosia, incapacidad para reconocer cualquier forma u objeto visualmente. Cortical Agnosia, incapacidad para reconocer absolutamente ninguna información auditiva, aunque su sentido del oido está intacto, con lo cual es como si fueras sordo, pero sin ser sordo en absoluto...

¡Wow! ¿No es apasionante descubrir las cosas tan raras que nuestro cerebro es capaz de hacer?. Lo más increíble de la Agnosia, es que con prácticamente todas las ramas puedes hacer una vida normal, pero ¿te imaginas cómo sería ir a trabajar pero no reconocer ningún tipo de texto escrito, como en la Alexia? O ser incapaz de reconocer caras familiares o incluso la tuya propia, como en la Prosopagnosia, o mejor todavía, no reconocer miembros de tu cuerpo como tuyos, como en la enfermedad que describía Victoria, la Autotopagnosia, incluso hay otra rama que define la incapacidad para reconocer tus propios dedos, la Finger Agnosia. Sería horrible estar trabajando en el ordenador y no saber que los dedos que estás mirando son tuyos, ¿no?.

El miedo a la muerte es una de las fobia más extendidas en el mundo, después del vértigo y la aracnofobia. Yo la verdad es que cada vez que me meto en el Wikipedia para investigar enfermedades mentales, me da la sensación de que hay cosas mucho peores a las que temer que a la muerte, y la Agnosia desde mi punto de vista es una de ellas....

lunes, 23 de marzo de 2009

Ya es primavera en Navalcarnero

Pues sí, ya estamos en primavera. Y la Juno, como veis, feliz, porque al loro con la cara de coña que tiene y las risas que se ha echado ella sola en el jardín este puente.

La verdad es que con el tiempo que ha hecho, lo que apetecía era descansar y tomar el sol, así que nosotros, para inaugurar nuestro jardincito, ahí hemos estado todo el puente, los cuatro días enteritos, tomando el sol, arreglando un poco el jardín, comiendo fuera… incluso hemos estrenado la barbacoa. Vamos, de lujo.

Reconozco que jamás en mi vida había soñado con un chalet, ni con una casa con piscina ni nada así, no es que no quisiera, esque ni me lo había planteado.

La gente al principio nos decía que es una locura, que Navalcarnero está muy lejos, que cómo se nos ocurre… pero de verdad, cuando vimos esta casa, por exactamente el mismo precio que el piso que teníamos en Madrid, me pregunto por qué no lo habíamos hecho antes, y sobre todo, por qué no lo hará más gente, con esa manía que tiene todo el mundo de vivir “en el centro”.

Y Luismi y yo nos preguntamos, ¿el centro para qué? ¿qué necesidad hay de vivir taaaaan céntrico? ¡Si al final tienes que coger el metro para ir a cualquier lado!... pero no, todo el mundo quiere vivir en el centro, nadie quiere irse a vivir ni a Canillejas.

Hay una especie de linea mental que divide Madrid y sus zonas. Cuando vivía en las afueras de Moratalaz, ni siquiera en Moratalaz, me ponía en la misma puerta del Sol en menos de 20 minutos en autobús, sin embargo a la gente le parecía que vivía en el culo del mundo. Y es una auténtica tontería, está claro que si vives céntrico, es más fácil y más rápido llegar a los sitios, pero después de todo, Madrid es una ciudad muy grande, cada vez más, así que tampoco podemos pretender llegar en 10 minutos a cualquier punto de la ciudad, es imposible por muy céntrico que vivas, incluso de la plaza del 2 de Mayo a la puerta del Sol andando ya son 20 minutos.

Pues sí, la gente se alarmó muchísimo cuando dijimos que nos íbamos a Navalcarnero, me advertían de los atascos, de que nos iba a dar una pereza horrible bajar a Madrid y nos íbamos a aislar, que íbamos a tener que salir de casa a las 7 de la mañana….. vamos, todo desgracias.

Pues dejadme deciros, desde mi maravillosa casa con jardín, piscina, pádel y hasta zona de juegos de niños… puedo asegurar a todo el mundo que no nos hemos encontrado ningún atasco todavía, salimos de casa exactamente a la misma hora que salíamos desde Moratalaz, a las 8.10, y llegamos con un cuarto de hora de sobra, y que no da absolutamente nada de pereza bajar a Madrid, porque se llega enseguida, vamos, tardaba muchísimo más en llegar al centro cuando vivía en Ventas que ahora desde Navalcarnero con el coche. Y lo que a nosotros más nos asustaba, el gasto de gasolina, ha aumentado, sí, pero en una cantidad ridícula en comparación con todo lo que hemos ganado en calidad de vida.


Y de todas formas, aunque así fuera, aunque se tardara muchísimo en llegar a Madrid, aunque existiera todo ese tráfico del que la gente me advertía que iba a acabar harta… ¿acaso no compensarían todas esas desventajas vivir en esta maravillosa casa con esta parcela, y poder tener la oportunidad que en Madrid nos fue imposible, de tener esta preciosa perrita que posa junto al cerezo?.

Sinceramente pienso que aún con todas esas desventajas, seguiría compensando, pero esque además ni siquiera hemos sufrido todos esos infortunios, así que desde luego puedo decir que estoy viviendo como una reina por el mismo precio que vivía en Madrid en una casa tres veces más pequeña y 25 años más vieja.

Creo que hay un momento para todo en la vida, y cuando eres joven, pasas de sacarte el carnet de conducir y te pasas las tardes de compras con las amigas y las noches de copas con los amigos, está muy bien vivir en un piso de 50 metros por 1.000 € en pleno Alonso Martínez, pero la verdad, en este momento de mi vida que todavía soy muy joven pero ya he dejado atrás los días en los que sólo quieres salir salir y salir... lo que me pide el cuerpo es vivir a gusto y sentirme cómoda en mi espacio, y sobre todo tener la sensación de estabilidad, de que éste es el sitio donde quiero estar muchos años, no la sensación que he tenido los últimos 8 años de mi vida, la sensación de que todo esto era algo temporal hasta que apareciera algo mejor.


Este fin de semana de puente se ha hecho legítimo que ha sido un auténtico acierto venirnos a Navalcarnero, y por si a alguien todavía le parece una locura irse tan lejos de Madrid, le invito este fin de semana a una barbacoa en casa, ¡y me apuesto veinte pavos a que cambia de idea!.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Cómo usar transporte público y no morir en el intento

Esta mañana me he parado a pensar... ¿cuánto tiempo hace que no monto en metro?. Las historias que te ocurren en el metro no te ocurren en ningún otro lugar, ni en el autobús, ni en el cercanías, ni siquiera por la calle. Tantos años de transporte público le traen a una muchos recuerdos... algunas veces ves historias bonitas, a veces ves cosas divertidas... pero la mayoría de las veces sales del vagón con el instinto asesino a flor de piel.

La primera pregunta sin respuesta que todos los que hemos echado horas en el metro nos hacemos es... ¿acaso todas las mañanas hay una convención secreta de gente que no se ducha dentro de cada vagón? ¿por qué la gente huele tan mal en el metro? luego sales a la calle y no está mal, llegas a la oficina y nadie huele mal, pero en el metro... Dios mío, esas barras altas, esa aglomeración de gente donde no hay un centímetro de tu cuerpo que no esté en contacto con los centímetros de los cuerpos de los demás...

En el metro siempre ves gente extraña, siempre hay gente leyendo descaradamente el periódico de la persona de al lado, gente que habla o se ríe muy alto sólo para molestar a los demás, o los peores para mí, los que juegan al juego de las sillas, esa gente que no se corta un pelo en echar el turbo y pisotearte si hace falta para coger el asiento que queda libre.
En este campo por supuesto las reinas son las señoras mayores, ese especímen que juega en su salsa en sus dos escenarios favoritos: el transporte público y las tiendas de alimentación/supermercados, ¿a quién no le ha sacado de quicio la típica vieja que te empuja con las yemas de los dedos cuando estás subiendo en el autobús? ¿o que le pide a la charcutera las cosas más inverosímiles que se le puede pedir a un choped?. Las viejas, ese maravilloso ejemplar con el que todos soñamos nunca llegar a parecernos, pero en el fondo, un día vas por la calle y pasan unos niños corriendo a tu lado con un balón de fútbol, te empujan y siguen su camino sin más, gritando, corriendo, y entónces tú dices sin pensar:

"¡¡Me cago en la leche!! ¿¿los niños ya no tienen educación o qué??"

Y ya está. La has cagado. Ese es el momento en el que te das cuenta de que sí, vas por el buen camino para acabar convirtiéndote en una de ellas, tú también serás algún día una de esas viejas que gastan toda su energía (que tienen mucha, aunque no lo parezca) en adelantarse un puesto en la cola del autobús, y son astutas las cabritas, porque siempre lo consiguen, y además con el mayor de los méritos, que es hacer oídos sordos y actuar como si no oyeran a todo el resto de la cola quejándose. Pero oyen, vaya que si oyen. Lo que pasa es que les gusta hacerse las locas.

Les encantan las colas de gente a las tías, a algunas para colarse, y a otras, para sacar aún más de quicio, les gusta preguntarle al último de la cola:

"Perdone, ¿es usted la última?"

Y tú piensas, "¡pero leches señora! ¿no ve usted que sí? ¿¿no ve que no hay nadie detrás mío, que están todos por delante?? ¡¡pues claro que soy la última!!". Pero claro, no vas a decirle eso a la pobre señora, que encima te ha venido con una sonrisa de pendiente de pinza a pendiente de pinza.

Pero por si acaso todo eso no fuera suficiente para sacarte de quicio, todavía hay una estrategia peor que pueden usar para sacarte de tus casillas cuando estás haciendo cola. La más molesta, irritante y hostil de sus armas.

Ahí estás tú, en la cola del 53, una cola enorme, larguísima, llevas 20 minutos esperando en esa parada, en la que sólo pasa el 53. Y entonces se acerca una de ellas, y tú ves que mueve la boca, pero no oyes nada. Nada aparte de la música de tus cascos, claro. Así que te los quitas, y entonces ella repite "perdone joven, ¿es ésta la parada del 53?". Y mientras amablemente le dices que sí con la cabeza mientras te vuelves a poner tus cascos para seguir escuchando la música que esa señora te ha interrumpido, aprietas los dientes y piensas...

"¡¡Señora!! ¡¡¡pues claro que es la parada del 53!! ¿¿esque no lo ve?? ¡¡qué se cree!! ¿¿que es la cola para comprar entradas para los toros o qué?? ¡¡y por Dios!! ¿¿esque no había nadie más a quien preguntarle que me tiene que preguntar a mí, que soy la única persona de toda la fila que lleva auriculares??".

En fin, que rememorando historias de transporte público y de contacto con el género humano en general, me doy cuenta de que me he convertido en una burguesa y que en mi coche se va como una auténtica reina, y aunque el metro nunca ha sido para mí, ahora muchísimo menos. Desde mi coche veo esas cantidades de gente haciendo cola y pienso "¡puf, qué horror! ¡yo no podría soportarlo a estas alturas! ¡si yo estuviera ahí, intentaría colarme a toda costa! ¡¡sólo de pensar en esperarme toda esa cola me salen arrugas!!"

martes, 17 de marzo de 2009

¡Feliz día de San Patricio a todo el mundo!

Rectificación

Hay gente daltónica, hay gente disléxica..... yo, pues qué le voy a hacer, soy negada para diferenciar la izquierda y la derecha. Ya me lo decía mi profesor de conducir, como no aprendas a diferenciarlas vas a tener serios problemas en esta vida... y a la vista está:

De la foto de abajo, como muy bien me corrije mi madre, soy la de la derecha, no la de la izquierda.

En fin, todos tenemos nuestros defectillos, ¿no?

lunes, 16 de marzo de 2009

Albilla Villalbilla

Tener un blog es un auténtico misterio, nunca sabes quién lo sigue, ni quien lo ha leido alguna vez, ni quién disfruta o aprende con él, ni a quién le ofende. A veces la gente deja comentarios, pero parece que nadie encuentra dónde se pone el firmante, con lo que ahí está, un comentario precioso... y nunca sabes quién lo escribió. Otras veces ves gente que desde un lugar del mundo lo sigue fielmente sin decir nunca ni mu. A veces la gente extraña llega a él porque ha buscado cosas extrañísimas en el Google, o a veces va y te sorprende alguien que navegando ha encontrado tu blog por casualidad, y decide contactar contigo de alguna manera.

Y de esta forma, me he vuelto a encontrar con mi amiga Alba. Irónicamente, llevo unos meses intentando buscarlas llamando a la única de ese grupo de la que tengo el teléfono para que me dé los teléfonos de las demás y poder reunirlas a todas, pero no consigo contactar con ella, y por maravillosas piruetas del destino, al final ha sido mi amiga Alba la que me ha encontrado a mí.

Alba era el anti-yo, físicamente y de personalidad. Ella era bajita, rubita, calladita.... y yo, pues qué voy a decir de mí misma. La verdad es que ya sé que cuando una tiene esa edad, pues tu amiga siempre es tu amiga hasta la muerte, pero ahora, con 26 tacos que me pesan, estoy convencida de que nunca he tenido una amiga a la que haya querido más.

Me acuerdo muy a menudo de sus padres, Paula y Guido, y recuerdo que, aunque yo adoraba a los míos, pensaba "qué guay tener unos padres así....". Me pasé las tres cuartas partes de mi infancia en su casa, así que creo que es justo decir que son responsables de gran parte de mi educación, que es de lo que más orgullosa me siento de mí misma, mi educación.

Mi amiga Alba no sólo me ha traido buenísimos recuerdos en mi cabeza, por si eso no era suficiente, me ha traido un recuerdo visual de un día que ya casi había olvidado:




Yo soy la de la izquierda del todo, y Alba, la de mi lado. Por supuesto, porque en esas épocas, Alba siempre estaba a mi lado.

Una de preguntas

Haciendo una de mis expediciones internautas por la web, he encontrado una página donde te plantean 5 preguntas sobre distintos temas. Miles y miles de temas distintos. Como a mí me encantan estas cosas, voy a escribirlos sueltos cuando me apetezcan, y como soy así de chula, voy a empezar con uno fuertecito. "Momentos".

1.- ¿Cuál ha sido el momento más romántico de tu vida?

Con 15 años tuve un novio que me adoraba y al que adoraba. Estuvimos juntos un año y todo fue maravilloso, pero depronto, la cosa empezó a ir mal y lo dejamos por teléfono. Él lloró y lloró que volviera con él, pero yo no quería porque los últimos meses lo había pasado muy mal, pero le dije que si venía a verme al día siguiente y me acompañaba de camino al autobús para ir al instituto, hablaríamos. Quedamos a las 7.30, que es cuando yo salía de casa. Por alguna razón me desperté muy temprano, como a las 6, y por intuición, se me ocurrió mirar por la ventana, cosa que no hacía nunca porque mi calle no era precisamente la calle Alcalá. Y ahí estaba él, mirándome fijamente, con ojos de dolor, y algo me dijo que llevaba allí unas cuantas horas.
En ese momento me sentí la persona más amada del mundo.

2.- ¿Cuál ha sido la situación más vergonzosa que has pasado?

Cuando estuve trabajando en el pub irlandés, tuve durante mucho tiempo un bloqueo mental muy fuerte. Estaba tan cansanda de trabajar tantas horas, que simplemente intentaba hacerlo todo de la manera más mecánica posible, para no agotarme pensando. Además, no había mucho que pensar, porque mi vida quedó reducida a aquel bar.
Un día, a una compañera se le ocurrió hacerme una broma, y desde dentro de la barra, me dijo que pidiera en la cocina unas "alitas de cordero" para una mesa. Yo, en mi obtusidad, entré a la cocina y grité "¡¡¡UNAS ALITAS DE CORDEROOOO!!!". Por supuesto ellos, los cinco, estaban en un estado más despejado que yo, y pillaron a la primera que un cordero no tiene "alitas", así que, como a mí se me veía en la cara que no entendí de qué se reían hasta que pasaron unos 20 segundos, se estuvieron riendo de mí una semana, y las compañeras que estaban fuera de la cocina, otras cinco, también. Y también todas las demás a las que todos ellos les contaron mi majadería.

3.- ¿Qué es lo más extraño, surrealista e inexplicable que te ha sucedido?

Me han pasado muchas cosas inexplicables en mi vida, pero supongo que aquel esqueleto que representaba la muerte que mi madre trajo de Méjico se lleva la palma.
Durante unos meses, una vez cada tres o cuatro días, me encontraba el esqueleto en el suelo separado un par de metros de donde se habría caído en una circunstancia normal. Nunca se caía nada de aquella estantería llena de cosas, sólo se caía el esqueleto, que además ni siquiera estaba al borde de la estantería, estaba en el centro. Para mucho más inri, nunca, ni una sola vez, se cayó mientras yo estaba en casa, y en esa época yo pasaba muuuuchas horas en casa. Inexplicable por completo. Acabé tirándolo a la basura con permiso de mi madre.

4.- ¿Cuál fue tu momento más triste?

Hablar con mi abuelo por teléfono por última vez. Él casi no podía hablar porque estaba intubado, sólo oía gruñidos.

5.- ¿Cuál es el recuerdo más antiguo que conservas de tu vida?

Recuerdo un verano en Cabo Roig que vino mi padre. Mi madre venía de Inglaterra y nos trajo un millón de regalos, pero lo curioso es que no me acuerdo de aquel día por los regalos, me acuerdo porque estaba mi padre, y mi padre nunca venía a Cabo Roig. No sé si es el más antiguo, pero me cuesta mucho relacionar recuerdos con la edad que tenía en ese momento, y ese es el más lejano que puedo recordar.


viernes, 13 de marzo de 2009

Mi último 11-M

Hace dos días me reencontré con un amigo. Un gran amigo que hacía más de dos años que no veía. No sabía cómo iba a reaccionar cuando le escribí un mensaje, pero reaccionó bien, muy bien. Y quedamos.

Me contó que está de gira por España con una obra de teatro, que tiene pareja estable, que se fue a ver a Madonna a París. Me contó que también hace bromas en despedidas de soltero/a, y me escenificó algunas de ellas mientras yo me reía y me reía y me reía como solía hacer tres años atrás cuando éramos amigos.

Yo... poco tenía que contar, excepto el motivo por el que quise quedar con él. Normalmente me gusta poco hablar de mí misma, o bueno, mejor dicho, últimamente me gusta poco hablar de mí misma, tengo la sensación de que cada vez que lo hago, acabo en una discusión absurda en forma de espiral. Y sola, siempre acabo sola. Sola metafóricamente hablando, sola en uno de los dos bandos que se crean siempre que hablo de mi opinión sobre la vida. Vida, por falta de un mejor término.

Pero me acordé de que mi amigo pertenece al momento de mi vida en el que la gente no se ponía en mi contra, al menos no lo suficiente como para que me sintiera tan sola, y quise contarle mis cosas, pero simplemente, no me ocurría nada original, ni divertido, ni digno de destacar para contarle. O... bueno, quizá lo que habría querido contarle me pareció demasiado personal, fuera de lugar y aburrido, y preferí callarme.

Estos últimos dos años han sido los más importantes de mi vida. Le conté que no me pude ir a Estados Unidos para quedarme, que vivo en Navalcarnero, que estoy profundamente enamorada y que me caso dentro de tres meses. Le conté que la gente no había reaccionado muy bien con ese tema, pero no le di ningún detalle.

Me habría gustado explicarle lo sola que me siento en cuanto a amigos se refiere. Que todo el mundo nos ha dado la espalda, y yo soy una persona que lo último que necesita es que le den la espalda, nadie, ni gente cercana ni la cajera del supermercado.
Me habría gustado contarle que me he vuelto más exigente (si acaso cabía) en cuanto a relaciones humanas se refiere, y que gracias a esa radicalidad tengo el novio tan fabuloso que tengo. Pero que, como contra, me he quedado sin gente que me llame por mi cumpleaños, ni que me felicite el año nuevo, que se acuerde de mí los fines de semana.
Me hubiera gustado contarle que la vida sólo me ha dado dos opciones, una, vivir la vida sin gente a mi alrededor nada más que mi maravilloso novio que me entiende a la perfección, pero sintiendo un inmenso vacío, o dos, morderme la lengua y resignarme teniendo una agenda un poco más llena de planes con gente que me gira la cara cuando me ve en el supermercado y le dice a los demás que es mentira, o amigos de hace más de diez años que se levantan y se van muy ofendidos del bar donde nos estábamos tomando algo dejándote plantada sin motivo aparente. Y no te llaman nunca más. Y adiós 11 años de amistad.

Me hubiera gustado contarle todas las veces que la gente nos ha fallado y lo mucho que nos ha afectado. Me hubiera gustado contarle lo doloroso que es que necesites vida o muerte un favor material, y que gente en la que confiabas ciegamente te lo niegue por prejuicios de algo que para colmo ni siquiera has provocado tú, pero encima has sido la única afectada. Me hubiera gustado contarle que te educan pensando que la familia es lo único en esta vida con lo que puedes contar y que te van a aceptar como eres porque para eso son tu familia, y de pronto llega un punto en la vida en el que te das cuenta de que la familia es lo único en tu vida que no has elegido tú, y que si te fallan o te dan las espalda, no puedes huir de ellos como harías con una pareja o un amigo indeseable. Me habría gustado contarle que ese momento en mi vida había llegado mientras no nos hemos visto, y que la herida de la familia era más profunda que ninguna.


Pero no le conté nada de eso. Hablamos, nos reímos, criticamos e idolatramos a Madonna, nos reímos más, recordamos viejas historias, reímos aún más......

....y sólo sé que me encantó verle. Me encantó que estuviera tan bien, y durante unas horas me olvidé de todo lo que habría querido contarle. O quizá no me olvidé, pero quise que se me olvidara.

miércoles, 11 de marzo de 2009

8 meses después

Ya es oficial: estoy sana como una manzana.

Ocho meses después de la operación, mi cuello del útero está como siempre, o mejor dicho, como nunca. Nada, no queda absolutamente nada, como nuevo, como si nunca hubiera existido ese virus que por poco me mata del susto cuando me dijeron que era el segundo paso a un cáncer invasivo de útero.

Después de tres doctores, miles de pruebas y días y días de angustia hasta que por fin un me explicaron lo que realmente tenía de manera esperanzandora, por fin puedo decir que estoy recuperada al 100%.

Se acabó. Ufffff........

lunes, 9 de marzo de 2009

Un mes en la familia








Este fin de semana ha hecho un mes que fuimos al albergue a adoptar a Juno. Un mesecito nada más. En todo este mes, nos ha hecho pasar por unas cuantas situaciones bastante incómodas.




Todavía no se me ha olvidado el día que la llevamos al parque y se metió dentro de un zarzal que en el otro lado tenía un barranco de unos 10 metros directito a un río. Tardamos en conseguir que saliera aproximadamente media hora de angustia, y salió gracias al cachorrito de un chico que pasaba por allí y nos quiso ayudar. Por suerte Juno se lleva muy bien con los perros y quiso salir del zarzal a saludar al cachorrito. Si no fuera por el perrito, la tía todavía seguía ahí dentro o se había ido de cabeza al río.




Otro día se le ocurrió que igual podía traernos la cena, y salió corriendo detrás de un conejo al lado de casa. Mientras el conejo daba graciosos saltos, esta pobre, con esas patillas que tiene, ni se le veían de lo rápido que las movía, y aún así no se le acercaba ni de broma. Me imagino al conejo partido de risa, vamos.
Hasta ahí la historia muy graciosa, pero cuando perdió de vista al conejo, se le ocurrió salirse a la carretera para buscarle justo cuando pasaban dos coches, uno por cada carril, y esta perrita, como es un poquito cortita de reflejos y cuando se asusta, en vez de reaccionar, se queda quieta esperando a que la suerte decida su destino, pues ahí se quedó, quieta en medio de la carretera, con los dos coches viniendo cada uno por un lado, que menos mal que tuvieron más reflejos que ella, y sobre todo más vista, porque con lo chiquitaja que es y encima de noche, cualquier otro coche ni la hubiera visto.




En el albergue nos adviriteron de que tendríamos que tener mucha paciencia con ella hasta que perdiera un poco el miedo, y la verdad es que en este mes ha hecho muchos progresos, pero aún está asustada, muy, muy asustada. El otro día se meó de miedo sólo con la idea de salir a la calle y encontrarse con el cachorrito de los vecinos, que la había estado achuchando a abrazos por la mañana. En cuanto Luismi la llamó para salir a la calle, se meó sólo de pensarlo.
Pero aún así notamos que hace amagos de intentar hacer un poco más de vida fuera de su camita, a veces cuando llegamos se sale de su cama para saludarnos, aunque en cuanto nos ve sale zumbando otra vez a la camita, pero ya es un avance. El otro día por la mañana por ejemplo escuchamos una pequeña intención de subir las escaleras a darnos los buenos días, cosa que, por supuesto, no había hecho jamás.




No es nada fácil tratar con un perro traumatizado, hay que tener auténtica paciencia y hay que cumplir ciertas normas y no saltárselas nunca, pero la idea de pensar en ella, con lo chiquitita que es, abandonada por la calle, intentando buscar comida, pasando por al lado de los coches, de la gente... ella que tiembla de miedo cuando cualquier persona nueva se acerca para saludarla, me imagino su sensación de auténtico pánico, y me siento verdaderamente agradecida de ser una persona que prefiere irse a un albergue y salvar una vida, y no ser de esas personas que les encanta el anuncio de Scottex y se van a una tienda a gastarse 1.000€ en un perrito espectacularmente gracioso que en cuanto se haga dos cacas va a dejar de ser tan gracioso y va a pasarse el día y la noche en la terraza.




Dentro de un mes volveré a hacer recuento de cómo ha avanzado en las últimas semanas. Mientras tanto, unas fotos con un poco de cara de menos susto que las del día que la trajimos. ¿A que está guapa?.
Y por cierto, sí, lo de una oreja para arriba y otra para abajo es la posición habitual de sus orejas, ¿no es para comérsela?.


miércoles, 4 de marzo de 2009

Start spreading the neeeeews......

....I´m leaving todaaaaay....

Aquí está, por fin en nuestras manos....






¡¡mi luna-de-miel-viaje-deseado-desde-que-tengo-uso-de-razón!!

Parece mentira, he viajado a Estados Unidos un total de 5 veces, y a la hora de comprar el billete, ese momento en el que aprietas el botón de aceptar, ese momento en el que, si aprietas, ya no hay marcha atrás, te vas al nuevo continente.... siempre, absolutamente siempre, se me acelera el corazón y me quedo el resto del día como en una nube, pensando "me voy a USA, woooooow.....".


Y esa es la sensación que tengo ahora mismo, la sensación de que me voy a USA, esas mariposas en el estómago que aparecen cuando ves que tus planes están saliendo como esperabas, sólo que esta vez, los nervios y la emoción son mucho mayores que las otras veces que he viajado a Estados Unidos ya que éste va a ser nuestro primer viaje de casados, y además, a un lugar donde siempre habíamos soñado con ir.


Así que ya no hay marcha atrás, nos vamos a Nueva York, a la tierra de Friends, de David Letterman, de Broadway.... a la ciudad donde nació Woody Allen y donde murió John Lennon, la ciudad que ha inspirado tantas películas de desastres naturales y ataques extraterrestres...... a esa Nueva York.


Y ahora que tengo mi billete y que no hay nada en este mundo que pueda hacer que no me monte en ese avión, veo como voy tachando lineas de mi lista de "sueños que realizar algún día", y no me queda más que sentir una profunda sensación de satisfacción con mi vida y con cómo he conseguido cumplir todos mis objetivos y realizar todos mis sueños. Nueva York es el siguiente...



...I want to be a part of it!!

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