martes, 27 de diciembre de 2011

Año nuevo, vida nueva

Bien. Bien bien.

Después de el pequeño revuelo ocurrido ayer en éste, mi espacio con mi troll particular, he dado por finalizado este ciclo en el que se le sigue el rollo a alguien tan mediocre. Después de llamar gorda a mi mejor amiga e inventar que la pongo verde, creo que seguir dorándole la píldora y regalándole la atención y el protagonismo que anhela es caer en su trampa. Así que voy a correr un tupido velo ante tantísima ineptitud y desde luego, esto es lo último que voy a malgastar en prestarle mi atención.



Además, hoy estoy aquí para hablar de cine. De cine, de celebrities, de cotilleos y como siempre, de mi opinión sobre las cosas.

Ayer estuve en el cine viendo la película de las navidades: New Year´s Eve.






Me gustó pero porque a mí me encantan las pelis con muchas celebrities, pero bueno, era bastante mediocrilla. Sin embargo, desde ayer hasta esta mañana Mr. Rossi y yo hemos estado hablando de ella, y esque al tener tantas historias y tantos actores, hay mucho que comentar. Y éstas son sólo algunas de las conclusiones que saco después de ir al cine después de tanto tiempo:


- ¿Por qué Michelle Pfeiffer se empeña en interpretar papeles de pringada y de tía del montón cuando está tan claro que no lo es?

- Robert DeNiro es un actor con el que no deberían contar para estas cosas. Se come a todo el mundo. Destaca tanto que es ofensivo para todos los que tiene al lado. Moribundo, despeinado, casposo e intubado: eres mi favorito, Robert.

- Jon Bon Jovi. Amor absoluto pasen los años que pasen.

- ¡¡Quiero que Zac Efron me lleve a bailarrrr!!

- Lea Michelle sobreactúa que es demasiao.

- Por favor, qué impresionantemente buena está Sofía Vergara, ese tipo de mujeres tan explosivas no suelen ser mi estilo, pero esque la tía es un portento. Me encantó su papel haciendo una parodia de sí misma.

- ¿La niña de Little Miss Sunshine tiene una cara rara o me lo parece a mí?

- Michelle Pfeiffer siempre se acaba morreando con mis favoritos.

- Halle Berry tenía el papel de Katherine Heigl pero lo tuvo que rechazar por problemas personales. Al tiempo volvió al proyecto pero le dieron otro papel. Se tuvo que tirar de los pelos por dejar escapar una escena de amor con Jon Bon Jovi, pero aún así, tiene la historia más bonita de todas.

- Me encantan los primeros planos a Josh Duhamel. Está insultantemente bueno.

- No me creo que Zac Efron y Ashton Kutcher sean mejores amigos. Se llevan casi 10 años, y ni siquiera comparten escena como para que nos muestren su química. No me lo creo.

- A Alyssa Milano se le ha puesto cara de madre. Está guapísima, me encanta.

- ¿Cómo se pudo casar Demi Moore con semejante espanto? y encima va el idiota y le pone los cuernos en su aniversario. Si esque hay gente que le faltan un par de veranos...

- Hillary Swank es fefa perdida. Y no entiendo muy bien esa manía de los americanos de que la gente abandone corriendo el momento más importante de toda su carrera para hacer algo que tenían que haber hecho hace mucho tiempo. Ya huele.

- Jessica Biel de madre y Katharine Heigl con Jon Bon Jovi. Yo desde luego hubiera invertido papeles.




No es que sea el peliculón del siglo, pero yo disfruté como una enana. Y esque echo taaaanto de menos ir al cine a menudo......

lunes, 26 de diciembre de 2011

Mi adorable vecina Ana

Mi querida y "anónima" troll:


Espero que este pequeño y humilde núcleo de atención que te ofrezco en este espacio que tan a menudo visitas sirva para llenar un poco tus lamentables reservas de autoestima, o al menos convierta tu patética vida en algo interesante durante unos instantes.


Me estoy tomando la molestia de contestarte pese a que normalmente obvio (aunque nunca borro) los comentarios escritos por mongólicos de tu calibre, pero hoy lo hago porque estamos en Navidad y me has enternecido.


Supongo que estas fiestas donde prácticamente todos, o al menos yo, tenemos ilusión por celebrar con aquéllos a quienes queremos, tú te sentirás miserable ya que toda tu familia política te da "asquito", como una vez me dijiste. Lo lamento, lamento que para ti toda esta parafernalia no sea más que una excusa barata para reunirte con tan aborrecidos seres. Pero de ahí a que seas tan triste que te dediques a pasar tu mesecito de vacaciones visitando a diario mi ciber-hogar para ponerte ciega de envidia de que yo sí estoy teniendo una época jubilosa, va un gran trecho.


Yo creo que contigo ya he aguantado bastante. Después de todo lo que has intentado amargar mi existencia a lo largo de ya cerca de 2 años, yo creo que de verdad, estás tocando fondo. Por aquí, mi espacio, todos te conocen por tu nombre. La gente me llama por teléfono y me dice "¡pero vaya vecina psicótica tienes!". Algunos hasta han tenido el placer de verte merodear por el barrio y comprobar que se te ve en la cara tu propio veneno. Toda mi gente sabe que no miento ni un poquito, porque eres tú misma la que se delata al dejar tantas lindezas plasmadas en mi público espacio, y aparte, porque tengo el correo electrónico que tú le mandaste a todas mientras te hacías pasar por mi amiga para demostrar que no me invento nada de lo que digo.


Mi blog es público, claro que sí, y te invito a que me muestres algún comentario en el que se me "pelotée", como dices en tu último comentario. Por aquí la gente pasa, lee y comenta. En ningún caso me "pelotean". Pero el hecho de que sea público no quiere decir que tenga que aguantar que haya infelices como tú a los que les deba permitir que me insulten sin ningún fundamento y sobre todo, sin dar la cara. Si te parece que soy una envidiosa, que necesito terapia o que el nombre de mi hija es ridículo, me parece muy bien, pero me importa tres cojones. No me interesa lo que tú tengas que decir sobre mi vida en absoluto, simplemente quiero que si me criticas, lo hagas fuera de mi círculo y me dejes vivir mi vida tranquila. Si tan mal te parece que hago las cosas y tan loca te parece que estoy y tantas ganas tienes de gritarlo a los cuatro vientos, arriba a la derecha de esta página hay una pestañita que pone "crear un blog", te creas tu espacio y me pones verde si quieres. Te aseguro que yo no perderé ni un minuto de mi tiempo en leer tu mierda, y mucho menos en boicotearla, la escribes para ti y para todo el que quiera leerte, si quieres te paso una foto en calidad alta para que me pongas ahí en la cabecera.

Yo de verdad que lo único que quiero es que me dejes en paz. Que dejes de meterte en mi vida, ya que yo no me meto en la tuya en absoluto ni lo he hecho nunca, y si hay algún motivo por el que te nombro en mi espacio es porque tú no paras de hacer acto de presencia intoxicando todo lo que yo escribo. Te aseguro que yo soy la primera que no quiere hablar de ti en absoluto, algo que en mi vida diaria te aseguro que no hago, pero si estás presente en mi espacio no es ni más ni menos que porque tú te empeñas en que así sea.


De verdad, entiendo que te mueras de envidia de que yo tenga una familia política que me quiere, entiendo que te lleven los demonios de que mi amigo invisible me haga un regalazo, entiendo que no puedas soportar que yo tenga unos sobrinos educados, amables, cultos y, en definitiva, absolutamente adorables. Lo entiendo. Entiendo que tu vida sea miserable en comparación con la mía, pero qué quieres que te diga, tengo muchísima suerte, pero aparte de la suerte que he tenido con mi familia política, me lo he currado mucho en esta vida y al final éste es el resultado, ¿qué culpa tengo yo si tú eres una maldita vaga caprichosa que siempre tiene que ansiar lo que tiene el de al lado sin pararse a disfrutar de lo que ella misma posée?.

De verdad, te lo pido por favor, deja de meterte en mi blog, deja de dejarme comentarios venenosos, déjame en paz, no te estoy pidiendo que dejes de odiarme, sigue criticándome si quieres con todas las que te ríen la gracia, que tienes unas cuantas, incluso si quieres sigue adelante con esa denuncia que por lo visto me estás preparando por tener un perro en condiciones insalubres e infrahumanas, y por traer sífilis, gripe aviar y zombies a la comunidad, adelante, en serio. Pero déjame en paz. Sólo te pido eso, déjame tranquila. Son cerca de 2 años que no hablamos, yo creo que ya va siendo hora de que avances y dejes de hurgar en mi vida. Y te advierto que no voy a perder más tiempo contigo, ésta es la última vez que te lo voy a decir, porque me parece a mí que tu problema es que nadie te ha partido la cara en esta vida. Algún día te vas a encontrar con alguien que no te consienta tu mala educación ni tus impertinencias y te va a dar un par de hostias bien dadas, y entonces a ver a quién le vas a ir a llorar.




Un saludo y el próximo año intenta ahorrar para comprarte un amigo, espero que los Reyes Magos te traigan alguna que otra primavera, que de verdad se nota que te faltan.





¡Ah! y haz el favor de no donar sangre, no vaya a ser que un día alguien se lleve un disgusto...

Felices Navidades

Estas Navidades están resultando fantásticas para mí.


Para empezar, la Nochebuena cenamos cordero riquísimo. Cordero, ese manjar de dioses que yo sólo puedo permitirme el lujo de comer en ocasiones súper-mega especiales y que me eleva a lo más alto de los cielos.

Después del cordero, el vinito, los turrones y tal y cual... ¡¡LOS REGALOS!!, y mi amigo invisible brilló con todo su esplendor cuando me regalo ESTO:






Bueno, vale, mi regalo no era tan chulo, pero básicamente tiene la misma función, unos súper altavoces para el I-Pod chulísimos, justo lo que quería. Para que mis duchas nunca vuelvan a ser lo mismo.


Después de los regalazos, que el de mi marido también fue un flipe, trajimos todos los instrumentos, esto es, órgano, guitarra eléctrica, batería y la preciosísima y dulce voz de mi sobrina... y para qué queremos más. Mis sobrinos se lucieron cada uno en su campo, lo cual casi me hizo llorar al comprobar lo sincronizados que están y lo maravillosamente bien que cada uno toca su instrumento. Estoy oficialmente enamorada de todos mis sobrinos, de todos ellos.


Y ayer, pues comida tranquilita con los padres y las hermanas de Luismi, paseo con los perros y lo mejor: la receta de la súper ensalada de mi cuñado. ¿He comentado alguna vez que tengo un cuñado que cocina que es una bendición?.




La verdad es que, aunque suene a topicazo, tengo suerte de tener una familia tan fantástica, todos son gente con una calidad humana muy superior a la media, y aunque suene a peloteo es cierto, me encanta estar con ellos. Me da pena esa gente a la que las Navidades les dan tanta pereza porque están rodeados de obligaciones y de gente con la que no se llevan bien y esas cosas, a mí las Navidades me encantan, y aunque me hubiera gustado que mi familia (la real, no la política) me las felicitara, pues qué le voy a hacer, no es así, pues al menos puedo agradecer que tengo con quien celebrarlas y pasar unas cenas y comidas agradables.




En fin, que aunque todavía no se han acabado, estas Navidades están siendo muy reveladoras para mí, me doy cuenta de quién está, de quién no está y creo que con el nuevo año marco un límite definitivo sobre lo que puedo esperar de la gente y lo que no.



No puedo pedir nada más, esto es lo que tengo y no puedo quejarme en absoluto. Bueno sí, me encantaría poder dejar atrás en este 2011 todos los trolls cibernéticos que pasean por aquí dejándome comentarios desagradables. Eso sería un regalo genial.




En fin, que feliz Navidad, querido lector, espero que también tú estés pasando unas felices fiestas.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Publicidad estúpida

Usar celebrities para promocionar las marcas está más de moda que nunca. Deportistas, ídolos de la música o artistas de cine están constantemente en nuestras pantallas, pero han abusado tanto de ello que está empezando a ser contraproducente. Para mi gusto, desde luego, tiene un límite.

Está bien, por ejemplo, que Nespresso use a George Clooney para sus anuncios. Para empezar, George Clooney es una persona que pasa largas temporadas en Italia y todo el mundo lo sabe, con lo cual está vinculado a la marca de un modo muy obvio. Los anuncios están creados para causar cierto impacto, ya que son distintos, aparte de estar cargados del toque humorístico que supone ver a George Clooney haciendo de galán al que las mujeres le demuestran que se ha pasado un poco de rosca. Es un anuncio inteligente e ingenioso, un anuncio con el que te quedas.





Pero lo de anunciar con celebrity al tun tun me parece un error. Ahora que estoy trabajando en el mundo de la publicidad tengo acceso a leer miles de revistas, y he comprobado en muchas de ellas que Scarlett Johansson ha aparecido hasta en un total de 4 anuncios en una misma revista. ¿Qué anunciaba?, no lo recuerdo. Y eso, ni más ni menos, es lo que consigues cuando haces publicidad sin ton ni son, cuanto más mejor.


Cuando vi Lost in Translation me encantó. Me encantó la película, me encantó su papel y me encantó ella. Y recordé que ya me había encantado en Ghost World. Porque es muy guapa, eso es innegable.

Pero esque me parece que se le ha ido el punto. Eso de ir de maciza come-hombres por todos lados me parece un enorme atraso, porque te estás cavando tu propia tumba. Hoy estás muy buena, mañana ya veremos. Pero no va sólo de maciza putón en sus películas, en la vida real también es una de las celebrities que más rollos tienen a sus espaldas, incluyendo boda con uno que pasaba por allí y extraña separación al poco tiempo. ¿Quién sabía que esos dos eran pareja?, nadie, pero mira, salieron en todas las revistas cuando se casaron, salieron en todas las revistas cuando se separaron. Publicidad a tope, misión cumplida.



Pero para mí ya el colmo de lo surrealista es el último anuncio que ha hecho para Navidad, el de Dolce&Gabbana The One.





A ver, para empezar, ¿de qué va ese traje de vieja diva gloriosa?, obviamente le favorece cero, porque el encaje lo carga el diablo, y es por eso que en todo el anuncio sólo se le ve el busto y no han querido sacarla luciendo tipazo. Porque para una mujer con curvas, el encaje es un forbidden. Y sé muy bien de lo que hablo.





Para seguir, ¿ese pelo?, vale que te crees que eres Marilyn Monroe, pero esque no lo eres, más bien pareces Mercedes Milá. ¿Quién te ha aconsejado por dios?.



El guión del anuncio es para pegarse un tiro, no sé si es improvisado por ella misma o alguien se lo ha escrito, pero me cuesta creer en algo más ridículo:

- ¡Oh, yo no soy actriz! simplemente interpreto en las películas.

¿Mande?

- Me gustan mis labios. Para besarlos.

Vale, por si no fuera evidente que vas de pilingui calentorra por la vida, nos lo quieres dejar aún más claro, es por eso que nos muestras un primerísimo plano de tus morros y encima nos dices que besar tus labios es muy guay. Muy bien, hasta ahora la entrevista me está pareciendo de lo más interesante.

- Hago todas mis escenas peligrosas. Incluso las de amor.

Vale, una vez más intentando calentar al personal dejando claro a todo el mundo que no tienes ningún problema en revolcarte con el actor que te toque y que has retozado con todo Hollywood, dentro y fuera de la pantalla. No nos puedes contar que eres tú la que sale en todas las escenas de acción, no señor, nos tienes que crear la imagen mental de las escenas de cama.

- No estoy buscando un millón de cosas. Sólo una, la perfecta. Amor.

¡Pero qué frase más surrealista por favor!, ¿esque acaso el entrevistador te ha preguntado "¿qué millón de cosas buscas en esta vida, querida Scarlett?". De verdad que me cuesta creer que alguien haya podido escribir semejante estupidez. Pero lo de que está buscando el amor, claro que sí Scarlett, después de hacerte el zorrón durante todo el anuncio y en tu vida en general, ahora nos cuentas que esque tú en esta vida sólo buscas el amor verdadero y perfecto, nada más. Y todo eso nos lo cuenta mientras se atusa el pelo en un espejito, se echa perfume y nos pone morritos y ojitos. Pero esque ya la sonrisita que pone cuando dice que ella solo busca amor me hace querer partirle la cara por la vergonzosa falta de naturalidad que inunda el anuncio y que ella desprende en general, todo tan posado, todo tan estudiado y todo tan milimetrado con el único fin de salir en todas las listas de Mujeres más deseadas.






Me da grima la gente así, me dan grima ls mujeres que lo único que quieren es resultar sexis, cuando está claro que todo es puro glamour y falsedad, porque si yo tuviera estilistas, asesores de imágen, ropa de 2.000 euros, chefs que me cocinaran súper-mega sano y pudiera tomarme vacaciones cuando me diera la gana para dormir 10 horas al día... pues tampoco estaría nada mal y seguramente saldría en unos cuantos rankings.




Las mujeres que realmente me provocan admiración son las que son naturales, las que se ponen unos vaqueros y están guapas y las que no están constantemente posando, pero sobre todo, las que saben usar el intelecto, mucho más allá de simplemente poner morritos y calentar a todo el personal. La que tiene belleza natural pues la tiene en todas las circunstancias, pero que una tía sea tan producto del marketing me produce tal rechazo que pienso que hasta evitaría comprar algo que anuncia alguien tan plasticoso. Me parece anti-femenino ser tan calentona, y no hay nada que me guste menos en una mujer que que no sea femenina.





Así que no, Scarlett, no a tu anti-naturalidad, no a tu manera de usar tu cuerpo. No a ti y a lo que haces.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

It´s my party and I cry if I want to...

Hoy es el cumpleaños de mi niña, 2 añazos.


Normalmente hablo mucho de mi princesa en mi blog, sin embargo, hoy prefiero simplemente publicar las fotos de su fiesta de cumpleaños, donde re-descubrí viéndola jugar con sus primos y con sus juguetes nuevos lo deliciosamente lista, generosa, entusiasta y agradecida que es.



Estos son sólo algunos de los momentos más significativos de su día:



Lo que más me gustó del regalo de mis abuelos y mi tía





Aprendiendo a montar el trenecito con mis papás y mi mejor amigo (¡mirad qué bien lo hace mi primo por favor!)




Sergio me enseña a usar su regalo y yo os dedico una dulcísima sonrisa




Poniendo en práctica todo lo aprendido





Oh, un globo con cara



¡¡Toma regalazo de mis papás!!




¡Eh, que es mía!





Mi primo Sergio siempre se sale con la suya. Y yo lloro.




Bueno, no pasa nada, ¡te la dejo un rato!



La mejor foto que conseguimos hacernos todos juntos





¡El regalo de mis primos mola también un montón!






¿Son o no son todos mis niños la cosa más preciosa de este mundo?






(P.D: lo siento mucho por escribir como si estuviera hablando Abril, pero esas idioteces vienen con el carnet de padres, cuando tengáis hijos dejaréis de verlo como algo patético y lo haréis. Es más, bailaréis A mi burro a mi burro haciendo todos los gestos de lo que le duele al burro sobreactuando muchísimo. Advertidos estáis.)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Año Nuevo

Para mí el año nuevo siempre ha sido para celebrarlo en familia. Mi padre siempre me pedía el primer beso del año, y eso para mí era sagrado. Pero el año pasado pasamos la Nochevieja en casa como cualquier otra noche del año y sobre todo, no por elección propia. Y eso no puede ser. La Nochevieja es especial, la Nochevieja es única y hay que pasarla como la gran noche que es.

Así que este año la vamos a pasar con vistas a kilómetros y kilómetros de paisaje verde. Cenaremos cosas súper ricas que cocinaré yo misma unos días antes y beberemos champaigne (no champán, no señor), todo ello en una manta extendida en el suelo delante de una preciosa chimenea. Y por supuesto vestidos de gala, que el lujo no está reñido con la vida rural en absoluto. Lejos de las tracas, de la música y los gritos de los vecinos hasta las mil de la mañana y lejos también de los programas resumen del año y de los especiales rodados en agosto.


Esta Nochevieja la pasaremos mi marido, mi hija y yo rodeados de silencio, de paz y de calor en esta preciosísima habitación...








...y que se mueran de envidia los que el año pasado me dieron la espalda.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Un nuevo habitante en mi lista

Nos hemos enganchado a Mad Men. Todo el mundo hablaba de ella, pero yo ni siquiera sabía de qué iba. Y en estas tardes vacías que nos regala el invierno, decidí darle una oportunidad a la múltiple ganadora de Emmys.


Y desde el primer capítulo no puedo dejar de hacerme una pregunta...



¿Dónde ha estado este hombre toda mi vida?






Jon Hamm reune todas las características que me apasionan en un hombre. Es alto, tiene una voz profunda, es intimidantemente masculino y no pierde ni un ápice de esa masculinidad recién afeitado ni repeinado con gomina. Justo al contrario de lo que le ocurre a quien podría ser su hermano mayor, Hugh Laurie. Me encantaría entrevistarle sólo para poder hacerle preguntas que tuviera que expandirse para responderlas. Y escucharle, y observarle, y dejarme hipnotizar por unos oscurísimos ojos verde botella.


Jon Hamm insiste en que si Mad Men fuera producto de una gran productora de Televisión, jamás en la vida le habrían dado el papel. Y tiene razón. Hollywood quiere a hombres como Rob Lowe, Bradley Cooper o Dylan McDermott haciendo personajes de hombre corriente, el vecino que todos tenemos, el tío que nos encontramos picando piedra en cualquier discoteca o el compañero de trabajo con el que charlamos a diario. Y, al menos en lo que a mí concierne, nunca he tenido a un Bradley Cooper a tiro de piedra.

Sin embargo, es curioso como los hombres más del montón son catapultados directamente a la portada de People una vez que dejan de poder viajar tranquilamente en metro para convertirse en caras conocidas. No me gusta que me vendan a Mario Casas o a Taylor Lautner como sex symbols. No lo son. Sólo son chicos que se han esforzado en cultivar un cuerpo duro y a los que nos venden como tal, pero que si nos cruzáramos a diario con ellos en el autobús ni siquiera nos molestaríamos en prestar atención.


Jon Hamm no es guapo, es atractivo, muy atractivo, es la auténtica definición de un hombre del que no puedes apartar tus ojos, y sé positivamente que si fuera alguien con quien me cruzara a diario me entraría la risa floja cada vez que le viera aparecer. Aunque también sé de sobra que mis amistades femeninas se escandalizarían cuando les contara mi "personal crush". Porque sí, porque a los guapos con sonrisa enorme como Tom Cruise se les quiere a primera vista, sin embargo los hombres atractivos están muy infravalorados en la vida real.



Yo tuve un compañero de trabajo canoso, con arrugas y padre de dos criaturas ya universitarias que me volvía loca. Y yo se lo decía, "¡ay Antonio, si yo hubiera nacido 20 años antes!". Era un hombre interesante y, para mí, cautivador. Sin embargo mis compañeras se metían conmigo, me decían que cómo me podía gustar "un viejo" como él. Pero a mí me encantaba, aunque nadie lo entendiera, a mí me encantaba. Era una especie de Peter Coyote, y sé de sobra que si en lugar de trabajar en una oficina hubiera ocupado alguna pantalla, hubiera estado varios años en las listas de los hombres más deseados de todas las revistas.




Y si el protagonista de Mad Men se hubiera cruzado conmigo por los pasillos de alguna de mis oficinas, no sé si habría tenido el valor de bromear con él sobre su atractivo como hacía con mi compañero. Porque me encanta. Me encanta él, me encanta su vida personal súper estable lejos de los escándalos de L.A., me encanta que el éxito le haya llegado de la mano de la madurez y me encanta su papel de hombre misterioso al que nadie conoce realmente, ni siquiera su mujer, sin caer en la mirada de hielo en la que caen la mayoría de actores cuando pretenden interpretar un personaje enigmático.



Así que lo siento mucho por todos vosotros, chicos guapos de Hollywood, pero no todos podéis ser Donald Draper. Sólo Jon Hamm y su enigmático atractivo pueden.



Y ahora que tengo un nuevo "crush", tendré que hacer sitio en mi mesa de trabajo al lado de mi recorte de Joe Jonas....

lunes, 5 de diciembre de 2011

American Horror Story

Llevo mucho tiempo queriendo pasar miedo, pero miedo miedo con alguna peli....





... pues no es una peli, peor, es una serie, mucho más larga y más intrigante. Y da mucho, muuuuucho miedo....



...y estoy súper enganchada...

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Por qué tanto odio?

Todos los que me leéis sabéis que no tengo buena relación con mis vecinos. Los que me leéis hace tiempo sabéis por qué. No es que yo les critique y me dedique a insultarles sin ton ni son y a la ligera, esque son gente que de verdad siente muchísimo odio y se dedica a meter las narices en la vida de los demás para sacarles su mierda, criticar su manera de hacer las cosas y jactarse de que ellos todo lo hacen mejor que nadie. Todo esto es demostrable, no me lo estoy inventando.
Mi vecino puerta con puerta llamó a la policía porque me tomé una Coca Cola en la piscina. Le hicieron fotos a mi casa y a mi perro diciendo que vivíamos en condiciones insalubres y que traíamos infecciones y ratas. Llamaron a la policía para decir que mi coche estaba abandonado y que vinieran a llevárselo. Hace más de un año que no hablamos y todavía siguen pensando en cómo hacernos la vida imposible, a nosotros y a todos los que no les dan la razón en lo que dicen.


Pero como ven que por mucho que lo intenten sus idioteces no nos afectan porque nosotros tenemos una vida plena y satisfecha, están llegando lo más lejos posible inventando nuevas tretas. Y la última clama al cielo.


En la última reunión de vecinos se decidió (o decidieron, porque como ellos son los únicos propietarios sólo pueden votar ellos y no escuchan a los inquilinos, que son la mayoría) que como había gente que debía dinero a la comunidad, iban a recortar gastos, ¿y qué gastos podían recortar que nos puteara a nosotros pero no a ellos? pues el pádel, por supuesto.

Así que cuando el otro día mi vecina Gema bajó con sus hijos a echarse un pádel, no pudieron. No había luz.


Han decidido sin contar con nadie, sin avisar y de un día para otro cortar la luz del pádel. Lo cual por supuesto va a suponer un ahorro tremendo, una hora y media de luz a la semana supone un gasto tremendo. Pero como ellos no lo usan y saben que nosotros y Gema (a la que también se la tienen jurada) también, ha sido lo mejor que se les ha ocurrido para sacarnos de nuestras casillas.


¿Y eso para qué? ¿para ahorrar? ¿para recuperarnos del agujero que tenemos en la comunidad por los que no pagan, entre los cuáles me incluyo?. Pues no. Para demostrar, o intentarlo, que ellos son más fuertes porque son los que deciden, ya que son propietarios, y si quieren fastidiar a la vecindad aunque ésta no tenga culpa de nada, pues lo hacen sin pensárselo.


De lo que no se dan cuenta es de que si la gente no paga la comunidad no es porque no les dé la gana, es porque, al contrario que ellos, que siempre se están jactando del dinero que tienen, los demás tenemos problemas de dinero, muchísimos problemas de dinero, y está claro que antes de dejar de pagar la luz, la guardería o dejar de hacer la compra, la comunidad es lo primero de lo que voy a prescindir, lo tengo clarísimo. Pero no, ellos son de la teoría de que todos (especialmente Mr. Rossi y yo, claro) no pagamos la comunidad para intentar fastidiarles. Igual que cuando me tomé mi inocente Coca Cola en botella de plástico metida en mi bolsa en la piscina, el payaso de mi vecino me gritaba y me gritaba que lo hacía para fastidiar. Claro que sí, no me estoy tomando una Coca Cola en la piscina porque es agosto y llevo aquí un par de horas y me apetezca tomar algo fresquito sin hacer daño a nadie y sin peligro de derramar la Coca Cola porque bebo un sorbo, cierro el tapón y la vuelvo a meter en mi bolso, ¡no señor!, bebo la Coca Cola exclusivamente para fastidiarte a ti, está claro.


Así que han decidido cortar la luz del pádel en venganza por no pagar nuestros recibos de comunidad, deuda que para nosotros empezó cuando me quedé sin trabajo y se nos ha acumulado tanto que ya no tengo manera de pagarla por mucho que me haya recuperado del agujero. Así que ni nosotros, ni el resto de vecinos que tiene deudas en la comunidad, ni los que no las tienen y pagan religiosamente ni, por supuesto, ellos mismos, podemos jugar al pádel.
A ellos les da igual porque nunca juegan, y vale, entiendo que nosotros no pagamos el mantenimiento de las zonas comunes y nos merezcamos un "castigo", pero... ¿qué pasa con el resto de inquilinos que SÍ paga, que le gusta disfrutar de la pista, pero a los que TÚ no has dado el derecho a opinar en todo esto?, ¿qué pasa si alguien (como fue el caso ayer) queda con unos amigos haciéndoles venir de lejos, y cuando van a echarse un partido depronto se dan cuenta de que han venido para nada porque no tenían ni idea de esta nueva decisión, ya que tú has actuado sin comunicárselo a nadie, ignorando que hay más gente aparte de ti y tus cuatro amigos en la comunidad?.


A esta gente de verdad se les ha ido de las manos su propio juego, son capaces de fastidiarse a sí mismos sólo para cubrir toda la comunidad con su hostilidad. Y lo que más me fastidia de todo esto no es la estupidez de cortar la luz del pádel, es el no contar con nadie porque según ellos sólo los propietarios pueden votar, los propietarios pueden decidir si suben el precio de la mensualidad, si se paga depronto una derrama, si se puede usar ya la piscina, si puedes beber una Coca Cola o si deciden contratar un abogado para denunciar a la constructora. Y tú tienes que callarte, asentir con la cabeza y aceptar lo que ellos ordenen. Y si mañana les da por votar que tenemos que ir a la pata coja los días impares de cada mes (algo que al paso que vamos no descarto), hay que cumplirlo. Y gracias a esa decisión empezamos en esta casa pagando 50 euros de comunidad y ahora la cuota ya está en 70. Porque sí, porque ellos lo dicen. Y 10 euros de esa cantidad va para el abogado de su denuncia, de lo que a ellos les salió de las narices denunciar, en SU nombre y por SU casa, porque yo soy inquilina y paso mil de denunciar tonterías.


Con lo que por supuesto el estar sin un duro, pero sin un duro de verdad, es el principal motivo de que tenga una deuda de tantos meses, pero la verdad, con todas estas condiciones me la refanfinfla no pagar la factura de algo tan estúpido como es el poder de cuatro imbéciles dictadores que se creen los reyes del mundo porque a ellos les pagan 3.000 euros por 5 horas de trabajo al día y 4 meses de vacaciones al año. Además, aunque pagara mi deuda, habiendo otros vecinos que tampoco pueden afrontar la factura de la comunidad, tampoco podría disfrutar del pádel, así que desde luego, si en algún momento he pensado en poner al día mi deuda, después de esta estupidez demente desde luego tengo claro que paso totalmente de malgastar mi poquito dinero para enriquecer el ego de cuatro nazis catetos.




No lo entiendo, no entiendo por qué tanto odio, no entiendo por qué tienen que hablar mal a las espaldas de todo el mundo, no entiendo por qué cada vez que llegaba algún vecino nuevo tenían que hacerle una ficha criticándole (que si cuidado con el chino que nos hace sushi en la piscina, que si los macarras fijo que hacen botellón en la piscina...), no entiendo por qué alguien querría meterse en el blog de una persona con la que hace mucho más de un año que no habla (hola Ana) para dejar comentarios increíblemente desagradables de forma anónima, no lo entiendo, no entiendo por qué a alguien le puede dar tanta rabia la felicidad ajena como para llegar a los extremos a los que llegan mis vecinos.


Supongo que no entenderlo forma parte de mi salud mental, pero esque estoy harta, estoy harta de los ataques, estoy harta de enterarme por terceras personas de que corren ríos de emails criticando a mi familia, estoy cansada de saber que alguien se mete todos los días en mi espacio para enterarse de lo que hago, lo que digo y lo que siento, tirándose de los pelos si es felicidad, estoy harta de no poder cometer un error, de no poder dejar mi segundo coche aparcado en la calle dos meses porque tiene una avería o de sentirme demasiado perezosa para limpiar una caca de mi perro de mi garaje, espacio en el que paso un total de 2 minutos al día, en un par de días, porque van a atacarme, estoy harta de estar segura de que esperan el informe mensual de la comunidad como agua de mayo para ver quién debe dinero y cuánta carroña pueden arrancarle. Estoy cansada de las críticas a mi familia, las opiniones sobre cómo debería gastar mi dinero, las acusaciones y las amenazas de denuncia.


Sé que en realidad todo es envidia, envidia por ser feliz a pesar de todas las dificultades, porque ellos lo tienen todo resuelto y sin embargo son unos insatisfechos y unos infelices que no saben cómo se hace para sentirse feliz y pleno con tu vida.



No sé hasta dónde son capaces de llegar para seguir intentando amargarnos la existencia. Pero déjame decirte, querida Ana, que por mucho que me cortes la luz del pádel o que me dejes comentarios anónimos diciéndome lo mala madre que soy, nunca, NUNCA, vas a conseguir arrancar ni un sólo granito de todo lo que he construido. Quizá deberías gastar todo ese tiempo en ocuparte a tu familia, algo que por lo que veo en el barrio, tienes muy, muy abandonado...

martes, 29 de noviembre de 2011

Mi melena, mi laaaaarga melena...

¿¿Alguna vez alguien ha visto cómo se cerraban las puertas del ascensor desde dentro, a lo lejos ha visto a alguien correr para alcanzarlo y se ha hecho el/la loco/a para no esperarle??.


Yo sí. Muchas veces.


Pero qué le voy a hacer, trabajo en un edificio con muchísimos trabajadores donde todos entramos más o menos a la misma hora, pillar el ascensor para ti solita es todo un lujo, pero en realidad es lo que todos queremos: hacer nuestro trayecto en ascensor sólos para poder mirarnos al espejo descaradamente.


Total, que cuando consigo disfrutar de ese privilegio, me miro y me remiro, me doy todas las vueltas que el corto trayecto a la cuarta planta me permite, y por supuesto, admiro mi ya-no-tan-nuevo corte de pelo que me súper-mega encanta mil y con el que considero que he ganado en comodidad, sex-appeal, modernidad y elegancia.


Pero eso sí, siempre que me fijo en mi corte de pelo en el espejo admirando lo estudiado y personalizado de sus capas, no puedo evitar decirme a mí misma "vaya, ya no voy a poder vender mi melena como Jo". Todas las señoritas cultivadas que me lean sabrán a qué me refiero.





Mi abuela me regaló hace como un millón de años un pack película-libro de Mujercitas (recuerdo que yo la llamaba "Mujerzuelas" sin saber lo que significaba y mi abuelo decía "¡¡Carmen, la nena está hablando de una peli que ha visto de mujerzuelas!!"). Vi la peli, y me encantó. Y entonces decidí leerme el libro. Ahora no tendría nada de peculiar, pero recordemos que yo por aquel entonces SÓLO leía la Súper Pop y el libro más gordo que me había leído en mi vida era uno de esos de "Elige tu propia aventura", que como vas saltando páginas te lees prácticamente la mitad. Y ahí está, tu primer ejemplar de Mujercitas en tus manos. Lo habré leído, no sé, 15 veces. Eso sí, sólo mis partes favoritas.

Pero cuando pienso en el libro, lo primero que me viene a la mente es Jo vendiendo su pelo. Un pelo largo, negro y brillante que todo el mundo admiraba. Y esque yo siempre he querido ser Jo, aunque sabía que yo no era como ella para nada. La hermana culta, lista y fea y feliz de serlo. Aunque yo tampoco me sentí nunca guapa como Meg, ni dulce como Beth, ni superficial como Amy. Yo quería ser Jo. Igual es porque era la protagonista y resulta que todas las niñas leídas del universo han querido ser Jo, puede ser. Pero recuerdo como Jo vendió su pelo, y al llegar a casa, con su pelo corto, lo único que se le ocurrió a su madre (Susan, mi diva) fue decir: "¡¡Jo, tu pelo, tu única belleza!!".

Vamos, será posible, tu hija, pensando en el bienestar de tu familia que se está muriendo de hambre porque tu marido está en la guerra, ha sacrificado su melena para que podáis comer, ¿y lo único que se te ocurre es decirle eso?, ¿no te parece que eres un poco asquerosa?. La pobre Jo.



(¡¡por favor ese buzón!! ¿¿cómo no vas a ser súper-mega creativa y feliz con un buzón así??)



En fin, que yo no voy a tener ese problema porque ya me he cortado mi preciosa melena y no voy a dejar que crezca durante muchos, muchos años porque mi corte de pelo me súper-mega encanta, me hace sentir muy favorecida y por primera vez en muchos años puedo pegarme el lujo de dormir sin coleta.


Mi madre aún no me ha visto sin mi larguísima melena, pero espero que cuando me vea (si esque me ve algún día, porque a este paso no lo veo nada claro) no me diga "¡Pati, tu única belleza!", porque cogeré el libro de Mujercitas y se lo tiraré a la cabeza. O mejor, la cinta VHS.



domingo, 27 de noviembre de 2011

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Otro nuevo comienzo más...

Hoy hace que entré en mi empresa una semana.



Cuando entré en Tuenti estaba impresionada, como una niña pequeña en Cortilandia. Los viernes piden miles de pizzas y cervezas, se hacen escapadas a sitios chulísimos como Paintballs, Karts o al Parque Warner para unir a los equipos, los jefes van en chanclas, toda la oficina está llena de muñequitos, se hacen emoticonos de ellos mismos...., es realmente como un gran parque temático. Y yo estaba impresionada, realmente impresionada. Yo venía de una empresa donde había muchísima jerarquía de equipos, donde había piques y malos rollos entre los trabajadores porque habían ascendido a uno sí y al otro no y éste se dedicaba a putear a su nuevo "súbdito", a mí me tenían como la señora de la limpieza de los ingenieritos..., así que entrar en Tuenti fue como una fiesta para mí. Todos los días había algo nuevo que celebrar, algún motivo de diversión.


Pero poco a poco me fui dando cuenta de los entresijos del día a día. Por supuesto y como en cualquier otra empresa que se tercie, tenía su víbora oficial, y como yo suelo ser el blanco de todas las víboras, me toco a mí. Mi responsable no sólo no me apoyó, si no que además me acusó de ser yo la víbora. Algo que suele pasar cuando te ataca la víbora, que como intentes defenderte se vuelve contra ti, exactamente igual que me pasó con mis vecinas cuando me atacó la víbora de turno.

Intenté obviar ese tema, pero las cosas se empezaron a poner feas. Todos los equipos se llevaban genial y estaban muy unidos (o al menos eso parece desde fuera), pero en el mío había envidias, desprecios, puñaladas traperas y mal rollo en general.

Yo pensaba que estaba integrada, pero enseguida me di cuenta de que no. El horario afectó muchísimo a mi rendimiento y empecé a estar al 20% de lo que yo soy, y no sólo la víbora y sus hienas se aprovecharon inmediatamente de esa carroña, si no que yo, al darme cuenta de eso, empecé a estar triste, muy triste. No veía a Abril más que media hora al día cuando la llevaba al cole, llegaba a casa directamente para meterme en la cama, echaba de menos desesperadamente a Mr. Rossi y me sentía inmensamente sola, pero imaginaba que las cosas mejorarían antes o después y seguía en mi obsesión por mantener ese trabajo y adaptarme a sus necesidades.


Pero eso nunca ocurrió, y un día, sin ninguna explicación ni motivo ni mucho menos preaviso, me dijeron que me levantara y me fuera. Y depronto la gente dejó de poner "Me gusta" en mi estado cuando actualizaba. Y depronto dejaron de abrirme ventanita en el chat para ver qué tal me iba el día. Y dejaron de responder a mis mensajes cuando me interesaba por alguien con quien consideraba que había tenido una relación más allá del trabajo. Nada. Como si no hubiera existido.


Y lloré y lloré y lloré durante una semana, porque de verdad, no me lo esperaba en absoluto. No me esperaba que me dijeran "recoge tus cosas que te vas" mientras esperaban a mi ladito mientras recojo vigilando que no me apuntara el número de las tarjetas de crédito de la empresa.



Ahora estoy fuera y veo que después de todo no era tan buen trabajo como creía por todo lo que conllevaba y me alegro de no seguir ahí, pero a veces entro en mi Tuenti y veo las fotos de todos juntos posando disfrazados para Halloween, con la víbora ahí sonriente entre medias y pienso ¿realmente creéis que despidiéndome se ha acabado el problema del mal rollo en recepción?. Me parece increíble que alguien sea tan idiota como para no darse cuenta de quién es realmente la que está creando el conflicto. Pero ése ya no es mi problema, a mí me han fastidiado, pero el problema real se lo han quedado ellos. Ese problema, y por supuesto el problema de la que solía ser mi responsable, que es una persona tóxica que contagia de su negatividad y su odio a toda la empresa, pero ése ya es otro tema que merecería otro post.


Supongo que me impliqué emocionalmente con la gente sin darme cuenta de que era algo meramente laboral. Invité a mi casa a mis compañeras, les presenté a mi familia, les hice regalos por su cumpleaños, y nada. Depronto es como si no hubieras existido nunca. No les importa si ya encontraste trabajo, si estás bien o si económicamente te ha supuesto un agujero. Nada, no existes más. Y por supuesto entré en cólera cuando me dijeron que ya había una persona nueva (al mismo día siguiente) y la odié con todas mis fuerzas. Irracional, lo sé, pero esque es más fuerte que yo desear que trabaje mal para que se arrepientan de haberme despedido (algo que jamás va a ocurrir).



Sin embargo, después de un tiempo, mucho esfuerzo y algo de ayuda externa, he encontrado otro trabajo. No es el colmo de la abundancia en cuanto a sueldo, pero es una muy buena empresa.



Y resulta que mi destino, para ayudarme a entender la lección de todo esto, me pone en la situación opuesta. Soy la persona a la que han contratado porque han echado a alguien que llevaba trabajando 4 años en la empresa. Y viéndolo desde este lado, me doy cuenta de lo fácil que es olvidarse de alguien.


Aún no tengo mi propio correo, así que utilizo el suyo, y me llegan a diario correos dirigidos a ella solicitándome cualquier cosa, a lo que yo siempre respondo que ella ya no trabaja aquí, que yo estoy en su puesto, y que yo seré quien le ayude. Y la gente ni pregunta, ni se preocupa ni prácticamente se sorprende de que le digan que alguien con quien llevan compartiendo tareas 4 años se ha ido para siempre. Nadie me ha preguntado si le ha salido algún trabajo mejor para alegrarse por ella o si es que la han echado para al menos soltar un "¡pobrecilla!". Nadie, ni una sola persona.


Y me da pena, me da mucha pena por ella aunque ni siquiera la conocí, pero ¿qué voy a hacer en mi situación? pues aprovecharme de lo rápido que la gente pasa página y sentirme integradísima en el grupo a sabiendas de que si mañana (o dentro de 8 años) me marchara, no preguntaría por mí ni el tato.


Mi empresa mola muchísimo, es una grandísima gestora de publicidad, así que todas las empresas que hacen publicidad con el grupo vienen a la ofi y organizan eventos súper chulos con catering, merchandising y ponencias súper interesantes. Hoy ha venido un tío americano de Yahoo y ha dado una conferencia sobre el impacto de la publicidad en nuestras mentes. Yo no he podido entrar, pero al menos he chingado un par de bolis y de libretas de Yahoo, ¡ja, no contaban con mi astucia!.



Y yo, pues he cambiado bastante. Me estoy esforzando a tope y no estoy dejando que mi atolondramiento mental afecte a mis aptitudes, que sé de sobra que son muchas. Estoy dando todo lo que tengo y tengo la suerte de tener una responsable genial que es muy comprensiva, además de estar tremendamente abierta a todo lo que yo pueda aportar por mi parte. Y eso es muy importante para mí. Ya me ha dicho varias veces que está muy contenta conmigo, que es exactamente lo contrario a lo que recibía en Tuenti, y eso no hace más que empujarme a seguir haciéndolo cada día con más entusiasmo.


También estoy contenta porque estoy conociendo gente muy agradable. Tengo un grupo de compañeros con los que como a diario que me encanta, porque son gente agradable e inteligente que no rehuye una conversación profunda y trata el tema con naturalidad, y lo mejor de todo (y algo que no he visto mucho en mi vida), no dedica toda la comida a criticar y/o a reírse de jefes, compañeros, ex-trabajadores y similares. Son gente que le gusta lo que hace y tienen una conversación muy interesante. Me apasiona eso, gente que no es fan de criticar a las espaldas.

También hay algunas otras cosas pequeñitas que te hacen la vida más fácil y que molan mil, como un servicio a tu disposición llamado Easylife, que sirve básicamente para hacerte de secretaria personal. Es una tiendecita pequeñita dentro del complejo a la que puedes acudir para cosas tales como llevarles ropa y que te la lleven al tinte, dejarle tus llaves para que te lleven el coche al taller, llevarles cartas para que las franqueen y te las lleven a correos, hacer copias de llaves, pedir algo del supermercado/ferretería/veterinario etc.... Y la verdad, mola trillones.





Supongo que en Tuenti hubo muchas cosas que no hice bien y al final me pasó factura. Creo que fueron muy duros conmigo, no sólo por darme la patada si no porque tanto jefa como compañera me dijeron que no curraba absolutamente nada y que todo lo hacía mal, aparte de acusarme de poner zancadillas, pero yo reconozco mi parte de culpa. Tuve que renunciar a pasar tiempo con mi familia para mantener mi puesto y eso hizo que entrara en piloto automático y dejara de ser una persona competente. Sé que eso es mi culpa, pero creo que se podría haber solucionado hablando y que deberían haberme dado una segunda oportunidad.





Llevo muy muy poquito tiempo aquí y me lo estoy tomando con calma antes de dar cosas por sentado, buenas o malas, pero la verdad, ahora, al contrario que en Tuenti, tengo tranquilidad interior. Me esforzaré para que dure.













P.D: Y no, no estoy escribiendo esto en horas de trabajo, mal pensados, que es mi hora de comer.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Surrealismo femenino

Yo, en mi amor-odio hacia el señor Amancio Ortega, disfruto de la constante contradicción que es mi cabeza. Hace meses y meses que no entro en ninguna de sus tiendas (y no es porque me lo haya propuesto, esque prefiero gastar tiempo y suela de zapato en otras), pero sin embargo navego desde casa por su ciber-catálogo.


Y el señor Ortega, siempre tan gracioso, me cuenta ciber-chistes como éste:




¿Me puede usted explicar, señor Ortega (¿puedo llamarle Amy?) por qué me pone usted semejante kitten heels con ese color vino de burdeos sólo apto para bodas, alfombras rojas y photo-calls selectos, en la sección de Calzado de Andar por Casa?, pero qué somos, ¿¿¿la mujer de Donald Trump???


Ah, pero eso sí, Amy tiene creatividad para aburrir y nos propone este precioso modelito junto con un bonito detalle de bisutería en un anexo de la ficha de los zapatos, titulado "Y además puedes ponértelo con ...":






Ah sí... ya me estoy viendo. Eso, un martini seco en la mano y una bata de raso abierta y ya está, ya estoy lista para insinuarme descaradamente al que me trae la bombona de butano.

Aunque bueno, si yo fuera gris, brillara, no tuviera pezones ni vello púbico, tuviera una extraña T debajo del cuello, la línea del sobaco me llegara hasta casi el hombro, mi pecho desafiara la ley de la gravedad y mi línea del bikini estuviera en otra dimensión que mi body... lo que llevara puesto sería la última de mis preocupaciones, que con esas caras tan bonitas que tienen las modelos de Amy, con cualquier cosita están monísimas del morir...


viernes, 18 de noviembre de 2011

Bocas. Muy bocas.

Hoy ha habido catering en mi empresa. ¿Esto qué quiere decir?, todos los que trabajáis en oficina lo sabéis: cuando se acaba la reunión, todo el mundo va en plan gumia a arrasar con las sobras.


Bien, pues en esas lindes me encontraba yo en una sala inmensa poniéndome ciega de mini-montaditos de tortilla, zumo de algo-que-no-sé-pero-que-estaba-de-morir, jamoncito etc junto a todo el resto del personal. Yo estaba bien calladita, que con la boca llena no se habla no vaya a ser que sueltes algún misil a alguno de tus nuevos compañeros y eso está muy feo, me encontraba de espaldas a la puerta (nota: yo NUNCA me pongo de espaldas a la puerta, no sé, me da mal rollo) escuchando la amena conversación de todos mis independizados compañeros sobre lo terrible que es tener a tu madre en casa después de llevar mucho tiempo sin vivir con ella, que si te coloca el cuarto, que si te regaña porque la comida se te va a poner mala, que si te cose las cortinas, que si no le gusta que tus compañeras de piso vayan tan frescas, etcétera etcétera etcétera, cuando de repente yo, en un arranque de inspiración, decido aportar mi opinión a tan entretenida conversación, y en ese tono de voz tan susurrante que yo suelo usar cuando hablo hacia un grupo de más de una persona y estoy "ligeramente" nerviosa por la novedad, aporto lo siguiente:


Jo, pobres madres, cómo os pasáis, vamos, ¡anda que me iba a quejar yo de que la mía me pusiera la lavadora, que vamos, yo esque hasta que no tengo ahí toda mi ropa en el cesto no la pongo porque soy una vaga!,¡¡ que al final siempre tengo que bajar ahí en pelotas al tenderete después de salir de la ducha porque no tengo ya ni bragas limpias que ponerme!!


Silencio.


Caras de ¡Glup!.


Miradas a mi espalda.



Miro para atrás y veo al PRESIDENTE DE LA EMPRESA asomado a la puerta que echa una sonrisa de "qué interesantes las conversaciones del proletariado", se da la vuelta y se pira.



Todos mis compañeros estallan en carcajadas, yo supongo que empiezo a parecer un camaleón pasando por todos los colores del arco iris hasta llegar a mimetizar con el sofá rojo intenso de la sala, y el compañero de justo enfrente me dice "¡¡si esque yo le estaba viendo ahí asomado, pero a ver cómo aviso!!".




Qué bonita manera de finalizar mi primera semana en un nuevo trabajo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Nuestro día de zoo en imágenes

Se la llevó el tiburón se la llevó (no pares, sigue sigue...)






The goat whisperer...





Disfrutando de los delfines (y de un plátano)









¡¡¡Ooooh... mamá, ya sé lo que quiero pedirle a los Reyes...!!!





Fue un gran día...

jueves, 10 de noviembre de 2011

Bromas pesadas

Estoy inmensamente traumatizada.

Resulta que la Fox ha lanzado una nueva serie de terror, y para promocionarla, no se les ha ocurrido otra cosa que hacer sentir auténtico terror a gente aleatoria que pasaba por ahí.

Éste es el vídeo que me quita el sueño:







No lo entiendo. ¿Qué ha hecho esta pobre gente para que les hagan sufrir de esa manera?, ¿qué derecho tiene una cadena televisiva a elegir gente al azar y hacerles pasar por una experiencia así?. Al parecer, todas las parejas fueron "recompensadas" (entiendo que económicamente) y todas dieron su consentimiento para la emisión de sus reacciones, pero vamos, si me lo hacen a mí no hay dinero en este mundo que pueda evitar que les meta una denuncia en toda regla, porque si yo paso por una situación así creo que me quedo en el sitio. De seguro que no se me olvida en la vida.


No sé a qué puntos estamos llegando, pero de verdad, hacer pasar por algo tan terriblemente desagradable a gente que no ha hecho nada, sólo para decirles al rato "que nooooo, ¡que era una broma! mira a la cámara, ¡sonríe!"... esque me parece una idea totalmente demente digna de un perturbado al que le gusta jugar con la vida de los demás.


Repito, estoy inmensamente traumatizada....

martes, 8 de noviembre de 2011

Recuerdo

La adolescencia es dura. Es durísima, diría yo. Aún no sabes quién eres, ni a qué perteneces, ni quiénes son tus verdaderos aliados. Todo es un lío. Todo está apunto de estallar. La adolescencia es un verdadero viaje turbulento. El problema es que hasta que no la pasas, no te das cuentas, y mientras la vives crees que todo es súper guay, que tus ideas están clarísimas y que tu mundo mola trillones, son todos los demás los que están súper equivocados.

La mía fue un tormento, y durante toda mi veintena he huido de ella negándome a hacer todas las cosas que supuestamente se hacen (o se empiezan a hacer) en la adolescencia. ¿Por qué?, pues porque me recordaba a que la mía fue una pesadilla disfrazada. Durante muchos años he aborrecido las borracheras, las manifestaciones, los conciertos multitudinarios, las drogas blandas (y duras, por supuesto, pero eso es de más alante), los rollos de una noche o amigos-con-derecho-a-revolcón... todas esas cosas que la gente hace cuando empieza a darse cuenta de su autonomía como persona. Yo no las he hecho, y no es que me arrepienta, pero pienso que si volviera a pasar por ello sería menos radical.

Yo siempre me he obsesionado con ser mayor, con encontrar una pareja estable, con tener un trabajo "serio"... con no cometer errores en realidad. Desde que empecé mi adolescencia he renegado de ella y he intentado asumir un papel de "persona muy madura para su edad", cuando en realidad era una idiota que no tenía ni idea de nada y que estaba más perdida que un pulpo en un garaje. Es así.

Sin embargo, ahora veo que al haberme perdido esa fase tan "divertida" de la vida que casi todo el mundo ha vivido menos yo, me doy cuenta de que tengo una obsesiva tendencia a mirar para atrás irremediablemente y admirarla. No es la cara del fiestón la que me llama la atención, pero me sorprendo encontrando extremadamente interesante todas esas cosas que cuando eres un niñato te apasionan. Como ya he comentado alguna vez, me muero por las series de adolescentes de instituto, me flipan los fenómeno fans, me encantan las películas chorras de chicas adolescentes y sus preocupaciones... por dios, si hasta encuentro "mono" a Justin Bieber (sí, lo sé, disparadme por favor).

Con lo que es obvio que mi cabeza siente que hay algo que se ha perdido. No me gusta mirar para atrás porque lo que suelo ver no me gusta, pero hoy he decidido hacerle un homenaje a esa parte escondida e incontrolable de mí y repetir algo que ya hice en el pasado mirando un poco más atrás.

Con todos ustedes: mis recuerdos de la adolescencia.




- Recuerdo como todo era tan intenso... la amistad, el amor por tu ídolo, la manera de vivir las canciones, el amor platónico...

- Recuerdo escuchar todas mis canciones favoritas cortadas al principio porque las grababa en una cinta directamente de la radio.

- Recuerdo como, cuando mi padre se fue, sentí como si me quitaran una mochila con 20 kilos de cemento de la espalda. Me dediqué a agujerearme las orejas como si no hubiera un mañana, a tatuarme, a teñirme el pelo de colores chillones, a rajar todos mis vaqueros y a pintarme las uñas de colores estrafalarios. Vamos, que me convertí en Cindy Lauper.

- Recuerdo que mi madre y yo le gritábamos y le silbábamos a la tele cuando salía George Clooney en el anuncio de Urgencias.

- Recuerdo la primera vez que vi porno. Fue en comic, y no era mío. Lo encontré escondido. Fue un auténtico shock, me temblaban hasta las piernas del asco que me dio. Me di cuenta que aquéllo no era para mí. Nunca en mi vida he vuelto a ver porno.

- Recuerdo a mi tía Mar y cómo su presencia iluminaba mi casa, tan triste en aquella época.

- Recuerdo la casa llena de juguetes de perro mordisqueados. Phoebe era claramente la reina de la casa.

- Recuerdo a mis vecinos, a mis asquerosos y fascistas vecinos que nos odiaban porque mi madre era divorciada y éramos los únicos de alquiler en el edificio.

- Recuerdo las tardes enteras hablando sobre las Spice Girls, bailando y cantando con mis amigas.

- Recuerdo el instituto. Recuerdo el sentimiento de bicho raro que tenía allí, la sensación de que no encajaba. Pasé por tres distintos buscando mi sitio.

- Recuerdo a Néstor. Recuerdo que cuando le conocí pensé que era la persona más apasionante que había conocido en mi vida.

- Recuerdo llamar a mi padre insistentemente todos los días del padre desde mis 15 años. Nunca cogía el teléfono.

- Recuerdo a mi tía Chelo. Recuerdo gráficamente cuando me dijo que mi madre había tenido un accidente en Sudáfrica, pero que estaba bien. Me acuerdo cuando le dije "¿¿y Mike??", y recuerdo su mirada vidriosa y cómo tragó saliva cuando me dijo "...ése es el problema...".

- Recuerdo a Alfredo, mi primer amor, y cómo se pasaba las tardes colgado de mi ventana de un primero mientras yo estaba castigada para estar conmigo.

- Recuerdo mis primeros suspensos. Preferiría no recordarlos, pero los recuerdo.

- Recuerdo la noche en que le dije a mi padre que le odiaba, que le odiaba con todas mis fuerzas y que eso nunca iba a cambiar. Recuerdo como le dije que me iba para siempre y cómo él me rasgó la camiseta al intentar pararme. Recuerdo llamarle y llamarle desde una cabina sin que contestara. Pasé toda la noche fuera porque a toda la gente a la que llamé me dijeron que no podían dejar que me quedara a dormir, hasta que hice una llamada a alguien que no me falló.

- Recuerdo la primera Nochevieja que salí. Pasé semanas preparando el vestido, el maquillaje, el peinado. Gasté muchísimo dinero en ello y sólo estuve en aquel sitio una triste hora en la que me tiraron a propósito una copa por la cabeza.

- Recuerdo a Mike. Le recuerdo como si hubiera hablado con él esta mañana.

- Recuerdo la ventana. Recuerdo que nos juntábamos muchísima gente y nos reíamos y nos reíamos toda la tarde.

- Recuerdo cuando pasé del colegio al instituto. Había un montón de gente nueva y recuerdo la primera vez que vi a una persona hacerse un porro. Sentí lo equivalente a lo que sentiría ahora si una amiga mía depronto se sacara delante mío un chino de heroína y se lo fumara.

- Recuerdo que no había frío ni calor suficiente para evitar que nos juntáramos todas en la calle a reírnos de la vida.

- Recuerdo a Araceli y lo loca que se volvía cuando entraba en un vagón de metro. La recuerdo bailando sensualmente a los viajeros con la barra.

- Recuerdo mi primer concierto. Alejandro Sanz. Recuerdo flotar...

- Recuerdo mi viaje a Irlanda. Recuerdo llegar allí simplemente con un número de teléfono, llamar y que nadie respondiera. Recuerdo el pánico que invadió mi cuerpo hasta que vi a quien tenía que recogerme.

- Recuerdo las vacaciones en casa de la abuela de Paz. Recuerdo bailar y bailar durante horas por la noche.

- Recuerdo a Marta. Recuerdo la química que teníamos apesar de que ella era todo lo contrario a mí.

- Recuerdo la sensación de que todo el mundo tenía una familia menos yo.

- Recuerdo a Bernabé. Recuerdo cuando le vi por el instituto y pensé "¡hey, ése es el novio tonto de María en Médico de familia!".

- Recuerdo a mi profesor de Estética (sí, mi instituto era tan choni que teníamos clase de estética y encima la daba un tío). Recuerdo que él fue la única persona en el mundo que me dijo que si el cuerpo me pedía dejar los estudios, adelante.

- Recuerdo la Super Pop, la Bravo y mi inmensa fidelidad a ellas.

- Recuerdo a mi tía Isabel, y cómo se pasó toda la comida de Navidad diciéndome que acabaría fregando suelos toda mi vida.

- Recuerdo a Javi Pizarro, y cómo usaba su inteligencia para burlarse de mí.

- Recuerdo el concierto de las Spice Girls. Lo recuerdo todo...

- Recuerdo cuando Bernabé me llamó para decirme que le habían cogido para Al Salir de Clase.

- Recuerdo la primera sensación de pérdida. La primera vez que una amiga me dio la espalda. Recuerdo cómo se me rompió el corazón.

- Recuerdo a mi abuelo, y lo poco que le disfruté en sus últimos años.

- Recuerdo enseñarle a todo el mundo la foto de mi madre en un disco.

- Recuerdo perfectamente la cara de mi madre cuando me dijo que mi padre se había echado a llorar como un niño cuando se enteró de que yo estaba bien y no me había pasado nada.

- Recuerdo estar siempre a la defensiva. Siempre siempre. Pero esque sentía que todo el mundo me atacaba.

- Recuerdo a Dana. Recuerdo cómo se reía de mí y de mis complejos haciendo dibujos ridiculizándome.

- Recuerdo el anónimo que nos dejó uno de mis vecinos diciendo cosas horribles sobre mi madre, como que guardaba las basuras o que con tanto terrorista suelto nunca sabes si tienes a uno viviendo en tu edificio.

- Recuerdo cuando Alfredo me dejó y cuando quiso volver yo no quise. Se escribió mi nombre con un cuchillo por todo el pecho y se pasó toda la noche debajo de mi casa.

- Recuerdo la noche de reyes apunto de cumplir 16 años. Mi padre ya se había ido y mi madre estaba enfadada conmigo en ese momento y cuando me levanté por la mañana no había nada en el salón. Cuando se levantó me dio una bolsa de Fnac con un cd de Bryan Adams al que no le había quitado ni el precio. Pasé de un salón lleno de ropa, juegos, carbón de caramelo, confeti, serpentina y papel de colores a eso. Lloré durante todo el día.

- Recuerdo oír llorar a mi madre en la habitación de al lado todo el día y toda la noche.

- Recuerdo la primera vez que sentí que mi pecho me iba a "dar problemas". Fue después de salir de una tienda de lencería y que la dependienta me dijera que era asqueroso.

- Recuerdo pasar de ser la más fea del grupo a ser oficialmente un "pivón". Recuerdo no tener muy claro si me gustaba esa nueva fase y todo lo que conllevaba.

- Recuerdo cuando volvimos a ver a mi padre.

- Recuerdo mi primera tortilla de patatas. Salió una cataplasma negra procedente de marte. Aún así me la comí.

- Recuerdo a mi hermano encerrado 24 horas en su cuarto chateando con Dana y a mi madre encerrada 24 horas en su cuarto chateando con Jim. Recuerdo la sensación de vacío que eso producía en mí.

- Recuerdo el día que me encontré una mierda de perro en mi buzón.

- Recuerdo el 11-S. Recuerdo no ser muy consciente de lo que estaba pasando.

- Recuerdo cómo mi madre cambió por completo y se convirtió en otra persona completamente distinta. Arisca, solitaria, fría. Recuerdo cuando me dijo gritando que tenía que luchar todos los días contra sus instintos para no coger el coche y tirarse por algún barranco.

- Recuerdo Viva Forever. ¿Cómo olvidarla...?.

- Recuerdo la primera mitad de mi adolescencia vistiendo siempre de negro, y la segunda mitad vistiendo colores muy chillones.

- Recuerdo a mi profesor de Tecnología en 4º de la E.S.O., que me tenía una manía tremenda y ridiculizó delante de todos mi maqueta de una casa porque hice una puerta que se abría y detrás dibujé un pizzero.

- Recuerdo las mentiras que contaba Marta. Recuerdo cuando fuimos a comisaría en mitad de la noche a denunciar a su padre por "supuestos" abusos sexuales. Recuerdo cómo me miró fijamente el comisario y me dijo "niña, ya te darás cuenta de que en esta vida no puedes poner la mano en el fuego por nadie...".

- Recuerdo la casa abandonada que había en una calle cortada. Los chicos se metieron y resulta que había mil cosas militares. Alfredo sacó para mí una gorra de coronel.





Estos son sólo algunos recuerdos que tengo de aquella confusa y desordenada época de mi vida. Lo único que me consuela es tener la certeza de que los recuerdos de mi hija no tendrán nada que ver con los míos.
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