sábado, 30 de junio de 2012

Mi test de Proust

¿Cuál es tu mayor temor?:  La soledad

¿Qué idea tienes de la felicidad completa?:  Rodeada de gente que me quiere, que me importa y a la que importo

¿Qué es lo que menos te gusta de ti misma?:  El exceso de emotividad

¿Qué rasgo deploras más en los demás?:  La falta de empatía, la gente que se ríe del de al lado sin pensar en lo cruel que eso resulta

¿Cuál es tu mayor extravagancia?:  Escribir un blog en el que me abro al mundo sin pensármelo

¿Con qué figura histórica te identificas mejor?:  Con ninguna, las circunstancias históricas no tienen ninguna nada que ver con las mías

¿Cuál es tu viaje favorito?:  Estados Unidos, siempre Estados Unidos. Los viajes que he hecho y los que están por venir

¿Cuál consideras la mayor virtud?:  La madurez y la capacidad de analizar las situaciones de manera individual, no bajo un patrón

¿Es también la tuya?:  Sí, pero me queda mucho por aprender

¿Qué detestas de tu apariencia?:  La atracción que desprendo hacia cierto tipo de gente que no me interesa para nada

¿Cuál es la persona que más desprecias?:  Un grupo de vecinos que tuve que se dedicaban a criticar a todo el mundo a las espaldas sin piedad y luego iban de colegas con ellos. La gente más pobre de espíritu que he conocido en mi vida

¿Qué palabra o frase usas con más frecuencia?:  Buff, ni idea...

¿El mayor amor de tu vida?:  Mi familia y la música

¿Cuándo mientes?:  Cuando no hay nadie más delante que sepa que lo estoy haciendo

¿Tu héroe de ficción favorito?:  Me encanta Batman porque es el único super héroe que no tiene poderes, se lo curra mogollón

¿Qué consideras como tu mayor éxito?:  Haber creado una familia tan bonita y con todo el entorno en contra

¿Cuál es tu tesoro más querido?:  Otra vez, mi familia

¿Tu ocupación favorita?:  Me encanta estar en casa tranquila rodeada de mis amigos o mi familia, es con lo que más disfruto, con los planes caseros

¿Cualidad que prefieres en un hombre?:  Que sepa escuchar

¿Y en una mujer?:  La naturalidad

¿Los defectos que no soportas de ambos?:  La superficialidad

¿Cuál sería tu mayor desgracia?:  Perder el control de mi vida

¿Cómo te gustaría ser?:  Me gustaría tener mucho más control sobre mí misma, pero estoy trabajando en ello

¿El color que prefieres?:  Depende para qué, pero me gusta el rosa

¿Tu flor favorita?:  Cualquier flor blanca

¿Un olor que recuerdes?:  El olor a gengibre que se respira en Estados Unidos

¿Admiras algún hecho militar?:  No estoy muy familiarizada con los hechos militares, la verdad

¿Qué buscas en tus amigos?:  Que sean amigos, que se pueda contar con ellos ante todo

¿Cuál señalarías como la mayor bajeza?:  Tener dos caras, la gente hipócrita. Es caer lo más bajo posible, la mediocridad absoluta

¿Dónde te gustaría vivir?:  En Estados Unidos con mi familia

¿Qué talento te hubiera gustado tener?:  Talento para crear música

¿Tus escritores favoritos?: Stephen King y Preston & Child

¿Músicos, compositores?:  Michael Jackson era la persona con más talento musical del mundo

¿Pintores, otras bellas artes?:  Bufff.... la verdad es que no soy muy de estas cosas...

¿Tienes héroes de carne y hueso?:  Mis abuelos, que lucharon muchísimo en la vida

¿Cómo te gustaría morir?:  Con mi goles alcanzados

El juego de la reencarnación consiste en elegir a la persona que querría ser... ¿si pudieras elegir?:  No entiendo muy bien esta pregunta, ¿tengo que elegir a alguien del pasado que me gustaría haber sido?... pues entonces me hubiera encantado ser John Lennon, pero vamos, dudo mucho que alguien tan maravilloso y que aportó tanto al mundo se reencarne en mí, si las leyes de la reencarnación tal y como yo las entiendo son reales...

¿Qué reforma o cambio social admiras?:  Los que hizo Lincoln

¿Bajo qué bandera batallarías?:  Jamás batallaría, y mucho menos bajo una bandera. Los bandos lo único que hacen es separar y enfrentar a los seres humanos unos de otros sin motivo

¿Qué don de la naturaleza te gustaría tener?:  Un don artístico, como ya he dicho

¿Cuál es tu lema?:  Jamás juzgar a nadie por sus pecados, yo he sido más pecadora que nadie

¿Tu mayor aversión?:  Las arañas

¿De qué te arrepientes?:  De haberme fustigado tantos años por mi errores. Hay que arrepentirse de las cosas, eso está bien, pero no hay que ponerse grilletes

¿Tienes alguna pasión?:  La música y el cine, pero vamos, tengo muchísimas más

¿Estado actual de tu espíritu?:  En proceso de limpieza

¿Qué te preguntas?:  ¿Cómo habrá sido mi vida cuando mis hijos tengan mi edad?

jueves, 28 de junio de 2012

Una nueva mentalidad

Hace mucho que no me paseo por aquí. Mucho mucho. Eso nunca es buena señal porque en mi caso, cuanto más animada estoy y mejor me encuentro, más escribo y por ende, lo contrario. Pero ha sido un mes complicado. Complicado y lleno de cosas, de citas, de reencuentros, de cambios de horarios, de imprevistos, de decepciones, de sorpresas agradables y de novedades.


Hace un tiempo que decidí que ya estaba bien, que ya había cumplido mis penitencias, que ahora era mi momento de, dentro de mis posibilidades, darme todos esos pequeños homenajes que no me doy nunca por pura auto-prohibición pero que tan renovadores e inspiradores resultan en mi día a día. Decidí que se acabó estar encerrada en casa todo el día para no gastar un dinero que necesitamos para prioridades, decidí que se acabó el esperar a que las películas que quiero ver salgan en vídeo, que ya estaba bien de reciclar la ropa previamente reciclada de quinta mano de Abril y que ya era hora de ir a alguna tienda y gastarme (¡oh, cielos!) 10 euros en algún vestido de esos que tan preciosos le quedan. Decidí que ya estaba bien, que la vida no para de ponernos trabas, no importa lo duro que trabajemos, pero que yo soy más lista, más fuerte y mucho, mucho más resuelta como para adaptarme a las circunstancias y no por ello dejar de disfrutar de la vida. Así que hice mi lista de cosas que quería hacer. Algunas las he hecho, otras están aún en la lista esperando a ser tachadas, pero estoy muy orgullosa de, a pesar de las dificultades, haber pasado un mes de junio activo, intenso y sobre todo, regenerador.

Éstas son algunas de las cosas que he hecho este último mes mientras no me sentía con fuerzas para escribir en mi espacio:



- Ir al teatro.

No sé cuánto tiempo hacía que eso no ocurría. Creo que la útima obra que vimos fue la de Paco León (MA-RA-VI-LLO-SA) y ni siquiera sé si Abril estaba aún en nuestras mentes. Así que, para celebrar mi aniversario de bodas, compré entradas (por Atrápalo, tampoco hay que derrochar) para The Hole, una obra musical que me moría de ganas de ver, pero que pensaba que jamás podría verla.

Las circunstancias (como siempre) no estuvieron de nuestro lado porque, como todo el mundo sabe, Murphy y su ley son grandes compañeros de aventuras en mi vida y nadie, absolutamente nadie, pudo hacerme el favor de quedarse con mi hija para poder celebrar mi aniversario como Dios manda: con mi marido de mi brazo.

Así que después de un millón de llamadas a todos mis amigos cercanos, después de tirarme de los pelos de desesperación de pensar en la mala suerte que tengo de no sólo no poder celebrar mi aniversario, si no de además haber perdido un dinero que me cuesta muchísimo ganar en unas entradas de las que no iba a poder disfrutar, después de ver como mi ilusión de ir al teatro después de años se iba por el desagüe... decidí liarme la manta a la cabeza, coger mi entrada e irme yo sola.

Una vez allí, sentada en mi butaca punto medio entre las entradas más tiradas y las de posición decente, me puse a observar al público antes de que empezara la obra y me inundó una enorme tristeza de ver todo repletito de felices parejas con dinero suficiente para pagarse una canguro o con unos padres/suegros de esos que yo no tengo que se ofrecen encantados a ayudar a sus hijos para que estos se diviertan un poco.

Pero se apagaron las luces, y el espectáculo empezó. Y jamás había visto una cosa igual. Aplaudí como una niña pequeña, como sólo recuerdo aplaudir en Broadway, y depronto me alegré muchísimo de haber ido, a pesar de las circunstancias. Fue una triste, tristísima manera de celebrar mis tres años de casada, pero he visto The Hole en directo, que me quiten lo bailao.






- Comprar ropa interior bonita.

Parece una tontería, pero con esto de mi eterna crisis económica el Carrefour lleva años y años siendo mi proveedor de ropa interior. Y la verdad es que yo no tengo problema con eso, a mí no me gusta gastarme pasta en algo que va a acabar sucio cada día, y la verdad es que en casa tengo ya poco que demostrar. Pero reconozco que tenía ganas de dejar de buscar los packs de 3x2 y comprar algo agradable. Nada extravagante, porque tampoco es mi estilo, pero qué demonios, algo bonito que me haga sentir bien.

Así que decidí que uno de mis auto-regalos de viernes sería tomarme el tiempo de rebuscar algo que me gustara, olvidarme de las mega ofertas y comprarme algo agradable para variar.

Y lo encontré. No demasiado caro, no demasiado extravagante, justo lo que buscaba.

Y me sentí muy bien, no me sentí como si estuviera tirando el dinero en algo no necesario, como suelo sentir siempre que compro algo no-imprescindible desde que esta crisis empezó a comernos vivos. Y ahora considero que estos caprichos hay que dárselos de vez en cuando porque, como todas sabemos, nunca se tienen demasiados pares de zapatos, demasiados vestidos negros, demasiados tipos de queso en la nevera ni demasiada ropa interior bonita...




- Ir al cine.

Ya está bien. Ahora en mayúsculas: YA ESTÁ BIEN. El cine es mi pasión, mi ilusión, mi único vicio. El cine es algo de lo que aprendo, el cine es algo que me hace pensar como ninguna otra cosa en este mundo, es algo que me encanta, pero es algo a lo que he tenido que renunciar desde que soy madre porque ir a dejarle la niña a los abuelos, ir al cine que nos gusta, volver a casa de los abuelos a por la enana y volver a casa es lo más parecido a irme de viaje a Cuenca que he hecho en mi vida. Y eso por no mencionar que Abril no tiene los típicos abuelos que están encantados de la vida de quedarse con ella unas horas.

Pero ya está bien.

Así que este mes me he quitado prejuicios y he ido al cine ¡¡2 veces!!, ¡toma ya, tirando la casa por la ventana, se acabó la miseria!.

Y vi una película chorra que me encantó, Wanderlust (ah no, Sácame del paraíso, que ésta la vi en español muy a mi pesar), y vi una película no-chorra que me aburrió, Moonrise Kingdom. No entiendo yo este extraño tipo de cine de culto. Será que no sé mucho de cine...


Pero me encantó ver una vez más a Jennifer Aniston haciendo lo que mejor sabe hacer y que hace como nadie. Y qué demonios, su compañero de reparto y novio en la vida real está muuuuuy bueno....




- Ver un concierto maravilloso.


Un buen amigo me invitó vía Facebook al concierto de su chico, un grupo que hace versiones gospel de clásicos del rock y del pop. Una de esas convocatorias de Facebook de las que sueles pasar. Pero por alguna razón me apeteció muchísimo, pero por el mismo motivo por el que no pudimos ir al teatro, ir con mi marido era imposible. A última hora me animé e intenté buscar acompañante sin éxito. No pudo ser, pero ya que estoy en modo "¿obstáculos a mí?", decidí ir yo sola.

El concierto empezó con una versión de Let me entertain you, de Robbie Williams, y justo en ese momento supe que ese concierto me iba a hacer flotar.

I still haven´t found what I´m looking for de U2, Ain´t no mountain high enough de Marvin Gaye o Imagine, mi canción favorita en el mundo, fueron pasando por las voces solistas de 15 personas apasionadas de la música, como yo.

No pude alegrarme más de haber ido, y sobre todo de ver a mis chicos, que hacía demasiado que no les veía.



- Encontrar un buen trabajo.


Hace un tiempo no muy largo me despidieron. Me despidieron por motivos que aún no puedo comentar, pero son motivos totalmente injustos. Injustos, abusivos, irracionales, inaceptables y que atentan contra los derechos humanos de manera aberrante. Pero así era mi trabajo y así era mi contrato, uno de esos contratos en los que firmas que si te vas, tienes que avisar con dos semanas de antelación para que puedan abusar psicológicamente de ti hasta el último minuto por haberles dejado colgados, pero que si ellos quieren librarse de ti, están en su derecho de hacer lo que me hicieron, decirme que mañana me pase por la oficina antes de ir a trabajar que vamos a firmar mi ampliación de contrato con mi correspondiente subida de sueldo, y una vez que estás allí decirte que lo sienten mucho pero que tienes terminantemente prohibido volver a pasarte por la oficina ni siquiera para recoger tus tuppers y la foto de tu hija.

Así que me moví, hice como un millón de entrevistas, y al final he encontrado algo en lo que parece que quieren que me quede muchos años. Un contrato indefinido desde el primer momento, así, sin intermediarios, directamente con la empresa, una empresa que me ofreció una (creo que) sincera sonrisa en la boca cuando dije que tenía una hija en lugar de una subida de ceja con su correspondiente equis justo al lado de mi nombre en sus apuntes. Veinte minutos después de la entrevista me llamaron con buenas noticias. Aún no he empezado y ya tengo cuenta de correo propia con mi contraseña creada y todo. Toma ya.


No quiero cantar victoria, pero la verdad es que hace más de 10 años que no sé lo que es un contrato indefinido, así que tengo muchas, muchas ganas de empezar, de hacerlo bien y de echar raíces. Espero que esto sea definitivamente lo que me merezco después de tantos años de esfuerzo no reconocido.





Y entre medias de todo eso, he pasado dos (horribles) semanas haciendo una sustitución en Samsung, mi hija se ha graduado en la guardería, mi marido me ha llevado a comer a un buffet argentino IN-CRE-Í-BLE y he desplumado a dos caballeros jugando al póker, subvencionando así mi disco de Madonna.



Espero que después de este mes tan intenso todo vaya mucho mejor gracias a mi nueva mentalidad anti carcelera. Espero que julio sea el principio del resto de mi vida...

lunes, 11 de junio de 2012

Un día de picnic

Ayer estuvimos haciendo un picnic en el parque. Estos son algunos de los mejores momentos:



Desdoblando el chiringuito



Juno fichando el bocata en posición de ataque




Abril y mamá




Tomando un Petit Suisse (en casa conocido como "piti")




Un poco de agua




Queriendo muchísimo a papá



Pululando



Jugando con mamá




Una excursión a la basura




Juno tomando el fresco ahora que nadie la persigue





Dando de comer a los patos





Tengo ganas de irme a casa...









Fue un gran domingo....

martes, 5 de junio de 2012

Beliebers

Estoy empezando a estar cansada de falta de tolerancia que hay en esta sociedad. Estoy cansada de que haya figuras públicas a las que obligatoriamente hay que odiar, criticar y menospreciar sólo porque está estipulado que tenemos que hacerlo.

Ayer Justin Bieber estuvo en nuestro país y visitó El Hormiguero. Yo no lo vi porque simultáneamente estaban emitiendo los MTV Movie Awards y me apetecían más, pero mientras Justin Bieber estaba en antena, Twitter estaba que ardía. Una gran parte de mis contactos se deshacía en críticas hacia él, y Twitts como "si a alguno de mis contactos le gusta Justin Bieber que me lo diga para que le borre" se podían leer en mi Time Line.

Yo no sé la tele de los demás, pero la mía tiene un botoncito para apagarse y otros muchos que cambian el canal si lo que están emitiendo no es de tu interés.

A mí me interesan las celebrities, y a Justin Bieber nunca le había visto en ninguna entrevista, con lo que no tengo ni idea si lo que la gente decía en sus Twitts estaba justificado y es realmente un idiota como todo el mundo dice. Así que esta mañana me he bajado el programa y lo he visto para poder tener una opinión propia sobre el tema, y la verdad, no me ha parecido un invitado de los más idiotas en absoluto. Obviamente tiene 18 años y no es el colmo de la inteligencia ni de la sabiduría, pero tampoco me ha parecido que vaya de algo que no es, y la verdad, he visto millones de entrevistas en El Hormiguero en las que el invitado me ha resultado bastante más pretencioso y/o imbécil que este chico, como por ejemplo la de Charlize Theron de hace unos días, cuya personalidad me dio absoluta vergüenza ajena, o los dos protagonistas de American Pie, que fueron en plan "vamos a armarla" y eso es algo que me saca de quicio.

Claro que las fans se ven ridículas gritando como histéricas cada vez que el niño levanta una ceja, claro que resulta patético que se pasen todo el programa llorando porque tienen a su ídolo delante, claro que nadie entiende que pasen horas y horas en la calle haga frío o calor por si por casualidad pueden ver el coche en el que su ídolo llega al plató. Todo eso puedo entenderlo. Pero, ¿acaso somos mejores los demás, los que no hacemos eso?, ¿es peor eso que cortar toda la Castellana porque España ha ganado un partido?, ¿es más patético llorar delante de Justin Bieber que pasearse con una bandera de España a modo de capa y con la cara pintada de rojo y amarillo por mitad de la calle parando el tráfico, corriendo y gritando?, ¿chillar porque Justin Bieber ha sonreído es patético, pero romperle un brazo a la Cibeles o mear en grupo en la Puerta de Alcalá es súper guay?.



Mi primer concierto sola sin mis padres fue uno de Alejandro Sanz, mi ídolo en ese momento, y tendría como unos 13 años. 13 años, esa edad en la que eres estúpida sin medida. Cuando mis amigas y yo salimos, mis padres nos recogieron y, por supuesto, todas salíamos emocionadas gritando, cantando y aún en la nube que te provoca ver a tu ídolo en directo. Pues mi padre, siempre tan cariñoso, estuvo riéndose de mí un mes, diciendo que era patética y que parecía una estúpida. Pues sí, seguramente en ese momento mi estampa era bastante ridícula, pero la verdad que cuando el Real Madrid ganó la 7ª copa de Europa el que daba gritos, lloraba, se abrazaba a los desconocidos, chillaba por la calle, hacía estupideces con el coche y se puso borracho como una cuba delante de sus hijos fue él, pero eso es algo que nadie se plantea. Que a cada uno nos guste lo nuestro, que cada uno perdamos el control con lo que a nosotros nos gusta, eso es algo que nadie se plantea. A Justin Bieber vamos a criticarle a muerte, pero a un tío que metió un gol decisivo hace ya dos años vamos a endiosarle y permitir que viva de ese gol el resto de su vida.


No es que yo quiera criticar ni el fútbol, ni a los hinchas del fútbol ni mucho menos a los futbolistas, a los que considero profesionales tan respetables como cualquier otros, lo único que digo es que los cantantes, actores y fenómenos fan en general también son gente que trabaja tanto como cualquier otro profesional, ¿por qué andar criticándoles sin más?, me apuesto el brazo izquierdo a que nadie se ha parado a escuchar ni siquiera los singles de Justin Bieber como para si quiera saber si es buena música lo que hace. Yo sí lo he hecho, y puedo decir que si, por poner un ejemplo, su último single, Boyfriend, en lugar de estar firmado por él lo hubiera lanzado cualquier otro artista de éxito del momento tipo David Guetta, Usher o cualquier otro artista que trabaje con R´n´B, todo el mundo la consideraría una canción pegadiza y la escucharían encantados exactamente igual que nos tragamos la mierda que hace Pitt Bull, que se repite más que un ajo y aún así le mandamos al número 1 de las listas en cuanto saca algo nuevo. Y ése sí que fue un invitado cerebro de mosquito en El Hormiguero.


No es que yo quiera defender a muerte a Justin Bieber porque la verdad es que no es mi estilo precisamente, pero yo he sido una de esas niñas que ha gritado y llorado delante de su ídolo y he sido motivo de burla durante muchos años de mi vida, observando mientras cómo los que me critican hacen las mismas estupideces que yo pero con muchos más años y encima en masa.


Y qué queréis que os diga, Justin Bieber es bastante niñatín y no me parece más guapo que cualquiera de los niños que iba a mi clase a esa edad, pero el chico canta y baila bien, y eso sí lo sé porque entiendo un poco del tema... ¿por qué no abrir nuestra mente, empezar a ser un poquito tolerantes y dejar que a cada uno nos guste lo que nos dé la gana sin criticar a diestro y siniestro?






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