sábado, 26 de abril de 2014

Oh brother

Hace unos días hice un comentario sobre mi hermano con mis amigos. Entonces, sorprendida, mi amiga Diana me dijo... "¿¿tienes un hermano??". Diana. Una de mis mejores amigas. La que sabe mis altos y mis bajos. La que sabe cómo me siento a tiempo real. Una de las personas que actualmente más conoce sobre mí y sobre mi vida. "Claro, tengo un hermano mayor", le dije. "Ah. No lo sabía". Y entonces me di cuenta de que si alguien como Diana, que me escucha y que me conoce, no sabía que tengo un hermano es por un evidente motivo... yo nunca hablo de mi hermano.



Todo el mundo sabe que tengo una madre que vive lejos, muy lejos, que le va muy bien y que me ha negado su ayuda, su presencia y hasta su atención en múltiples ocasiones.

Todo el mundo sabe también que tengo un padre que me ha negado mucho más aún que mi madre, que nunca ha respondido a mis emails, que él y su amante-cuando-yo-era-pequeña-y-ahora-pareja me tienen bloqueada en el wassap y que no me coge el teléfono, ni a mí ni a mi ex marido cuando intentó contactarle por todos los medios, aunque no mucha gente sabe que mi padre vive a 15 minutos de mí y que hacemos la compra en el mismo Carrefour.

Aún más gente sabe que tengo una abuela que es la luz de mi vida, que vive lejos pero que es la compradora oficial de ropa para mis hijos, que me manda paquetes de vez en cuando con toallitas, pañales, pasta de dientes, galletas de chocolate, pastillas para el lavavajillas y una lista interminable de cosas que se le van ocurriendo que podrían hacerme falta en algún momento, que puedo hablar con ella de todos mis problemas y que nunca jamás se escandaliza, ni se viene abajo, ni evita los temas como hacen otras personas de su edad a modo de "a mí a mi edad no me cuentes problemas, habla chucho que no te escucho la la la la la..." (ahem-mis ex suegros- ahem) y que no me da ni un hombro donde llorar ni palmaditas en la espalda, me da SOLUCIONES, que es realmente lo que arregla los destrozos.

Mucha más gente sabe que tengo un ex marido que actúa según sople el viento y que vive para ser el motivo de mis miedos y de que salga de casa mirando hacia los dos lados antes de asomar por la puerta por lo que pueda haber fuera esperándome.

Mucha gente sabe todas esas cosas sobre mí y mi relación con mi familia, pero resulta que muy poca gente sabe que tengo un hermano, porque simplemente nunca le menciono.



Pero sí, tengo un hermano, un hermano mayor, cinco años mayor que yo para ser exactos, que vive en Irlanda desde hace años y que (creo que) le va muy bien la vida. Qué casualidad, igual que a mi madre e igual que a mi padre. Igual que al resto de mi cactus genealógico (porque aparte de una madre, un padre, una abuela y un ex marido tengo tres tíos por parte de padre, dos tíos por parte de madre, un porrón de primas y primos y otra abuela que es la versión masculina de Montgomery Burns en muuuchos sentidos, especialmente en el despotismo). Ninguno de ellos tiene relación conmigo, todos ellos por distintos motivos, pero por lo poco que sé de todos ellos creo que a la mayoría la vida les va bastante bien.


Con esto no quiero decir que fíjate qué malos son que todos gozan de una vida de comodidades y nadie me ayuda, no señor, ninguno de ellos más allá de mis padres tiene la obligación de echarme una mano en nada, pero lo que sí que relaciono con que disfruten de una vida cómoda y pasen de mí (digo cómoda porque ninguno es tampoco el colmo de la opulencia) es que no quieren problemas. Y si hay algo que yo tengo hoy por hoy son problemas. Problemas con una solución muy clara: dinero. Sin dinero, por ahora no queda más remedio que esperar a que la solución llegue por otra vía, y como nadie me quiere dar dinero (ojo, no es que yo lo haya pedido ni considere que debieran dármelo, nada más lejos), pues esconden la porquería debajo de la alfombra y ya está, ya no existe. Tienes problemas, me da miedo que vengas a pedirme algo... deja deja, cuanto más lejos mejor. Como si yo le hubiera pedido dinero a alguien alguna vez.


Y eso es lo que le pasa a mi hermano. Eso es lo que le ha pasado siempre a mi hermano. Ambos nos quedamos solos cuando mi madre se fue y lidiamos con nuestra nueva condición juntos y felizmente unidos. De buen rollo, mi hermano y yo llevando una casa, respetando nuestros espacios y a nuestro rollo, como siempre. Pero entonces llegó ella, entonces llegó la novia de mi hermano desde nada menos que Venezuela, y llegó plantando su bandera. Me reservo el capítulo de la pesadilla que fueron aquellos años por varios motivos, el primero es que no tengo ninguna gana de recordar todo aquello, y el segundo es porque las putadas, los desprecios, las injusticias, los insultos y las veces que se rió de mí en mi cara la novia (pronto mujer) de mi hermano dan para una trilogía de Voy a contarte un secreto, y tampoco me apetece ahora ponerme a escribir el corán.


El caso es que con el tiempo la situación se volvió insostenible y de un día para otro y sin avisarme se hicieron mayores y se fueron a vivir su vida en otra casa, y yo, tan jovencita y desamparada con mi madre viviendo en el otro lado del mundo y mi padre pasando de todo, pues obviamente necesité muchísima ayuda, algo que nunca obtuve por parte de ellos, que les iba muy bien su bonita vida y, de nuevo, barrían la porquería debajo de la alfombra.


Los años pasaron, la relación con mi hermano y su señora se deterioró y ella consiguió lo que siempre había querido, poner a toda la familia en contra y que su maridito fuera sólo para ella, pero lo realmente desagradable es que consiguió que mi madre se olvidara de todo el daño que esta mujer había hecho a la familia y se posicionara radicalmente de su parte, con lo que el hecho de que mi madre lleve 3 años sin querer saber nada de mí ni de mis hijos fue cien por cien culpa de la mujer de mi hermano, que estuvo labrando durante años ese secreto cometido. Y sí, lo consiguió, vaya si lo consiguió.



Ella escribe un blog en el que de vez en cuando entro, y ahí encuentro más y más de lo que ya sabía sobre ella, que nada en este mundo le hace feliz, que nunca está satisfecha con nada por mucho que vaya consiguiendo con los años, que es una niña mimada a la que todo el mundo le compra el juguete con el que se encapricha para después tirarlo a la basura y encapricharse con uno nuevo y que sigue siendo lo que siempre ha sido y será, una persona descontenta consigo misma que se toma de manera personal el éxito de los demás y que necesita pisar cabezas de la gente que destaca para que nadie esté por encima de ella ni consiga ser más feliz que ella, es decir, más bien poco. Pero lo que realmente me preocupa es que la gente así hace aflorar sentimientos en mí que no son para nada de mi naturaleza. Cuando leo lo feliz que le hace que su suegro se porte taaaaan maravillosamente bien con ellos porque es un hombre maravilloso y generoso a más no poder, no sólo siento una envidia insana difícil de controlar, si no que me entran ganas de lanzar cocktails molotov a todo lo que rodea a su falsamente satisfactoria vida. Porque no es justo, porque mi padre no es un hombre maravilloso ni generoso y porque sólo se porta bien con ellos porque necesita compensar lo escondida que tiene la porquería debajo de su alfombra. Mi padre no la aguanta, no la ha aguantado nunca y fue una de las pocas personas que se opuso abiertamente a que mi hermano se casara con ella, pero eso al parecer se les ha olvidado a todos.



¿Y mi hermano? pues reconozco que es imposible hablar de él sin hablar de ella, porque mi hermano no es él mismo desde que empezó con ella, se ha convertido en su sombra, en un amén a lo que ella diga y en una marioneta manejada por el victimismo y la manipulación constante de su mujer y mientras ella le deje tranquilo y a su bola con sus chorradas él se deja manejar en todo lo demás. ¿Él es feliz? no tengo ni idea, supongo que sí, pero lo que sí sé es que mi hermano sólo vive para hacerse feliz a sí mismo, está acostumbrado a no tener que luchar por nada en esta vida, a que todo se lo den hecho, a que le defiendan y le sobre protejan sin mover un dedo porque "pobre Jaime que se viene abajo enseguida" y a que todo el mundo le deje en paz, justo lo contrario a lo que estoy acostumbrada yo con lo que a mi cactus genealógico se refiere. Estoy convencida que si mi hermano viera mi brazo salir de unas arenas movedizas se rascaría la tripa y diría... "oh, eso parece mi hermana hundiéndose... ¡¡que no se hubiese caído, no te digo la tía morro, y todavía querrá que me manche, que siempre hay que estar pendiente de ella!!".



Mi posición y mi versión de todo lo que cuento sobre mi familia puede parecer victimista y descompensada, pero lo cierto es que si viviendo las cosas te parecen injustas, una vez que miras hacia atrás y lo ves todo con perspectiva las cosas se amplifican muchísimo más y entiendes que en realidad es todo una farsa y siempre lo fue. Yo nunca he sido una santa, siempre lo he admitido, miro para atrás y me doy cuenta de que me he portado mal en muchas ocasiones y hasta hace unos años hablé con mi amiga Alba para pedirle perdón por lo mal que la traté durante toda nuestra infancia y lo buenísima amiga que ella fue siempre conmigo, sé que en muchas ocasiones he sido una déspota con mucha gente y que he cometido un trillón de errores, pero lo que sí sé es que siempre he querido a mi familia, siempre les he perdonado a todos ellos sus errores, que nunca le tuve en cuenta a mi madre que se marchara a hacer su vida y nos dejara solos y jamás le reproché nada, que me olvidé que mi padre nos dejó a nuestra suerte cuando éramos unos niños y que no nos cogía ni el teléfono cuando le llamábamos un millón de veces el día del padre para ir a comer con él y le seguí queriendo siempre a pesar de su indiferencia, que pasé por alto el tormento que me hizo vivir mi cuñada cuando le abrí las puertas de mi casa y años después fui su amiga como la que más. Yo siempre he querido tener una familia unida y he perdonado todo lo que ellos hicieron para hacerme la vida más difícil o no hicieron para ayudarme, con lo que sé de sobra que no me merezco que me nieguen un sitio en su mesa ni para mí ni para mis hijos ni que me culpen a mí de que el cactus genealógico al que pertenecemos esté completamente desmembrado.



Hay relaciones que aún me sangra la herida y hay otras que las tengo completamente cicatrizadas. Cada segundo de mi vida me acuerdo de mi madre pero sin embargo pasan semanas sin que recuerde que también tengo un padre, y reconozco que mi hermano es alguien que no me sorprende lo más mínimo que mis amigos más cercanos no sepan de su existencia porque su vida no me escuece lo más mínimo, sé que siempre le va a ir bien porque no gasta ni un segundo de su tiempo mental en preocuparse por nadie más que por sí mismo, con lo que la gente tan egoísta siempre consigue lo que quiere. Pero ella, su amargura, su victimismo y su constante queja tras queja tras queja tras queja es algo que puede conmigo porque ella tiene algo que me pertenece, que era mío y ella se empeñó en arrebatarme para poder disfrutarlo ella sola y que trabajó de manera sutil e hipócrita, como funciona la gente traidora que apuñala por la espalda. Ella consiguió que mi familia no quiera saber nada de mí, y eso no lo voy a olvidar nunca.



Mi vida va bien, al contrario de lo que parece a veces mi vida va bien y por dentro estoy feliz  y tranquila, simplemente intentando concentrarme en hacer frente a los factores externos que son los que ahora mismo me complican la vida, pero tengo que admitir que algunas veces me vienen a la mente todas estas cosas y durante un tiempo, a veces minutos y a veces días, la rabia me consume y tengo que esforzarme en  centrarme en que ellos son los que se están perdiendo la persona maravillosa en la que me he convertido con los años, humilde, íntegra y compasiva, pero sobre todo se están perdiendo a las dos personitas más dulces del mundo que iluminan una habitación cuando entran en ella, dos niños increíbles que a pesar de todo lo que están pasando tienen toda la tendencia del mundo a estar felices, tranquilos, serenos y a aceptar la vida según les viene sin rechistar ni quejarse ni acordarse de cuando tenían más de lo que tienen hoy ni a pedir cosas que están fuera de su alcance...









































 ... y eso sí me pone en una posición privilegiada con respecto a todos ellos.



viernes, 4 de abril de 2014

Lo "normal" es para gente aburrida

Pues sí. Una vez más he tenido una semana completamente surrealista. No es para menos, ya saben mis lectores que yo tengo una atracción especial para la gente extraña, para que la gente se acerque a mí y me hable en idiomas raros, me pida jugar a los cerditos con mi Ipad, o si me remonto a mis años de adolescente hormonada hasta me pidan tocarme una teta mientras espero un semáforo. El que se aburre en esta vida es porque quiere.



Pues sí, ésta semana no podía ser menos, y cada día, empezando por el lunes y terminando hoy mismo (y cuidado que he empezado a  escribir esta entrada al medio día, aún queda mucho viernes) me han pasado cosas totalmente surrealistas.


Ahí van algunas cosillas:


Lunes:

Día de médicos para mamá y los rossitos. Básicamente es para lo único para lo que tengo que salir de casa hoy, aparte de para llevar a los pequeños al cole, tengo tanto trabajo atrasado tanto en casa como en el ordenador que no me queda más remedio que encerrarme en la cueva y producir como una loca.

Así que me pongo en modo automático, hoy no se toca la guitarra, no se escucha música chachi de la que te hace trabajar en slow motion, no se leen y releen conversaciones románticas mantenidas por wassap con Mr. Biker Man... hoy HAY QUE CONCENTRARSE sí o sí.


Así que en mi modo automático me voy a por los niños después de haber pasado toda la mañana entre lavadoras, fregonas, ropa y ropa y ropa, ordenador, emails atrasados, chequeo de alumnas etc. Me pongo mi radio y pal cole que me voy.

De eso que en la radio empieza a sonar un TEMÓN de esos que te sacan del modo automático pero rápido, y yo, en mi línea, pues me pongo a cantar lo más alto que puedo "DRUUUUUNK IN LOOOOUUUOOOOUUUOOOOVEEEE...". Me vengo arriba del tirón y bajo la ventanilla para deleitar al mundo con mi optimismo.

De repente y sin saber cómo, algo me baja de mi nube. Un objeto no demasiado pesado golpea mi cara sin darme tiempo casi a reaccionar mientras estoy parada dejando pasar a unos niños en un paso de cebra.

Mi reacción viene a ser algo así como "WE BE ALL NIIIII... oh mierda, ¿¿pero qué coñ...?? joderrr ¿¿¿qué es esto???". Y con el mismo aturdimiento, cojo el arma del delito: una bola de papel arrugada. Miro hacia la dirección de la que ha venido, pero no veo más que un cochazo rojo (no me pregunten qué tipo de cochazo ¿vale?, porque yo tengo memoria cero para los coches, tardé tres semanas en saber de qué color era mi propio coche y todavía dudo cuando me preguntan qué coche tengo) que acelera y se mete en la rotonda con esa gracia con la que los coches deportivos se meten en las rotondas. Abro el papel aún parada en el paso de cebra y me doy cuenta de que el colega que NO se ha dejado ver me ha mandado su número de teléfono en un ataque de pelota de papel en toda la jeta.


Con lo que a mí me gustan los ataques de romanticismo de ese estilo. Con lo que a mí me derriten los tíos que me hacen sentir única de esa manera. Con lo que a mí me encantan los tíos tímidos que no se dejan ver. Con lo que mí me impresionan los cochazos carísimos para compensar la falta de seguridad en sí mismos. ¡Con lo que a mí me gusta un acomplejado!.

No, no voy a mandarte un wassap, gracias. Lo siento mucho por tu inexistente confianza en ti mismo, pero a juzgar por ese cochazo que grita a los cuatro vientos "o me hago con un pepino de estos o no mojo en mi p*ta vida", apostaría mi brazo izquierdo a que llevo tacones más grandes que tu pene. No se me suele caer la baba cuando un tío me golpea en la cara con un objeto, pero te aseguro que mostrarme de ti únicamente los 60.000 euros que te costó compensar tu falta de auto estima no va a hacer que me salgan corazones por las orejas. Ah, y lo siento por tu pene, amigo...




Martes:

Otro día en modo automático, aunque éste en concreto no estaba planeado. ¿Saben ustedes de esas veces que una hace lo que haría cuando está sola... pero sin caer en la cuenta de que quizá cabe una pequeña posibilidad de que esté, no sé, digamos... en un sitio público?.

Pues sí. Como si que mi vecina me saludara justo cuando estaba manteniendo una conversación en alto conmigo misma no fuera suficiente. Como si sufrir un ataque de risa delante del portero de mi finca mientras me bajaba del coche recordando un meme de un taiwanés que vi en Pinterest no fuera suficiente (y los que me conocen saben lo discretos que son mis ataques de risa). Como si haber llamado "Abril" a la tía de la farmacia por tener en la cabeza que de hoy no pasaba que arregláramos su cuarto no fuera suficiente.


Salgo a sacar al perro y ya que estoy me voy a dar un homenaje y me voy a comprar un paquete de tabaco para celebrar que llevo tres días sin fumar nada y que me he encontrado 50 céntimos en una chaqueta que no me ponía desde el año pasado. Venga va.


Voy, compro mi paquete y me enciendo un piti. Floto, porque cuando yo fumo floto, y tiro para casa. Pero a mitad de camino (y justo como estaba planeado), Juno decide hacer la danza del tordo en mitad de la acera.

Oh mierda, ¿por qué nunca cuento con esto cuando voy a sacar al perro y cojo bolsas?, jolines siempre igual... espérate a ver qué hay por aquí...


Me pongo a buscar algún papel por el suelo, una hoja de árbol, algo para poder recoger el regalito de mi perro. Cojo un papel de publicidad de un coche y me dispongo a coger la caca. Pero espera, que estoy fumando. A ver, piti en la boca a lo camionero (que odio funcionar con un cigarro en la boca, se me mete el humo en el ojo, no sé, no sirvo yo para hacer la Olivia Newton-John, una pena...), paquete de tabaco al bolsillo... ay leches, que llevo mallas, que no llevo bolsillos... a ver a ver dónde lo dejo... bueno me lo engancho así en la goma del pantalón... jopé éstas son las mallas que la goma cubre todo el abdomen, va a ser que no... porras qué hago, espera, a ver, me lo voy a enganchar un momento en el sujetador a ver si acabo rápido con esta mierda (jajaja, mierda... ¿lo pillan? qué graciosa soy por favor, no puedo conmigo misma...).


Total, que con el piti en la boca y cara de perro pekinés por el humo entrándome en el ojo me meto el paquete de tabaco ahí mismo, dentro del sujetador, y mientras me estoy agarrando una teta para reajustar el tema y no clavarme los picos del paquete, justo ahí... me doy cuenta de que NO estoy sola y una mamá con un carrito de las autóctonas de mi barrio me adelanta mientras se me queda mirando, y aparta la mirada justo cuando se la devuelvo. A ver, no estaba enseñando una teta, pero me la estaba agarrando...


Bien hecho Patricia, tú como siempre dándolo todo para que la gente que van a ser tus vecinos lo que tú esperas que sea el resto de tu vida no descubra que eres una auténtica freak. Buen trabajo chica...



Miércoles:


Ya comenté aquí que el señor que bautizó a mis hijos me mete mano disimulada/descaradamente. Así de teatrero e inventado que suena, es totalmente cierto. Si lo cuentas así suena a titular de El Mundo Today,  "el cura de mi pueblo me toca las tetas", pero todo tiene una explicación.


Para empezar, no es cura, es una cosa que yo no sabía que existía que se llama diácomo, es decir, como un pastor. Está casado, tiene hijos, pero es seguidor de Dios y tiene sus votos y sus cosas, por lo que puede casar y bautizar.

Para continuar, resulta que yo fui con mi ex marido y mis ex suegros a la charla pre-bautismal, pero como mi ex me hizo la jugarreta de su vida por la que casi tengo que anular el bautizo, los padrinos de Eric, que están obligados a comerse el charlote como los demás, no pudieron venir por avisarles con demasiado poco tiempo (osea, la noche antes de la charla) de que mi ex había decidido "darme permiso" para elegir yo a los padrinos de mi hijo.

Total, que yo fui a la charla pero quise hablar con el señor que iba a bautizar a mis hijos para explicarle la situación y rogarle que por favor hiciera la vista gorda con respecto a que los padrinos de mi hijo no asistiesen a la charla. Ahora me doy cuenta de que no era tan grave, pero qué quieren que les diga, yo no estoy muy familiarizada con la iglesia, no tengo ni idea de cómo es de estricta con estas cosas.


Total, que ahí voy yo a hablar con este señor, ya de por sí dándome cuenta de que no ha dejado de mirarme en toda la charla, pero bueno, de buen rollito. Le digo que si puedo hablar con él en privado un momentito y le cuento mi rollo rápidamente, que ha habido problemas y que los padrinos del niño no han podido venir. Él me coge de las manos y me dice que no pasa nada, que no me preocupe en absoluto y ya está. Yo me deshago en gracias gracias gracias, esto es importantísimo para mí, se lo agradezco en el corazón y demás cursiladas típicas mías. Me despido hasta la semana que viene y adiós.

Pero lejos de pasar una semana entera hasta que volviera a ver a este señor, justo al día siguiente me suena el teléfono, lo cojo, y me dice que es el diácomo que va a bautizar a mis hijos, que si puede verme un momentito para comentarme una cosa sobre el tema de los padrinos, le digo que sí, que podemos vernos al día siguiente cuando deje a los niños en el colegio, quedamos en la puerta de la iglesia y adiós. Qué leches querrá decirme este hombre ahora, ¿que los padrinos pueden recibir la charla post bautizo? ¿querrá preguntarme los datos de los padrinos para apuntarlos en algún lado? no sé, en fin, mañana lo veremos...


Total, que me reuno con él en la iglesia al día siguiente, y me dice que se ha buscado una excusa para poder verme (espera un momento... ¿¿de dónde sacó este tío mi número de teléfono?? que yo sepa yo no he dado ningún dato mío a nadie en la iglesia...), que se quedó preocupadísimo con lo que le transmití cuando hablé con él y que quiere conocer mi historia y ayudarme. Me lleva dando un paseíto al mirador de Paracuellos y yo de buen rollo pues le voy contando mis cosas... que el padre de mis hijos ya no es mi pareja, que me lo está poniendo muy difícil, que me hizo una jugarreta con los padrinos y me preocupaba que la iglesia no cediera, que no tengo familia, que estoy pasando un momento delicado, que mi trabajo está tardando en arrancar, que no tengo muchos recursos..., vamos, que no es que me desahogara con él, pero le vi al hombre tan buenas intenciones pues que le conté mi historia y le expliqué de dónde venía la angustia que al parecer le había transmitido al hablar con él, sin más.


Total, que se queda alucinado, me dice que vaya papelón tengo encima, me da un abrazo muy apretado muy apretado muy apretado y me dice que cuente con él para lo que necesite, pero para lo que necesites, de verdad. A lo largo de la conversación me dice varias veces lo guapísima que soy y lo idiota que es el hombre que me dejó escapar. Yo prefiero interpretarlo como si me lo dijera mi abuelo, que también me decía unas mil veces al día lo bonita que era, y sonrío sin más.


Me voy a casa flipando pero bueno, con el buen rollo de que alguien me quiere ayudar, y al cabo de unos días me vuelve a llamar en mitad de una crisis horrible de NO TENGO DINERO Y NECESITO PAGAR ESTO YA. Se lo cojo, me pregunta que qué tal estoy y yo voy y le suelto:

puesfatalporquenotengodineroynecesitopagarestafacturaurgenteyaydiosmioquenosequevoyahacermevoyamoriiiiiiiiiiiiiirbuaaaaaaaaaaahhhh........


Total, que me dice "dime tu calle que voy, nos vemos en 5 minutos". Y viene. Y me trae leche, pasta y me dice que tiene pañales para el niño en casa que no los ha cogido con las prisas. Y me dice que nos vamos al banco ahora mismo a pagar esa factura que yo no puedo estar así. ¿Qué? espera, espera un momento, ¿que me vas a pagar una factura de esta cantidad? tú flipas hombre, no no no no no de eso nada. Me dice que me mata si no dejo que me pague la factura y me suelta una charla sobre que Dios aprieta pero no ahoga, que a veces hay que tomar las cosas como vienen, que yo no puedo ser tan orgullosa como para no dejar que se me ayude, que si no recibo ayuda venga de donde venga me voy a ir al hoyo etc. Yo me doy cuenta de que no estoy en posición de rechazar ayuda, vamos al banco, me paga la factura, me deshago en gracias y me dice que vayamos a mi casa a comprobar si necesito algo de la nevera. Le digo que no pero insiste, así dejamos lo que me ha traído, y bueno, vale, le dejo que suba a mi casa. Y en mi casa me da un abrazo de esos de "ay Patricia qué mal lo debes estar pasando ven aquí mi chiquitina", y en el abrazo las manos se le caen "ligeramente" al culo. Yo me suelto intentando cambiar de tema y me dice "a ver cariño ven aquí", me coge de las manos, las pega en mis tetas y me vuelve a dar otra charla sobre que le pida ayuda si la necesito nosequé nosequé, y cuando termina me dice "¿entendido?". Sí señor, entendido. "¿¿Entendido??" me vuelve a decir mientras "de broma" me hace moc moc en una teta. Le doy un manotazo lo más fuerte que puedo, le miro con ojos de furia y le digo "ENTENDIDO". Le suelto un rollo sobre que tengo mucho que trabajar y tal y cual y le digo, para que sea rápido y que no quiera despedirse de mí en privado, que le acompaño abajo y así aprovecho para sacar al perro. Le doy las gracias de corazón y él insiste en darme un abrazo, pero mi lenguaje corporal es bastante claro a la hora de dárselo, este tío acaba de pagarme una factura de un pastón, no me siento en posición de negarle un abrazo pero le quiero dejar claro de que no le voy a dejar tocarme las tetas a cambio de que me pague facturas, porque eso tiene un nombre de algo que yo no soy. Se va, no sin antes darme un mini beso en la boca cogiéndome la cara con fuerza y me subo a mi casa dispuesta a meterme en la ducha de puritita grima.


A lo largo del resto de la semana recibo hasta 4 llamadas suyas que por supuesto no cojo, pero ya a la cuarta se lo cojo (llegamos al miércoles de mi semana freaky) y me dice que cuando puede verme, que aún tiene que darme los pañales. Pufff nononono qué perezón. Bueno mira, voy a ir, voy a coger los pañales y así aprovecho para que si vuelve a tocarme más de la cuenta decirle que si vuelve a hacerlo lo próximo que va a saber de mí va a ser a través de la policía, no me apetece estar dando largas constantes, así que prefiero dejar las cosas claras. Me dice que me invita a un café en su casa, que vive en el centro del pueblo, y le digo que no, que mejor en la cafetería. Y voy. Y obviamente al estar en un sitio público se corta mucho más, pero al despedirme me dice "ay Patricia... qué voy a hacer contigo, yo aquí ofreciéndote mi ayuda cuando yo lo que quiero es que me quieras", y yo, tan tranquila, le respondo "muchas gracias pero mi corazón ya tiene dueño", y me dice "no, si a mí el corazón me da igual, yo lo que quiero es tu cuerpo", intentando que parezca una broma. "Mi cuerpo también tiene dueño, y que yo sepa el tuyo también... ¿no?", y me responde "¡da igual mujer, si yo no soy celoso!", pero la conversación me desagrada tanto que ahueco el ala como puedo y me voy lo antes posible.


A Dios pongo por testigo que no le vuelvo a coger el teléfono por mucho que me llame. Ah, y ni rastro de los pañales, por cierto...



Jueves:



Charlita mañanera con Mr. Biker Man que me deja completamente atontada, cantando en mi cabeza canciones de Abba para todo el resto del día y con una sonrisa de esas de "hola he dormido con una percha en la boca". Aynssss qué tendrá este hombre que cada vez que me escribe los pajaritos cantan y las nubes se levantan....


Me voy a hacer recados con mi banda sonora mental puesta, mi nube en las suelas de los zapatos evitando que toque el suelo y mi cara de pánfila. Voy al banco, al centro de salud, a la secretaría del cole, a la farmacia, a la gasolinera y hasta a comprar unos ciegos, que un día comenzado con tan buen pie hay que celebrarlo (ay qué malo es el amor para mi bolsillo por favor).


Recojo a los niños, dejo a Abril en su clase de teatro justo después de que mi niño eche a andar por fin (si esque el día tenía que ser perfecto sí o sí, ay... por qué no habrá más días así...) y me voy con el bebé a hacer un poquito de compra.

Cuando voy a pagar le digo a la cajera que necesito pagar mitad con tarjeta y mitad en efectivo. Total de la cuenta, 20.86€, y le digo que en la tarjeta hay 14 euros, que me cobre 14 de ahí y el resto se lo pago en efectivo. Se me queda mirando con cara de "no me hagas esto que estoy aquí porque no tengo estudios, ¿¿mentiendesss??", y le explico muy amablemente los cálculos:


Patricia: A ver... me cobras 14 de la tarjeta y faltan 6.86, que te los pago en efectivo (y eso que soy de letras...)

Cajera desconcertada: A ver... espera (saca una calculadora y escribe, tal cual:) 14.00 (flipando de que escriba el "coma cero cero", pero bueno, si le ayuda a entenderse...) + 20.86. A ver espera espera... 20.86 + 14.00...

P: A ver mira, me cobras 14 de la tarjeta, que ya verás, la caja te va a decir que faltan 6.86 que te los pago en efectivo

CD: A ver... 14.00 + 20.86... eeeeeeh....


Total que la pava se aturulla, no da con el cálculo matemático que hay que hacer para restarle 14 euros a los 20.86 del total de la cuenta, me cobra los 6.86 que le estoy diciendo yo en efectivo, y a la hora de poner en la tarjeta lo que me tiene que cobrar se hace la picha un lío y escribe 10.00€. Yo, cansadita de explicarle, con una cola ya de dos personas en la caja y la tía nerviosísima de estar quedando en evidencia delante de la gente, paso de decirle nada, total, cuando me cobre la caja registradora le va a decir que faltan 4 pavos. La dejo que lo haga a su manera. Me cobra los 10 pavos con la tarjeta, me da mi ticket, me da las gracias y se pone a cobrar al siguiente. Y a mí de manera fugaz me salen el angelito y el demonio en sendos hombros...



... y qué leches, se lo estoy explicando y está clarísimo que a la tía le vale más el no quedar en evidencia delante de la gente que hacer las cosas como debe ser, quiere que me vaya y olvidarse de este capítulo de su vida, si le digo mientras cobra a más gente "a veeeeeeer bonita que te has equivocaaaaado" lo mismo la hago llorar, y oye, qué leches, 4 pavos son 4 pavos y al Hiper Usera no le sirven para nada pero a mí me apañan un buen desayuno mañana. Así que hago caso a mi demonio, me cojo mis bolsas, me cojo a mi niño de la manita y ea, pal pueblo a recoger a la enana.



Si esque cuando un día empieza tan bien desde el principio....




Viernes:


Vamos a currar un rato. Me siento delante de mi ordenador y depronto me salta un chat de FB que dice así:



Stalker: Odio que estés así de buena



Vale, genial, me encantan este tipo de conversaciones, sobre todo con pavos de mi adolescencia con los que no tengo absolutamente ninguna relación, y la poca que he tenido ha sido por aquí y para hacerme comentarios de este mismo estilo. En la vida se ha interesado por mis cosas, en la vida me ha puesto un p*to Like en ninguna foto de mis hijos y jamás ha mostrado ningún tipo de "romanticismo", aunque fuera más falso que Judas, a la hora de intentar quedar conmigo, simplemente ya me dijo una vez que me tiró la caña y le respondí que gracias pero que ya tenía quien me diera "golpes" (me entró diciéndome "todavía tienes un golpe aunque seas madre" pufff... casi prefiero que me tiren pelotitas de papel en todo el gepeto...) que eso a él le daba igual, que no quería ser el único, que con ser uno más le valía, como ya comenté aquí.


Total, que ante una carta de presentación taaaan tentadora, la conversación deriva así (TEXTUAL):


Patricia: vaya, no sé si decir gracias


S: si, era u cumplido d esos k no kieres decir... jajajaja (ya empezamos con las Ks, con lo que "me gusta" a mí un tío que no sabe escribir, lo estás arreglando chaval...)

P: ah... eeeh vale... gracias

S: te has fijado k ya no doy like a tus fotos con algo de canalillo?

P: estoy profundamente depecionada

S: jajajaja lo sé, tus canalilos ya no son lo k eran...

P: vaya por dios

S: ahora son de casualidad,.... molaban cuando solo parecia k eran de casualidad rollo falso piyado

P: ahora vamos a hablar de mi canalillo? qué bien...

S: no, solo fue un comentario. de amores k? ya te has olvidado de mi?

P: de amores bien servida, gracias. Y para tu información, no suelo quedar con tíos que me animan a que me acueste con otros tíos con la condición de que me acueste con ellos

S: y esa informacion?? a k viene? m he perdido

P: ya, tú seguramente no te acuerdes, pero una vez me dijiste que no querías ser "el único para mí, sólo querías ser uno más". Me encanta, qué tentador...

S: prefieres esos k te venden la moto? "esq me encantas"

P: ni eso ni motos, pero ya tengo a uno al que le encanto de verdad, no necesito que nadie me venda ninguna moto, de verdad

S: y yo me alegro (aunq no lo creas) lo unico que dije esq te keria exar un polvo no casarme contigo....

P: bueno pues muchas gracias pero no me interesa

S: tiepo verbal pasado....



Lo del "tiepo" verbal pasado me pierde, no tengo ni idea de a qué se refiere y paso de responderle más, es más, le borro del FB, no me aporta nada semejante PAJIZO con mayúsculas y me pregunto sinceramente si entrar a las tías de esa forma le dará resultado. Supongo que sí, a las tías nos encanta que nos traten como ganado, a mí por lo menos.




En fin, que todavía me quedan sábado y domingo y no descarto una entrada especial de fin de semana con mis desventuras por este mundo...



¡¡Buen fin de semana a todo el mundo!!


miércoles, 2 de abril de 2014

En busca de un nuevo look

Hace unos días tuve que esperar en una sala de espera completamente vacía durante unos 40 minutos. Vacía. Yo sola. Y no sé si mis lectores saben que yo cuando estoy sola y nadie me ve hago cosas muy raras. Vamos, que lo mismo me da por cantar que por acordarme de algo y que me dé un ataque de risa que por ponerme a tararear alguna canción en mi cabeza e irremediablemente y sin poder evitarlo me pongo a contonear mi cuerpo al ritmo de la canción. Pero como no quería hacer nada de eso porque en cualquier momento podría aparecer alguien (y estoy hartita de que mis vecinos me pillen hablando sola por las escaleras y cosas así), pues me puse a leer una revista, la única revista que había, Vogue.


A pesar de dedicarme a la imágen personal, tengo que admitir que el mundo de la moda me espanta. Bueno, no es que me espante, esque no lo entiendo, lo siento pero no lo pillo, y mientras estoy ahí sentada en la sala de espera leyendo la revista más famosa y exitosa de moda me doy cuenta de que la revista enterita, página tras página, me hace mirar cada foto preguntándome a mí misma... "¿ein?".


Pero como comentaba en mi anterior entrada, estoy caminando a pasos agigantados hacia una nueva vida, así que si voy a vivir una nueva vida, quizá debería buscar un nuevo look, así que hice unas cuantas fotos con mi móvil de la revista para coger unas cuantas ideas de las últimas tendencias. ¿Alguien me ayuda a decidirme?.





Yo no sé vosotros, pero yo no me había enterado de que hoy por hoy la idea de "sexy" es una tía con un bigote. Parecen mitad muertas mitad... ¿hola? ¡una lleva un mostacho!. ¿Alguna de mis lectoras ha pensado alguna vez "¿sabes qué? nunca lo había pensado antes, pero la verdad es que un bigote me quedaría de lujo"?. ¿Alguien? ¿alguien? ¿alguien lo ha pensado? ¿chicos? ¿alguna vez habéis pensado "esa tía no está mal, pero la verdad es que estaría tremenda si llevara un mostacho"?. ¿Alguno de vosotros?. No sé, debo estar fuera de onda...


¿Qué tal ésta?. Nada como una tía obviamente pasándolas canutas con un dolor de pies mortal por los zapatos que lleva para hacer que quieras comprar lo que lleva puesto inmediatamente. ¿Saben lo que más me atrae de este look?, pues por supuesto un buen anorak que no cubra la mayoría de partes de mi cuerpo en las que voy a tener frío. Me encanta éste.




Éste podría ser un buen look para mí, porque la verdad que cuando no falseo el tono de mi piel con maquillaje y crema soy tan pálida como ésta, pero la verdad es que no estoy segura de si podría llevar por ahí un zorro muerto todo el santo día. "Hola, perdona, ¿te importa si pongo mi zorro muerto en la mesa mientras me tomo el café?, no quiero que nadie me lo pise, es de lavado en seco". Tendría que sentirme muy agusto con mis pechis asomando por mi vestido metálico, pero oye, estoy dispuesta a darle una oportunidad al look.




"Alguien ha pisado mi zorro muerto y se me ha ensuciado. Menos mal que siempre llevo encima mi zarigüeya muerta de repuesto".



¿Qué tal éste?. Es bastante punto medio entre hospital psiquiátrico y "me he despertado en casa de un pavo con el que al parecer me fui anoche, estoy en pelotas y desgraciadamente sobria y me he puesto lo primero que he encontrado en su baño". Éste podría ser un look que me aplicara bien, siempre que encontrara un bañador de embarazada para acompañar a la bata, claro...







Sí, bueno, eeeh.... no estoy muy segura de éste, para ser sincera...






Éste me gusta. ¿Qué tal me quedarían los ojos de "voy a succionar tu alma"? ¿y los pinchos saliendo de la cabeza?. Me gusta me gusta, tiene posibilidades...





Éste puede ser un gran candidato para cuando sea más mayor y quiera demostrar que mi cadera todavía se dobla. Me lo guardo en un cajón y en 40 años lo saco.





No estoy segura de lo que haría con dos litros de perfume, pero probablemente me saldría bien ese gesto después de unos 15 tratamientos de botox.





Éste es un look que ya he tenido que practicar en el pasado, pero me aplica fenomenal porque ya expliqué aquí que cuando hagan la película de mi vida, Amanda Peet hará el papel de Patricia. "Oh, me voy a sentar aquí y a fingir que estoy muy feliz y relajada mientras obviamente soy la tercera pata de esta amistad maravillosa sólo apta para dos, pero no pasa nada, paz y buen rollito...". El pedazo de Photoshop de corta-y-pega-en-un-fondo-bohemio-a-ver-si-cuela ya me buscaré yo la manera de que me quede igual que en la foto.





En éste voy a necesitar un poquito de ayuda. Lo primero, necesito un novio robot. Lo segundo, voy a necesitar unos zapatos metálicos. Lo tercero, voy a necesitar ayuda subiendo esas rocas con mis zapatos metálicos mientras sujeto a mi novio robot. Una vez que esté arriba, no debería llevarme más de una horita poder colocar mi cuerpo en posición vertical sin poder doblar la rodilla con esa falda, y después tengo que tumbarme en esas piedras y relajarme. Eso sí, cuando consiga todo eso estoy segura de que voy a vivir una romántica tarde con mi novio robot.




Así es exactamente como quedarían mis fotos si fuera una modelo profesional. "Patricia sé natural, ésta no es una de tus selfies, anda natural, sé tú misma...". Lo único que me falta es aprender a levantar los dos pies del suelo a la vez y este look lo clavo...




Tengo que ser sincera, éste quizá es un pelín demasiado avanzado para mí. Yo personalmente nunca he llevado bichos metálicos gigantes ni en mis pezones ni en mi cara, pero estoy dispuesta a darle una oportunidad. ¿En qué tipo de ambiente se lleva un look como éste?, debo haber estado viviendo en una burbuja todos estos años, porque no estoy pero nada a la moda...



Éste sí que me iba a salir bien, si me muriera y volviera en forma de fantasma éste lo clavaba. La verdad es que me he parecido mucho a este look fantasmal muchas mañanas después de beberme alguna copa preparada por Marcos la noche anterior, así que podéis llamar a este look mi "domingo por la mañana de un finde sin niños". Hola, estoy aquí perfectamente vestida, simplemente ignorad el hecho de que no he dormido en 49 horas y que parezco medio muerta, ¡por lo demás todo fenomenal!.




Voy a necesitar algunas amigas para ayudarme con el look completo. ¿Cuál preferís chicas, domingo por la mañana de un finde sin niños o el look del mostacho?. Sería lo máximo si nos vistiéramos iguales, y ya lo clavábamos si viniera alguna amiga que estuviera altamente medicada.



Éste también lo he llevado alguna vez. Ésta es mi cara de "¿qué? ¿qué? ¿por qué me hablas? ¿me he quedado dormida en el sofá o qué? ¿qué año es?". Me sale muy bien.




No creo que tenga la clase social adecuada para este look, la verdad. Este look dice algo así como "he llegado al restaurante antes que el tío con el que he quedado, así que tengo que actuar con naturalidad. Como si estuvieras relajada, que parezcas muuuy relajada. No parezcas vulgar pero desabróchate algún botón y enseña un poco de hombro...". No me aplica. Si llego al restaurante antes que el tronco, me pongo a comerme los entrantes y que piense lo que quiera. Llegas tarde, tienes poco derecho a opinar.






Éste iba a ser complicado. Lo primero porque no fui agraciada con demasiada melanina a pesar de que intento disimularlo, y lo segundo porque yo no parezco una barbie en la vida real, y mucho menos Barbie Massiel.




Y si alguna vez consigo ser una master en moda y me hago famosísima por mi clase, ésta es lo foto que me gustaría que los paparazzi usaran. Éste es el gesto que me encantaría que todo el mundo me viera y pusiera en un marco, en su nevera o hasta en un libro de recortes de fotos mías. Mi mejor gesto.



Normalmente no suelo apilar mis muebles encima de mi gato, pero oye, podría encontrar un traje hecho de piel de imitación y oro, quizá si llevara uno cambiaría de idea y me dedicaría a echarme a descansar encima de los muebles. Ah, y voy a necesitar un gato.





Ahora que lo estoy pensando, realmente voy a necesitar un novio robot, da mucho juego en esto de la moda. El plan es vestirme como una serpientey tirarme en la carretera. Primero Mr. Robot irá por ahí conduciendo su moto y pensará "¡oh, una serpiente en la carretera! ¡oh espera, es una tía buena!". Si no se para, siempre puedo tirar de la cuerda que hay en la carretera y hacer que se caiga. Para asegurarme en caso de que mi plan falle, me voy a poner un casco y lo voy a disimular cubriéndolo con pelo. ¡Planazo!.





Como todo el mundo sabe, a mí no me va nada lo de ir de camping. No es por nada, simplemente suelo intentar evitar meterme en el barro mientras llevo un vestido con tacones a juego, pero oye, si alguien me necesita para tirar de una cadena metida en el fango, bueno, pues para eso están los amigos, le echo un cable, está claro. Eso sí, no sé si podría llevar ese pelo. Más que nada porque no tengo el pelo rubio. O blanco. O lo que sea eso.



Éste también me saldría bien si llevara unos cuantos kilos de botox. No es muy dificil hacer "oooooo, oh no, cuánto viento, mi gorro, oooo...".



Me queda claro, hasta que no aprenda a levitar no voy a tener mi gran oportunidad en el mundo de la moda. Gracias Vogue.



¿Qué les parece...?


Web Statistics