miércoles, 30 de enero de 2013

Harta

Ya casi ha pasado el primer mes del 2013 y a mi alrededor están habiendo demasiados cambios, cambios a peor.

Ahora que yo estoy remontando y las cosas me van mucho mejor que el año pasado, gran parte de la gente que me rodea está empezando a entrar en un túnel de momentos difíciles del que no se sabe cuánto van a tardar en salir. Despidos, malas relaciones en el trabajo, más despidos, crisis de pareja y más y más despidos.


Tengo una amiga, una muy buena amiga, que es una gran profesional y lleva mucho tiempo en su empresa, y por culpa de una lameculos a la que han ascendido en el trabajo está pasándolas canutas por un auténtico caso de mobbing, esperando a que le llegue el turno de que la echen para poder contratar a alguien que haga lo mismo por mucho menos dinero, como ya han hecho con muchas de sus compañeras, y mientras llega ese momento, el día a día es insoportable con los sinsentidos y las locuras de esta individua.
Otra buena amiga está sufriendo las envidias y los malos sentimientos de sus compañeros de trabajo porque la gente ha oído que ha aplicado para un puesto para intentar avanzar, puesto para el que es perfectamente válida, por supuesto.
Otro buen amigo está amenazado por su mujer, pronto ex-mujer, la cual no le deja bajo ningún concepto ver a su hija desde hace muchos, muchos meses y se ha ido de la ciudad, y él sospecha que también del país.
Otra buena amiga tiene que pagar una pasta a un dentista para que le quite los dos dientes frontales a su hijo de 5 años porque se le rompieron por dentro de la encía sólo porque un niño imbécil (que siempre le está acosando, todo sea dicho) le empujó contra una valla.


... y así sucesivamente.


Y yo me pregunto... ¿cuál es el maldito problema?, todos y cada uno de los casos que me rodean, todos sin excepción, son por culpa de un gilipollas. Da igual que sea un jefe, un compañero de trabajo, un ex novio, una ex mujer, un compañero de colegio o un "amigo", da igual, pero todos los problemas de la gente a la que quiero son causados por alguien, por un idiota con ganas de hacer daño, los problemas de mi gente no son los problemas que hemos tenido todos siempre, problemas de dinero, de convivencia, de salud..., no, todos ellos son problemas evitables, problemas causados por una persona en concreto llena de odio.


No sé qué nos pasa en este país, pero me da la sensación de que ante tantísima crisis, la gente, en lugar de desarrollar una empatía y ganas de ayudar al prójimo, lo que estamos cultivando es una rabia interna y una hostilidad provocada por un intenso amargamiento. Y a decir verdad, tengo que decir que la gente más egoísta de todo mi entorno es a la que mejor le va y a la que menos ha afectado la crisis, con lo que parece que el amargamiento no sólo afecta a los que tenemos problemas, si no que los que no los tienen se han puesto a la defensiva en plan "eh, a mí no me vengáis a pedir ayuda".


Estoy cansada de ver cómo asciende gente trepa en los trabajos, estoy cansada de que hoy en día tener trabajo en este país no dependa en absoluto de lo buen profesional que seas ni de lo que te apliques, si no que esto se ha convertido en una lotería donde unos pocos mantienen su trabajo y todos los demás, ya sea porque la empresa necesita recortar, porque una gilipollas la ha tomado contigo y al final consigue su objetivo o porque los jefes no prestan absolutamente nada de atención a sus empleados y no tienen ni idea de que realizas tu trabajo mucho más allá de lo que se te exige y acaban despidiéndote porque tu situación familiar les supera, perdemos nuestros trabajos sin importarle a nadie lo que va a ser de nosotros.


Sinceramente... ¿dónde está el amor? ¿qué va a ser de nosotros si a nadie le importamos? ¿qué tipo de comunidad estamos creando si no sólo no cuidamos los unos de los otros, si no que encima, como estamos amargados, nos dedicamos a putear a toda costa al que no lo está?. No puedo creer todos los problemas por los que está pasando mi gente, gente buena, gente profesional y aplicada, gente inteligente y válida, y me llevan los demonios de pensar como gente oscura y sin escrúpulos se sale con la suya creando un antes y un después inmenso en la vida de la persona a la que hayan decidido dar la espalda, como me pasó a mí cuando me despidieron por quedarme embarazada, creándome una serie de problemas que no fueron más que a más y más y más durante muchos meses.


No soporto que mi gente lo esté pasando tan mal, no soporto en lo que nos estamos convirtiendo, no soporto formar parte de un país que no se pone en pie ante todas estas cosas, que no se escandaliza ante un evidente caso de mobbing colectivo, que no tiene una ley que castigue al empresario que despide a una mujer embarazada al día siguiente de comunicárselo a la empresa, un país en el que a los empresarios no se les cae la cara de vergüenza de hacer contratos por obra para poder echarte cuando quieran mientras ascienden a personas que no saben la diferencia entre "a ver" y "haber", un país en el que la ley ignora las amenazas y hasta que no se hacen efectivas no se permite actuar. Estoy cansada de que todo en España, a pequeña y gran escala, esté dominado por gente mediocre y los que valemos quedemos deterrados. Estoy harta de que la luz de los que brillemos sea rechazada por la mayoría porque no soportan que les ceguemos. Estoy harta de todo esto.

lunes, 28 de enero de 2013

Un mes de vida

Este fin de semana mi pequeño ha hecho un mes.

La vida no ha cambiado tanto desde que él llegó, como me decían que pasaría. Los días no son tan agotadores, las noches no son tan terribles y los celos de su hermana no son tan exagerados. Más bien todo lo contrario, Eric es tremendamente tranquilo, no es tan acaparador como era su hermana y por las noche se despierta una vez con hambre y ya está, lo cual es una bendición, especialmente cuando en tu primer hijo las noches fueron una auténtica pesadilla. Y Abril, como ya he comentado, por ahora no sólo no ha tenido celos de su hermano en absoluto, si no que más bien ha desarrollado un instinto de protección que me llena de amor absoluto. Quiere a su hermano con locura y me ayuda muchísimo a cuidarle.


No tenía ni idea de cómo sería tener un segundo hijo. Cuando estás embarazada te haces muchas preguntas. ¿Podré querer a alguien tanto como quiero a mi hija?, ¿me convertiré en una de esas madres que se pasan el día hablando de sus hijos y van con las raíces negras porque no tienen un minuto para sí mismas?, ¿podré todavía pasar algo de tiempo a solas con mi marido?..., y ahora que he pasado el primer mes, que siempre es el más horrible, tengo que decir que todos nos hemos adaptado rápido a la nueva situación y no hemos tenido que renunciar a ser nosotros mismos como hace otra gente. Aún tengo tiempo para mí misma, tiempo para dedicárselo a Abril y jugar con ella y tampoco he tenido que descuidar mi matrimonio porque estemos desbordados. Yo no sé si esque la gente no se organiza o simplemente no le da prioridad a ciertas cosas, pero yo me he preocupado mucho en que Abril sea lo suficientemente independiente como para no necesitarnos para absolutamente todo y en que entienda que las cosas han cambiado y que ahora hay un bebé que necesita mucha atención, y ella lo ha entendido de maravilla, con lo que la vida transcurre de manera tranquila por Villa Farfalla.


Eric es una preciosidad de bebé, no sé si es amor de madre, pero es un niño tremendamente dulce. Ahora sé que se puede querer a una pequeña personita igual que a tu hijo mayor, por increíble que parezca cuando aún no le has visto la carita. Ahora tengo una familia mucho más completa y soy mucho más feliz sabiendo que la vida me puso una zancadilla y he conseguido convertirla en una auténtica bendición.














Adoro a mi familia...

martes, 22 de enero de 2013

Redes sociales

Las redes sociales son una pasada, así es como yo lo veo. Hay gente que las odia, sin embargo a mí me parece que hay tantas que negarte a usarlas por simple rechazo a ellas me parece bastante absurdo. Hay vida mucho más allá de Facebook y Twitter, muchísimas redes sociales que no ponen en peligro para nada tu intimidad y que te permiten estar conectado y ver qué tal va la vida de mucha gente con la que no hablamos habitualmente pero que nos gusta saber que están bien. Entiendo a la gente que simplemente no les interesa, o tienen cuenta y no la usan, o pasan de estar publicando y metiéndose, porque requiere una energía que entiendo que no te apetezca, pero a mí ese tipo de energía me sobra.

Yo las tengo todas. Unas las uso más y otras menos, pero tengo cuenta en todas y me encanta. En la mayoría de ellas me sirve como herramienta para enseñar como es mi día a día, el día a día que quiero compartir, obviamente, que yo soy muy de mi intimidad y de que la gente no se entere de mis chismes, por eso precisamente comparto lo que yo quiero, justo como en mi blog, que a veces la gente me acusa de abrirme demasiado por aquí y cruzar la línea, pero yo cuento lo que quiero, hay muchísimos aspectos de mi vida y opiniones que no comparto para nada, porque después de todo sé que esto es un espacio público y tampoco me apetece invitar a la gente a que te dé una opinión sin pedírsela, especialmente cuando es opuesta a lo que tú piensas y termina siendo una crítica hacia tu manera de pensar, porque la gente es así y la libertad de expresión está muy mal vista y a la mayoría no les suele gustar que pienses de determinada manera y te atacan sin piedad por pensar distinto a ciertos límites establecidos.

En fin, que me voy por la ramas, que yo lo que quería hoy era explicar que las redes sociales me parecen muy, muy útiles para cierto tipo de gente, por no hablar de la cobertura de promoción que tiene para los que, como yo, estamos intentando despegar en algo que de otra manera no tendríamos forma de mostrar a nuestra gente ni ellos a su gente.

Sin embargo, ciertas redes sociales tienen muchísimo peligro, mucho mucho, ya no sólo porque ponen en peligro tu privacidad de una manera bastante agresiva a veces, si no que nos muestra la cara de ciertas personas que considerábamos bastante inteligente, y depronto empiezas a ver que son bastante estúpidos por las tonterías que ponen.



Éstas son algunas de las cosas que no me gustan de las redes sociales:



- El tema de etiquetar a la gente en tus fotos tiene un peligro tremendo. Hace poco un amigo al que hace tiempo que no veo publicó unas fotos de hace como 8 ó 9 años en las que salgo horrorosa. Por supuesto salieron en mi Facebook y les aparecieron a todos mis contactos, quedándose grabadas en mis álbumes sin mi permiso. Pues hombre, no es que pase nada, eran fotos normales, salgo sonriente y tal, pero la verdad, no son unas fotos que me guste nada ver, y mucho menos que así sin mi permiso las vea todo perry. Si alguien tiene esas fotos, pues bueno, están en su poder y yo no puedo hacer nada si se las quiere enseñar a todo el mundo, pero eso en realidad no es muy diferente a las fotos en papel de toda la vida, pero claro, al etiquetarme y que le salgan a todo el mundo pues no fue agradable, especialmente porque en una de ellas salgo con un ex-novio con el que tuve un terrible trauma que por suerte ya está superado, pero verle así depronto sin poder evitarlo... pues no fue agradable en absoluto.
El caso es que lo de etiquetar a la gente pues está bien si voy a cualquier sitio con mis amigos, nos hacemos fotos y cuando las cuelgo les etiqueto, así ellos también tienen acceso a ellas, pero etiquetar a alguien sin que sepa que lo vas a hacer... pues hay que tener mucho cuidado, por mucho que tú puedas desetiquetarte (que no sé si se puede hacer, supongo que sí). Sé que hay una opción en la privacidad de que no le salgan a tus contactos las fotos en las que te etiquetan a menos que tú des el consentimiento, pero la verdad, yo me meto en las opciones de privacidad del Facebook y vamos, que si me lo ponen en chino mandarín me entero igual, de intuitivo tiene cero patatero. Además, el Facebook te cambia la privacidad cuando le sale de los machos, así que de poco te sirve.


- La gente que constantemente pone fotos de niños retrasados, gente muriéndose en África, animales maltratados, bebés con deformidades o gente con cáncer con cartelitos en plan "Si no pones un Me Gusta es que no te parece injusto" me pone totalmente enferma. Uno se mete en su Facebook para distraerse y no hace más que ver imágenes desagradables. Claro que me da pena la gente de África y claro que una niña de tres años con cáncer y sin pelo me parece igual de bella que cualquier otra, pero jolines, tampoco tengo por qué estar viendo constantemente esas imágenes leche, no por poner más Me Gusta a esas páginas te solidarizas más. La última, un dibujo muy realista de cómo es el proceso paso a paso de un aborto provocado enseñando el útero con el bebé dentro. Asqueroso, me desespera.


- Los que te retrasmiten el partido de turno me ponen de los nervios. Una hora y media de juego (que a mí me la suda) y unos 60 tuits, todos ellos en plan "Vengaaaa!", "Vamos ahí Fabregas!! qué equipazo!!", "Pero qué hacen!! jajajajaj", "GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLL!!!!!!!"....... y así sucesivamente, me parece el colmo del coñazo cada vez que lo veo. Me parece genial que cada uno tuitée sobre lo que le interesa, y si te mueve el partido pues estupendo, pero empezar a darle a la ruedecita para pasar tus doscientos tuits me ralla bastante. Voy a hacer yo lo mismo cuando vea los Oscars y a tuitear sobre cada vestido, cada peinado, cada gag y cada premio, ya verás qué te parece a ti.


- Tanta política y tanta mierda. A ver, que indignados estamos todos, pero por favor, que las redes sociales sean el quejadero oficial de todo el mundo me parece un súper tosssstón. A lo mejor es que yo uso mis redes sociales de una manera distinta al resto del mundo, que no creo, pero meterme y ver que el 90 por ciento de mis contactos están poniendo mensajes y vídeos de indignación sobre el estado del país y lo injusto de nuestra política me apesta trillones. Coñazo mortal.


- La gente que cambia de foto de perfil dos veces al día. Reconozco que esto es algo personal, ni me parece mal ni considero que seas un coñazo por hacerlo, simplemente a mí me crispa bastante, no lo puedo evitar, soy asín....


- El Spam. Arrrrrrgggggggg esto me enferma. Depronto un día me empezaron a seguir como 10 personas completamente desconocidas para mí y ni siquiera de mi mismo país por mi cuenta de Instagram. Empezaron a ponerme Likes en muchas de mis fotos y yo flipando, hasta que un día uno de ellos me dejó un comentario en el que me decía que le gustaba mucho mi foto y que sería fantástico si pinchara en su enlace y que de esa forma podría ganar un I-Phone. Dios qué tostón de publicidades...........


- Los famosos que se publicitan en plan avalancha. Entiendo que ser celebrity y tener muchos millones de seguidores te incita a hacerlo, pero me muero de coñazo cuando un artista tuitea cada hora las horas que quedan para que salga su disco, así durante dos días. O los que son jueces de algún programa tipo America´s Got Talent y mientras ruedan el programa tuitean 40 veces cada pequeño paso del programa. Una cosa es que le cuentes a tus fans lo que vas a hacer cada día para que estén al loro, en plan que si hoy se van a una sesión de fotos para la revista Vogue que sale tal día o que tal otro día van a estar en tal programa para que nadie se lo pierda, pero la avalancha es lo que me aburre a tope.


- Los retuits de fans. Uno vale, dos, tres, cuatro... pero esos famosos que depronto se sientan en el water y como no tienen nada que hacer se ponen a retuitear tuits estúpidos de sus fans como si no hubiera un mañana, además los más absurdos como "Hola Pepita, eres guapísima y a mi hija le encantas, me alegraría el día un RT!!", pues qué quieres que te diga, seguro que a esa tía le has alegrado la vida, pero a mí me aburres mil.

- Ese rollo de gente que hace un trillón de años que no ves con la que ni siquiera hablabas mucho pero que tienes ahí entre tus contactos haciendo bulto, y que va en tu cumpleaños y te felicita. Eso de que en tu cumpleaños absolutamente todo el mundo sea súper chachi y te felicite me saca de quicio. Vale, si no fuera por el Facebook no tendrías ni idea de cuándo es mi cumpleaños, que sea la red social que nos une la que te avise es ok, no hay problema. Pero leches, ya que sabes que es mi cumpleaños, pues un WhatsApp o una llamada o algo, ¿no?, sé un poquito original hombre...



Ésas son sólo algunas de las cosas que me resultan desagradables de las redes sociales, pero, como decía, creo que hay millones de cosas buenas en ellas y negarse a usarlas sólo por rechazo a ellas me parece un atraso. Yo por mi parte sigo investigando redes nuevas que van saliendo y aprendiendo sobre ellas para estar al día. Y me encanta.                                                                              

jueves, 17 de enero de 2013

Enero hasta el momento

Han pasado un par de semanas desde que me paseé la última vez por aquí, y aunque no me gusta abandonar mi espacio virtual tanto tiempo, esta vez está justificado porque he estado más liada que nunca.


Para empezar el año, con sólo una horita de 2013 y a medio terminar el vaso de Baileys, tuvimos que llevar a Eric a urgencias porque su ombligo estaba verde radioactivo, lo cual derivó en que nos quedamos ingresados allí una semana entera. 6 días de absoluta desesperación encerrados en el hospital turnándonos para ir a casa a dormir, echando de menos a más no poder a Abril, que se quedó con los abuelos, y hablando con todo el mundo para deshacer planes de lo más chulos que teníamos para esos días. Tuve que ser yo la que aguantara a Abril a hombros en la cabalgata porque Mr. Rossi seguía en el hospital y también tuve que grabar un vídeo con la reacción de Abril al ver todos los juguetes de los reyes para que papá no se lo perdiera, pero afortunadamente nos dieron el alta antes de lo previsto porque la infección estaba evolucionando bien y el día 6 por la mañana pudimos salir del hospital.


Después de eso, que nos tuvo tan aturdidos por el hecho de estar cada miembro de la familia en un sitio simplemente esperando a que pasara el tiempo, he recuperado bastante el tiempo. He hecho cosas que no había hecho nunca, y aunque el año ha empezado bastante torcido para mí y para la mayoría de la gente a la que más quiero por contratiempos, estoy segura de que el 2013 va a ser muy diferente, y la manera en que ha empezado ( por la parte buena) es sólo una prueba de ello:


- Por primera vez en mi vida y sin ningún tipo de prejuicios, he hecho botellón. Por lo visto hay que ser madre de dos criaturas y estar terminando la veintena para poder disfrutar de algo que la gente suele hacer en su adolescencia, o al menos así ha sido en mi caso. Para celebrar el cumpleaños de una muy buena amiga, nos fuimos a un parque y nos bebimos las primeras copas de la noche. Nos cayó un chaparrón tremendo pero nos metimos en unos soportales y nos dio igual. Es lo que tienen las experiencias de adolescente, que cualquier cosa que surja, aunque de primeras parezca mala, es motivo de risas. Me lo pasé genial y conocí a gente fantástica. Mi primer botellón, un éxito.


- Después del botellón, a La Riviera a bailar en una fiesta de música electrónica. Otra First Time totalmente exitosa. Me lo pasé increíble y bailé como en mi vida. Una vez más, hay que estar casada y tener hijos para ir a ver pinchar a DJ Marta por primera vez. Maravillosa experiencia compartida con maravillosa gente.


- He estado de cena con mis chicas conociendo la nueva casa de una de ellas. Nos dimos los regalos de amigo invisible (GENIAL el mío, por cierto) y planeamos un súper viaje para el mes que viene. Siempre es un regalo quedar con mis chicas y pasar una tarde con ellas, pero después de un mes y medio sin quedar y más de una semana metida en un hospital, verlas fue una auténtica liberación. Las adoro.


- He cumplido 30 años. A la gente le suele dar muchísimo mal rollo cruzar este límite, yo sin embargo los he cogido con muchísimas ganas. Y para celebrarlo, Mr. Rossi se cogió el día libre y nos fuimos a comer al Hard Rock, nuestro restaurante favorito. Feliz de cumplir años y feliz de haber llegado a los 30 con dos hijos, un maravilloso matrimonio, un montón de amigos, un proyecto a punto de despegar y muchas, muchas ganas de seguir acumulando experiencias.


- He disfrutado de mis niños como la que más. Abril es una hermana mayor increíble. Todo el mundo me decía, o más bien me aseguraba como conocedores de la verdad absoluta, que iba a tener que lidiar con unos celos destructores. No sé, quizá es pronto para hablar, pero desde luego mi hija no ha tenido celos de su hermano ni un sólo minuto. Le adora, le cuida muchísimo, está constantemente pendiente de él, le habla, le acaricia, le tranquiliza y le quiere muchísimo. Mi niño es buenísimo y, aunque le gustan demasiado los brazos, se porta genial y nos deja muchísimo tiempo para nosotros sin que tengamos que estar constantemente pendientes de él, lo que se agradece especialmente por las noches, y mi niña me ha sorprendido muchísimo al hacerme ver que es una niña tremendamente responsable y comprensiva. Se me cae la baba con mis hijos.



Y éstas son sólo algunas de las cosas que he hecho en lo poco que llevamos de año, así que desde luego, he estado bastante entretenida, que es precisamente lo que me he propuesto para este año, hacer miles de cosas con mi marido, con mis amigos, con mis niños y sola, y así olvidarme de todo lo malo que me trajo el 2012.


Web Statistics