miércoles, 21 de octubre de 2009

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

¿Alguna vez alguien se ha parado a pensar en la cantidad de pitidos ultra-agudos que oímos a lo largo del día?. Hay millones de cosas alrededor nuestro que tienen como sonido de aviso un desagradable e irritante pitido. Estas son las cosas que provocan pitidos en mi oficina:

- La máquina de sanwiches y bebidas hace un pitido cada vez que tocas una tecla para seleccionar el producto, y cuando cae lo que hayas comprado, suena un pitido mucho más alto y más largo

- Cada una de las impresoras (tenemos 4) y la fotocopiadora provocan un pitido cada vez que efectúan cualquier acción

- El ascensor hace un pitido cada vez que abre sus puertas

- En todos los móviles Nokia, la opción "silencio" emite un pitido cuando te llaman

- La empresa que está en nuestra misma planta tiene un sistema de código para abrir su puerta, y cuando tocan las teclas del código suenan pitidos, y cuando se abre la puerta, suena otro pitido.


Y es irritante, extremadamente irritante, porque simplemente con los pitidos que emiten las impresoras cada vez que alguien imprime algún documento, o manda un fax, o lo recibe, o escanea... ya tenemos una media de unos 3.000 pitidos al día, más cada vez que alguien se baja del ascensor en nuestra planta, osea, otras 200 veces al día, más todas las veces que alguien toma el ascensor en nuestra planta, más cada vez que alguien se compra algo en la máquina, más todas las veces que alguien nos llama al móvil a los que tenemos Nokia, más todas las veces que los de al lado salen al baño, vuelven del baño, salen a hablar por teléfono, vuelven de hablar por teléfono, llegan por la mañana, se van por la tarde... eso son muchos, muchísimos pitidos al día, a los que no les sueles prestar especial atención, pero al final acaban desquiciándote sin que te des cuenta.

Todo eso sumado a la cantidad de veces que suena el teléfono en una empresa como la mía, donde todos tenemos el mismo sonido en el fijo, más todos los móviles no silenciados, más todas las Blackberries, más todas las veces que llaman al timbre, más todas las veces que suena el DING! del microondas cuando la gente se calienta el café o la comida...

Todo eso suma una cantidad muy alta de sonidos irritantes a lo largo del día...

¿¿Y luego nos preguntamos por qué tenemos estrés??

1 comentario:

Dana dijo...

Te entiendo perfectamente porque soy especialmente sensible con los sonidos. De pequeña, cuando iba a los mercadillos en Caracas, siempre habia una parte donde se ponían los vendedores de relojes y despertadores. Obviamente para demostrar su presencia, todos los hacían sonar y es sin duda el recuerdo más desagradable del mundo que tengo, me ponía super nerviosa y en cuestión de segundos tenía un terrible dolor de cabeza, de oidos, porque la avalancha de pitos, rines y tic y tacs, era para volverse loco... sin embargo, este horror parecía ocurrirme solo a mí, por lo menos, una cosa en la que descubro que no estoy sola y que hay otros que tienen los oídos igual de sensibles que yo.Pero ya no es solo ese tipo de ruidos, los móbiles, la tele demasiado alta, o las pelis que tienen descompensada la parte ambiental, el rugir de las motos cutres, los petardos, las voces chillonas...en fin, vivimos en un mundo terriblemente ruidoso para las personas con oidos terriblemente sensibles.

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