lunes, 15 de octubre de 2012

A mi manera

Desde que Abril va al cole me he dado cuenta de que me he vuelto más anti-social que nunca. Voy a dejarla y a recogerla a toda prisa con las gafas de sol puestas aunque no haga sol y con cara de perro. Cuando voy al parque es lo mismo, intento ponerme lo más lejos posible del resto de la humanidad y dar la imagen de auténtica ermitaña.


¿Mi objetivo?, que nadie me hable.


Lo siento, no quiero socializar con otros padres. No quiero no quiero y no quiero. Cada día encuentro más banal a la vez que desagradable el hablar por hablar, esa sensación que se crea en los colegios de que como somos madres de niños de la misma clase tenemos que charlar todos los días durante 10 minutos hasta que abren la puerta por la mañana y entran los enanos y hasta que abren la puerta por la tarde y salen todos los niños. Las conversaciones que se crean son absurdas, siempre relacionadas con que pues si mi hijo tardó más en echar a andar, que si fíjate lo pequeños que se le ha quedado los pantalones que se le ven hasta los tobillos, que si hay que ver cómo crecen, que si pues el mío este año todavía no se me ha constipado ¡pero hay que ver el año pasado la fiebre que me cogió...!, y eso cuando hay un mínimo de tema de conversación que fluye, que cuando no la hay pues no hay más remedio que recurrir a que fíjate, hace dos días estábamos a 30 grados y ahora mira qué frío, ¡y dicen que este año va a llover más que el anterior!, pues yo esque a mí cuando llueve me pican las manos, ¡oye pero una cosa tremenda....!. Y desde que estoy embarazada, como se me acerque alguna madre o hasta incluso alguna abuela me acaba contando cómo fue su parto pero seguro, fijo fijo vamos.


No no no no no no gracias.


En el colegio me pongo mi cara de perro de "a mí no me habléis", me sumerjo en mi móvil como si estuviera mandando emails importantísimos y con eso de que voy con las gafas de sol hago como que no veo a nadie y así no tengo que saludar. Pero en el parque se vuelve más complicado, básicamente porque siempre hay alguna abuela que va y se te sienta al lado, y además con eso de que al parque vamos con Juno siempre suele haber un arsenal de niños (o normalmente de niñas) que vienen en tropel a acariciarla, abrazarla, tirarle del rabo o agarrarla del cuello, estos últimos muy frecuentes en niños de menos de 2 años. Con lo que claro, siempre hay una madre, padre, abuela o abuelo detrás que te cuenta la misma canción de siempre... "¡hay que ver cómo le gustan los perros, esque tiene que ir acariciándolos a todos oye! y eso que yo no soy muy de bichos, pero nada oye, ¡que si ve uno y no lo acaricia no veas el berrinche...!". Y tú ahí "sí sí sí, aham aham, sí sí sí...", con unas ganas de decirle "señora por dios, que estoy teniendo una conversación con mi marido, respete mi burbuja haga el favor, un poquito de espacio vital por favor...". Pero nada, es lo que hay, es lo que me toca.


Y esque realmente tanto cuando estoy en el colegio como cuando estoy en el parque observo mucho a los demás padres y me doy cuenta de que no hay nadie que sea de mi estilo, no hay ninguno con el que yo me identifique, que parezca que puedo tener una conversación relevante con ellos. Al parecer el hecho de que tengamos hijos de la misma edad no quiere decir en absoluto que tengamos cosas en común. Es más, la gente con la que últimamente tengo más cosas en común son personas o que no tienen hijos todavía o cuyos hijos están en momentos muy distintos a los míos.

Para empezar, a las demás madres las veo hiper-mega marujas. No sé si es cosa del sitio donde vivo (que no es nada choni, así que no creo que sea eso), pero al parecer hay una regla no escrita de que una mujer cuando es madre tiene que dejar de cuidarse, sus chichas mega mortales tiene que marcarlas en camisetas súper cutres que gritan a los cuatro vientos "me han comprado en unos chinos", y por supuesto de maquillaje, tacones o hasta incluso crema hidratante en la cara ni hablamos. A ver, repito lo de siempre, no quiero parecer una superficial que considere que todas las mujeres tenemos que ir siempre mega monísimas y súper maquilladas, no me refiero a eso en absoluto, pero esque no entiendo que las mujeres dejen de cuidarse sólo porque ahora son madres y, como ya no tienen que impresionar a nadie, pues deciden abandonarse completamente y dejarse ganar la batalla por esas ojeras inevitables que conlleva el tener hijos. No sé, un poquito de Housewife Fashion al menos, ¿no?. Con lo que no, no me identifico para nada con esas madres. Y eso por no hablar de vida de pareja. La mayoría de todas esas madres considera pecado mortal el irse a cenar o al cine con su marido sin los niños. Vamos, que se acabó la vida de pareja. Venga hombre ya por favor....

Para seguir, todas son muchísimo más mayores que yo. Si no has conocido a tu pareja hasta bastante tarde me parece perfecto, de hecho mi marido no es el colmo de los padres jóvenes, pero gente que lleva mil años juntos y no tiene hijos hasta que son mayorcísimos me parece un horror. Supongo que la gente quiere esperar a estar estabilizadísimo en la vida, tener un sueldo muy decente y un contrato mega fijo, y claro, tal como han ido las cosas en este país, pues la peña se monta en los 35 cuando quiere empezar a plantearse el tener hijos. Y claro, una vez más, esa gente no tiene nada que ver conmigo. Yo quise tenerlos súper joven (dentro de unos límites) porque encontré a la persona correcta y no me preocupé de sueldos fijos. Claro, que también es cierto que me está tocando luchar como una cabrita, he perdido la cuenta de todas las ocasiones en las que me he acostado sin saber si mi hija iba a poder cenar al día siguiente, y la verdad que no le recomiendo esa lucha a nadie, pero yo preferí lanzarme a la piscina y salvar esos obstáculos a base de currármelo antes que esperar a ver cuándo la vida decidía por mí y se dignaba a ponerme en una situación estable y arriesgarme a ser demasiado mayor y tener problemas para quedarme embarazada, o pasar un embarazo horrible con miles de problemas o historias que se oyen constantemente de movidas que le pasan a la gente que tiene hijos demasiado mayor. Por supuesto que respeto mucho a todo el que quiera tener hijos tarde, simplemente yo no tengo esa mentalidad, con lo que no me identifico con padres que son casi 10 años mayores que yo. Mi madre fue madre muy, muy joven y es la educación a la que estoy acostumbrada, a tener los hijos cuando aún te queda energía y paciencia para tirarte al suelo a hacer un puzzle durante dos horas.


Y aparte de todo eso, que obviamente crea un abismo inmenso entre la mayoría de los padres y yo, está el cómo la gente educa a sus hijos, que tampoco tiene absolutamente nada en común con mi manera de hacer las cosas.


Siempre he pensado que en el momento en el que uno tiene hijos, de repente le gustan los niños mucho más porque está más en el rollo. Pues no, para nada. Yo solía ser de las que van achuchando a todos los niños que me encontraba, me encantaban todos, pero todos todos, todos me parecían monísimos, graciosísimos y mega abrazables. Bien, pues ya no. Ahora la mayoría de los niños me parecen estúpidos, malcriados y en definitiva, gilipollas. Yo no sé si es precisamente porque los padres son mucho más mayores que yo, con lo que eso crea una diferencia enorme en las bases a transmitirle a sus hijos con respecto a las mías, pero me doy cuenta según mi hija se va haciendo mayor que los niños están todos programados para dejar de usar chupete y pañal súper temprano, no cogerse rabietas jamás en la vida y aprender a abrocharse el abrigo o los cordones ellos solitos desde que son súper pequeños... sin embargo a ninguno le educan para decir por favor y gracias, a ser cariñosos con los demás niños, a recoger sus juguetes cuando terminan de jugar o a no ser unos imbéciles con sus abuelos, que están ahí al pie del cañón cuando en realidad deberían estar jugando a la petanca. Y eso por no mencionar como se te ocurra darle un azote a la niña. He oído más veces desde que soy madre "¿¿¡¡que le das azotes a tu hija!!??" que a un niño darme las gracias por algo. Pues sí, le doy algún azote a mi hija cuando se porta fatal y no siento que mi niña esté sufriendo malos tratos, la verdad, pues anda que no me he llevado yo cachetes en el culo en mi vida. Pero eso sí, me preocupo muchísimo por premiarla cuando hace las cosas bien.


A mí me fastidia mucho el presionar a los niños a cosas que obviamente les cuestan un mundo, como por ejemplo quitarles el chupete. Obviamente hay que quitárselo, con casi 3 años no pueden andar llevando chupete, pero considero que tampoco hay que ser radical si al niño le cuesta muchísimo vivir sin el chupete. A ver, que el niño no nos pidió el chupete cuando nació, que fuimos nosotros los que nos empeñamos en que aprendiera a usarlo para ver si se callaba, pues quitárselo ahora de repente así de manera radical sólo porque lo dicen las normas me parece putear al niño sin motivo. Abril reaccionó muy bien cuando empezamos a dosificarle las horas de chupete, pero aún le cuesta un mundo dormir sin él, así que tampoco me pongo en plan Hitleriana, que duerma con el chupete y punto. Es más, siempre llevo uno en el bolso porque en sus momentos rabieta la calma mucho. Pues ya está, ¿y qué? ¿que tiene casi 3 años y aún tira de chupete de vez en cuando? desde luego no porque deje el chupete más tarde me da la sensación de que vaya a llegar a los 15 años usando chupete, no me siento peor madre por ello, prefiero respetar sus tiempos al igual que yo dejé de fumar a mi ritmo sin que nadie eliminara el tabaco de un día para otro en mi vida sin consultarme.

Y así con todo. En nuestro caso, ahora estamos liados con el tema de hacer pis en el orinal en lugar de ponerle pañal. Al parecer y según me dice la profesora es la única niña de las tres clases de la misma edad que aún no lo tiene superado... ¿pues y qué quiere que le diga señora? ¿qué me quiere decir con eso? yo no puedo obligar a la niña a que aprenda algo que le está llevando más tiempo que a otros niños, que más quisiera yo que lo tuviera más que aprendido y que dejara de liármela como lo hace algunas veces, pero, aparte de que la niña es con mucha diferencia la más pequeña de toda la clase y aún le faltan más de 2 meses para tener 3 años y hay niños de su misma clase que ya llevan 9 meses de su corta vida teniendo 3 años, pues yo tampoco he querido ser radical y estoy dejando a mi hija que aprenda a su manera y con el tiempo que ella necesite, sin presiones, lo que no voy a hacer es ir al zoo como fuimos el otro día y llevarla sin pañal, porque no, porque paso de que me monte un número y estar puteada todo el día con unas braguitas con caca en el bolso, que hay un 99 por ciento de posibilidades de que eso ocurra. Así que cuando salgo por ahí le pongo un pañal, le estoy todo el tiempo preguntando que si quiere hacer pis, cuando se lo hace en el pañal la regaño, cuando lo hace en el váter le hago una fiesta y ya está. Supongo que otros padres lo que hacen es dejar de tener vida para que ésta gire en torno a un orinal hasta que el niño aprenda, pero yo no voy a hacer eso, yo no voy a dejar de salir de casa y dejar de ir a un centro comercial, a casa de amigos o al zoo o a donde sea y si le tengo que poner un pañal pues se lo pongo y ya aprenderá, no me complico más.

Sin embargo me he centrado muchísimo más en enseñarle a ser educada, a llevar su vaso de Cola Cao a la cocina cuando termina, a dar un beso para saludar y para despedirse, a pedir las cosas por favor y a dar las gracias, a pedir perdón cuando hace las cosas mal o incluso a decir "te quiero" tanto a nosotros como a sus abuelos o a la gente a la que yo siento que ella quiere mucho. Y esos son valores que verdaderamente no veo en otros niños en absoluto. Veo quejarse a muchísimos padres de lo desconsiderados que son sus hijos, en plan "¡esque es más bruto!" o "¡esque tiene todos los juguetes tirados por medio!", sin embargo no veo a esos padres esforzarse por enseñarles a sus hijos que eso no debe ser así.

Ayer estábamos en un centro comercial con unos amigos con hijos cuando de repente cayó del cielo una extraña pieza y golpeó haciendo mucho daño a la niña de nuestros amigos, un encanto de princesa de sólo un añito. Mr. Rossi y el papá de la niña subieron al piso de arriba a ver qué es lo que había caído y quién lo había tirado, y se encontraron que con era el mango de unos caballitos de esos de echar un pavo que había arrancado un niño y lo había tirado por la barandilla tan contento. Obviamente le dijeron al niño que eso estaba muy mal y que había hecho daño a un bebé, a parte de que las cosas no se destrozan porque sí, y todavía les viene el padre hecho un basilisco diciendo que el niño no lo ha hecho aposta y que su hijo no tiene por qué pedir perdón, todo ello de muy malas maneras. Vamos, que por poco se pegan encima.


Me parece tan degradante darle esa imagen a tu hijo que de verdad me lleva a plantearme por qué para ser padres es para lo único en esta vida para lo que no hay que pasar un examen.


Para empezar, estás dándole a entender a tu hijo que ya le solucionas tú la papeleta aunque él haga el cafre. Para seguir, le estás enseñando que ponerse gallito es lo que hay que hacer, que es la única forma de hacerse respetar, aunque no tengas razón en absoluto. Para continuar, le estás enseñando que no hay que pedir perdón por las cosas que uno hace, incluso aunque hayas hecho que a un bebé le haya caído un objeto que tú has tirado y le hayas hecho mucho daño (pobre Sarita de verdad, cómo lloraba...). Y para terminar, en ningún momento le estás educando ni regañándole para que no vaya arrancando las cosas que ve por ahí ni tirándolas por los aires en sitios públicos. Hoy es el mango de unos caballitos, mañana será el mobiliario urbano y/o los retrovisores de los coches.


Pero claro, resulta que la profe de Abril (que por otro lado es muy maja y estoy muy contenta con ella) me hace sentir mala madre diciéndome que no puede ser que la niña se siga haciendo pis encima y que como lo comente en dirección vamos a tener un problema. Pero que nuestros hijos rompan los caballitos de los centros comerciales es normal, no pasa nada, no hay que darle más importancia.


Total, que esos son básicamente los motivos por los que paso trillones de hablar con otros padres. Me repatea el hablar por hablar y yo elijo con quién quiero tener una conversación, independientemente de lo que de primeras pueda parecer que tenemos en común. Tengo amigos solteros, amigos casados y sin hijos ni planes por ahora de tenerlos y amigos con hijos con los que puedo tener conversaciones apasionantes mucho más allá de pañales, biberones, Gormitis o Pocoyó. Lo que tengo claro es que, sea cual sea la circunstancia de todas mis amistades, son gente como yo con la que me identifico, amistades que he elegido yo misma y no me han sido impuestas en absoluto por unas circunstancias comunes.




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