lunes, 8 de septiembre de 2014

Una responsabilidad de todos

Ayer estuve viendo una entrevista con una familia estadounidense que creó una fundación anti bullying porque su hijo de 17 años con síndrome de Asperger se suicidó colgándose del armario con un cinturón debido a la infelicidad que le causaba ser víctima a diario del acoso de sus compañeros.


Terrible.




El tema del bullying es algo que siempre me ha tocado bastante la fibra. Por suerte no porque me haya afectado a mí directamente, pero es algo que siempre me ha parecido horrible, algo completamente inhumano de principio a fin.


En el caso de esta familia en concreto, tenían otros dos hijos, mellizos chico y chica con la edad ahora que tenía su hermano cuando se suicidó, que contaban que seguían yendo al mismo instituto, recorriendo los pasillos en los que su hermano era acosado, y que no habían notado ningún cambio ni en la actitud de los chicos ni en la de los profesores, seguía habiendo acosadores y los profesores no hacían nada por evitarlo. Los padres, especialmente el padre del chico, eran personas claramente atormentadas por la muerte de su hijo (que fue hace años) y con una incapacidad absoluta para avanzar con el tema y pasar página. Montaron la fundación, hicieron un documental al respecto, y basaban su vida en torno a su experiencia, lo cual es totalmente comprensible.





Pero no sé, hay algo que me chirría en todo esto y cuanto más lo pienso más extraño lo veo todo.





¿Cómo es posible que tu hijo esté sufriendo tantísimo en el colegio como para llegar a un extremo así y tú no te des cuenta como para tomar acción? y si te das cuenta pero te sientes impotente, se me ocurren un millón de maneras de atacar el tema. Hablar con los profesores que están presenciando esa violencia en los pasillos y en clase a diario (que lo padres decían que lo habían hecho y no había servido de nada), hablar con dirección, hablar con los padres de los acosadores, hablar directamente con los acosadores y cogerles del cuello como al parecer ellos hacían con el chico... no sé. Y si todo eso falla, pues cambias a tu hijo de colegio y empiezas de cero, digo yo que el pobre chaval encontraría su sitio antes o después, pero de ninguna forma quedarse quieto y no hacer nada si sabes que tu hijo está pasando por esa violencia a diario, ya que según cuenta la familia, los chavales le estampaban la cabeza al chico en las taquillas, le seguían hasta casa y le pegaban por el camino, le escupían en la comida, le insultaban, le clavaban lápices en el cuerpo...



No puedo hablar desde la experiencia porque por suerte no he vivido ningún caso parecido de cerca, o al menos que yo sepa o que fuera obvio, pero en ningún caso dejaría que eso le ocurriera a mi hijo a diario y me quedaría quieta sin hacer nada, y mucho menos si mi hijo se suicida seguiría llevando a mis otros dos hijos al mismo instituto. Me cuesta creer que un profesor vea ese tipo de abusos y no haga nada, que lo justifique con que son "cosas de chicos", porque hasta lo que yo sé, la violencia es denunciable una vez que deja de ser verbal (incluso la verbal, al menos aquí en España, no sé cómo será en otros países), pero si realmente el maltrato físico está tan permitido, quizá es hora de que tú como padre cojas un día por banda a los acosadores y les enseñes lo que es una amenaza de verdad, no soy de la mentalidad de que la violencia se paga con violencia, pero si alguien le toca un pelo a mis hijos por pura crueldad me doy auténtico miedo a mí misma...



Estados Unidos es un país que me apasiona, siempre lo he dicho. Tiene todo lo que a mí me gustaría que tuviéramos en España y admiro profundamente las ventajas que tienen allí. Sin embargo, y hasta que no vives allí no te das cuenta, es un país de auténticos extremos. Allí me he encontrado a la gente más culta e inteligente que he conocido nunca, gente que conoce los nombres de las catedrales de todos los pueblos españoles por pura cultura personal, gente abierta de mente que se ríe de su propio país y de la imagen que dan, gente que en cuanto les dicen que eres europea se le abren los ojos como platos y te hace un montón de preguntas desde la más auténtica admiración... y sin embargo me he encontrado a la gente más cateta, más retrógada, más cerrada de mente y más troglodita que he visto en mi vida. De los que consideran que las mujeres y los negros somos seres inferiores, de los que consideran que todos los homosexuales deberían morir asesinados en nombre de Dios, de los que consideran que España está a la altura social de países tercermundistas y se creen que somos algo parecido a la Cuba profunda y aquí sólo hay ricos muy ricos y pobres muy pobres, y esta conversación en concreto la tuve yo personalmente cuando una mujer del pueblo de mi madre se acercó a decirme con todo su cariño y su apoyo que lo sentía por mí y por la política de mi país porque en España no existe la clase media. Sinceramente, no sé en cuál de los dos extremos pensaba que me encontraba yo, la verdad, me tuve que quedar con la curiosidad.




Allí te encuentras la gente con mayor culto al cuerpo y más obsesionada con la imagen que te puedas imaginar, y te encuentras el mayor número de personas con sobrepeso del mundo (y cuando digo sobrepeso me refiero a SOBREPESO). Allí te encuentras gente que exclusivamente (ex-clu-si-va-men-te) se alimenta de comida rápida de sitios como Burger King y te encuentras gente enferma de la comida macrobiótica. Te encuentras gente que considera que pegarle palizas a su mujer cuando no se comporta como una esposa hecha y derecha es totalmente correcto, como te encuentras un feminismo llevado al extremo y aceptado, tanto que realmente la feminidad queda reducida a nada. Te encuentras la justicia más absoluta, pudiendo demandar a una empresa por despedirte por discriminación de la que vivimos en España a diario (que te despidan por quedarte embarazada, que te despidan por ser mayor de cierta edad, que te despidan por cogerte una baja por enfermedad...) y sin embargo te encuentras con injusticias como el bullying y nadie haga nada por remediarlo porque legalmente no tiene salida.



Un país de auténticos extremos, y me fastidia que la gente generalice con los americanos, porque si algo no son los americanos es todos iguales. No creo que a nosotros nos gustara que metieran a los gaditanos y a los gallegos en el mismo saco y sacaran conclusiones de cómo es el carácter español sólo fijándose en uno de los dos.



Pero volviendo al tema del bullying, puedo entender que la justicia lo tiene complicado para intervenir (no lo entiendo, pero ok), pero lo que no entiendo es la actitud de toda la gente que es testigo y no hace nada, por encima de mi cadáver voy a quedarme impasible ante un sufrimiento tan evidente, y más aún si es el sufrimiento de mis hijos, me da igual las caras que tenga que partir en el proceso pero no voy a quedarme sin hacer nada, eso lo tengo tan claro como mi nombre.


Todos estos documentales sobre el bullying siempre nos muestran la misma cara, la de chicos que sufren con las amenazas, compañeros de clase de alguien cuyo final fue fatal, padres que han perdido a un hijo víctima del acoso..., y eso está muy bien, claro que sí, es lo que todo el mundo quiere oír, lo injusto que es que te insulten y te peguen, lo injusto que es que la crueldad de una persona te arrebate a un miembro de tu familia porque no pueda soportarlo más, lo injusto que es todo... ¿pero y por qué nadie se preocupa en hablar con los acosadores? ¿por qué nadie se para a entrevistar a uno de esos chavales que someten a torturas a un compañero y le pregunta que por qué, por qué hace eso, qué satisfacción puede encontrar en hacer una pesadilla de la vida de otra persona?, estoy segura de que nos sorprenderíamos si hiciéramos dar la cara a los auténticos responsables de todo esto, que siempre quedan en la sombra como un ente maligno pero nadie les pone nombre y apellidos cuando al parecer practican su violencia allí donde todo el mundo puede verla. Me encantaría que alguien les diera voz a esos chicos, que alguien les pusiera delante un micrófono y una sala llena de gente y les obligaran a explicarnos sus motivos, ni siquiera a pedir perdón o a mostrarse arrepentidos, si no a contarnos el por qué de su actitud, porque yo estoy segura de que hacer pasar por esa experiencia a chicos que no tienen la madurez suficiente como para pensar que hacer sufrir a alguien está mal, tener que justificarse, sería un mal trago tan grande que quizá fuera un pasito pequeño para que los chicos se lo pensara dos veces antes de maltratar a otra persona. Sólo hacemos las cosas cuando nos sentimos en la absoluta libertad de hacerlas, así que si quizá tuviera consecuencias las cosas empezarían a cambiar.


Me cuesta creer que unos padres sepan que su hijo está siendo acosado y no hagan nada, pero me cuesta más aún creer que unos padres se den cuenta de que su hijo es un acosador y no muevan un dedo, pero esque realmente un acosador no nace, un acosador se hace, y si tú no les enseñas a tus hijos ciertos valores y sin embargo les pasas por alto ciertas actitudes, quizá desarrollen una forma de auto defensa que lleve a estas cosas, somos trogloditas después de todo y la ley de la selva funciona así, pero creo que debemos esforzarnos en ser seres civilizados y enseñarles a nuestros hijos lo que es el respeto, la empatía, la solidaridad y a no tratar al prójimo como no quieres que te traten a ti. Además de todo eso, creo de verdad que la crueldad en ningún caso nace de una persona feliz y satisfecha con su vida, un maltratador no puede ser una persona a gusto consigo misma y que se siente completo, así que por favor señores, hagan el favor de educar a sus hijos, no cuesta tanto y para eso los han tenido, no para que se conviertan en unas bestias inseguras y en el fondo heridas porque su familia no les hace ni caso, o lo que es peor, les aplaude esa actitud.




Me dio una pena horrible ver la entrevista, me entristeció muchísimo a lo que puede llegar una persona cuando una situación se le va de las manos y por supuesto que las familias que pasan por algo así tienen todo mi apoyo, pero tengo que decir que no puedo aprobar cómo actuó esta pobre gente al respecto, creo sinceramente que se podía haber evitado y creo que siempre hay soluciones para problemas tan evidentes. Y desde luego, no hagas a tus hijos pasar por el trago de seguir en el mismo instituto donde tu hijo mayor sufrió toda aquella violencia y les hagas seguir experimentando el seguir bajo la tutela de unos profesores que no se ocupan en absoluto del bienestar de sus alumnos.












El bullying es algo terriblemente injusto, pero si nos conformamos, lo aceptamos como una parte de nuestra vida y miramos para otro lado, nunca vamos a avanzar. Lo siento mucho por esta familia y empatizo muchísimo con ellos y con su sufrimiento, pero no puedo apoyar su manera de actuar al respecto. Lo siento.








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