"Ésta es una perra escapista, tened cuidado con ella".
Pero la verdad, según han ido avanzando los meses en casa, a mí me parece más bien todo lo contrario, que lo que quiere es estar con nosotros y no tiene ninguna gana de irse a ningún lado. Eso sí, a veces se siente sola, y como tiene la suerte de que uno de sus mejores amigos vive puerta con puerta con ella, pues cuando están solitos los dos, les apetece jugar un rato. Pero claro, les separa la valla que divide los dos jardines. No pasa nada, cuando una ha sido perra callejera con tanto bagaje como Juno, una simple valla no es problema.
¿La solución? Esto:
Así nos encontramos un día nuestro jardín, después de buscar a Juno por toda la casa sin éxito, hasta que oímos unos gemiditos al otro lado del jardín. La tía quería jugar con Atos y se pasó a casa del vecino, y claro, cuando nos oyó, se asustó porque no sabía volver y se puso a llorar. Eso sí, eso no quiere decir que ya que hay un pasadizo secreto a otros mundos, no lo tome de vez en cuándo a ver qué encuentra. Pero claro, no siempre está el vecino en el jardín para jugar, y a veces no hay nadie y quiere volver a casa, pero el pasadizo por donde vino parece de una sola dirección.
No pasa nada, hace otro:
Pero con este se asustó bastante más porque detrás del brezo había una puerta, y le salió mal la jugada. Pero claro, cuando la vas a regañar por lo que ha hecho, te encuentras esta cara:
¿¿Y así cómo te vas a enfadar con ella??
2 comentarios:
Míra mi niña...qué lista y qué mona...
Sí, sí, que pone esa carita de jo...soy una perra traumatizada....que ya me la sé yo...no sabe nada...
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