domingo, 2 de septiembre de 2012

Aprovechando el tiempo al máximo

Se acabó agosto, se acabó el verano. Vale, oficialmente aún nos queda cerca de un mes de verano y cierto es que a muchos todavía les queda cogerse estos días sus vacaciones, pero para mí, el último día de agosto fue el último día de verano, ya que todas las vacaciones de Mr. Rossi se han agotado, y esto significa volver a la rutina, a vernos solo por las noches, a retomar estrictos horarios, a dejar de estar haciendo planes de intenso ocio para cada día de la semana y acumularlos todos para sábados y domingos.


Ayer terminó mi verano. Sin embargo, aunque estos meses han sido intensos también en un mal sentido por muchos motivos, tengo que decir que jamás, jamás voy a olvidarme de miles de situaciones que he experimentado en los últimos meses y han hecho que el verano de 2012 sea absolutamente inolvidable.


Este verano ha sido único, especialmente si lo comparo con los anteriores, donde pasaba todo mi tiempo libre en la misma piscina rodeada de gente ignorante y vacía, sin absolutamente ninguna inquietud intelectual y carente por completo de inteligencia emocional alguna (y de inteligencia normal, la verdad), malgastando mi tiempo intentando sin ningún éxito sentirme integrada y sin hacer nada más que eso durante los tres meses de verano.

Éstas son sólo algunas de las cosas que he hecho en los últimos meses:

- He montado por primera vez en un descapotable. Es una estupidez, pero nunca lo había hecho antes. Todo el mundo te mira cuando pasas, te da un aire de poder difícil de explicar. ¿Me compraría uno si pudiera? jamás, pero como experiencia, única.

- Me he ido de vacaciones sola de manera totalmente espontánea. Jamás pensé que haría algo así y me siento feliz de haberlo hecho, sobre todo por las consecuencias que ha tenido. 

- He llevado a mi hija a dar un paseo a los caballos. No a montar a caballo: NO. A coger las riendas, ponérselas al caballo e ir andando a su lado guiando sus pasos mientras el caballo la obedecía. Y como bonus montó un rato encima de Pecas, el pony de la finca. Observar a mi niña explotando de felicidad es de las sensaciones más satisfactorias que puedo experimentar. Fue un gran, gran día.

- He ido al Zoo, al Teleférico y al Parque de Atracciones, en el caso de este último, como un millón de veces, disfrutando intensamente cada vez. Una de ellas, en concreto la última visita, fuímos con unos nuevos amigos y sus niños, lo que nos hizo vivirlo como si fuera la primera vez y disfrutamos tanto o más que los pequeños.

- He hecho kilómetros y kilómetros en la cinta andadora. Sudando, agotada y con las piernas doloridas, pero orgullosa de mí misma, orgullosa de saber que cualquier otra embarazada en su segundo trimestre abandonaría el ejercicio físico para tirarse a la vida sedentaria que el cuerpo te pide. Sin embargo yo hice mis clases de spinning dos veces a la semana hasta que tuve encima 4 meses de embarazo y después de las vacaciones sigo yendo al gimnasio, esta vez a hacer un mínimo de 9 vueltas a una pista de atletismo (más de 3 kilómetros y medio) a 6 kms por hora (es decir, al límite de ir a trote) en como mínimo 40 minutos sin hacer ni un descanso. Y después de eso y sin perder el ritmo, 10 minutos de bici. Orgullosa, muy muy orgullosa de mí misma.

- He conseguido un nuevo smartphone, me he registrado en tres redes sociales a parte de las que ya usaba y he practicado la sobre-exposición virtual, descubriendo así facetas nuevas artísticas de mi persona y adorando el resultado. El cielo es el límite para mí...

- He decidido lanzarme con el maquillaje. Por ahora estoy empezando, ya tengo logo, dominio y muchas ideas. Pronto veréis el resultado...

- He encontrado mi rincón favorito del lugar donde vivo, un preciosísimo paseo con vistas a todo Madrid donde los atardeceres son de los que te erizan la piel. Qué suerte tengo de vivir donde vivo...

- He hecho amigos nuevos. Muchos, muchos amigos nuevos...

- He descubierto el Juan Carlos I. Y yo que pensaba que el Retiro era lo más bonito de mi ciudad en cuanto a verde se refiere, ilusa de mí. He pasado muchas horas de mi verano en el Juan Carlos I en diferentes rincones y aún no sé de todos ellos con cuál me quedo. Me apasiona ese parque y su representación de las estaciones del año que lo dividen en cuatro.

- He patinado. Con tripa de más de mitad de embarazo y cuesta abajo... ¿miedo yo?.

- He pasado mucho, mucho, mucho, mucho tiempo ininterrumpido con mi maravilloso marido, comprobando así que nosotros, al contrario que la mayoría de las parejas, cuanto más tiempo pasamos juntos, más alimentamos nuestra relación. Eso de que en agosto hay más divorcios que en todo el resto del año porque la gente no se soporta estando juntos es para parejas que no se quieren. A nosotros, qué le vamos a hacer, nos gusta estar juntos.



Y esas son sólo algunas de las cosas maravillosas que he hecho este verano. Para septiembre tengo un millón de planes en la cabeza que espero llevar a cabo como todo lo que me propongo. Retomar la guitarra o leer todos los libros de mi lista son sólo algunas de mis ideas...


Qué maravilla ser una persona con inquietudes, y qué maravilla ver como poco a poco voy tachando líneas en mis listas de "Algún día...".



Me encanta mi vida...


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