Desde que va a la guarde está espabilando mucho, de hecho ya me ha traido a casa sus primeros dibujos con pintura de dedos. La guardería para ella está siendo algo muy positivo, aunque tengo que admitir que también se ha cogido unos cuantos catarros y una infección de oido, eso es verdad, pero prefiero que esté expuesta a algunos gérmenes que antes o después aparecerán en su vida y que se relacione con otros niños y con otra gente antes que tenerla siempre en casa conmigo.
Estás son algunas fotos que le he hecho en el último mes, en el cual por cierto, cada día me dicen más que se parece a mí...
Yo no sé si a partir de ahora será cuando empiece a notar el gran cambio en ella, pero hay algo que sí he notado, y es que mi hija está empezando a intruirse en la lectura, le encanta su libro de animales de la selva y se puede pasar horas ojeándolo:
3 comentarios:
Por favor, es para comérsela, y eso que yo no soy muy de comer bebés :P
¡Se sale y se sale!!!!
Cada día está más guapa! y lo monísima que va siempre!
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