Ayer celebramos en Villa Farfalla nuestra ya tradicional cena de Thanksgiving.
A mí me encanta el sentido de Acción de Gracias porque es la única fiesta sin obligaciones y sin necesidad de compromisos, de comprar regalos o de sentirse incómodo por tradiciones. A ver, a mí me encanta comprar regalos y me encanta la Navidad, pero sé que no a todo el mundo le hace la misma gracia tener que comprarme algo a mí o incluso juntarse conmigo por obligación, así que Acción de Gracias es algo que disfruto sabiendo que todo el que viene a mi cena lo hace de corazón. Es más, hay gente a la que invito y no muestra ningún interés en acudir, así que mira, mejor que no vengan y punto, y no me refiero a la gente que no viene porque tiene otros compromisos, si no a la que no muestra ningún interés.
El sentido de Acción de Gracias es sentirse agradecido por lo que uno tiene, así que cada año me gusta hacer mi lista con todas las cosas por las que me siento afortunada (sí, soy la tonta de las listas, ya lo he dicho muchas veces).
Ésta son algunas de las cosas por las que me gustaría dar las gracias este año:
- Por la buena salud que tiene mi hija, que quitando algunos moquillos cuando empieza el frío tiene unos genes robustos como los de su mamá. Oigo cada cosa de otras madres que me da una pena horrible. Mi hija por suerte ha salido a mí y no se enferma fácilmente en absoluto.
- Por un embarazo sano y sin complicaciones de ningún tipo. Una vez más, oigo cada cosa por ahí...
- Por las nuevas amistades que he hecho este año, que me han ayudado muchísimo en muchísimos sentidos. Diana y Marcos, Celia, Sara, Aroa, Andrea... todo lo bueno que me han aportado y lo que me queda por aprender de todos ellos.
- Por las viejas amistades que aún consevo. Araceli y Jorge, Jebo, Bernabé, Alba, Lola, Gema..., porque aunque unos están más presentes y otros algo menos, todos están conmigo de una u otra manera.
- Por mi marido. Porque le quiero con mi vida. Porque no hay nadie más alto que él en mi lista de amor absoluto.
- Por mi familia, lo poquito que me queda de ella, tan lejos pero tan, tan cerca espiritualmente hablando. Por lo mucho que me ayuda mi abuela y lo muchísimo que me apoya mi tío. Por el amor absoluto que siento hacia los dos y lo mutuo que es.
- Por haberme quitado de encima el cáncer de comunidad de vecinos donde vivía. Lo que en principio podría parecer un paso atrás por las dimensiones de la casa, fue un inmenso paso adelante en muchos, muchos sentidos. Afortunadamente no tengo ya ninguna conexión con ellos y el haber roto lazos hace que no esté constantemente oyendo historias renovadas de su infinito odio al prójimo, con lo que la desconexión de aquello ha sido absoluta, afortunadamente. Aunque me consta que esa desconexión no funciona en los dos sentidos, gracias a este blog.
- Por mis sobrinos, que cada año que pasa me admiro más y más de lo listísimos, educados, cariñosos y especiales que son todos ellos, los cuatro sin excepciones.
- Por la avalancha de apoyo que he recibido al crear mi nuevo proyecto. No me lo esperaba, pero recibí muchísima ayuda al arrancar. Súper agradecida.
- Por la magnífica cena que tuvo lugar ayer en mi casa. Por toda la gente que acudió, algunos de ellos con muchas dificultades. Por la gente nueva a la que conocí en ella comprobando así con mis propios ojos lo que ya imaginaba. Por la conexión que hubo entre los invitados, porque en ningún momento se hicieron grupillos, todos estuvimos al tanto de la misma conversación en todo momento, y eso me encanta. Por lo entregada que se mostró la gente y lo agradecidos que fueron todos. Porque algunas veces, cuando estás en lo más bajo del hoyo más profundo, ocurre algo que te hace creer de nuevo en un futuro brillante cercano.
Tengo muchas cosas que agradecer este año y estos días he estado reflexionando mucho sobre todas ellas. Y me siento bien por ello, me siento muy, muy bien...
Hace 10 años
1 comentario:
Estupendo!!! Si es que hay que mirar el vaso medio lleno. Un besote!
Publicar un comentario