domingo, 9 de diciembre de 2012

Más indignada que nadie

A mí no me gusta nada hablar públicamente sobre temas políticos de actualidad, especialmente cuando van en contra de la opinión popular, pero esque estoy muy cansada de que al final todo afecte a los que menos culpa tenemos y a los que menos podemos hacer para defendernos.



Situación indignante: revisión rutinaria de mi semana 36 de embarazo.


Pues resulta que allí me presento yo en el hospital, con mi marido que se pide sus horas libres en su trabajo para acompañarme, con la gracia que eso les suele hacer a los jefes, que me imagino lo contentos que estarán de que vaya a cogerse su baja de paternidad en pleno cierre del año, pero en fin...


Total, que voy al hospital totalmente ajena a la noticia de actualidad de que los médicos han decidido convocar una huelga indefinida contra la privatización de la sanidad. "No pasa nada", me digo yo al enterarme de la noticia, "mi última revisión cayó el día de la huelga general y tienen sus servicios mínimos y me atendieron normal, tendrán sus médicos de servicios mínimos hoy también".


Pues nada, voy con mi muestra de orina a que me la recojan y a sacarme sangre, que es lo que me tocaba, para que posteriormente me vea el médico en consulta, y resulta que cuando llego a entregar mi botecito le están contando a la señora de ochenta mil años que va delante mía que una de dos, o le dan cita para otro día para sus análisis o se tira ahí toda la santa mañana esperando a ver si pueden atenderla, pero que seguramente no la van a atender, que sólo hay dos enfermeras sacando sangre porque las demás están de huelga. La pobre mujer dice que cómo va a venir otro día, que ella tenía programado para hoy y que no puede venir otro día, y le dicen que es lo que hay, que si quiere esperar se va a tirar mil horas, pero que lo más seguro es que no le puedan sacar sangre hoy. Yo voy y pregunto... "perdón... ¿qué es lo que pasa?", y me dice la colega después de verme el tripón que no me preocupe, que a mí no me afecta, que a las embarazadas sí las están atendiendo. No sé si la pobre mujer decidiría venir otro día o pudrisrse ahí en la sala de espera, pero sea cual sea la opción que tomó me parece demencial que les hagan eso a la gente de esa edad, que la sala de espera estaba repletita, sólo porque los trabajadores están muy indignados.


Total, que efectivamente a mí me sacaron sangre, pero tuve que esperar dos horas, dos horas nada menos, y por supuesto aguantar la cara de asco y amargamiento de la enfermera que le había tocado trabajar (oh pobrecita) mientras se quejaba de la situación a voz en grito con la enfermera pringada número dos que estaba en la cabina de al lado, amargándole aún más el momento a otra pobre embarazada como yo.


Entre medias de eso, con todo lo que me tuvieron esperando, me subo a mi consulta, no fuera a ser que se me pasara la hora y encima me tirara ahí hasta las diez de la noche. Voy, como de costumbre, al banquito de enfrente de la puerta a esperar a que salga la enfermera a llamar a las pacientes y esas cosas, y veo que no hay nadie. La puerta está cerrada y no hay gente esperando fuera, es más, la luz de esa zona está apagada. Dos consultas más allá hay embarazadas esperando y me acerco, y cuando sale la enfermera, Amargada-porque-me-toca-currar número 3, le digo que qué pasa, que no hay nadie en mi consulta y que si esque me van a atender en otro lado. La enfermera me pide mi papel de la cita y me dice que mi consulta es la número 3, pero que esa consulta está cerrada, que el médico está de huelga y que me vaya a pedir cita para otro día. Yo, ojiplática, le digo "¿¿CÓMO??", y va la subnormal y sin más se da la vuelta y le pide el papelito a otra. La cojo del brazo y le digo, con todos mis sentidos puestos en echarle una mirada que yo creo que provocó cáncer a todos los que estaban a 10 metros a la redonda... "perdona, pero te estoy hablando", miro a la chica a la que se había dirigido y le digo "perdona un segundo, esque estoy hablando con ella y no he terminado", y vuelvo a mirar a la enfermera y le vuelvo a decir "estoy hablando contigo, ¿¿vale??".


Le digo que si no hay nadie de guardia que pueda atender a las que teníamos cita, que no me da la gana volver otro día, coger otro día en el trabajo y que quiero mi revisión de las 36 semanas como es mi rutina y mi derecho, creo que es lógico que una persona embarazada tenga su derecho a que la vea un médico para chequear que todo está en orden. Amargada número 3 me dice que lo siente mucho, que en mi consulta no hay nadie y que pida cita para otro día porque nadie me va a atender. Eso y que me vaya a atención al paciente, que a ver qué se puede hacer.

Así que le suelto el brazo a Amargada y me voy con los ojos reflejados en fuego a Atención al Paciente, donde me atiende Estoy-a-la-defensiva. Le cuento a la colega mi problema y me dice que, efectivamente, si el médico que me corresponde está de huelga, nadie me va a atender. "¿Y cuándo termina esta huelga, señora Estoy-a-la-defensiva?", pregunto yo cándidamente, y Estoy-a-la-defensiva me responde que es una huelga indefinida, que no se sabe cuándo va a haber médicos y que si quiero me puede dar otra cita, que la primera que le sale es para dentro de más de dos semanas, y que tampoco me puede asegurar que ese día no vaya a haber huelga.



.......




Así que ahí estamos, Mr. Rossi y yo cara a cara con la señorita Estoy-a-la-denfensiva, sumidos en un silencio inundado por una tensión con la que nos podíamos haber abierto la cabeza en un mal movimiento.


"¿Perdón?", decimos Mr. Rossi y yo prácticamente al unísono, y por supuesto yo informo a la amable señorita de que yo a esas alturas del año espero tener un bebé de por lo menos una semana y que quiero mi revisión. Ella me responde con tono de "hija por favor, qué histérica con tus hormonas" que me quedan aún cuatro semanas de embarazo, que no exagere y que es eso o nada.


Calaveras, culebras, signos de exclamación y muchos sapos empiezan a salir de la boca de Mr. Rossi, lo cual como todos sabemos es la mejor táctica para que los funcionarios ejerzan bien su trabajo e intenten solucionar tu problema, con lo que Estoy-a-la-defensiva se cruza de brazos, se echa hacia atrás en su silla y se pone a balancearla ligeramente de derecha a izquierda mirándonos fijamente sin decir nada en plan... "¿algo más?". Eso sí, antes de que nosotros hayamos podido recoger nuestra mandíbula del suelo, Estoy-a-la-defensiva nos dice "pero qué pasa, ¿que no sabíais que hoy había huelga? ¿que no habéis visto en las noticias que hoy había huelga de médicos o qué?", y yo, soltando humo por las orejas y adoptando un tono de piel verde aceituna, digo "pues no", a lo que ella me responde "pues chica, lo sabe todo el mundo".

Nos despedimos muy amablemente, no sin que antes Mr. Rossi le recuerde a la señorita lo sinvergüenzas, vagos y desastrosos trabajadores que son los que nos hacen esto a los pacientes, que somos los que estamos en desventaja, no sólo porque somos los que les pagamos, si no porque a mí nadie me preguntó si mi cita era rutinaria o venía por algún problema, lo cual podía haber sido perfectamente posible, simplemente me dijeron "ahí te pudras tú y tu bebé" y siguieron a lo suyo como si nada.


Así que nos vamos. Nos vamos del hospital sin que me vean, sin cita para una nueva revisión y con una mala leche que podría haber provocado una onda vital si lo hubiera intentado.



Y esque no lo entiendo, no entiendo las medidas que está tomando la gente para protestar por la masacre que está haciendo este gobierno. Me quedan tres semanas para salir de cuentas y no me va a ver ningún médico hasta que no me ponga de parto. Precisamente ahora que es cuando las revisiones deberían ser más frecuentes, cuando deberían estar más al tanto de cómo me encuentro y cuando deberían citarme para ver que todo está en orden, que mi bebé está preparado para nacer con todos sus organitos bien formados y mi placenta está sana y protegiendo a mi niño... justo ahora resulta que me tengo que aguantar y quedarme sin que nadie me vea, rezando por que todo esté en orden para que cuando llegue el momento no haya ninguna complicación, y supuestamente me tengo que creer que los médicos están haciendo todo esto porque están indignados porque con la privatización los pacientes vamos a tener muchos menos derechos, es decir... ¿¿estáis haciendo todo esto por nuestros derechos, los derechos del paciente??.


Yo entiendo que los médicos estén cabreadísimos, entiendo que todos los funcionarios estén quemados porque les van a quitar sus derechos y van a mandar a muchísima gente a la calle, entiendo su indignación por el cambio tan radical que quieren hacer y lo mucho que va a afectar eso a la forma de trabajar a la que están acostumbrados. Todo eso lo entiendo perfectamente y les apoyo. Lo que no entiendo es que porque tú estés indignado me tengas que fastidiar a mí, ¿qué culpa tengo yo de que a ti te vayan a quitar tus derechos? ¿crees que a mí no me han quitado los míos? ¿crees que tu sector es el único afectado por esta mierda de crisis? ¿crees que yo, que no soy funcionaria ni de coña y no tengo un puesto fijo, tengo alguna opción de protesta más allá de tragarme mi propia bilis y aguantar el chaparrón trabajando más a tope que nunca porque si tengo un mínimo traspiés me ponen de nuevo en la calle y ni pestañean, aprovechándose que hay tantísima gente disponible para entrar a trabajar al día siguiente y cobrando lo que quieran pagarles? yo estoy tan indignada con todas estas medidas como tú, lo que no entiendo es que tu manera de quejarte, de protestar y de reivindicar tus derechos sea arrebatarme a mí los míos, porque yo como paciente soy la última del mundo que tiene culpa de tus problemas, y desde luego me parece increíblemente injusto que te tomes tu libertad privándome a mí de la mía.


Nunca he entendido las huelgas como método de protesta, vale que es un derecho constitucional que tenemos los españoles, pero tener un hijo también es un derecho que yo tengo y a mí me pusieron en la calle en cuando se enteraron de que iba a tenerlo alegando que "no estaban contentos con mis servicios", con lo que me parece muy bien que tú seas funcionario y nadie pueda echarte de tu trabajo aunque no vayas a trabajar de manera indefinida porque estás luchando por tus derechos y los del paciente (tócate la flor), pero esque si yo cojo y le digo a mi jefe que mire usté, no voy a venir a trabajar de manera indefinida, ya veré cuándo vuelvo, esque no estoy nada deacuerdo con que me suban el bonobús y es mi manera de mostrar mi enfado, no viniendo a trabajar y fastidiándole a usted, que es el que me paga. Pues matemáticamente mi jefe me diría "pues nada bonita, vete a tu casa a protestar pero no te molestes en venir más, que ya me busco yo a otra con algo de ganas de currar", y desde mi punto de vista sería lo más lógico, desde luego si yo tuviera a gente trabajando para mí sería lo que haría, no sé, por poner un ejemplo si yo tuviera a alguien que limpia en mi casa y me dice que no va a venir durante un tiempo hasta que se le pase la indignación con el gobierno, desde luego ni me lo pensaría, le diría que su indignación con el gobierno la comparto, pero que a mí mi casa me la tiene que limpiar alguien y si no es ella será otra que no me vaya a montar estos líos, y que le quede claro que lo que no trabaje no cobra, porque no creo yo que el señor doctor que tenía que haberme atendido en mi revisión de las 36 semanas se vaya a quedar sin cobrar su sueldo por no haber ido a trabajar.



En definitiva, yo estoy más indignada que nadie con todo lo que está pasando, de hecho soy una gran afectada en muchos sentidos por la crisis, pero creo que si lo único que hacemos como pueblo es putearnos los unos a los otros, pues lo único que estamos haciendo es estar aún más cabreados, aún más puteados y con muchísimos más problemas de los que ya de por sí tenemos, porque a mi jefe le da igual que haya huelga de metro, él lo único que ve es que he llegado tarde y estas cosas en un puesto como el mío, donde les importa un pito mi vida y lo único que quieren es que cumpla con mi deber sin rechistar, el llegar tarde es un error digno de ser apuntado para sacarlo a relucir en el futuro cuando quieran atacar mi manera de trabajar, algo que siempre acaba ocurriendo. Estoy harta, hartísima de que el sector público, que son los que menos miedo tienen que tener a todo lo que está pasando, sean siempre los que más dan el por saco al pobre ciudadano de a pie que lo único que quiere es ir a trabajar tranquilo y que nadie le quite lo que le corresponde.



Así que nada, sigamos haciendo huelgas, sigamos molestando al de al lado porque estamos enfadados, sigamos sin unir nuestras fuerzas y ayudarnos los unos a los otros en estos tiempos tan difíciles, pero desde luego si mi bebé viene con algún problema y no hay nadie que pueda verlo a tiempo veremos quién me compensa a mí la negligencia...

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