Mis niños

Desde hace años leo muchos blogs. Me encanta conocer a la gente en profundidad, y la escritura es algo que suele dar bastante pie a abrirse mucho. Leo blogs de maquilladoras, de viajeros, de cine y de madres, entre otras muchas cosas, y reconozco que los blogs de madres son los que más me suelen chirriar y ponerme de los nervios.

Ya saben ustedes cómo vivo yo mi relación con mis hijos con respecto a otras madres, y es que no suelo identificarme con las demás madres ni con su manera de vivir la maternidad. Sin embargo, aunque no comparta su forma de vivirlo, me gusta leerlas, y es cierto que todas las madres creemos realmente que nuestros hijos son mega especiales, mega guapísimos y mega inteligentes-educados-listos y chisposísimos.

A mí me da una rabia infinita cuando alguien me viene con el tema de que cree que su hijo es super dotado porque fíjate, tiene 3 años y se sabe el abecedario enterito. A ver, hay niños que unas cualidades las desarrollan antes y otras las desarrollan más tarde, eso no es signo de nada, ni de que sea super dotado (ni mucho menos chata, tu niño es tan del montón como los demás) ni de que debas preocuparte porque todavía no ha echado a andar y le tengas que llevar al psicólogo.

Siempre cuento la anécdota de mi hermano, que con 4 años no se le entendía una leche de lo que decía y hoy en día es un ingeniero de telecomunicaciones perfectamente normal y se le entiende muy clarito cuando habla. Si con 4 años no se entendiera cuando habla a un niño de la sociedad actual, le llevarían a todo tipo de psicólogos, logopedas y demás profesionales especializados para localizar el problema horrible del niño (aparte de pensar que es lentito el pobre).


Como digo, me da mucha rabia que a un niño se le juzgue, para bien o para mal, por aptitudes que tiene en sus primeros años de vida. Ni un niño que sabe contar hasta 100 con 3 años es superdotado, ni uno que pasa millas de andar hasta que tiene 2 años es retrasadito, lo normal es otra cosa, pero eso no afecta para nada a su desarrollo y va a ser un adolescente y un adulto perfectamente normal.


Mis hijos, los dos, siempre han ido con lo establecido. Aproximadamente a la edad que supuestamente hay que andar Abril anduvo, a la edad que hay que reírse Eric se ríe, a la edad que hay que aprender a hacer pinza con los deditos ellos la hicieron... no sé, lo normal. Claro que me gustaría decir que mis hijos son un portento los dos porque fíjate, se sabe todas las canciones de Julio Iglesias con lo pequeñita que es, ¡y hace ecuaciones!, pero esque a veces se nos olvida que los niños son niños y tienen que llevar su propio ritmo e interesarse por las cosas a su bola, los niños no son un trofeo y si algo me fastidia de verdad de verdad de la buena es cuando alguien le enseña al niño a hacer algo y luego le va diciendo al enano que lo repita delante de todo el mundo, en plan "¡¡Luisito, dile a esta señora desde donde quieres a mamá, dile!!" y entonces el niño se da con la manita en el corazón y todo el mundo suelta un gran "¡¡OOOOOOOOOOOOOHHH......!!". Pues sí, muy mono, monísimo, pero no deja de ser algo que le has enseñado tú.

Yo soy muy de que Abril le enseñe al mundo lo encantadora que es, pero siempre con cosas que ha aprendido ella por sí misma, que es lo que a mí me parece realmente una monada, que le vaya contando a la gente cosas que ha deducido ella solita, como por ejemplo cuando está jugando ella sola y le dice a sus muñecos "¡chicos, no se pega a los amigos, muy mal chicos!", o cuando me regaña cuando digo la palabra "tonto", pero no me gusta nada enseñarles miles de cositas para que luego las represente delante de la gente para que todo el mundo vea lo super listísimo que es tu niño, cuando en realidad lo que estás haciendo es convertirle en un monito.



En fin, el caso es que a mí, como a todo el resto de las madres, mis hijos me parecen los más guapos del mundo y los más simpáticos sin que le quepa duda a nadie, pero supongo que es porque los veo a través de las gafas de madre, que ya se sabe que distorsionan la realidad, y lo que son es niños, ni más ni menos, y eso es justo lo que deben ser, ni presionados a ser monísimos, ni sospechando (y deseando) que son super dotados, ni preocupándome porque otros niños de su clase hacen tal cosa y ellos no. Son mis niños, a su ritmo y siendo ellos mismos.


Pero en serio... ¿¿soy sólo yo o mis hijos son los niños más dulces del mundo??