Camera Vending

Cuando veo series con muchos personajes, por alguna razón siempre intento encontrar cuál es el personaje al que más me parezco, o cuál de ellos sería yo y cuáles serían la gente que me rodea. Y creo que los creadores de Camera Café lo hicieron pensando en que todos los oficinistas del mundo se vieran reflejados en alguno de los personajes y en las situaciones que les ocurren con los demás compañeros.

Es un programa que me encanta porque, a pesar de su absurdez y surrealismo extremos, los guiones son auténticos, y aunque una oficina parezca la representación de la rutina más absoluta, los que trabajamos en una sabemos que el día a día es un auténtico desfile de situaciones surrealistas, principalmente porque el choque entre las distintas personalidades suele ser una bomba, a veces para mal, y a veces para bien.


Camera Café es una representación a escala de lo que es el día a día del 80% de la población española de lunes a viernes. ¿Quién en este mundo no tiene un compañero jeta, escaqueao y sobretodo, baboso con las tías?, ¿o una histérica adicta al trabajo que se pasa el día cabreada gritando que somos todos unos anormales?,
¿o un informático freaky, listillo y gafapasta?. Para mí desde luego, prácticamente todos los personajes de Camera Café tienen nombre y apellidos en la vida real, y como no, también yo tengo mi alter ego.
Para los lectores que conocen a los personajes… no, no soy la Cañi.

Pero de todos ellos, de todos los personajes que componen Camera Café, si tengo que elegir a mi favorito, sería sin duda:



Tono, el responsable de mantenimiento.

Ese espécimen vago y holgazán, escaqueao como el que más, con un talento especial para aplicar siempre la estrategia de la ley del mínimo esfuerzo, o más bien la ley del no esfuerzo en absoluto, con las típicas frases que todos conocemos como “esto va a ser un defecto de fábrica” para quitarse el marrón de encima, pero sin embargo entrañable y campechano. Ese es Tono.

En este mundo hay que reírse de uno mismo, así que animo a todo el mundo a que se vea unos cuantos capítulos y que intente encontrar su alter ego entre los personajes, una vez que encuentras el tuyo y el de algunos de tus compañeros, es tronchante ver cómo sería la vida diaria si todos lleváramos nuestra personalidad hasta el extremo.