jueves, 14 de mayo de 2009

Operadora, ¿dígame?

De todos los surrealismos que da de sí mi aparentemente aburrido trabajo como recepcionista en una oficina, el que definitivamente se lleva la palma es la gente que llama a la centralita.

Mi teléfono es el que aparece en la web si buscas Abengoa Solar, así que cualquier persona que necesite absolutamente cualquier cosa en este mundo relacionado con Abengoa Solar, llama a mi teléfono, y claro, te encuentras gente que te cuenta de todo. Profesores de un colegio australiano que quieren llevar a sus alumnos a ver la planta solar, ganaderos que tienen un huerto y quieren que les haga yo una oferta para comprárselo (sin pararse a preguntar si nos interesa), gente de todo tipo de países que no habla ni papa de español ni de inglés pero que intenta comunicarse… de todo. Pero hay un ejemplar, uno en especial, del cual no te libras en ninguna centralita en la que trabajes: los que tienen una llamada perdida desde tu número.

Cuando mis compañeros llaman desde su teléfonos, aunque tengan extensiones propias, en el teléfono del receptor aparece el número de la centralita, es decir, mi número, así que claro, la gente me llama sin tener ni idea de a dónde está llamando. Aún así, si yo tengo una llamada perdida de un número, para mí lo lógico es llamar y decir: “Hola buenas tardes, tengo una llamada perdida de este número, mi nombre es bla bla bla, ¿a dónde estoy llamando por favor?”. Pues no, la gente está tan fuera de órbita que hasta eso les cuesta.

Normalmente la conversación suele ir más o menos así:



Ring ring



- ¿Abengoa Solar?

- ...

- ¿Abengoa Solar?

- ¿¿¿EEEH???

- Abengoa Solar, dígame

- ¿¿¿QUIÉN???

- Abengoa Solar, quién es

- ¡Ejjque me han llamao!

- Esto es Abengoa Solar, ¿sabe usted quién le puede haber llamado?

- ¿¿EEEEH??

- A ver, tiene usted una llamada perdida de este número, ¿verdad?

- Sí, ¿¿quién es??

- Esto es Abengoa Solar, una empresa de energía solar, ¿tiene usted alguna relación o sabe quién le puede haber llamado desde aquí?

- ...

- ¿No lo sabe?

- ¡¡Pero ejjque usté ma llamao!! ¿¿!!qué quería!!??

- No señor, yo no le he llamado, pero alguien de mi oficina lo ha hecho, si usted no sabe quién ha podido ser, mejor dejamos que le vuelva a llamar, ¿le parece?

- ...

- ¿Le parece bien señor?

- ¡¡¡Pero si usté ma llamao!! ¿¿¡¡ para qué ma llamao!!??

- No señor, le vuelvo a decir que yo no le he llamado, seguramente alguien de mi oficina se ha equivocado al llamar y ha marcado su número por equivocación, pero no se preocupe, ha sido un error, discúlpenos

- ¿¿¿Pero quién es???

- Esto es Abengoa Solar señor

- ¿¿Abengoa?? ¡¡¡AAAH…!!! ¡¡¡Entonces va a ser Pedro Pérez, que le he llamado yo esta mañana y me ha dicho que luego me llamaba!!!

- Muy bien señor, le paso la llamada a mi compañero Pedro Pérez

- (Transfiriendo)

- Pedro Pérez, te paso una llamada de un señor que has llamado esta mañana

- ¿Cómo se llama?

- No lo sé, no me lo ha dicho

- Pregúntale por favor

- No me hagas esto

- Vale, pásamelo



Y aunque pueda parecer difícil de creer, esto ni es una exageración, ni es un caso aislado. Gente de despachos de abogados, de empresas multinacionales, hombres y mujeres, de todas las edades y todas las clases sociales... llaman con esta actitud cuando tienen una llamada perdida.

Y una vez más, queda demostrado que no por tener una carrera se es más listo ni más educado que el que no la tiene.



Ah... mi maravilloso trabajo como recepcionista...

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