viernes, 1 de mayo de 2009

Caso cerrado

Mi barrio está lleno de perros, al ser chalets, prácticamente todas las casas tienen al menos uno, pero, al contrario de lo que uno pueda pensar, los mayores malos tratos y dejadez con los animales se ven aquí.

La gente se muda a un chalet, y lo primero que hace es comprarse un perro, pero no porque le gusten los perros, para nada, más bien porque le hacen "gracia", y como tienen jardín, pues no tienen que sacarlo. Los perros pasan día y noche en el jardín, no les dejan entrar en casa y jamás les sacan, aparte de no hacerles ni caso, con lo que la mayoría de los perros por aquí están completamente desquiciados y cuando vas paseando por la calle, cada diez metros de pronto te encuentras una bestia parda ladrando como un loco desde dentro de un chalet.

Aparte de eso, es increíble la cantidad de perros abandonados que hay en la carretera que va a Madrid, ni en todos los viajes a Alicante que he hecho en mi vida he visto tantos perros abandonados muertos en la cuneta como ves aquí en una semana. Una pesadilla para alguien tan sensible a esas cosas como yo.

Total, que uno llega a la conclusión de que el hecho de que la gente tenga perro no quiere decir en absoluto que le gusten los perros, ni siquiera que vayan a cuidar de él o a cubrirle las necesidades mínimas.

Y eso es lo primero que hemos pensado esta tarde, cuando mientras sacábamos a Juno ha salido de la nada una perrita, perfectamente adornada con un lazo rosa y un abrigo, eso sí. Nos ha parecido muy raro que estuviera abandonada si iba tan emperifollada, pero en fin, la gente es una irresponsable, y a lo mejor se ha comprado esa perrita como capricho, la ha vestido como una pepona, y resulta que luego la perra les ha dado tanto el coñazo que le han abierto la puerta del coche, uno nunca sabe de lo que es capaz la gente. No tenía chapa, así que la hemos traído a casa para pensar qué podíamos hacer con ella. Por supuesto yo he empezado a pensar en nombres, porque por mis narices que no va a la perrera, pero claro, ¿cómo te vas a quedar un perro así como así sin saber si sus dueños la están buscando?, así que hemos llamado a la Policía de Navalcarnero, un cuerpo de Policía que, al contrario que en Madrid, SÍ que funciona y SÍ que ayuda al ciudadano. En menos de 10 minutos dos agentes han llamado a la puerta y nos han contado que se la llevaban a la comisaría, donde tienen lector de chip, y que en el caso de que no encuentren a su dueño, trabajan con una perrera donde saben que no les sacrifican y que hacen todo lo posible por buscarles una familia. Dos agentes de lo más amables y de lo más cariñosos con la perra. En definitiva, un cuerpo de Policía como debe ser.

Justo cuando se la estaban llevando, ha llegado nuestra vecina y les ha contado que había una familia que estaba buscando a la perrita, así que los polis han salido en su búsqueda, y 5 minutos después, me han llamado para decirme que habían encontrado a la familia y que le habían devuelto a la perrita. La pobre familia estaba angustiadísima y según nos ha dicho el poli, se han puesto a llorar todos cuando la han visto.

Así que, después del capítulo del pajarito que rescatamos de nuestra terraza, una vez más hemos vuelto a salvar un animalito perdido, y en este caso, le hemos devuelto la alegría de la casa a una familia que, al contrario que muchas de las familias de por aquí, adora a su perrita. Qué bien se siente una cuando hace el bien...

Y una vez más, el mundo ha sido salvado de terribles villanos. Navalcarnero City puede dormir tranquila mientras residan en ella...




¡LOS MARTÍNEZ!

2 comentarios:

mamá dijo...

jajajajajajajajajja

sabiendo que estáis al acecho, me quedo mucho más tranquila

Luismi dijo...

Así que ya sabeis...
Cuidadín con lo que haceis.

Muaccc!!!

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