domingo, 21 de febrero de 2010

Conclusiones después de 2 meses

Abril cumple hoy 2 meses. Cómo pasa el tiempo. En estos dos meses, no sólo he aprendido un montón sobre ella, que afortunadamente creo que ya le tengo pillado el truco, si no que también he aprendido mucho sobre cómo soy yo como madre, algo que no tenía ni idea de cómo resultaría.

He aprendido que no soy en absoluto la típica madre que canta cinco lobitos tiene la loba o el cocherito leré. Me siento ridícula, no puedo evitarlo. Yo en cambio cuando juego con ella prefiero cantarle canciones como "Where did our love go" de las Supremes o "Happy together" de Turtles, por alguna razón me parecen canciones muy de bebé, y a ella parece que le gusta porque no sólo se tranquiliza, si no que además se ríe.

También he aprendido que la mayoría de las precauciones que te dicen que tengas con los bebés no son más que maneras de meternos miedo a las madres para que compremos masivamente productos que sirven más bien de poco. Pastillas para esterilizar TODO lo que entra en contacto con el bebé, protectores para los mueblres e incluso chupetes que "ayudan al desarrollo fisiológico de la boca". Venga ya, ¿qué leches quiere decir eso? ¿que si no usa ese chupete (el más caro, claro) va a tener una boca fisiológicamente amorfa?. Y lo de esterilizarlo todo, vamos a ver, si se esteriliza absolutamente todo lo que toca la piel del bebé, ¿cómo no se van a poner malísimos cuando van a la guardería?. En el aparato para esterilizar biberones que compramos nosotros vienen unas pinzas para que cojas con ellas lo que has esterilizado, porque claro, tus manos no pueden tocar el biberón del bebé, si lo tocas tu hijo va a coger la sífilis de inmediato. ¿Es o no es exagerado?.

Es ridículo, hay una especie de mafia montada con el mundo del bebé en el que todo conspira para que tú, ignorante primeriza que quiere lo mejor para su hijo, te gastes el pastón de tu vida a base de pequeñas cosas que te meten en la cabeza que tu bebé no puede vivir sin ellas porque si no las compras seguramente acabará cogiendo todos los tipos de gripe, con hongos en el culo y seguramente también rodando por las escaleras. Si comprara todo lo que pone en las revistas y lo que me recomiendan algunas otras madres, habría tenido que vender hasta mis bragas sólo para poder comprarle el carrito. Sí, el carrito que es ergonómicamente adecuado para sus columna vertebral. Ahora es cuando entiendo por qué la gente dice que tener un niño es un gasto enorme.

Es cierto que hay que tener mucha precaución con muchas cosas, que tienes que ir por delante de las circunstancias que pueden ocurrir porque el bebé no se puede quejar, pero de verdad, me parece exagerado todo lo que te recomiendan, cuando además veo muy claro que sólo lo hacen para ganar dinero a tu costa, no porque realmente sea indispensable. Obviamente si tienes un niño muy activo, pues entiendo que debas llenar tu casa de artilugios para que no pueda abrir cajones ni subir las escaleras, pero forrar la casa porque sí, cómo si la tendencia natural del bebé fuera subir al segundo piso y tirarse por el hueco de la escalera, eso es lo que me parece exagerado. Quizá algunas madres deberían gastar más energía en vigilar a su bebé y estar más tiempo con él para evitar que se dirijan a las escaleras que en comprar tantos mecanismos de seguridad y luego dejarles viendo la tele solos durante horas, algo que se hace mucho últimamente. Además, todos nos hemos comido algún pico de la mesa y aquí estamos, vivitos y coleando.

En fin, que puede que dentro de unos meses mi hija se pille los dedos con un cajón y me retracte de todo lo que estoy diciendo ahora mismo. O a lo mejor su boca no es fisiológicamente óptima porque no le he dado el chupete adecuado para ello. Sea como sea, ahora mismo me alegro de ser una persona con sentido común y con la inteligencia suficiente como para no dejarme llevar por todas esas chorradas con las que nos intentar lavar el cerebro a las madres, intentando crearnos la sensación de que si no compramos lo que nos dicen que es mejor para nuestros hijos seremos unas malas madres. Adoro a mi hija y quiero lo mejor para ella, por eso precisamente quiero enseñarle que hay que pensar por uno mismo y que no hay que comprar por comprar. Después de todo, cuando yo era un bebé no había todas las sofisticaciones que hay ahora y hasta lo que yo sé ni tengo la columna desviada por no usar el súper carrito ni cogí un cuchillo y maté a otros amigos bebés porque en mi casa no había protector de cajones. Así que no será para tanto.

Aquí dejo algunas fotos de Abril durante este último mes. No es que yo sea una experta, pero yo creo que parece una niña bastante sana, ¿no?.






1 comentario:

La abuela dijo...

Algo que me llama la atención en os bebés es que parecen niños distintos en diferentes fotos...pero en todas ellas...guapísima...¡esa es mi nieta, que se sale!!!!

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