Ayer vinieron a comer suegra y suegro. En realidad no vinieron a comer, vinieron a coserme todos los bajos de las cortinas de la casa, porque un día le pregunté a suegra que cómo lo hacía ella sin que le salieran torcidas.
Mis suegros son dos personajes. Dada la edad que tienen, son del tipo de gente que habla durante horas sin decir nada, simplemente hilando unas frases con otras, y así ellos son felices y se entretienen. Y yo me entretengo profundamente al observarles, especialmente cuando ellos piensan que no estoy observando, como ocurría cuando íbamos a verles a su casa de la playa y yo me sentaba en el salón mientras ellos estaban en la terraza. Me sentaba a escuchar su rucu rucu. Qué bueno es estar de vacaciones.
El caso es que yo, cuando estoy con ellos, empatizo y me meto en su rollo, porque ya que vienen a coserme todas mis cortinas, se merecen que les tratemos bien y como les gusta, así que les doy conversación marujil.
Total, que suegra me pide que le ponga la telenovela, y yo, en mi proceso de empatización con suegra, me trago la telenovela, es más, pregunto constantemente quién es cada uno y por qué son tan malvados los unos con los otros. Así que ahí estamos las tres, suegra, bebé y yo, viendo la telenovela mientra suegro y marido ponen alfileres en las cortinas de la habitación.
Y empezamos a hacer todo lo que hacen los jubilados: hablar sin parar.
Suegra: Rucu rucu rucu rucu rucu rucu porque Isabelita, que me crió cuando murió mi madre, tenía unas cortinas así, con esa tela, rucu rucu rucu rucu rucu rucu, porque la paellera aquella se me quedó pequeña y le tuve que pedir prestada a la vecina una mas grande porque ya éramos muchos, rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu, y claro, se acabó casando con el chico y se compraron un piso por ahí por donde los pisos esos de construcción nueva, rucu rucu rucu rucu rucu...
Y yo, que estoy intentando seguir la conversación mientras me entero de la telenovela, pues voy haciendo preguntas esporádicas:
Yo: ¿Pero que se casó con quién?
Suegra: Pues con el hijo de Carmelita
Yo: ¿Y quién es Carmelita?
Suegra: Pues la hermana de la madre de Amparito, que jugaba mucho con Luis Miguel cuando tenían 3 años, rucu rucu rucu rucu rucu rucu...
Total, que como veo que aunque lo intente no me entero, me dispongo a hacer exactamente lo mismo para experienciar esa maravillosa meta en la vida que es la jubilación, y desarrollo una increíble capacidad de abstracción, hasta ahora oculta en mí:
Yo: rucu rucu rucu rucu rucu rucu, y claro, ahora que he cambiado el color del cuarto, las sábanas se me han quedado obsoletas, rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu, y no sé qué voy a hacer, porque se me ha roto mi carrito de la niña y el vecino me ha dejado el suyo, pero tiene una rueda pinchada, rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu, pues mi madre dice que allí no está haciendo frío, ¡con el temporal que tenemos aquí!, rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu, y la cuna que me regaló tu cuñada me viene muy bien, pero esque el colchón es un poco duro y la niña se me queja, rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu rucu, yo esque lo lavo todo en agua fría, porque me da pánico la factura de la luz, rucu rucu rucu rucu rucu rucu...
Y experimiento un profundo placer en hablar sin pensar en si a la otra persona le importa lo que estás diciendo o si te está escuchando, y entonces es cuando entiendo por qué el ser humano se dirige hacia eso con los años. Y me propongo el invitar más a menudo a comer a suegra y suegro ya que, superados algunos baches del pasado, disfruto enormemente de su grata compañía. Y mientras voy al baño en el descanso de la telenovela, suegra aprovecha para barrer, fregar los tuppers y organizar el lavavajillas.
Y mientras hoy escribo estas líneas, depronto:
¡TARARÍ! mensaje de Messenger de marido:
"Oye, que voy para allá, ah, y que mi madre ha venido al trabajo a traerme un colchón que ha comprado para la cuna que nos regaló mi tía y unos parches para ruedas pinchadas. ¡¡Y también un pollo asado!!"
Conclusión: No sólo puedo hablar con suegra de lo que me dé la real gana sin cortarme, si no que además, suegra escucha atentamente, apunta y actúa. Yo cuando sea mayor quiero ser como ella, es mi ídolo.
Hace 10 años
1 comentario:
Qué suerte! y qué envidia! a mí ese buenrollismo me queda taaan lejano! creo que nunca seré capaz de llegar a ese punto con la mía... sin vomitar por lo menos! jajaja.
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