Las madres que viven cerca de mi casa y con las que he estado hablando estos últimos días me miraban con cara de lástima como si me marchara a la guerra, y me decían "estarás con una pena...", y la verdad, claro que tengo pena de separarme de mi niña todos los días tantas horas, pero qué quieres que te diga, es ley de vida y tampoco voy a pasarme el día llorando por ello. Por un lado, en la guardería sé que va a estar de maravilla, cuando entras en su clase todos los niños tienen una sonrisa de oreja a oreja, y por otro lado, a mí también me apetecía empezar otra vez a trabajar y volver a estar activa, a ver a la gente y a sentirme útil fuera de las puertas de mi casa. Hay vida más allá del chándal, y a mí me encanta ir a trabajar, por mucho que tenga que sufrir esos momentos en los que la A5 parece un aparcamiento, son gajes del oficio que sufrimos todos los españoles, no voy a ser yo la que venga a quejarse.
Eso no quita para que haya llamado a la guardería un par de veces para ver qué tal iba todo, y la profe de Abril me ha dicho que le ha parecido que hemos sido unos padres muy valientes, porque según ella, se ve a cada unos..., y yo la verdad que no lo entiendo, si yo me pongo a llorar como una loca por separarme de mi hija cuando la deje en la guardería la primera semana, ¿qué le estaré enseñando? no me gustaría transmitirle esa sensación de abandono, la verdad, las cosas son así, a trabajar hay que ir y como eso no es algo que esté en nuestra mano cambiarlo, pues habrá que llevarlo con la mayor alegría posible, y por supuesto eso es algo que le quiero enseñar a ella desde el primer día, al cole hay que ir contenta, y si le enseñamos a nuestros hijos que ir al cole o a trabajar es un suplicio, pues se les va a hacer la vida muy larga, la verdad.
Total, que según su profe ha sido buenísima, de los niños que mejor se han adaptado que ella haya visto en sus años de profesión según me ha dicho, y a mí me enorgullece tremendamente que haya sido así. Ha alucinado viendo a todos los niños y todos los niños han alucinado con ella. La profesora ha alucinado con lo despierta que está para la edad que tiene, y los padres de los demás niños han alucinado con sus pelos. Y nosotros sus padres, pues alucinamos con nosotros mismos de haber conseguido que sea una niña tan sociable a base de intentarlo. Ayer nos contaban unos amigos nuestros que su sobrina llora y patalea si alguien que no sea su madre intenta cogerla en brazos. ¿Eso qué es?, ¿cómo puedes potenciar eso con tus hijos?. En el caso de Abril, mientras la hagan caso, ya sean sus padres o la pescadera, ella es feliz, y si tu hijo es feliz, pues obviamente estás haciendo algo bien.
En fin, la profe no descarta que el resto de los días esté un poco más ñoña porque se le pase la novedad y nos eche de menos, pero no me preocupa, es ley de vida, de momento yo estoy feliz de que su primer día haya sido tan positivo, y por lo tanto el mío también lo haya sido, sabiendo desde temprano por la mañana que Abril ha estado bien, me ha dejado la tranquilidad mental para disfrutar de mi primer día viendo a mis compañeros, que son geniales.
Pues nada, llegó la vuelta al cole en la familia Martínez. Aquí dejo una foto nuestra de esta mañana dispuestas a levantar el país, y otra de Abril unos minutos antes, en modo "no me des la vara que estoy de lunes".
1 comentario:
¡Mírala qué mayor, con su mochila y todo!!!
Publicar un comentario