- Porque tiene mala fama, porque nadie le quiere. Porque la gente está de mejor rollito los viernes, y no se da cuenta de que los viernes se trabaja y los domingos se descansa.
- Porque es el día de los dominicales, y cuando era pequeña me encantaba leer El Pequeño País, el Blanco y Negro...
- Porque al día siguiente es lunes, y a mí, querido lector, me gustan los lunes.
- Porque suelen ser el día de juntarse a comer con la familia, y para mí eso es motivo más que suficiente para esperar el domingo con entusiasmo.
- Porque el domingo es un día para escuchar al cuerpo: si quiero levantarme tarde, lo hago, si quiero comer a las 4, lo hago, si quiero echarme una siesta, lo hago, si me quiero pegar 1 hora y media en la ducha, lo hago. Los domingos son para mimarse sin remordimientos.
- Porque tengo muy buenos recuerdos de ellos. Los domingos era el día en el que mis padres nos llevaban al Retiro y después íbamos a casa de mis abuelos.
- Porque fue un domingo el día que mi hija decidió que ya iba siendo hora de conocer todo esto...
Hace 10 años
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