domingo, 12 de abril de 2009

La luna me sonríe

Navegando por internet encontré una página de retos personales, una especie de ciber libro de auto ayuda pero dejándote elegir cuáles son los ejercicios que quieres hacer y cuáles no, avisándote de que puede ser que realices uno y no te descubra nada, te haga sentir peor, o incluso te deje indiferente. En ese caso, obviamente has elegido el ejercicio incorrecto para tu problema y quizá no estés en el estado mental adecuado para intentar solucionarlo.

Yo dudé entre varios, pero al final me decidí por uno que prometía ser fuertecillo para mí. Consistía en pensar en alguien que nos tuviese manía, alguien a quien no le caigamos bien, o quizá que nos odie (todo puede ser), ponernos en el lugar de esta persona y escribir bajo su punto de vista algo sobre nosotros.

Lo hice. Y no resultó. No entendí los motivos de esa persona para odiarme de aquella manera sin motivo aparente. No fui capaz de meterme en la cabeza de aquella chica que marcaba mi extensión en el trabajo y me decía en voz muy baja para que no la oyera nadie: "te voy a hacer la vida imposible Patricia, te lo juro".

No fui capaz. Y entonces pensé: "debo haberme equivocado de ejercicio. Quizá no esté preparada para ponerme en la mente de ciertas personas. Quizá todavía soy demasiado egoísta y quiero pensar que la culpa es suya suya y sólo suya. No es mi momento para perdonar y olvidar".

Pero luego pensé en ella otra vez. Pensé que cuando me fui de ese trabajo, entró una chica en mi lugar, y pasó lo mismo con ella, según me contaron. La chica nueva se quedó embarazada, y la otra la odiaba tanto, que con 6 meses de embarazo, discutieron de tal manera que mi "amiga" ni se lo pensó y le tiró una grapadora a la cabeza.

Loca, estaba completamente loca, aunque a primera y a segunda vista no lo parecía. Así que en el fondo respiré tranquila por haber sido incapaz de ponerme en la piel de una lunática, supongo que si intentas entender por qué un loco hace las cosas que hace y no llegas a entenderlo... esque estás perfectamente bien de la cabeza, ¿no?.

Así que le di otra oportunidad al ejercicio. Esta vez con una persona más cercana y más relevante en mi vida, si jugamos, jugamos a tope. Y fue muy distinto.

No sé si he curado heridas o las he abierto, pero la verdad es que intentar ver la otra cara de la moneda es un viaje apasionante. Duro, pero apasionante.

No lo voy a publicar, pero invito a todo el mundo a que haga el ejercicio, es una experiencia de lo más reveladora.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Patri,
Lo que estás buscando es el desarroyo de la empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de otro. Normalmente es una cualidad intrínseca en cualquier persona en mayor o menor grado. Tenerla todo el mundo la tiene (piensa que cuando lloras con una peli es porque te pones en el lugar del personaje que tienes en la pantalla e intentas sentir lo que él siente) pero el hecho de potenciar el desarroyo de la misma, no es tarea fácil pues te encuentras con situaciones a menudo incomprensibles como la proposición de "voy a ponerme en el lugar de alguien que me ha jorobado la existencia", no sé si me entiendes.
Pienso que el reto es muy bueno pero mi consejo es empezar por cosas un pelín más simples como por ejemplo "una persona X ejecuta una acción y intento ponerme en su lugar para comprender el motivo que le ha llevado a ello; de ahí posteriormente puedes analizar conductas..."
De todas formas te paso un link por si quieres informarte más sobre el tema.
http://definicion.de/empatia/
Muchos besos,
Mari.

Dana dijo...

Debe ser complicado, yo odiada me he sentido una vez y por suerte, lo he superado, pero en ocasiones, acciones sencillas que a nuestros ojos resultan irrelevantes suponen un mundo para otras personas, y lo importante es saber que no tenemos la verdad absoluta, que todo cambia y que debemos esforzarnos muchísimo para ser lo suficientemente solidarios con las emociones y sensaciones de otros

mamá dijo...

Claro ue la luna te sonríe, cariño, porque estás enamorada y tienes un pedazo de novio que ya lo quisieran muchas, y además os vais a casar y ser felices y comer perdices...¿cómo no te va a sonreir la luna??

Web Statistics