jueves, 8 de abril de 2010

Mi talento

Tengo muy buen oído. Lo sé porque es el único de los 5 sentidos al que noto que le saco algo de provecho, ya que sin lentillas soy lo más parecido a Topo Gigio, y en cuanto al gusto, si no mirara el color del envoltorio de los caramelos no tendría ni idea de si me estoy tomando un Sugus de frutas del bosque o de natillas, el único que reconozco es el de limón y es porque me da pinchazos debajo de las orejas.

Tener buen oído tiene sus ventajas, pero también tiene sus inconvenientes. Entre las ventajas están, por ejemplo, el tener la gran facultad de imitar voces, y como desventaja más característica está el que cuando escuchas a alguien desafinar un pelín te entra una vergüenza ajena tal que desearías salir corriendo y atravesar una puerta dejando la forma de tu cuerpo en ella antes que seguir escuchando semejante tortura para tus tímpanos. Eso es lo que me ocurre cuando escucho la canción que nos representa este año en Eurovisión, aunque la verdad que no es porque el chico desafine, es más bien porque la letra es más ridícula que la que compuso Leonardo Dantés para el himno de España. Vamos, que hubiera preferido que nos representara Jesulín de Ubrique con su "Toda, toda, toda", que también era una chorrada, pero al menos no iba en serio.

De pequeña jugaba con mis amigas de Cabo Roig a tararear canciones para que las demás adivinaran qué estábamos cantando, y había una de ellas que cuando era su turno, las demás perdíamos la paciencia y nos íbamos al baño o a darnos un chapuzón. Si tarareaba "Al corro de la patata" todas creíamos que era la sintonía del programa de Felix Rodríguez de la Fuente. La pobre tenía menos oído que Iker Casillas cantando "me siento seguroooooo".

Uno de mis vecinos hizo una fiesta en su jardín para su hijo con un montón de niños en la que había piñata, y de la piñata caían, entre otras cosas, unas trompetillas de esas que son una tortura para los adultos. Pues bien, los niños no debieron hacerle mucho caso, pero uno de los adultos no hacía más que tocar la trompetilla mientras le decía a su mujer "¡¡mira Amparito, como cuando fui turuta en la mili!!", mientras tocaba con la trompetilla lo que supuestamente era una melodía militar, pero que en realidad sonaba más a la canción de Indiana Jones. Otro caso de insuficiencia auditiva. Si le nombraron turuta en la mili, me imagino cómo se le darían el resto de las funciones.

También tengo un amigo que canta "Mi carro me lo robaron" como si fuera un rap. Para él la canción es así y no entiende de qué nos reímos los demás.


En fin, esas son las consecuencias de tener una pequeña virtud que una gran parte de la población no tiene. La verdad, como tampoco me voy a presentar a Tú sí que vales a demostrar mi talento, hubiera preferido ser un poquito más inepta acústicamente hablando y no ser tan Rompetechos. Dejaría de mantener a toda la familia y parientes lejanos de Alain Afflelou, pero por lo menos me ahorraría muchos momentos de gran bochorno ajeno.

2 comentarios:

Banjo dijo...

Ya te digo, yo especialmente dotada, no soy... asi que cuando siento que desafinan me da una verguenza terrible, porque estoy segura que debe ser mucho más grave de lo que a mi me parece...de cualquier forma, tengo una amiga, que es fanática absoluta de los karaokes, le encanta cantar y tiene menos oído que Helen Keller, asi que imagínate...

mamá dijo...

¿Quién es Alain Putuflú?????? ( o algo así)

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