- El chocolate caliente con leche condensada en forma de corazón que me tomé en una de las cafeterías que más me gustan de Madrid.
- Mi marido de pie con la bragueta totalmente abierta mientras yo y mi visita (femenina) estamos sentadas en el sofá con la cara a la altura de, ejem... su bragueta.
- La gente de mi barrio apartándose despavoridos mientras nosotros llegamos con el coche sólo para intentar hacernos sentir como si fuéramos un peligro para la seguridad del vecindario. Patéticos.
- Tres personas que me han dicho que he adelgazado mucho, mucho mucho.
- Mi suegra diciéndome que ahora que tiene internet en casa le tengo que enseñar a meterse en páginas de bomberos.
- Las fotos de mis perras con la corona de la Estatua de la Libertad.
- Descubrir una cafetería vintage maravillosa en Villalba.
- Candace y el capítulo en el que tiene que decidir entre delatar a sus hermanos o irse de compras con Stacey.
- Sergio, mi sobrino de 8 meses, jugando al cucu-trás con la abuela en la cortina totalmente partido de risa.
- Bernabé. Quedar sólos él y yo en una cafetería del centro de Madrid donde se puede fumar y quedarnos hablando hasta más tarde de lo que había previsto. Divino y maravilloso flashback.
- Mi hija tirándole de los pelillos de la nuca a su padre mientras él está en el ordenador.
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