Así que después de meditarlo en pareja, como se meditan las decisiones importantes en mi unidad familiar, decidimos que a Juno le vendría bien un poco de compañía y que ahora que estoy en casa quizá es el mejor momento para introducir un nuevo miembro a nuestra familia. Se llama Reshma.
Reshma no tiene nada que ver con Juno, que no hace más que huir de la intensa energía de su nueva hermana cachorra, Reshma es un puro nervio trotante y todo le produce una inmensa curiosidad. En su primera mañana en casa conmigo ha visto un señor negro en la tele y se ha pasado 5 minutos ladrando. Después ha visto un señor con gorra y se ha pasado 5 minutos ladrando. Después ha visto a Ana Rosa Quintana y se ha pasado 5 minutos ladrando. No me extraña, a mí me entran ganas.
Cada vez que ando por la casa, Reshma menea el rabo emocionada ante el movimiento de mis tobillos y se viene conmigo a todos lados para intentar hincarle el diente a mis sabrosos cordones, que deben ser un manjar muy apetecible. Reshma me acompaña a cambiar a Abril, a poner el lavavajillas, a recoger el salón y hasta al baño, lo cual me mola, porque de toda la vida se ha sabido que entre las chicas, ir al baño de dos en dos es guay.
Cuando ya no puedo resistir más el estar tropezándome constantemente con un pequeño ser que habita entre mis dos pies, decido que estaría bien que saliera a jugar un rato y le abro la puerta del jardín, donde se dedica a la caza menor (léase hormigas, hierbas y ramillas que ondean con el viento) mientras yo aprovecho para disfrutar un poco del divino placer de andar, de andar tranquila sin una pequeña bestia mordiéndome los talones.
Abril está encantada con la nueva mascota, ya que, al contrario que Juno, Reshma no huye al verla, Reshma se deja acariciar, es más, le chupetea los pies (sí, con calcetines y todo) mientras Abril está en su trona, lo cual a la peque le hace mucha gracia. Juno sin embargo necesita un poco más de tiempo para adaptarse a tener que compartir su camita, o más bien, a la pérdida de la misma, ya que Reshma, aunque tiene su propia cama, ha colonizado la de Juno sin pensárselo dos veces. Menos mal que Juno no es territorial y ha asumido que esto es lo que hay.
Total, que aunque es un puro terremoto y estamos todavía acostumbrándonos a la nueva habitante de la casa, estamos encantados. Aquí dejo algunas fotos del pequeño osezno que trota por mi casa.
2 comentarios:
Banjo desde que se ha ido su prima no ha parado de cantar " què fantàstica, fantàstica, fantàstica es mi prima", ya se sabe, algunas le ponen a sus hijos Lady Gaga, Banjo escucha Rafaela Carrà ;-)
Monísima!
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