jueves, 18 de agosto de 2011

Cine. Buen cine.

Hace poco tiempo que me ha venido a la mente una película que vi hace un montón de tiempo en el cine: El incidente.





No tengo ni idea de por qué la recordado de repente, aunque creo que en realidad nunca he dejado de pensar en ella desde que la vi.

Recuerdo que cuando salí del cine pensé que me había encantado, o algo mucho más allá que encantarme, pero que jamás la volvería a ver en mi vida (y yo soy MUY de volver a ver películas), porque la sensación de claustrofobia que me creó es algo que todavía me dura. No saber qué ocurre, no saber por qué ocurre y no saber quién será el próximo al que le ocurra es una sensación muy intensa, desde luego.

Para los que no hayan visto la peli, la trama es simple: gente corriente con una vida corriente empieza a suicidarse sin motivo aparente y con lo primero que pillan a mano, ya sea una pistola, un cristal o tirándose por un puente. No atienden a razones, no escuchan y al parecer no están en su sano juicio, simplemente se suicidan de manera repentina y en masa.

Y eso es algo que realmente me dio muchísimo miedo. De verdad que prefiero que se me aparezca la que le pega su marido en mi cocina antes que vivir algo tan horrible como que todo tu entorno se quite la vida sin explicación.


El caso es que M. Night Shyamalan me apasiona desde su primera película (no sé si saben cuál es...), y aunque a veces se le va la pinza de un modo raruno raruno (The Village me dejó un poco en plan... "¿ein?") reconozco que para mí es una de las personas más talentosas que campan por el séptimo arte, porque creo que sus historias son realmente diferentes. La elección de actores es esencial en su cine (John Legizamo, uno de mis maridos), aunque le perdonaremos que de vez en cuando trabaje con Mel Gibson (¿dónde está Ed Harris cuando se le necesita?).



Soy una súper-mega cinéfila, cada día más, y estoy muy abierta al cine de nuevos directores, pero gracias a eso me he dado cuenta de que cuando la ópera prima de un director es buenísima, se ejerce una presión sobre el creador que hace que la siguiente obra sea un bodrio y las siguientes sean bastante mediocres. Pasa en el cine, pasa en la música y seguramente pase también en otro tipo de artes de los que no soy seguidora. Y si no, recuerden Tesis.


¿Y por qué ocurre eso? ¿por qué cuando una mente es capaz de crear una obra de arte algunas veces es incapaz de volver a imaginar algo tan bueno? ¿por qué a veces la maravilla es la primera obra, cuando lo lógico sería que lo bueno fuera algo creado con más experiencia en la materia?. Pero no, es fácil ver que no es así.


La primera obra suele ser un trabajo de años, un guión, maqueta o manuscrito creado con una ilusión especial que ha llamado a miles de puertas y en cuya fabricación su autor ha volcado todo su talento. La obra tiene éxito, correspondiendo así de una vez por todas el estrujamiento de cerebro y el esfuerzo por crear algo realmente bueno del autor. La obra siguiente suele ser más bien fruto de la presión por crear algo para lo que ya no tienes tantos años por delante ni seguramente tantas ganas, la segunda obra está creada bajo la sombra intimidatoria de intentar acercarte a la categoría de tu primer fruto... y por supuesto, sale algo completamente distinto a lo que te gustaría.


Y es por eso que este director me impresiona tanto, porque todos y cada uno de sus proyectos me han resultado apasionantes (¡El Protegido, wow!), y eso para mí es talento, talento de verdad, no un golpe de genialidad. Todas sus películas (todas, porque las he visto todas) me han producido sensaciones extremadamente intensas, y creo que eso es exactamente lo que un director pretende, ya sea diversión, miedo o simplemente empatía, el cine está hecho para transmitir sensaciones, sensaciones que no todos los directores o los artistas en general consiguen transmitir.


En definitiva, me declaro fan de Michael Night (y no precisamente del de El Coche Fantástico) y reconozco que no pensé que hubiera ninguna película que pudiera darme más miedo que El Sexto Sentido (y doy las gracias a mi hermano, que me dijo "¡vete al cine a verla antes de que nadie te cuente si quiera de qué va y te la destripe!"), pero sí, sí la hay. El Incidente es la película que más terror me ha producido, amplificado por la sensación de quizá, sólo quizá, un día podría ocurrir algo similar si seguimos por este camino. Buen cine, lo miren por donde lo miren.

1 comentario:

Alba Diethelm dijo...

Puf, esta película me traumatizó. Tuve pesadillas durante mucho tiempo y aún cuando pienso en ella me da mucha rabia. Lo pasé fatal viéndola.

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