domingo, 12 de febrero de 2012

2 años después

Mi niña ya tiene 2 añitos. Madre mía, cómo pasa el tiempo. Cuesta creer que alguna vez en mi vida haya podido vivir sin ella, pero por otro lado realmente me parece que fue ayer cuando tenía un bombo tremendo y estaba preparándolo todo para su llegada.



En todo este tiempo ha habido momentos muy malos, horribles. Pero obviamente los buenos te compensan con creces todos esos ratos en los que te tiras de los pelos porque no sabes ya qué hacer para que deje de llorar.


Mi niña es de armas tomar, pero también es una auténtica dulzura, y en conmemoración de estos 2 añitos, he decidido hacer una lista con los momentos que más me han derretido el corazón y me han hecho sentir la persona más feliz del mundo:



- Cuando nació, mientras estaba en el hospital, todo fue muy raro. Es una personita a la que acabas de conocer, es lógico que el amor del primer momento no sea el mismo que sientes después. Además, las primeras noches en casa fueron como una pesadilla. Pero un día, cuando tenía como una semana, me senté al lado del cojín donde la tenía apoyada y me puse a acariciarla, y depronto sentí algo completamente distinto, me inundó un amor infinito, sentí que era mi hija, mi niña de verdad, un ser vivo al que tenía que cuidar y proteger. Fue muy intenso. Todavía no se me ha ido esa sensación, pero tardé un pequeño tiempo en sentirla.


- La primera vez que oí a mi niña reírse, pero reírse reírse, no de sonrisilla. Estaba cambiándole el pañal y algo se me cayó al suelo, así que me agaché a cogerlo y me levanté muy rápido ondeando el pelo. Soltó una carcajada de ésas de los niños de los vídeos de Youtube, y yo sentí que nunca había escuchado un sonido tan bonito en mi vida. Me pasé semanas haciendo la misma tontería una y otra vez, pero ya no le hacía la misma gracia.


- Un día salí a sacar a los perros y me quedé en la puerta de la calle ahí parada mientras los perros corrían por el descampado de enfrente de casa. Abril estaba dentro jugando, pero dejé la puerta de casa abierta de par de par para que no se asustara. Mientras estaba obtusa mirando al horizonte pensado en mis cosas, depronto noté una manita diminuta que se agarraba a la mía. No la había oído llegar. Se quedó ahí conmigo quietecita cogida de mi mano hasta que entré con los perros.



- Un día estaba sacando la compra del coche y ella andaba por ahí revoloteando. En un momento, pasé por delante de ella con una bolsa de gusanitos en la mano, entre otras cosas, y ella se quedó helada, la cara se le iluminó y se quedó toda quieta con los ojos muy abiertos y mirando fijamente la bolsa de gusanitos pasar por su lado sólo con los ojos, sin moverse. Fue genial, me pasé una semana riéndome de su reacción.


- En una de esas mañanas que te levantas zombi, fui a su cuarto para ir despertádola mientras yo me iba arreglando. Yo estaba tan dormida que entré en su cuarto directa a abrir su persiana sin darme cuenta de que ella ya estaba despierta y de pie en su cuna. Al ver que no la saludé, levantó los dos brazos y dijo muy feliz y muy alto "¡¡¡HAYA!!!". Me alegró el día.



- Un día mientras se bañaba descubrió que lo que la rodeaba era lo mismo que le daba de beber en su bibe, así que pensó... "¿por qué no beber de aquí?", y se fue agachando hacia delante despacito con la boca abierta hasta que metió toda la cara en el agua. La cara que puso de flipe cuando eso ocurrió fue genial, flipó en colores en plan "¿¿pero que demonios ha pasado??". Se puso a reírse de verme reírme a mí, aún alucinando. Supongo que todos los niños del mundo han tenido la misma experiencia, pero de verdad, su cara de alucine fue de traca.



- Un día estaba comiéndome una zanahoria tranquilamente en el sofá. Depronto miré hacia abajo y la vi con la boca todo lo abierta que le daba intentando pegarle un bocado a mi zanahoria. No sé si quería morderla sin que me diera cuenta o en realidad me estaba queriendo decir "¡¡dame dame dame dame!!".



- Apunto de cumplir 1 añito toda su obsesión era aprender a andar. Un día estábamos en Toys´R´Us para comprarle su regalo de cumpleaños y ella estaba muy concentrada de la mano de papá dando pasitos. Cuando terminé de pagar le dije "¡Abril mira, mira tu regalo de cumpleaños!", y cuando lo vio hizo "¡¡OOOOOOOOOOOHHHH!!". Le hizo una enorme ovación a su triciclo rosa abriendo muchísimo los ojos y la boca, fue genial.



- El día de la cena de Acción de Gracias se puso a revolotear a mi lado mientras yo me maquillaba y me peinaba. Le encanta toquetear todas mis cosas, y yo siempre la dejo porque no tiene ningún peligro. Cuando me quise dar cuenta, había cogido un lápiz igual que el que yo estaba usando y se había pintado los dos párpados imitándome. Me dio muchísima ternura.



- Le encanta ponerse diademas, y le gusta ponérselas ella misma, pero obviamente no sabe bien. Cada vez que la veo aparecer con alguna diadema que se ha encontrado por algún lado me meo de la risa. Es un desastre, pero nunca le pienso enseñar a que se la ponga bien para que esté todo el tiempo posible poniéndoselas en la frente y con los pelos de punta por las orejas. Me encanta que no te pida ayuda para algunas cosas, que las haga ella a su manera.



Esos son sólo algunos de los momentos que más ternura, amor y sentido de felicidad plena he sentido con ella, pero hay millones y millones, nuevos cada día. Mi hija es lo mejor que he hecho en toda mi vida, y esa sensación va cada día a más.


Pero mírenla, ¿cómo no vamos a ser felices al lado de una niña tan alegre?:


























No hay comentarios:

Web Statistics