lunes, 20 de febrero de 2012

Y otra vez lunes...

... pues sí, otra vez lunes.

A mí me gustan los lunes. Sí, soy así de rara, me gustan los lunes. Los lunes vengo con la pila cargada, me suele costar menos levantarme por la inyección de sueño que me meto durante el fin de semana, vengo con ganas, con ganas de empezar una nueva semana con nuevos proyectos. Obviamente no proyectos trascendentales a largo plazo, si no proyectos de quedar, de salir, de planear, de organizar...

A mí lo que me cuestan son los martes. Los martes estás todavía a principio de semana y el finde te queda de lo más lejos, pero ya no tienes esa energía tan arrolladora de los lunes. Los martes son días que deberían eliminar del calendario ¿no les parece?, deberíamos pasar directamente al miércoles, que ya empieza a invadirnos el espíritu del "ya queda menos", ya vemos el viernes acercarse y ya pensamos en que mañana es jueves. Y los jueves molan, no me digan que no.


Lo animada que llegue el lunes a trabajar es directamente proporcional a lo bueno que haya sido mi fin de semana. Y hoy he venido muy happy, y esque este fin de semana ha sido muy, muy guay.

El viernes, después de llevar a la enana al cole vestida de princesa (a ver, traje de princesa rosa súper-mega veraniego al que le tuve que añadir una camiseta blanca debajo y unos leotardos y como ya no le valen sus manoletinas blancas y ante la falta de tiempo para planearlo llevó sus Crocs del Primark... azules, FAIL) y con su abrigo violeta con alas de mariposa. No quiero ni contar la cara de emoción de mi hija cuando vio que no iba a ir al cole con su insípido uniforme azul marino y en su lugar iba a ir llena de velos, purpurina y gasa y con unas alas. Después de hacerle un montón de fotos que, por supuesto, adornan la pantalla de mi móvil haciéndome así sonreír cada vez que chequeo mis mensajes, me fui a trabajar y después, a cenar con mi preciosa mejor amiga (digo preciosa porque ES preciosa, pero esque el viernes estaba aún más preciosa con su pelo de peluquería) y con un gran amigo que salió de Tuenti (junto con una persona más, lo único bueno que salió de allí), y por supuesto con nuestras respectivas parejas y con Mini-yo y sus alas.

Hamburguesón, risas, aros de cebolla, disfraces, mojitos, más risas, las vecinas de Valencia, muchas más risas.... fue una gran noche, como era de esperar.


El sábado nos tocó día casero. Hicimos algo de compra y fuimos al vídeo club, y eso ha sido más o menos todo lo que salimos. Vimos un par de pelis a las que le tenía muchas ganas (y me encantaron las dos), hicimos algo de limpieza, yo hice galletas de chocolate (galletas por decir algo, porque se me fue la mano con la levadura y salió una enorme galleta tamaño bandeja) y quitando una conversación con mi abuela que me reveló una nueva puñalada trapera por parte de mi familia que me rajó hasta los intestinos, fue un buen día. Por un momento pensé que iba a arruinar mi fin de semana, pero afortunadamente fui capaz de estar por encima (tenía mis dudas) y lo olvidé rápido. O al menos lo escondí en algún lugar de mi cerebrito.


Y el domingo todo lo contrario al viernes y al sábado. Por la mañana fuimos al parque de al lado de casa a montar en el tobogán, donde descubrí que tengo una súper pista de patinaje a 3 minutos de mi casa, ¡YAI! y nos dimos un paseo por el barrio. Para comer me marqué una ternera Strogonoff que me quedó de maravilla, y después de comer fuimos al parque Juan Carlos I a que Juno hiciera amigos. No hizo amigos, como era de esperar en Juno, pero eso sí, mi hija se lo pasó increíble jugando con los aparatos de ejercicios para perros. Y yo abracé tres galgos divinos y maravillosos y le lloré un poco a mi marido para que me dejara tener uno. No funcionó.

Y por la noche, después de acostar a Abril y que mi marido me preparara unos huevos con patatas y jamón serrano (que debe ser la comida que dan en el cielo)... los Goya. Una gala que me encantó (novedad para mí en esa gala), no sólo porque la presentadora estuvo genial, si no porque, contra todo pronóstico, la súper-mega triunfadora de la noche fue la película en la que sale Berna, mi maravilloso amigo Berna. Y el director le dio las gracias a "todos y cada uno de los actores que han trabajado en la película", con lo que esos 6 premios no pudieron hacerme más feliz.



Así que ése ha sido mi fin de semana, intenso y muy bien acompañada. ¿Cómo no voy a estar hoy contenta?.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tú si que eres preciosa y no solo por dentro.

Besotes mi niña.

Araceli.

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