miércoles, 22 de febrero de 2012

Así funciona a veces la justicia

Hombre: Hola, me gustaría denunciar un atraco

Agente: Un atraco ¿eh? ¿dónde tuvo lugar?

Hombre: Yo iba andando por la calle y un hombre sacó una pistola y me dijo "dame todo tu dinero"

Agente: ¿Y usted lo hizo?

Hombre: Sí claro, yo colaboré

Agente: ¿Así que usted por voluntad propia le dio su dinero a ese hombre sin oponerse, intentar escapar o pedir ayuda?

Hombre: Bueno... sí, pero estaba aterrorizado, ¡pensé que iba a matarme!

Agente: Mmmm... pero cooperó con él. Y me han informado de que es usted bastante filántropo

Hombre: Colaboro con la caridad, sí

Agente: Así que usted le gusta dar dinero. Tiene usted el hábito de dar dinero.

Hombre: ¿Y eso qué tiene que ver con esto?

Agente: Usted, con conocimiento de causa, pasea por la calle con su traje cuando todo el mundo sabe que a usted le gusta dar dinero, y no se enfrenta cuando alguien se lo pide. Suena a que usted le dio dinero a alguien, pero ahora está teniendo arrepentimiento post-donación. Dígame, ¿realmente quiere usted arruinar la vida de esta persona sólo por su error?

Hombre: ¡¡Esto es ridículo!!

Agente: Esto es la analogía de una violación. Esto es a lo que las mujeres se enfrentan cada día cuando intentar hacer justicia contra sus violadores.

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