Telecoñazo

La tele da asco.

No sé, cuando yo era pequeña las temporadas de las series eran como un curso escolar, cuando había vacaciones la serie hacía un parón, pero en temporada normal podías seguir tu serie de manera habitual, ¿a qué viene que las dos únicas series que veo hayan acabado su temporada hasta septiembre?, ¿y ahora que hago yo?, porque llevamos dando vueltas a los 50 canales que nos ofrece Imagenio más de una hora y aquí lo más interesante que hay es una película ochentera de Jean Claude Van Damme. Y eso que yo no soy de la opinión de que la tele es una caja tonta, creo que en la tele, cuando quieren, emiten cosas muy interesantes, pero desde luego en estos tiempos que corren no es lo que predomina.

Y yo, después de navegar durante una hora en la espiral de mi mando a distancia me hago varias preguntas:

- ¿Por qué la gente que se pudre de pasta es tan friki como para hacerse casas del tamaño del aeropuerto de Barajas con miles de salones, baños, terrazas y televisiones? ¡pero sí yo he llegado a la conclusión de que me sobra mi buhardilla porque nunca subo!

- ¿Pero por qué Belén Esteban sale todos los santos días y a todas horas en la tele?

- ¿Cómo es posible que un deporte tan canalla y de populacho como es el billar oficialmente sea algo serio, sobrio, silencioso, elitista y que tiene un pavo vestido de mayordomo que cada tres tiradas coge la bola y le saca brillo con sus guantes blancos y un pañito rojo?

- ¿Pero a quién leches puede interesarle ver "Gran Hermano, el reencuentro"?, vamos, la gente que sale en esos programas tiene una tara mental como un camión, pero la gente que lo ve como un barco.

- ¿Por qué mi marido cuando está en posesión del mando y ante la falta de algo realmente interesante depronto se transforma y resulta que le interesa el Eurosports?

- ¿Qué le he hecho yo a los de Imagenio para que incluyan en mi programación el canal Intereconomía?


Vamos, que después de tanto tiempo dando vueltas a todos los canales me ha entrado una desidia que creo que no voy ni a recoger la cena, me voy a dormir y espero no ahogarme en mi propia indolencia.







Buenas noches.