miércoles, 11 de mayo de 2011

ZZZzzzZZZzzzZZZzzz...

Últimamente estoy durmiendo bastante regular. No sé si será por el calor que hace por las noches en mi cuarto, porque mi cabeza no puede dejar de dar vueltas en una de esas espirales que no te llevan a ningún sitio o porque simplemente todos tenemos épocas en las que estamos más desvelados. El caso es que últimamente cuando me meto en la cama me pego como una hora tarareando melodías en mi cabeza, rodando como una croqueta de un lado para otro y dándole codazos a Mr. Rossi* porque sus minúsculos y constantes ronquidos hacen que en lugar de codazos quiera sacar una de esas cachiporras marca Acme y dejarle plano como un papel. Pobrecito, con lo monos que me parecían sus ronquiditos cuando empezamos juntos...

El caso es que me quedo ahí dándole vueltas a todo lo que he hecho durante el día, a todo lo que haré al día siguiente, preguntándome qué he hecho yo para adoptar un perrito y resulte ser el anti-cristo..., y de tanto poner en funcionamiento la mente resulta que en lugar de relajarme me activo. Cuento ovejas pero se me acaban, miro al techo pero el reloj de proyección me pone todavía más nerviosa de ver las horas que son y yo pensando en qué voy a comer mañana, me abrazo a Mr. Rossi pero me da calor... todo esto mientras mis globos oculares van cogiendo la textura de un kiwi.

Al final me acabo durmiendo, pero por supuesto por la mañana cuando suena el despertador quiero morir, y durante el día cuando estoy delante del ordenador me duermo inconscientemente unos 25 minutos en intervalos de 41 segundos cada uno. Y ni soy persona ni soy nada, soy tan productiva como un ficus.

Eso sí, como viene siendo habitual en los últimos meses, me levanto sabiendo que mi cabeza se ha pasado la noche creando un intenso y profundo sueño que por las mañanas está muy nítido pero a lo largo del día se va diluyendo. Esta noche ha consistido en que yo y toda mi familia y amigos nos poníamos a limpiar a fondo mi buhardilla y aparecían bichos verdes por todos lados, y fíjate tú por dónde yo era la única a la que no le daban yuyu. Me pregunto qué significado tendrá semejante sueño, porque está clarísimo que es una metáfora, porque vamos, en la vida real sería más bien todo lo contrario. Aparte que de qué va a venir toda la peña a mi casa a limpiar mi buhardilla, ¿no?.

Pues sí, todos tenemos épocas en las que dormimos peor, supongo que la temporada de cambios que se me viene encima tiene mucho que ver, aunque en realidad yo siempre he vivido en una constante temporada de cambios, así que no es excusa para mi cerebro para que no me deje dormir en paz.

Bueno, al menos por la noche es el único momento de las 24 horas que dura el día y que estoy en casa en que no tengo que estar constantemente gritando "¡no, Reshma, NO!". Ahora que lo pienso, es agradable disfrutar de un poco de paz en mi hogar.








*Si quieren saber por qué le llamo Mr. Rossi, Googléen David Rossi y denle a Imágenes. La cosa está muy clara.

No hay comentarios:

Web Statistics