martes, 14 de junio de 2011

Brendan Bates´ Motel

Me he dado cuenta de que nunca he hablado en mi blog de Norman, un personaje que es carne de blog total, y he pensado que eso no puede ser.


Norman es un joven que trabaja en las catacumbas de mi torre Kio, y nuestra historia empezó de un modo bastante peculiar.

Resulta que Bego y yo llevábamos poco tiempo trabajando en la torre, y depronto nos entró el gusanillo a esas horas mortales que te comerías un caballo, así que le preguntamos a la compañera que nos formó que dónde podríamos comprar un sanwich o una pata de cordero o algo, y ella nos dijo que la única máquina de comida que había en el edificio estaba en la planta menos 1 y no se accedia por el ascensor normal, tenías que bajar a la planta baja, salirte de los tornos, coger otro ascensor mucho más pequeño, más cutre y con olor a pedo perenne y bajar una planta, de ahí recorrer un pequeño pasillo y allí estaba la máquina, en Mensajería.

Total, que allí nos fuimos, bajamos a la planta baja, cogimos el ascensor que te llevaba a las catacumbas y llegamos a los pasillos. Lo primero que dijimos fue "¿y ahora para dónde leches tiramos?", porque aquéllo era como una especie de laberinto de juego de la Play. Tiramos recto y fuimos pasando pasillos completamente vacíos, todo pintado de blanco y con unas luces de esas de cocina que medio parpadean, repitiéndonos sin parar "si yo trabajo aquí, sin luz del sol y con este silencio me muero". Llegamos a Mensajería, donde estaba él, Norman, pero al principio no le prestamos mucha atención y fuimos a comprar nuestro piscolabis. Depronto nos dimos cuenta de que la máquina no devolvía cambio, así que nos dimos la vuelta a ver si ese joven podía cambiarnos un par de moneditas, y entonces fue cuando nos dimos cuenta de lo tétrico de la situación.

Allí estaba él, un chaval joven con la piel blanca como el papel, el pelo de un color zanahoria vieja y la mirada bastante perdida, mirando fijamente el papel que tenía delante, cuando le interrumpimos de sus pensamientos para pedirle cambio. Él levanta la vista y ve a dos mujeres jóvenes y monas, sonrientes y con cara de "te he hecho una pregunta" y empieza a mirar hacia los lados muy rápidamente con cara de "oigo voces, ¡oigo voces!" y nos da el cambio con una risa nerviosa, pero nerviosa nerviosa, y la mano temblorosa. Bego mira su chapita identificativa y le dice "gracias... ¿Brendan?", a lo que él respinde "sí... Brendan, Brendan, sí, sí...", y Bego le dice "qué curioso nombre, ¿no?", y él, mirando hacia los lados modo R.E.M. (el movimiento ocular, no el grupo), nos dice "sí... esque mis padres son irlandeses...". En fin cogemos nuestro sanwich, nos vamos y por el camino rompemos a reír, pensando en el personaje al que acabábamos de conocer, imaginándonos su terrible vida en las catacumbas, con su colección de cibernovias descuartizadas en la parte trasera del chiringuito.

De ahí en adelante, Norman.


Pues bien, días más tarde, mucho más tarde, bajo a comprarme un sanwich yo sola, y yo, que también esque parezco tontita, le digo mientras me compro el sanwich "¡hola Brendan!", y claro, él se queda medio loco (más), empieza a mirar a los lados rápidamente y dice con cara de oir voces "... eeeehh... hola".


Bien, días después de eso, un día salgo del baño y María, mi compañera de por las tardes, me dice "te ha llamado Brendan".

- ¿¿QUIÉN??

- Sí, te ha llamado por el teléfono interno, dice que te llama más tarde


¡Oh no, horror, he despertado a la bestia!, ¿me ha llamado a mí? ¿para qué? ¿y cómo sabe dónde trabajo? es decir, hay 24 pisos, ¡hay muchos puestos de trabajo!, ¡¡este tío me ha investigado!!.

Total, que efectivamente, llamó.

- ¿¿Síiiiii....? (voz de hay alguien ahí)

- Hola, ¿Patricia?, soy Brendan

- Aah, hola Nor... eeh, Brendan, dime

- No, nada, para preguntarte a qué hora sales (¡¡¡NOOOOO!!!)

- Eeehh... a las 6... ¿por?

- Ah, no, esque yo salgo a las 6 y media, y como el turno de recepción de Marsh es hasta las 7 y media, digo, pues me subo un rato a verla y a hacerla compañía

- Ah... jeje... pues no, esque hasta las 7 y media se queda mi compañera María (mirada de odio de María)

- Ah, yo esque pensé que estabas sola por la tarde

- No... estoy con María, sola no estoy nunca, nunca nunca, por la mañana estoy con Bego y por la tarde con María, se solapan

- Ah bueno, pues nada, otro día

- Sí... otro día... jeje

- Hasta luego

- Eeehh... adiós


Y según cuelgo, me entra el pánico y el mal rollo: ¡¡¡NOOO!!! ¡¡no puede ser!! ¡¡Norman me pretende!! ¿por qué yo? ¿por qué no Bego, que es más guapa, más alta, más delgada, con las tetas más en su sitio, más morena y más soltera? ¿por qué yo?.



En fin, afortunadamente ni Bego ni yo trabajamos ya en esa empresa de zombies y no tuve que dar esquinazo a Norman más que aquella vez, pero... ¿qué te ha hecho pensar que yo quiero que vengas aquí, a mi puesto de trabajo, a pegarte una hora haciéndome compañía con esa pinta de coleccionar premolares?, no no no no no graciasssss.......

No hay comentarios:

Web Statistics