martes, 10 de enero de 2012

Ellos las prefieren gordas gordas

Hay algo de esta sociedad que está empezando a cabrearme de verdad.


En estas fiestas obviamente todo el mundo engorda, claro que sí, y luego llegan las dietas, las ansias de adelgazar y tal. Bien, hasta ahí todo me parece muy bien. Pero desde mi punto de vista, todo esto pierde todo su sentido cuando la obsesión dura todo el año y cuando llega tan lejos como para tener que sentirnos culpables con todo lo que comemos.


Aquí en mi empresa cuando se pide catering se pide de verdad. O más bien, cuando se convoca a la gente a formaciones, confirman 50 y luego van 20, pero claro, el catering se ha pedido para 50, con lo que lo que sobra lo solemos dejar en una mesa para que los de la oficina cojamos tortilla, canapés, sanwiches o jamón. Pero el tema es que yo me doy cuenta de que nadie, ni hombres ni mujeres, come de esas deliciosas sobras agusto, todos comemos, porque nadie se resiste, pero todos lo hacemos con un terrible sentimiento de culpa, como si por estar comiéndote un par de canapés fuéramos a engordar 15 kilos del tirón. Y no, no es así para nada.


Otro tema es la hora de comer. Debajo de la ofi tenemos un sitio de esos de ensaladas y sanwiches y cuatro tonterías más, y normalmente vamos allí a coger una ensaladita, pero esque yo, qué quieren que les diga, con una ensaladita no como y encima me siento enferma toda la tarde, con lo que yo suelo acabar sucumbiendo a un sitio maravilloso de menú para llevar que hay cerquita donde babeo en su vitrina como una niña pequeña por la extensa variedad de comida, comida de verdad, hecha de manera totalmente casera y para alimentar. Albóndigas, lentejas, ensaladilla, filetes de pollo, paella o pollo al curri para elegir un primer plato, segundo plato con guarnición, bebida y postre, todo por aproximadamente 1 euro menos de lo que cuesta la ensaladita y el sanwichito en el otro lado.

Y voy, me como mi menú maravilloso y me siento llena, me siento alimentada y me siento satisfecha... pero me siento culpable, como si hubiera traicionado a mi salud y lo realmente saludable fuera comerse esa ensaladita de 5 euros día tras día tras día.


Y ya me han entrado ganas de rebelarme. Porque no, porque no me quiero sentir culpable por darle a mi cuerpo lo que necesita. Estamos hablando de comida, comida como la que hemos comido toda la vida, no estoy hablando de comerme todos los días unas costillas de cerdo chorreantes de salsa barbacoa, estoy hablando de poder comerme un plato de arroz con pollo, unas albóndigas y un yogur, todo ello acompañado de un trocito de pan, no creo que por eso deba sentirme culpable en absoluto, porque la verdad, dudo mucho que una ensalada que te quedas tiritando y te dan las cuatro de la tarde y te comerías una ballena azul sea un buen ejemplo de "comer sano".


La verdad es que estoy cansada de que todos tengamos que estar súper-mega delgados y súper estupendos, porque a ver, yo me considero que estoy muy bien y me gusta mucho como estoy y no me considero gorda en absoluto, pero tengo unas chichas mortales, con lo que siempre me siento obligada a adelgazar, a quitarme esas chichas para sentirme más guapa y por lo tanto tengo que estar siempre pensando en comer menos comer menos comer menos, pero esque no me da la gana comer menos, disfruto muchísimo comiendo y creo que no es algo malo para nada, es algo que tenemos que hacer porque es lo natural, lo que no es natural es tener casi 30 años, haber sido madre y llevar una vida semi-sedentaria porque trabajamos en una oficina y no tenemos tiempo para ir al gimnasio... y pesar 54 kilos, no tener ni un gramo de grasa y tener un vientre plano estupendo que te sientas y no te sale un flotador. Pero es así, parece que ahora todo el mundo está obsesionado con estar delgado por una simple razón estética, ni siquiera por motivos de salud, y parece que si te comes un trozo de roscón tienes que estar fustigándote y sintiéndote como una perdedora porque no has sido fiel a tus objetivos y serás una gorda vaca-burra toda la vida a la que nadie querrá.

Y lo que me hace gracia de todo esto es lo que está etiquetado como "sano" y lo que está etiquetado como "anti-sano", porque tengo un compañero de trabajo súper cachas, súper alto, súper deportista y súper-mega tipazo que se mete conmigo por mi manera anti-saludable de llevar mi vida, pero lo gracioso es que él me confesó que no sabe salir sin tomarse menos de 10 copas (¡¡10 copas!!), fuma y todos los días, absolutamente todos, se come un bocata traído de casa porque le gusta guardarse los Tickets Restaurant para gastarlos con su chica los fines de semana. Y a mí me parece muy bien, pero ¿de verdad él lleva una vida más saludable que la mía? ¿de verdad el hecho de que él vaya todos los días, todos absolutamente, al gimnasio y nunca coma dulces porque no le gustan le convierte en una persona más saludable que alguien que come comida normal a diario, pero que no fuma y no se coge borracheras?. Él siempre me dice que le parece fatal que la gente no haga deporte, pero esque a ver amigo, yo tengo una hija, una casa que es mía (él vive con sus padres), mucha ropa que lavar, muchas cenas que hacer y una pareja a la que, al contrario que mucha otra gente, me gusta ver, así que si echamos cuentas del tiempo que me sobra al día para dedicárselo a hacer deporte, creo que tendría que prescindir de alguna de esas tareas anteriores, y, eeeeh.... va a ser que no.


Yo no digo que esté bien comer todo lo que te pongan delante sin medir lo que tiene mucho colesterol y ponerte ciega de todo, no es eso, a lo que me refiero es a que yo creo que con mis chichas y mis celulitis, soy una persona totalmente saludable, sin carencias, sin excesos de colesterol y que no creo que tenga que preocuparse en absoluto por mejorar su salud, con lo que veo ridículo que esta sociedad me obligue a sentirme culpable por tener unos cuantos kilos más de lo que debería, o más bien de lo que socialmente está estipulado como "bonito". Ójala yo fuera de esas personas pajarito que con un platito chiquitito de arroz blanco llegan hasta la cena, pero esque no soy así, mi cuerpo me pide comer, comer normal, no comer un plato de brócoli, y no creo que haya nada de malo en ello.


Así que queridos amigos, si veis a vuestras chicas, compañeras de trabajo, hermanas o amigas cogiendo un trocito de bizcocho, pasando por el McDonalds de vez en cuando o tomando una chocolatina... por favor, dejadlas en paz, no les digáis esas cosas tan bonitas que os ha dado por decir a hora a los hombres de que "nos arrepentiremos", que eso "pasa factura" y todas esas estupideces. Dejadnos disfrutar de la vida y vivir sin arrepentimientos, porque por tomar algo dulce de vez en cuando no estamos haciendo nada malo.

1 comentario:

Leonor dijo...

Yo creo que hay que comer MUCHO, hay que hacer MUCHO ejercicio, hay que llorar MUCHO, hay que follar MUCHO y reir MUCHO.... siempre siempre disfrutarlo!! Jejejeje

Web Statistics